«No existe la menor duda sobre la validez» de la misma

Benedicto XVI: «las especulaciones respecto a mi renuncia son simplemente absurdas»

Según informa el vaticanista Andrea Tornielli, Benedicto XVI ha salido al paso sobre los rumores sobre las razones de su renuncia al papado. El Papa emérito asegura que «no existe la menor duda sobre la validez de mi renuncia al ministerio petrino» y las «especulaciones» al respecto son «simplemente absurdas». Benedicto XVI no se vio obligado a renunciar, no lo hizo debido a presiones o conspiraciones: su renuncia es válida, y hoy en la Iglesia no existe ninguna «diarquía», ningún doble gobierno. Hay un Papa reinante en pleno uso de sus funciones y un emérito que tiene como «único y último objetivo» rezar por su sucesor.

(Andrea Tornielli/Vatican Insider) Desde el monasterio «Mater Ecclesiae», dentro de los muros vaticanos, el Papa emérito Benedicto XVI ha querido negar las interpretaciones sobre su gesto histórico de hace un año, mismas que diferentes medios y sitios han retomado en ocasión del primer aniversario de su renuncia. Lo hizo respondiendo personalmente a una carta con algunas preguntas que le habíamos enviado hace algunos días, después de haber leído algunos comentarios en la prensa italiana e internacional sobre su dimisión. De forma sintética pero muy precisa, Ratzinger respondió y desmintió los presuntos contextos secretos de la renuncia, además de invitar a no adjudicar significados impropios a algunas decisiones que tomó, como la de mantener la sotana blanca incluso después de haber dejado el ministerio del obispo de Roma.

Como se recordará, con un llamativo e inesperado anuncio, el 11 de febrero de 2013 Benedicto XVI comunicó a los cardenales reunidos en Consistorio su libre decisión de renunciar «ingravescente aetate», por motivos de edad: «he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino». Anunciaba también que la sede apostólica quedaría vacante a partir del 28 de febrero; los cardenales se habrian de reunir para proceder a la elección del sucesor. Durante los siguientes días, Ratzinger indicó que mantendría el nombre de Benedicto XVI (que aparece al final de la carta), que sería llamado a partir de entonces «Papa emérito» (como se puede ver en el encabezado impreso de la misma carta) y que seguiría vistiendo de blanco, aunque simplificado con respecto al del Pontífice, es decir sin la «peregrina» y sin la faja.

Razones de la renuncia

Durante la última audiencia de los miércoles, el 27 de febrero de 2013, en una Plaza San Pedro inundada de sol y llena de fieles, Benedicto XVI dijo: «En estos últimos meses, he notado que mis fuerzas han disminuido, y he pedido a Dios con insistencia, en la oración, que me iluminara con su luz para tomar la decisión más adecuada no para mi propio bien, sino para el bien de la Iglesia. He dado este paso con plena conciencia de su importancia y también de su novedad, pero con una profunda serenidad de ánimo. Amar a la Iglesia significa también tener el valor de tomar decisiones difíciles, sufridas, teniendo siempre delante el bien de la Iglesia y no el de uno mismo».

Y añadió que su retiro, «escondido al mundo», no significaba «una vuelta a lo privado». «Mi decisión de renunciar al ejercicio activo del ministerio no revoca esto. No vuelvo a la vida privada, a una vida de viajes, encuentros, recepciones, conferencias, etcétera. No abandono la cruz, sino que permanezco de manera nueva junto al Señor Crucificado. Ya no tengo la potestad del oficio para el gobierno de la Iglesia, pero en el servicio de la oración permanezco, por así decirlo, en el recinto de San Pedro».

Justamente estas palabras sobre su voluntad de permanecer «en el recinto de San Pedro» provocaron que algunos aventuraran hipótesis en el sentido de que la renuncia no había sido verdaderamente libre ni, por lo tanto, válida; como si Ratzinger se estuviera reservando un papel de «Papa en la sombra», es decir nada más alejado de su sensibilidad.

Después de la elección de Francisco, de las novedades de su papado y de la sacudida que está dando a la Iglesia con sus palabras y con su testimonio personal, era normal que algunos (como siempre ha sucedido con cada sucesión pontificia) lo opusieran al predecesor. Una comparación que el mismo Benedicto XVI siempre ha rechazado. Durante las últimas semanas, mientras se iba acercando el primer aniversario de su renuncia, hay incluso algunos que han ido demasiado lejos, llegando a plantear la hipótesis de la invalidez de la renuncia de Benedicto y, en consecuencia, de su papel todavía activo e institucional al lado del Papa reinante.

