(Javier Lozano/Actuall) Paraguay es uno de los países que con mayor firmeza resiste los envites de organizaciones como Naciones Unidas (ONU) o la Organización de Estados Americanos (OEA) para implantar el aborto en el país. Una vez tras otra, el presidente Horacio Cartes ha insistido en que su país seguirá siendo provida y que protegerá a los bebés y a sus madres.
Evidentemente, su postura no es fácil en su enfrentamiento contra estos poderosos grupos pero ahora ha encontrado el apoyo del Congreso de Paraguay que ha aprobado una declaración provida en la que recuerda además a los organismos supranacionales que el aborto no es ni ha sido un derecho.
De este modo, la declaración de las cortes exhorta al Gobierno de Paraguay a respaldar la posición de los países miembros de la OEA que reconocen que «el aborto no es un derecho humano» y exige que se cumpla el artículo 4.1 de la Convención Americana de Derechos Humanos que pide «proteger el derecho a la vida desde la concepción».
Además, hace una petición al Gobierno para que sea declarado este 2016 «el año del derecho a la vida».
Para defender estas peticiones el Congreso de Paraguay cita distintos artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos, del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos así como de la Declaración Americana sobre los Derechos y Deberes del Hombre.
Así, por ejemplo el texto aprobado por los diputados afirma que «la protección del derecho a la vida es un derecho humano fundamental y que es indispensable para poder garantizar todos los demás derechos reconocidos por la Convención Americana sobre Derechos Humanos».
El pasado mes de enero Paraguay sufrió numerosas presiones durante el Examen Periódico Universal que se celebró en la sede de Naciones Unidas de Ginebra. En ella numerosos países exigieron al país sudamericano que aprobara una ley del aborto a lo que el país contestó que no lo haría. Algo similar le ha ocurrido en la OEA donde Paraguay se ha plantado una y otra vez.
Asimismo, varios países les presionaron para que apruebe el matrimonio entre personas del mismo sexo. «Lo llaman no discriminación por orientación sexual. Son los siguientes países: Argentina, Chile, Grecia, Canadá, Honduras y Francia».