(AsiaNews/InfoCatólica) Mientras en Mosul la ofensiva gubernamental contra los militantes del Estado islámico se acerca a su fase final, la ONU advierte que 250.000 habitantes de la zona oeste podrían abandonar la ciudad. Mattew Saltmarsh, vocero del Alto comisariado de la ONU para los refugiados (UNHCR), refiere que la agencia internacional y otras organizaciones se están preparando con urgencia «para responder a un posible significativo aumento de refugiados iraquíes, que huyen de la última fase de la ofensiva» contra los combatientes del Califato en la parte oeste de Mosul.
El vocero afirma que si la avanzada de las tropas de la coalición debiese sufrir una aceleración, «al menos 250.000 personas se volcarían a las calles», considerado que se trata de la segunda ciudad iraquí en importancia y que allí viven unas 750.000 personas.
Los refugiados irían a sumarse a las 161.000 personas que ya han abandonado sus casas y propiedades desde el pasado mes de octubre de 2016, cuando se inició la ofensiva. Mientras muchos esperan con ansias el momento del retorno, tal como explicó el párroco de la diócesis de Amadiya (Kurdistán), muchos habitantes todavía se encuentran atrapados en la ciudad. «Estamos realmente preocupados por su bienestar», dice el representante ONU.
La reconquista de la parte oriental de Mosul generó ásperos combates, que han sacado a la luz las atrocidades cometidas por los fundamentalistas contra la población civil. Según el vocero, la nueva batalla en la parte occidental será aún más «letal».
Saltmarsh reporta que la mayor parte de los refugiados evacuados de Mosul, un 83% del total, vive en campos y centros de emergencia. La UNHCR gestiona siete campamentos, donde hospeda a unas 66.000 personas y otros dos están en construcción. Hacia fines de marzo, la agencia espera poder ampliar las estructuras de acogida, para dar refugio a por menos 246.930 personas más.
Por último, el representante ONU advierte acerca del incesante aumento de habitantes que escapan del distrito de Hawija para salvarse de las deportaciones de ISIS. Hasta hoy «más de 80.000 personas escaparon hacia las zonas orientales de Salah al-Din y Kirkuk, pero el número pronto podría aumentar a 114.000. Aquellos que están abandonando Hawija corren graves peligros, que incluyen el riesgo de convertirse en víctimas de raptos o de estallar por los aires a causa de las minas que han sido dejadas por los milicianos».