«No existe la menor duda sobre la validez de mi renuncia»

El pasado 16 de febrero, quien escribe estas líneas envió al Papa emérito un mensaje con algunas preguntas específicas en relación con estas interpretaciones. Dos días después llegó la respuesta. «No existe la menor duda -escribe Ratzinger en la carta- sobre la validez de mi renuncia al ministerio petrino. Única condición de la validez es la plena libertad de la decisión. Las especulaciones sobre la invalidez de la renuncia son simplemente absurdas». Por lo demás, que la posibilidad de la renuncia hubiera rondado su mente mucho tiempo antes lo sabían las personas más cercanas a Ratzinger. Además lo había confirmado él mismo en el libro entrevista con el periodista alemán Peter Seewald («Luz del mundo», 2010): «Si un papa se da cuenta con claridad de que ya no es física, psicológica o espiritualmente capaz de ejercer el cargo que se le ha confiado, entonces tiene el derecho y, en algunas circunstancias, también el deber, de dimitir».

Hace un año, fue inevitable que después del anuncio (en dos mil años de historia de la Iglesia ningún Papa había renunciado por motivos de edad) se relacionara este gesto clamoroso con el clima de conspiraciones en la Curia romana y con el periodo de los «vatileaks». Todo el Pontificado de Benedicto XVI fue un Vía Crucis y, en particular, los últimos años: primero debido al escándalo de la pederastia, que él mismo combatió sin echar la culpa a grupos o «enemigos exteriores» de la Iglesia, sino más bien al mal que proviene del interior de la Iglesia misma. Después, debido a la fuga de los documentos que el mayordomo Paolo Gabriele tomó del escritorio del Papa. La renuncia, pues, fue relacionada con estos contextos. Pero Benedicto XVI explicó, en el mismo libro-entrevista con Peter Seewald, que no se abandonaba la nave mientras se abatía una tormenta sobre el mar. Por ello, antes de anunciar la renuncia, decisión que había tomado tiempo antes y revelado a sus más estrechos colaboradores con algunos meses de anticipación, Ratzinger esperó que el caso de los «vatileaks», el proceso en contra de Gabriele y la investigación encomendada a los tres cardenales hubieran terminado. Renunció cuando todo ello hubo terminado.

Razones para seguir vistiendo de blanco y el nombre como Papa

En la carta que nos envió, el Papa emérito respondió también a algunas preguntas sobre el significado de la vestimenta blanca y del nombre papal. «Mantener la sotana blanca y el nombre de Benedicto -nos escribió- es una cosa simplemente práctica. En el momento de la renuncia no tenía otra vestimenta disponible. Por lo demás, llevo la sotana blanca de forma claramente diferente al del Papa. También aquí se trata de especulaciones sin el mínimo fundamento».

Invitado por el papa Francisco al Consistorio

Benedicto XVI ofreció un claro y muy significativo testimonio de esta afirmación el sábado pasado, durante el Consistorio al que asistió aceptando la invitación de Francisco. Ratzinger no quiso un sitio separado y especial, sino que se sentó en una silla igual a la de los cardenales, al final de la fila de los purpurados obispos. Cuando Francisco, tanto al inicio como al final de la ceremonia, se le acercó para saludarlo y abrazarlo, Benedicto se quitó el solideo en señal de reverencia y para confirmar públicamente que el Papa es uno solo.

Hace pocas semanas, el teólogo suizo Hans Küng citó algunas palabras sobre Francisco que Benedicto XVI le escribió en una carta. Palabras que, una vez más, no dejan sitio a interpretaciones: «Estoy agradecido de poder estar unido por una gran identidad de visión y por una amistad de corazón al  Papa Francisco. Hoy veo como mi única y última tarea apoyar su Pontificado con la oración». Hay quienes, en la red, trataron de poner en tela de juicio la autenticidad de la cita o la han instrumentalizado de otro modo. Por ello le pedimos al Papa que confirmara lo escrito: «El prof. Küng citó literal y correctamente las palabras de mi carta a él dirigida», precisó. Y concluyó con la esperanza de haber respondido «de manera clara y suficiente» a las preguntas que le habíamos enviado.

 

