(Efe/InfoCatólica) El edificio consta de cuatro plantas y entre el segundo y tercer piso hay doce celdas monásticas, mientras que en la parte baja del edificio se hallan el refectorio, la cocina y la enfermería, entre otras dependencias. En los jardines del monasterio pueden hallarse limoneros con los que las monjas elaboran mermelada y licores.
La parte de nueva construcción tiene dos niveles y cuenta con una superficie de 450 metros cuadrados, que alberga la capilla y el coro, así como una la biblioteca en la planta superior. La única decoración con la que cuenta el edificio son las vidrieras artísticas y las decoraciones sacras, con motivos de inspiración contemplativa.
Con la construcción del Monasterio Mater Ecclesiae, se cumplió el deseo de Juan Pablo II de contar con un espacio que acogiera un convento de religiosas de clausura y vida contemplativa, que rezaran especialmente por el Papa y por la Iglesia.
En los últimos veinte años se han alternado en este convento diferentes órdenes de monjas de clausura, Clarisas, Carmelitas, Benedictinas. Las Salesas, que llegaron en noviembre de 2009, dejaron el monasterio en noviembre de 2012 debido a los trabajos de reestructuración.