(InfoCatólica) El mismo Zapatero que hace todo lo que está en su mano en España para que los seres humanos no nacidos puedan ser "eliminados" antes de nacer, no tuvo empacho en asegurar que “el derecho a la vida es el Derecho Supremo, como lo ha calificado el Comité de Derechos Humanos, porque sin su garantía efectiva todos los demás derechos carecen de significado y de razón de ser".
Zapatero defendió demás la "exigencia universal de respeto a los Derechos Humanos" aunque ello cause problemas con el principio de no injerencia en los asuntos internos de los Estados.
El presidente del Gobierno llegó a asegurar que los Derechos Humanos se han convertido para España en uno de los "ejes vertebradores" de su política exterior, lo cual, según él, "no es causa fácil: requiere de firmeza, coherencia e ideas claras".
Rodríguez Zapatero afirmó que los Derechos Humanos "no son patrimonio de nadie", de Occidente ni de Oriente: "Son valores universales que todos los Estados tienen la obligación de proteger en su propio territorio y también de denunciar su violación cuando no sean respetados de conformidad con el Derecho Internacional".