(El Periódico de Aragón/InfoCatólica) Sanidad ha contratado ya a facultativos de otras comunidades que acudirán a la capital aragonesa algún día a la semana para realizar estas intervenciones. En concreto, llegarán médicos procedentes de Madrid, Cataluña o País Vasco. A los médicos aragoneses que se han prestado voluntarios se les retribuirá con un complemento al realizar los abortos fuera de su horario de trabajo, en condiciones similares a las peonadas.
Desde la Administración se asegura que la práctica en centros públicos—al que la DGA se ha visto abocado después de que las clínicas privadas Actur y Almozara rompieran su acuerdo con Sanidad por impago de 800.000 euros admitidos por el Ejecutivo—permitirá reducir costes. La Administración había propuesto a las dos clínicas privadas de la capital a la que adeuda dinero un pago inmediato de 250.000 euros, otro de 150.000 antes del verano y los 300.000 restantes antes de que acabara el año, pero los centros rechazaron ese plan de pago.
El exceso de demanda —se realizan más de 2.000 abortos al año en la CCAA de Aragón — ha llevado también a llegar a un acuerdo con una clínica de fuera de Aragón, concretamente a la recientemente abierta clínica de Ansóain, junto a Pamplona, para derivar a mujeres de fuera de Zaragoza que se sometan a este tipo de intervenciones, subvencionadas al 95% por el departamento. A Navarra se remitiría, por ejemplo, a mujeres procedentes de Huesca u otras zonas de la comunidad a los que esa opción pudiera salir rentable.
El consejero, Ricardo Oliván, admitió ayer que el acuerdo con el centro pamplonés “facilitará más la solución” y valoró la actuación del departamento durante esta semana. “Se ha actuado con rapidez porque todo esto se produjo el lunes y había que solucionar el tema con celeridad”, asegurando que se recurre a la derivación como “medida de emergencia”.