El obispo de Chur advierte que no se pueden dar los últimos sacramentos en caso de eutanasia

Bien por este obispo y su claridad doctrinal. La eutanasia es un rotundo no a la misericordia divina, un pleno rechazo.

Pues felicitaciones por la medida a su Excelencia, y le deseo lo mejor en su próximo nuevo destino, ya sea como "resignatario", como "secretario adjunto" de alguna concgregación de la curia, o, en el mejor de los casos, como nuevo "desautorizado oficial" por alguna instancia "superior" (entrecomillada, porque el obispo es la máxima autoridad en su diócesis, con la única excepción del Santo Padre), acusado de rigorista-amisericordioso-desacompañador-antidialogante-tridentinocismaticosemisedevantista o asimilado.

Excelencia, rezo por usted, y, como formulado en la Oración Eucarística por "todos los demás Obispos que, fieles a la verdad, promueven la fe católica y apostólica."

La Medicina corre el riesgo de convertirse en un instrumento de ingeniería social. Pero esa es una idea totalmente extraña a la ética de la atención de salud. Lo específico de médicos y enfermeras es ayudar, con su conocimiento y habilidades, a los enfermos y débiles, a seres humanos que viven la crisis de estar perdiendo su vigor físico, sus facultades mentales, su vida. El respeto por la dignidad del hombre, toma en Medicina, una forma peculiar y específica: el respeto a la vida debilitada. En la Medicina paliativa, el respeto a la vida está condicionado de forma casi constante por la presencia de la vulnerabilidad esencial, por la fragilidad extrema del hombre, por el reconocimiento de lo inevitable y próximo de la muerte. El respeto ético de médicos y enfermeras que administran cuidados paliativos es respeto a la vida declinante; su trabajo consiste en cuidar de gentes en el grado extremo de debilidad. No puede hablarse jamás de un juicio económico para alargar o atrasar la vida, ya que nos convertiría en animales, donde a los que se encuentran envejecidos se les sacrifica; los seres humanos son criaturas de Dios y El es el único que puede administrar la vida y la muerte.

¡Qué tristeza que da el ver hasta dónde se ha llegado en todo! Sólo cuenta el pasarla bien en todo momento, evitar el sufrimiento a toda costa, sin advertir que, con la eutanasia, se está decidiendo por el más terrible de los sufrimientos por toda la eternidad.

¡Que alegría, de ver que los cristianos en Suiza van a ser advertidos sobre esta manipulación!, que acabararía con sus esperanzas en la vida eterna.
"Nuestra lucha no es contra carne ni sangre..."

Un tema complejo, sin duda. ¿Se pueden dar soluciones universalmente válidas, sin atender a las circunstancias del caso? En este sentido, estoy seguro de que el tipo de discernimiento que se apunta en Amoris Laetitia se va a generalizar en toda la práctica pastoral y se acabará aplicando también, entre otras, a esta clase de situaciones, tan dolorosas y tan complicadas.

Virgen María líbrame de muerte tan triste y tan tremendamente mala. Líbrame de la verdadera muerte.

La eutanasia incompatible con la salvación eterna. Dicho claro: quien se somete voluntariamente y conscientemente y sabiendo todo lo que eso supone es alma de condenación eterna.
Otro sí, bien por este obispo que a partir de ahora mucho me temo que es candidato a ser misericordiado.

"La eutanasia es incompatible con la salvación eterna". Bueno, primero habría que ver cuál es la definición de eutanasia, que es un término bastante confuso.

Después, sin negar que la eutanasia es un pecado grave, este obispo debería explicar por qué se arroga la potestad de emitir un juicio que sólo a Dios compete.

Estoy con ASB. Detrás del suicidio hay enfermedades que los facultativos ni reconocen ni quieren curar. Un sacerdote podría disuadir al eutanasiando de que se siguiera con el proceso... del mismo modo que los rescatadores en los abortos.

De manera explícita en ningún sitio hay excomunión. si a un suicida ya no se les niegan las exequias, no sé qué pinta esta excomunión in articulo mortis. Que se reserve latae sentencia para quienes intervengan en ella.

ASB y María, solicitar conscientemente la eutanasia -es decir, que pongan fin a tu vida en caso de enfermedad o padecimiento incurable- es una conducta tan grave como el suicidio, independientemente de los atenuantes que queramos.

Entre otras razones porque sólo cuando vivimos podemos arrepentirnos del mal que hemos hecho. El que se suicida, o el que pide y logra que se ponga fin a su vida comete un grave pecado (un pecado mortal) del que ya no puede arrepentirse (porque sólo en vida tenemos esa posibilidad).

Y la Iglesia no tiene poder del Señor para perdonar pecados mortales a quienes ya han fallecido. Por eso es muy lógico y coherente que ese obispo advierta que:

1º.- No pueden salvarse los que así obran.

2º.- No se le pueden administrar los sacramentos a quienes vayan a cometer un pecado grave (lo contrario sería tan absurdo como absolver a un marido un minuto antes de cometer adulterio). Absolver in artículo mortis a uno a quien se le está aplicando la eutanasia es un sacrilegio.

3º.- La Iglesia, no pudiendo hacer nada salvífico por ellos una vez muertos, sí puede orar por ellos para el caso de que, por motivos sólo conocido por el Altísimo, se hayan salvado y estén purificando sus almas. Por esa rarísima excepción, en el caso de que ocurra, se admite rezar por los suicidas y por los que piden y logran la eutanasia.

Luis Cecilio Perales Rodas: Por favor: Un respiro a tantas estupideces.

sipán: Dices: "Virgen María líbrame de muerte tan triste y tan tremendamente mala. Líbrame de la verdadera muerte".

