(DPA/El Mundo/InfoCatólica) Tampoco le han faltado arrestos al literato para negar la existencia de Dios y tildar su figura de "cruel, mala persona y vengativo", por no ser "alguien de fiar", ya que "fue creado por los hombres a su imagen y semejanza".
Estas declaraciones han suscitado reacciones airadas de gran parte de la sociedad portuguesa que ya ha convocado manifestaciones públicas de protesta, la primera el pasado sábado en Penafiel, cerca de Oporto.
Al rechazo popular se han sumado figuras representativas de la vida política y social del país ibérico. El eurodiputado socialdemócrata Mario David ha instado a Saramago a abandonar la ciudadanía portuguesa "lo más rápido posible", mientras que el ex subsecretario de cultura, Sousa Lara comparó al autor de 'El viaje del elefante' con el primer ministro italiano Silvio Berlusconi.
Saramago sabía seguro que sus palabras iban a provocar el rechazo de las principales agrupaciones religiosas del país, que no han tardado en mostrar su descontento; la Conferencia Episcopal y la Comunidad Islámica se han sentido muy ofendidas y el líder judío Eliezer di Martino ha asegurado que el escritor "no conoce la Biblia".
No es querido en su país
Esta nueva polémica ha servido para revivir la antipatía con la que cuenta el escritor de 86 años en su país de origen. Miguel sousa Tavares -autor del 'best-seller' 'Ecuador' opinó este fin de semana en su columna en el rotativo 'Espresso' "que todo en Saramago es vanidad y autopromoción".
También la edición portuguesa de la revista 'GQ' se ha unido a las críticas contra el dramaturgo, al que ha tachado de "ignorante y "blasfemo", "amargado" y "loco por publicidad". "Es el tipo más desagradable de la Península Ibérica".
La hostilidad que existe entre Portugal y Saramago, Saramago y Portugal, ha llevado al novelista a instalarse "en el exilio" en la isla de Lanzarote, donde vive hasta hoy con su esposa Pilar del Río.