(Agencia Fides/InfoCatólica) «El Presidente Trump piensa como un hombre de negocios, y se comporta como tal. Con el ataque contra la base siria gana consenso en sectores influyentes del poder en USA que podían ser sus adversarios, y externamente re-asegura a Turquía, Arabia Saudita y a los Países del Golfo».
Está convencido de ello, el arzobispo sirio Jacques Behnan Hindo, cabeza de la archieparquía sirio católica de Hassaké-Nisibi. Según el arzobispo, residente en la provincia siria de Hassaké, el ataque de los EE.UU. «ya estaba preparado, por eso no han querido tomar en cuenta las peticiones de una investigación más profunda sobre las responsabilidades de quienes han provocado tantas víctimas de envenenamiento con armas químicas en la provincia de Idlib. Y en cuanto a las pruebas “irrefutables” que la CIA posee sobre la responsabilidad del ejército de Assad, recuerda bien aquellas, que también eran “irrefutables”, y que Colin Powell mostró a la ONU para justificar la intervención en Iraq». En cualquier caso, Jacques Behnan Hindo no cree que la nueva fase de tensión pueda conducir a un enfrentamiento directo entre las potencias globales en territorio sirio.
«Los rusos», señala el arzobispo, «han querido que la gente sepa que de los 59 misiles lanzados por los EE.UU., ni la mitad han golpeado algún objetivo. Se me ocurre pensar que los demás podían haber sido interceptados por los mismos instrumentos anti-misiles rusos. En cualquier modo, desde hace años en Siria las potencias se hacen la guerra por poder, pero no creo en que eso de paso a una confrontación directa entre los EE.UU. y Rusia en el escenario sirio: buscarán un compromiso, porque ni siquiera los EE.UU quiere que en Siria se cree un Estado en manos de los islamitas de Jabhat al Nusra. Prefieren estabilizar la situación, y luego, en un plazo medio-largo, pensar en el post-Assad».