(AsiaNews/Zenit) El padre Borst ha puesto en marcha dos escuelas en Cachemira desde 1997. Ambas se llaman “Escuela del Buen Pastor”, una en Pulwama y la otra en Shivpora, Srinagar. El sacerdote católico holandés ha sido siempre muy activo en educación y sus escuelas, en las que el profesorado es musulmán en un 99%, son muy apreciadas por la calidad de la enseñanza.
En 2003 hubo ya una campaña sistemática no sólo de calumnias sino de agresiones contra el padre Borst, cuando los terroristas atacaron su institucion educativa Escuela del Buen Pastor, en Pulwama, en dos ocasiones. El padre Borst recibió una advertencia similar a la notificada ahora en aquel año, pero justo hace cuatro meses el gobierno local renovó su visado hasta 2014.
Jammu-Cachemira es un estado del norte de la India que Paquistán ha reclamado durante décadas. En Cachemira la población cristiana cuenta con 14.000 fieles, menos del 0,0014% de la población, que es musulmana en un 97%.
Tristeza del obispo
“Estoy realmente triste. Es una gran pérdida para mí y para toda la sociedad civil de Cachemira. El padre Bort ha vivido aquí desde 1963”, dijo monseñor Peter Celestine, obispo de Jammu-Cachemira.
También Predhuman Joseph Dhar, un brahmán hindú convertido al catolicismo y muy cercano al padre Borst, aseguró que “la noticia es una muestra de los intereses personales y envidias”. Para Dhar, la razón por la que quieren echar al padre Borst es que “las escuelas musulmanas son incapaces de competir” con las fundadas por el misionero holandés.
Acusados de convertir niños al cristianismo
En efecto, en el año 2003, las escuelas del Buen Pastor fueron atacadas y acusadas de tratar de convertir a los niños al cristianismo.
Los Misioneros de Mill Hill han sido pioneros en el estado de Jammu-Cachemira en el campo de proporcionar educación y servicios de salud desde 1891-92 y no hay evidencias que confirmen que el porcentaje de la población de cristianos haya crecido más de lo que era hace un siglo.
Sin embargo, hay personas relevantes, como el doctor Farooq Abdullah, Mirwaiz Umer Farooq y el actual primer ministro Omar Abdullah, que han sido formadas en las escuelas cristianas iniciadas por los misioneros tanto católicos como protestantes.
Esta situación recuerda los días de la primera ministra Indira Gandhi, cuando los misioneros agustinos suizos de la escuela de San Agustín de Kalimpong, al norte de Bengala, fueron obligados a abandonar la India con el pretexto de “seguridad nacional”. Cuando apelaron la razón y a los derechos constitucionales no fueron atendidos; los misioneros acudieron al gobierno suizo, que hábilmente intervino amenazando con congelar las cuentas de Indira en bancos suizos: enseguida los misioneros recibieron una carta del ministro del Interior de la India, rogándoles “trabajar con las tribus de las colinas”.