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11 comentarios

josep
un Papa en ejercicio y un Papa ya retirado.
26/02/14 2:08 PM
Pedro Pablo
Que gesto de humildad de Benedicto! Ojalá muchos obispos, sacerdotes y Catequistas supieran hacer lo mismo por amor a la Iglesia cuando sus capacidades se van limitadas... como dijo Benedicto eso no es un huir de la cruz sino unirse a Cristo de otro modo...
Hay quienes digan que Juan Pablo II aguantó hasta el último momento, pero se olvidan que Juan Pablo II tenía lucidez y se veía capaz (con esto no estoy diciendo que Benedicto no las tuviera)... pero hay gente que se agarra al poder y no sabe soltar el hueso...
El uno y el otro tuvieron actitudes laudables...
26/02/14 2:34 PM
Alvaro
es un gigante, la talla espiritual, humana e intelectual del Papa Emérito Benedicto XVI es una constatación histórica y un ejemplo para muchos años, décadas y siglos posteriores.
26/02/14 4:28 PM
Gregory
La lucidez de Benedicto es de admirar sin duda, aunque evidentemente el peso de los años no es dificil verlo en su cuerpo.
26/02/14 4:55 PM
Pablo Bosch
No tendrá esto algo que ver con la visión de sor Lucía en Fátima, "un obispo vestido de blanco que "parecía" ser el papa" caminando tembloroso entre ruinas y cadáveres" : el vetido de blanco que parece ser el papa bien podría ser Benedicto XVl, las ruinas y cadáveres ser imagen literal o figurada de donde parece que vamos los católicos (aceptación divorcio en contra opinión de Cristo por ejemplo ) la Virgen nos proteja.
26/02/14 6:41 PM
Mar
Gracias por este artículo con respuestas del mismo Benedicto XVI sobre las habladurías que tanto gustan. Sigue siendo verdaderamente formidable en su sabiduría y humildad.

Respuesta al comentario de Pablo Bosh:
Se repite a menudo esta opinión sobre el obispo de blanco en la visión del Tercer Secreto de Fátima, que pudiera referirse a BXVI.
Sin embargo creo que para que los niños de Fátima identificaran al personaje vestido de blanco como "un obispo", lo más probable es que llevara la esclavina y la faja del hábito de los obispos y del Papa reinante. Una simple sotana blanca como lleva el Papa Emérito creo que no la hubieran identificado los videntes directamente con el Papa, sino con un sacerdote, como la vestían en climas cálidos de tierras de misión. Es muy probable también que los niños conocieran el hábito blanco de los dominicos.

Me inclino a pensar que quizás los videntes no estaban muy acostumbrados a la imagen del Papa vestido sólo con su hábito blanco, sino que las representaciones del Papa que pudieran haber visto, tradicionalmente, le muestran con vestiduras litúrgicas de gran riqueza y quizás la mitra o la tiara, u otras vestiduras pontificias como la muceta roja y la estola, etc, que pudieran hacer menos clara la identidad de la figura toda vestida de blanco, que sin embargo saben que es "un obispo" y sugieren que no es un obispo cualquiera sino el Papa.
26/02/14 8:04 PM
Chimo Vice
Pedro Pablo, para hablar bien de Benedicto XVI no hace falta hablar mal de "muchos obispos, sacerdotes y catequistas". Eso es lo que hacen los enemigos de la Iglesia.

Por cierto, las especulaciones que el Santo Padre califica de "absurdas" sobre su renuencia no los hacen precisamente los tradicionalistas sino los medios de comunicación laicistas o secularizados.

Y no estaría de más que se recordara que la anterior RENUNCIA hecha efectiva fue la de GREGORIO XII, no la de San Celestino V, como se empeñan muchos en hacernos creer. Como decía, Gregorio XII renunció a su pontificado legítimo para en el Concilio de Constanza contribuir a poner fin al Cisma de Occidente.
26/02/14 9:17 PM
Josafat
El año pasado afirme por esta pagina que la Curia era la responsable, visto que Benedicto XVI afirma lo contrario yo estaba equivocado.

De todas formas nunca se me olvidaran los ultimos meses de su Pontificado, sobre todo con el escándalo Paoletto, se veía a un hombre anciano rodeado de lobos.
26/02/14 10:49 PM
Gonzalo
Josafat, no sé a que "lobos" te refieres. Es curioso que cuando se insulta a la Curia, no se concreta nunca ni nombres, ni hechos específicos. Pero mira por donde Benedicto XVI agradeció a es a Curia los servicios prestados en favor de la Iglesia durante su pontificado mientras que por el otro lado denunció la ignorancia atrevida de los grandes medios de comunicación en materia religiosa.
27/02/14 12:04 AM
Bernardo Madian-
Señores mis respetos a todos los papas del tiempo.
Dios no se equivoca, Todo esta bien. Gloria a Dios.
Paz y Bien
27/02/14 5:32 AM
Mariloli Ber
Que nunca falte en nuestra oración, el agradecimiento al Papa emérito Benedicto XVI, por ese ejemplo de humildad y sencillez,
consecuencia de su vida cara a Dios. Nuestro Señor, nos da en
el cardenal Ratzinger, al hombre que en su vivencia en Cristo,
todos sus actos son en relación con Él, aunque el mundo no lo entienda, su ejemplo nos sirva para vivir siempre como Dios nos pide, sin respetos humanos, con el único fin de agradar a la SantÍsima Trinidad. saludos.
8/03/14 6:36 PM

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