(La Gaceta/LD/InfoCatólica) En 2004, De la Vega firmó un convenio para gestionar este complejo y que se tradujo únicamente en la mejora del estacionamiento de vehículos. Pero desde hace unos meses la campaña se ha transformado y se ha hecho agresiva. El Ejecutivo puede conseguir en esta operación una importante suma de dinero y creen que para llevarla a término los monjes no serán problema.
Para ello, Patrimonio se puso manos a la obra y amplió de manera injustificada las visitas turísticas, abriendo salas privadas y durante más horas, afectando de manera notable a la vida de clausura y de comunidad de la orden.
Sin embargo, lo más grave y la gota que ha colmado el vaso ha sido el inventario de los bienes de los jerónimos de Yuste realizado por Patrimonio y en el cual se atribuyen la propiedad de gran parte de las pertenencias de la orden.
Los propios vecinos creen que se está produciendo una “desamortización encubierta y en pleno siglo XXI” y no han dudado en apoyar a los monjes. “Carlos V trajo a los jerónimos cuando vino al monasterio para morir. Es una pena que se hayan ido, aunque dicen que volverán en abril o en mayo. Les echamos de menos”, indican otros vecinos y recuerdan que la construcción del hotel lleva años sonando.