(PpE/InfoCatólica) La asociación presidida por el polémico Dr. Luis Montes, que defiende la legalización del “derecho a la eutanasia”, gestiona estos servicios municipales en los ayuntamientos de Rivas-Vaciamadrid y Getafe, ambos en la Comunidad de Madrid.
En las «asesorías ciudadanas por una muerte digna» se proporciona a los ciudadanos un documento conocido como “Testamento vital” o “Instrucciones Previas”, según un modelo que parece seguir el espíritu de la ley que regula estos documentos: que la persona manifieste expresamente cuál sería su voluntad ante graves circunstancias de salud, en las que no pueda hacerlo por sí mismo.
Eutanasia activa
Sin embargo, desde Profesionales por la Ética se asegura que el texto de Testamento Vital o Instrucciones Previsas de la DMD que se facilita en esas asesorías, y que firman “voluntariamente” los ciudadanos, está ideológicamente posicionado a favor de la eutanasia y, por tanto, sesgado, ya que expresamente afirma que:
Si para entonces la legislación regula el derecho a morir con dignidad mediante eutanasia activa, es mi voluntad evitar todo tipo de sufrimiento y morir de forma rápida e indolora de acuerdo a la lex artis ad hoc.
Según la Dra. María Alonso, médico de Familia de la Comunidad de Madrid, la actitud ante el sufrimiento de los estadios terminales, según la lex artis (buen hacer del médico) no consiste en acabar con la persona que sufre (eutanasia), sino con el sufrimiento de la persona, humanizando de forma especial la atención de esos momentos. “Por eso”, afirma, “es un contrasentido utilizar la expresión lex artis cuando se habla de un fin eutanásico”.
Profesionales por la Ética advierte que el documento de Instrucciones Previas que se está distribuyendo en las asesorías ciudadanas de Rivas-Vaciamadrid y Getafe está concienzudamente preparado para influir en que el “consentimiento” solo se pueda prestar a favor de la eutanasia. En este sentido, limita el libre ejercicio de la autonomía de la voluntad del paciente, uno de los valores más defendidos por todo nuestro ordenamiento jurídico.
Circunstancias en las que “no se desea vivir”
Además, el documento de la DMD establece que el firmante no deseará vivir en las siguientes circunstancias
… daño cerebral, demencias, tumores, enfermedades crónicas o degenerativas, estados vegetativos, accidentes cerebrovasculares o cualquier otro padecimiento grave e irreversible.
El escrito también hace afirmar al ciudadano lo siguiente:
… no deseo para mí una vida dependiente en la que necesite la ayuda de otras personas para realizar las “actividades básicas de la vida diaria”, tales como bañarme, vestirme, usar el servicio, caminar y alimentarme.
Por tanto, el modelo de Instrucciones Previas propuesto por DMD es inseguro en términos jurídicos, pues deja zonas grises en unos supuestos de hecho que el otorgante debería señalar de manera clara, explícita y, al tratarse de temas que involucran su salud, de manera restrictiva. La dra. Alonso asegura que
“Ante este tipo de expresiones de las personas que solicitan no querer vivir, la psiquiatría propone un abordaje mediante tratamiento individualizado, con muy buena respuesta habitualmente. En casi todas las ocasiones se consigue que estas personas se sientan muy agradecidas por el tratamiento médico recibido y olviden sus deseos de morir. Los sentimientos de desear morir ante la incapacidad de valerse por si mismo, normalmente ceden cuando el enfermo deposita su confianza en los profesionales sanitarios, y recibe ayuda y apoyo de sus familiares y de la sociedad”.
Confusión entre sedación paliativa y sedación terminal
Por último, las personas que hayan firmado el Testamento vital o documento de Instrucciones Previas de la DMD, habrán solicitado
... unos cuidados adecuados al final de la vida, que se me administren los fármacos que palien mi sufrimiento, especialmente –aún en el caso de que pueda acortar mi vida– la sedación terminal, y se me permita morir en paz.
Según la dra. Alonso, esta expresión introduce la confusión entre sedación paliativa y sedación terminal. En la paliativa se usan fármacos para aliviar el sufrimiento de un paciente no necesariamente terminal; en la sedación terminal o en la agonía, se trata a un paciente que va a morir en cuestión de horas o días. Si solo hablan de la terminal significa que probablemente el objetivo es terminar con la vida del paciente en horas.
En cualquier caso, Profesionales por la Ética recuerda que, aunque una persona haya firmado este modelo que opta por la muerte en casi todas las circunstancias, el médico, el equipo sanitario y cuantas personas atiendan al paciente deberán respetar las instrucciones previas en los límites establecidos en la ley y podrán ejercer la objeción de conciencia en el cumplimiento de dichas instrucciones previas.