(ABC/InfoCatólica) Los niños fueron también utilizados masivamente como ariete de los cónyuges para arremeter el uno contra el otro en sus disputas; el 32% se sintieron utilizados como mensajeros en las peleas de sus padres y presionados contra la otra parte. Los desórdenes alimentarios también aumentan entre los hijos de divorciados.
Alcohol y drogas
El estudio ha sido sufragado por Resolution, la asociación que agrupa a los 6.500 abogados de familia de Inglaterra y Gales, y sus autores concluyen que «los niños no pueden funcionar bien si su vida emocional es un caos». El estrés que provocan los divorcios empuja incluso al 14% al alcohol y un 13% llegan a coquetear con las drogas. El 65% que vivieron el trauma en su infancia reconocen que les dificultó obtener el graduado escolar.
Molly Baker, una niña de 16 años de Sheffield, que tenía siete cuando sus padres se separaron, recuerda cómo cambió su vida en una situación de custodia compartida: «Tener que vivir entre dos casas durante la semana significaba muchísimo estrés, tenía que llevar mis libros y los deberes de un lado a otro, y prepararlo todo dos días antes. El divorcio también afectó a mi educación. El propio procedimiento me hizo perder clases y atención. Por fortuna, según me hice mayor me resultó más fácil. Recibí ayuda y en secundaria he conseguido centrarme».
Emma Austin, especialista de apoyo en el hogar de la escuela Frederick Bremer de Londres, explica que «cualquiera que trabaje con los niños cada día y sea testigo de las implicaciones familiares de una ruptura sabe que los efectos son devastadores para los hijos, incluida la vida escolar». En Reino Unido, cada año cien mil niños de menos de 16 años sufren el divorcio de sus padres. «¿Cuántos estudios más hacen falta para que el Gobierno se tome este problema en serio?», se preguntan en Resolution.
Situación en España
En España en 2013 se firmaron 95.427 divorcios y 4.900 separaciones. Actualmente se registran dos divorcios por cada mil habitantes. La edad media de las mujeres que rompen es de 42 años y la de los hombres, de casi 45. En el 76% de los casos las mujeres reciben la custodia de los niños. Un divorcio genera una inmensa tensión. Los de mutuo acuerdo –el 75,8% del total– se resuelven en tres meses, pero los polémicos se prolongan nueve meses y medio.
Las pérdidas alcanzan también al entorno familiar. La quinta parte de los niños ingleses hijos de padres divorciados no volvieron a ver a los abuelos de una de las partes. Los especialistas británicos recomiendan que se recurra a servicios de mediación para evitar disputas ante los pequeños, fuente para ellos de estrés, angustia y a veces problemas psicológicos.