(Agencias/InfoCatólica) Del 21 al 25 de agosto se desarrollará en Roma la Asamblea General de la Conferencia Mundial de los Institutos Seculares (CMIS). El evento, que contará con la presencia de unos 140 participantes que representan a más de 25 países de los cinco continentes, se llevará en el Centro Salesianum de la capital italiana.
Dos temas centrales serán los que se abordarán durante la Asamblea:
- la formación de los miembros de los Institutos Seculares y
- la identidad del a consagración de los Institutos
El encuentro será presidido por los responsables de los Institutos Seculares miembros de la Conferencia Mundial CMIS, los presidentes de las Conferencias nacionales y los presidentes continentales de los Institutos Seculares.
Los trabajos serán inaugurados a las el 22 de agosto con una solemne misa que presidirá el Cardenal Joao Braz de Aviz, Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.
Entre las actividades se celebrarán varias conferencias destacándose la reflexión en preparación al 70º aniversario de la Constitución Apostólica «Provida Mater Ecclesia» del Papa Pío XII sobre los Institutos Seculares.
Entre los temas que se abordarán en las ponenticas, también se profundizará sobre la laicidad como lugar natural para la formación, las novedades emergentes de los Institutos Seculares, y el desarrollo de los mismos, así como el redescubrimiento del valor de una vocación evangélica, entre otros.
En el contexto de la Asamblea también tendrá lugar la elección del Consejo ejecutivo, que tendrá la misión de redactar las orientaciones planteadas durante la Asamblea.
Dentro de la programación, igualmente se prevé que los participantes del encuentro asistan a la audiencia general que presidirá el Papa Francisco el miércoles 24 de agosto.
La Conferencia Mundial de Institutos Seculares (CMIS) fue fundada en 1972 recibiendo su aprobación por parte de la Santa Sede un par de años después. Su objeto es el de organizar la colaboran entre los Instituto Seculares para que ellos «sean más eficazmente en el mundo un fermento para consolidar y desarrollar el Cuerpo de Cristo», como lo recuerda el decreto «Perfectae Caritatis», sobre la adecuada renovación de la Vida Religiosa del Papa Pablo VI.