(AsiaNews/InfoCatólica) La asociación de abogados japoneses ha divulgado, el 22 de febrero pasado, una declaración escrita contestando la «Eugenic Protection Act», ya abolida, que preveía abortos y operaciones de esterilización para las personas afectadas por minusvalías y enfermedades hereditarias. Los abogados solicitaron al gobierno que se excuse oficialmente, que brinde un resarcimiento a aquellas personas que fueron obligadas a someterse a procedimientos y que emprenda una investigación pormenorizada sobre los daños provocados a raíz de la aplicación de la norma.
La Eugenic Protection Act, aprobada en 1948, declaraba como objetivo «prevenir el nacimiento de descendientes imperfectos». Según los documentos y datos recogidos por la asociación, en el período en el cual la ley estuvo vigente, se llevaron a cabo cerca de 25.000 intervenciones quirúrgicas de esterilización y 60.000 abortos. Debido a las críticas que suscitó, por la violación de los derechos reproductivos de las personas discapacitadas, la ley fue modificada en 1949, pero algunas autoridades locales continuaron aplicándola durante años, como pretexto para una discriminación legalizada de las personas con minusvalías físicas y mentales. La actual Maternal Health Act fue aprobada en 1996, y las disposiciones relativas a la eugenesia fueron eliminadas.
«Las decisiones referidas a la reproducción deben ser tomadas basándose en el libre albedrío de aquellos involucrados en las mismas», se lee en el comunicado. Los abogados subrayan que las operaciones de esterilización y los abortos efectuados a las personas afectadas por discapacidades y enfermedades hereditarias han «pisoteado su dignidad y violado sus derechos reproductivos individuales». La declaración luego define dichas medidas como «inconstitucionales».
En marzo de 2016, el Comité de las Naciones Unidas para la eliminación de la discriminación contra las mujeres sugirió al gobierno japonés conducir una investigación sobre los daños causados por la ley y ofrecer un resarcimiento a las personas afectadas. Sin embargo, el gobierno respondió que la Eugenic Protection Act era «una medida legítima» y que «la compensación sería difícil».
Consecuencias
En las últimas décadas, Japón, una nación con una larga historia de leyes de eugenesia, se encontró teniendo que hacer frente a una profunda crisis demográfica. El envejecimiento de la población, de la mano de una baja tasa de natalidad, que figura entre las peores del mundo, es actualmente el problema más urgente que debe abordar el país, y que arriesga provocar un colapso del sistema de jubilaciones y de bienestar social.
El gobierno trata de resguardarse implementando políticas orientadas el incremento de los nacimientos, pero es difícil prever que estos esfuerzos conduzcan a resultados sustanciales en el corto plazo. Se multiplican, por parte de las autoridades, los llamados a la procreación. Japón, otrora tierra de la eugenesia, los abortos y las esterilizaciones forzadas, hoy ve su destino ligarse al cuidado y a la promoción de la vida.