(UH/InfoCatólica) «Abrigamos que la presencia del Papa va a traer un mensaje esperanzador, un mensaje de paz en nuestro país; y principalmente va a influir en la jerarquía eclesiástica cambiando su pensamiento, apuntando hacia una confraternización, a una mayor apertura de la Iglesia Católica (hacia los masones) en ese sentido», comentó Sánchez.
El gran maestro asegura que los principios de la masonería no riñen con los de la Iglesia Católica y «creemos que juntos podemos construir mejor una sociedad y que ya no podemos estar separados por antagonismos que vienen de un pasado muy lejano». La realidad es que dichos principios siguen siendo los mismos que han sido condenados vez tras vez por el magisterio pontificio, entre el que destaca la encíclica Humanum Genus del papa León XIII.
El pasado 8 de diciembre, Monseñor Claudio Giménez, presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya, criticó a la masones señalando que «mienten» al decir que son católicos y que solo lo hacen para ganar adeptos.
«No mentimos ni estamos en una competencia de ganar adeptos», argumenta Sánchez, quien explica que «la masonería es una institución elitista que no se basa en la cantidad sino en la calidad de sus integrantes. Se debe creer en la existencia de un ser superior desde la religión que cada uno ha elegido como tal. El católico puede ser masón, es admitido, recibido en la masonería como cualquier otro que profese alguna religión».
No se puede ser católico y masón
La realidad es que no se puede ser católico y masón. San Juan Pablo II, Papa, una vez decretado el Nuevo Derecho Canónico (1983), firmó una Declaración sobre la Masonería, publicada por la Congregación para la Fe del 26 de noviembre de 1983, en la que se reafirmaba que la pertenencia a la Masonería es un pecado grave que impide a los católicos «acercarse a la Sagrada Comunión». También afirma este documento que la posición de la Iglesia sobre las asociaciones masónicas se mantiene sin alteración, ya que los principios de la masonería siempre se han considerado irreconciliables con la doctrina de la Iglesia Católica.
Carácter satánico de la masonería
Diversos autores especialistas en la masonería han destacado la condición luciferina de la misma. De hecho, en el rito para alcanzar altos grados de las logias (p.e, el 29 en la logia escocesa), se hace una profesión explícita de rechazo a la cruz y de consagración a Bafomet.