(ACI Prensa) En su homilía, Mons. Bialasik expresó que gracias al sí de María «Dios comenzó a habitar entre nosotros» y al convertirse en «Madre de Cristo se hace la guardiana por excelencia de la vida en plenitud».
«En el mundo así también en nuestra patria vivimos una tragedia de la cultura actual de un lado tan sensible para la defensa de los derechos humanos y de otro lado está ignorando y negando el primer y fundamental de ellos, el derecho a la vida».
En el Santuario del Socavón, el prelado se refirió al proyecto para modificar el Código del Sistema Penal, presentado en la Asamblea Legislativa Plurinacional, que busca despenalizar el aborto en Bolivia en el país.
El proyecto plantea la posibilidad de abortar hasta las ocho semanas de embarazo para las mujeres pobres y las estudiantes, si declaran no tener recursos suficientes, están en situación de calle, viven en pobreza extrema, o si tienen más de tres hijos, entre otros.
Mons. Bialasik advirtió que el proyecto de ley es un «engaño y mentira» cuando se presenta como una «solución a los problemas sociales» ya que «matando a los niños no disminuiremos la pobreza, sino aumentaremos la más peligrosa y triste pobreza espiritual».
El aborto, continuó el obispo, «es un atentado a nuestra nación, es una violación grave y menospreciable, es homicidio, es una tortura realizada en una persona, un sufrimiento cruel realizado en un inocente, es degradante y humillante».
«El no al aborto de los cristianos es un sí a la dignidad de todo el pueblo: varón y mujer. No nos quedemos en el lamento y la denuncia sino comprometámonos como nación a ayudar a las mujeres en riesgo de abortar», arengó.
Mons. Bialasik alentó a buscar políticas que ayuden y protejan la vida desde la concepción y en especial a las familias más numerosas.
«Queridos hermanos y queridas hermanas, en este tiempo de cuaresma escuchen y abran los ojos, tomen la decisión fiel, elijan la vida, elijan la bendición de Dios, elijan el camino de verdad para que vivas tú y tu descendencia», concluyó.