Muy bien dicho, sipán. La verdadera muerte es la que nos separa de Dios por toda la eternidad. Bendiciones.

Si el que a pedido la eutanasia está aún consciente y no expresa arrepentimiento alguno, creo que no se le debe absolver ni dar la comunión, pues él mismo persiste en su pecado y la absolución y comunión serían inútiles y sacrílegas.

Pero si el eutanasiando está inconsciente o en coma, creo que se le podría absolver sub condicione de arrepentimiento, pues es posible que en su interior se haya arrepentido aunque no sea capaz de expresar tal arrepentimiento.

ASB: Cunde la ignorancia.
Dices: "este obispo debería explicar por qué se arroga la potestad de emitir un juicio que sólo a Dios compete." al señalar "la incompatibilidad de la eutanasia con la salvación eterna". Esto lo sabe cualquier persona mínimamente formada. No hace falta ser obispo.
ASB: Los libros no pican y hace mucho bien estudiar de vez en cuando. Bendiciones.

María: Que a un suicida ya no se les niegue las exequias o que se rece por él no implica la salvación de esa persona. Lo que Mons. Vitus Huonder está ordenando a sus sacerdotes, con todo criterio, es que denieguen los últimos sacramentos a quienes eligen morir mediante eutanasia, explicando que «en dicha circunstancia, no se dan los requisitos previos para la recepción de los sacramentos». El resto corresponde al juicio divino.
Bendiciones.

Luis López, Beatriz Mercedes Alonso (Córdoba - Argentina)

Los sacerdotes sí pueden asistir, para disuadir; si no hay arrepentimiento no hay absolución, eso siempre. Pero si no hay asistencia religiosa porque se le excomulga justo cuando más necesitados están, no hay posibilidad de arrepentimiento. No voy a consultar ahora el CIC pero imagino que cuando se están muriendo se puede absolver sub conditione. No se sabe cuánto tiempo transcurre entre la el "comienzo" de la muerte y la muerte real.

Me viene a la memoria una carta a ABC -eran otros tiempos, pero no muy lejanos- de un médico que observó cómo un paciente anciano en urgencias no quería ser ingresado en modo alguno. Después de forcejeos con los hijos para quedarse a solas ya que el anciano no quería, se aclaró el asunto: el pobre hombre estaba asustado porque siempre había dicho a sus hijos que cuando lo vieran muy mal le pusieran la inyección en el hospital... y él pensaba que estaba allí para eso. Le aclararon que en modo alguno y que él y el resto de los facultativos procurarían su salud. No es lo mismo hablar en frío que en caliente.

Insisto en que veo más peligro en los centros, abogados, asociaciones. legisladores, etc. que impulsan la eutanasia y ateniéndose a lo que hizo uno sin verle las orejas al lobo creía que pensaría. Todos hemos conocido a personas que han dicho "yo no quiero sufrir, que me rematen" pero llegado el arrechucho se aferran a la vida y ahí ¿le van a aplicar la voluntad de una eutan

María: Me parece que estás interpretando mal el tema.
Cuando una persona está gravemente enferma o cuando se le va a practicar una operación muy complicada puede solicitar la unción de los enfermos. Para recibir este sacramento debe estar en gracia de Dios.
Es evidente que no reúne las condiciones mínimas para recibirlo quien tiene la intención de pedir que le quiten la vida a continuación. Es lisa y llanamente un total contrasentido pretender que se le administre el sacramento.
No podemos saber, de llevarse a la práctica la eutanasia, lo que le sucederá a esta persona en el juicio personal ante Dios. Pero, lo que sí sabemos es que, si un sacerdote administrara el sacramento de la unción de los enfermos en esa circunstancia pecaría gravemente.
Bendiciones.

Cuidado con el demonio, que es muy listo, en los hospitales hoy en día se pone todo tipo de trabas para dar los últimos Sacramentos,tanto por el personal como por los sacerdotes porque los hay muy remisos hacerlo. Pero cuidado , porque que ya verán como habrá sacerdotes tontos útiles que si antes no corrían a asistir a un moribundo, porque tenían muchas cosas que hacer, ahora movidos por la misericordia, irán a reacción a dar el viático a los que se les va a practicar la eutanasia, y al día siguiente abriendo todas las páginas de los informativos, de esa manera ya se habrá instaurado la eutanasia en la iglesia, y después como el demonio corre más que los bobos consagrados, acudirán raudos y veloces los sacerdotes a los abortorios a sancionar con buenismos bautismales y responsos fúnebres a los abortados y a sus madres y al médico. Es que el demonio anda desatado y los consagrados en la luna de Valencia.

Beatriz....

No se hace falta estar en Gracia de Dios para recibir la " Unción de los enfermos " , pues , justamente , este sacramento esta asimilado al Sacramento de la Reconcilación ( penitencia ) ..

Sr. Enrique P.

La unción de enfermos es sacramento de vivos: por ello el sacerdote debe ofrecer la confesión sacramental si el paciente está consciente, y darla "sub conditione" en caso contrario. Si el enfermo que no puede confesar (por inconsciencia) está realmente arrepentido de sus pecados, TAMBIÉN obtiene el perdón, pero la Unción de Enfermos es un sacramento de vivos.

!Bendito sea Dios que en las desarboladas Iglesias de la antigua "Alianza del Rhín", que tanto daño hicieron antes, durante y después del Concilio Vaticano II hace surgir obispos como Monseñor Vitus Huonder para llevarlas otra vez al camino recto! ¿Será este buen obispo el nuevo San Pedro Canisio que tanta falta hace en Centroeuropa? Dios lo quiera.