Mi relación con Sor Patrocinio
Hace más de treinta de años, cuando hacía mi tesis doctoral, ambientada en el reinado de Isabel II (1833-1868), me encontré entre los libros por primera vez con Sor Patrocinio; o por ser exacto, me di de frente contra todas las burdas mentiras que se han escrito de Sor Patrocinio. Aquella vida falsa que de ella me contaban a mí no encajaba, y desde entonces me propuse averiguar la verdad.
La primera motivación que tuve fue de tipo intelectual, porque la búsqueda de la verdad, que es lo que a mí me movía, suele estar reñida con el discurso dominante. Cuando yo entré en la Universidad en 1969, la historiografía en España estaba dominada por el marxismo, al que tantos se plegaron para hacer carrera universitaria. Y como el marxismo proponía la mentira de que el sujeto de la historia es colectivo: la clase, el partido…, para desmontar tal falsedad decidí que mi tesis doctoral consistiría en hacer una biografía, para reivindicar que el sujeto de la historia es la persona. Y por esta razón me pase unos años estudiando la figura de Pascual Madoz (1805-1870), uno de los políticos más importantes del reinado de Isabel II.
Al momento me di cuenta de que lo de la persona autónoma era como lo de «un bocadillo de jamón, pero sin jamón»; es decir, otra mentira. Así es que frente a otros que proponían «la autonomía de la persona», yo respondía con el concepto de persona dependiente de Dios, como criatura suya que es. Y decía entonces y sigo diciendo ahora: la persona como criatura de Dios, que no se deja seducir por el señuelo de construir un paraíso en esta tierra, como proponen el marxismo y la ideología liberal, porque para lo que nos ha creado Dios es para hacernos herederos del Cielo y tenernos a su lado para siempre, si es que no nos empeñamos en irnos al Infierno, que como decía Santa Teresa también es ¡para siempre, para siempre, para siempre!
Y como la realidad es mucho más interesante que la ficción, han sido innumerables las satisfacciones intelectuales que tenido, cada vez que he desmontado con los hallazgos de archivo las mentirotas que de Sor Patrocinio se propagaron y se continúan repitiendo. Subir hasta la luz de la verdad, exige soltarse de las cadenas del pesebre. Sin duda que por esas alturas se pasan apuros, necesidades, marginaciones y hasta persecuciones, pero mientras se está en lo alto, no le llega a uno ni el pringue, ni el hedor de los excrementos de la cuadra.
Profesor es el que profesa…, puede que no sea esa la etimología, pero «profesar» es lo que hecho en toda mi carrera universitaria, y hoy no iba a ser menos. Por eso he escrito los párrafos anteriores, y me falta todavía escribir uno más. Al interés intelectual por la figura de Sor Patrocinio, que también lo tienen otros personajes del pasado como políticos, empresarios, comerciantes, etc., se unió el interés religioso de la monja de las llagas, a la que solo por sus escritos y los numerosos conventos de clausura que fundó, se la puede considerar, una de las principales figuras de la Iglesia del siglo XIX. Y por si esto fuera poco nos trasmite una devoción mariana tan tierna y maternal como es la de la Virgen del Olvido, Triunfo y Misericordias.
Y como durante estos más de treinta años son tantos y tan ricos los documentos que he encontrado de la vida de Sor Patrocinio, quiero aprovechar la oportunidad que nos ofrecen las redes sociales y las nuevas tecnologías, para poner en común todo el rico material que he ido encontrando. Para ello he creado esta página dedicada a la vida de Sor Patrocinio www.sorpatrocinio.es en la que iré subiendo poco a poco documentación, publicaciones y fotos y que me permitirá entrar en contacto con quienes estén interesados en conocer a esta figura colosal. Naturalmente que toda crítica y ayuda que mejore el conocimiento de la vida de Sor Patrocinio será muy agradecida, y para ello se podrá utilizar el siguiente correo electrónico:
[email protected]
Javier Paredes
5 comentarios
Pero hay algo que me genera muchas dudas, y por ello querría preguntarle sobre la biografía en Austral de Benjamín Jarnés en cuyo apéndice incluye la minuta del juicio que por el asunto de las llagas la justicia hizo a Sor Patrocinio, y por lo visto se acreditó, bajo juramento de Sor patrocinio, que el origen de sus llagas estaba en objetos proporcionados por el capuchino fray Fermín de Alcaraz, a quien por cierto nunca pudo tomársele declaración por estar en rebeldía. Y según el acta del juicio, varios médicos prestigiosos certificaron la curación completa de la monja.
En cuanto a la biografía de Jarnés para la información de que disponía no está mal del todo, al menos no es sectaria.
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