(AIN/InfoCatólica) Según ha manifestado el Arzobispo caldeo de Mosul, Monseñor Emil Shimon Nona, están atendiendo a 1.000 familias refugiadas.
El pasado 5 de junio, los terroristas de ISIL tomaron Mosul y la mitad de la población, entre ella todos los cristianos, huyó en estampida. Los yihadistas siguen avanzando en Irak y tomando otras ciudades.
De 35.000 a 3.000 en once años
En 2003, antes de la caída de Sadam Husein, la comunidad cristiana de Mosul tenía unos 35.000 fieles. En los once años siguientes y tras la guerra, el número ha caído trágicamente a alrededor de 3.000. «Ahora es probable que no haya quedado nadie», afirma Monseñor Nona.
La Directora de Proyectos de Ayuda a la Iglesia Necesitada, Regina Lynch, ha afirmado que «nos sentimos muy unidos a esta Iglesia, con la que compartimos su calvario y sus preocupaciones desde 1983. Estos sufrimientos sin fin son una herida abierta para nosostros. Queremos que los cristianos de Irak sepan, más que nunca, que los cristianos del resto del mundo no los dejan solos, que rezan por ellos y les ayudan en la medida de los posible. Durante los últimos cincos años, Ayuda a la Iglesia Necesitada ha prestado ayudas en Irak por un importe de unos 2,4 millones de euros».
Estamos firmes en nuestra fe
«Seguimos orando para que nuestro país pueda finalmente encontrar la paz», dice el Arzobispo Nona, que en estos momentos terribles ha tenido que instar una vez más a sus fieles a no perder la esperanza. «No es fácil después de tantos años de sufrimiento, pero los cristianos iraquíes estamos firmes en nuestra fe y debemos mantener la esperanza, incluso en la persecución. Es un gran desafío, sobre todo después de lo que pasó en estos días».
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