(The Catholic World Report) El Arzobispo Bashar Warda, una de las voces más importantes en nombre de los cristianos perseguidos y desplazados en Irak, emitió el 17 de mayo una declaración urgente sobre la retirada de personal estadounidense de las zonas claves del país.
«Estamos muy preocupados por la reciente reducción de personal estadounidense en Irak», dijo el arzobispo. «Habiendo enfrentado el genocidio a manos de ISIS, nuestras comunidades destrozadas han sacado inmensas esperanzas de la promesa del compromiso estadounidense con las comunidades minoritarias iraquíes encabezadas por el Vicepresidente».
Warda, como Arzobispo de Erbil en la región del Kurdistán, recibió a decenas de miles de refugiados cristianos y yazidíes desplazados de la llanura de Nínive después de que ISIS tomó grandes franjas de territorio en Irak y Siria, y se declaró un califato en el 2012.
«La retirada en el 2011 de la última administración creó el vacío que permitió que surgiera el ISIS», dijo el arzobispo. «Un nuevo vacío creado por la retirada del personal estadounidense probablemente resultará igualmente infeliz». «Esperamos con urgencia una aclaratoria del gobierno de los Estados Unidos con respecto a sus compromisos con las minorías en peligro de Irak».
El miércoles, el Departamento de los Estado Unidos, ordenó la evacuación de todos los empleados del gobierno que no son de emergencia en la embajada estadounidense en Bagdad y en el consulado en Erbil. El gobierno de Trump dijo que la orden fue dada por una amenaza relacionada con Irán. Las autoridades iraquíes han expresado dudas sobre tal amenaza. Los legisladores estadounidenses han pedido al presidente Donald Trump más información sobre dicha situación.
Stephen Rashe, abogado de la Arquidiócesis Católica Caldea de Erbil, dijo a la CNA que el Arzobispo Warda está respondiendo sobre esta evacuación parcial.
«Estamos respondiendo con información poco clara en los últimos días de varias fuentes dentro del gobierno de los Estados Unidos, quienes se están preparando para retirarse, al menos en parte, de sus compromisos con respecto al apoyo a las minorías en peligro en Irak», dijo Rashe.
Rashe dijo que los cristianos y otras minorías están cada vez más nerviosos porque «la Iglesia en Irak aún no ha recibido una declaración clara del Gobierno de los Estados Unidos sobre lo que significa la reducción de personal para los esfuerzos en ayudar a estas minorías».
El 25 de octubre de 2017, el vicepresidente de los EE.UU., Mike Pence, se comprometió a defender a los cristianos perseguidos en el Medio Oriente.
Le dijo a una multitud reunida en Washington DC para la cumbre anual de defensa de los cristianos (IDC) que los Estados Unidos «ya no apoyará solo en las Naciones Unidas para ayudar a los cristianos perseguidos y las minorías tras el genocidio y las atrocidades de los grupos terroristas».
«Los Estados Unidos trabajará desde hoy en adelante de la mano con grupos religiosos y organizaciones privadas para ayudar a aquellos que son perseguidos por su fe». «Este es el momento, ahora es el momento, y Estados Unidos apoyará a estas personas en su hora de necesidad», dijo Pence.