Una solución al racismo
No me cabe duda de que el racismo es un odio terrible, como también lo es el odio a los racistas. En mi opinión, ni uno ni otro soluciona nada, sino deshumaniza. ¿Por qué? Porque en el fondo el problema a combatir es el pecado. “Hay como dos cosas: el hombre y el pecador. Dios hizo al hombre y el hombre hizo de sí mismo un pecador. Destruye lo que tú hiciste para que Dios salve lo que El hizo.” (S. Agustín) Ese es el mensaje de Jesús en el Evangelio del primer domingo de Cuaresma al decir: “convertíos” (Mc. 1, 15) y Santa Catalina Drexel (1858-1955) transmitió muy bien ese mensaje a su sociedad a través de su caridad.
La segunda santa canonizada nacida en los EE.UU. (después de Sta. Isabel Ana Seton) fue una millonaria que luchó contra el racismo haciéndose pobre para ayudar a las víctimas del racismo en los EE.UU.: los indios americanos y los afro-americanos, que en su tiempo no tenían los mismos derechos que los demás.
Su madre falleció cuando tenía un mes y fue cuidada por una tía hasta que su padre se casó de nuevo. Su padre, un banquero millonario, invitaba a los pobres a su casa tres días a la semana y con ese ejemplo ella se hizo franciscana terciaria a los 18 años. Cuando su madrastra enfermó, ella le cuidó durante tres años. Se quedó huérfana muy jóven y dedicó toda su herencia a ayudar a los indios americanos y a los afro-americanos porque en sus viajes había visto cómo vivían éstos, marginados y en absoluta pobreza.
Pero, se compadecía más aún de sus almas y pidió al Papa León XIII que mandara misioneros a los EE.UU. para atenderles espiritualmente. El Papa le preguntó que por qué no se hacía ella misionera. A ella le atraía la vida contemplativa, pero tras consultar con su obispo, fundó la Congregación de las Hermanas del Santísimo Sacramento para los indios americanos y los afro-americanos. Su amiga Sta. Francisca Cabrini le aconsejó buscar la aprobación del Papa y en 1907 S. Pío X aprobó la Congregación.
Ya había abierto una escuela para indios americanos en Santa Fe, New Mexico en 1885 y seguiría fundando escuelas a través de su Congregación (60 durante su vida) para educar a las víctimas del racismo en su país, incluyendo la Universidad de Xavier en 1925, la primera para los afro-americanos en los EE.UU.
Uno podría pensar que ella, teniendo tanto dinero a su disposición (aunque no lo usaba para sí) lo tendría todo muy fácil, pero no fue así, como ella nos dice:
“A menudo en mi deseo de trabajar por los demás encuentro mis manos atadas, algo dificulta mis diseños caritativos, alguna influencia hostil me deja sin poder. Mis oraciones parecen ser en vano, mis buenas obras son rechazadas, parezco hacer las cosas mal cuando estoy intentando hacer las cosas lo mejor que puedo. En tales casos no debo de apenarme. Sólo estoy pisando en las huellas de mi Maestro.”
A pesar de sus logros en el campo de la justicia social, diría a sus hijas espirituales: “La paciencia y la humildad aguantadas en la cruz de cualquier naturaleza que sea puede ser el mayor trabajo que hagamos". En eso podemos imitar a la santa: adquiriendo un odio a lo más terrible, el pecado. Esto dice S. Francisco de Sales contra el afecto al pecado:
“El primer motivo para llegar a esta segunda purificación [del afecto al pecado] es el vivo y fuerte conocimiento del gran mal que nos acarrea el pecado, conocimiento que excita en nosotros una profunda y vehemente contrición; pues, así como la contrición, con tal que sea verdadera, por pequeña que sea, sobre todo si se junta a la virtud de los sacramentos, nos purifica suficientemente del pecado, asimismo, cuando es grande y vehemente, nos purifica de todos los afectos que del pecado se derivan.
“Un odio o un rencor flojo y débil nos hace antipática la persona odiada y nos induce a evitar su compañía; mas, cuando el odio es mortal y violento, no sólo huimos de la persona aborrecida, sino que nos disgusta, y no podemos sufrir el trato de sus compañeros, amigos y parientes y su imagen y todo cuanto a ella se refiere. Así, cuando el penitente odia el pecado, movido de una ligera, aunque verdadera contrición, resuelve sinceramente no volver más a pecar; pero cuando el aborrecimiento es fruto de una contrición vigorosa y potente, no sólo detesta el pecado, sino todos los afectos, relaciones y caminos que a él conducen.
“Conviene, pues, Filotea, que acrecentemos nuestra contrición y nuestro arrepentimiento, a fin de que llegue a extenderse hasta las más insignificantes manifestaciones del pecado. Magdalena, en su conversión, de tal manera perdió el gusto por el pecado y por los placeres que en él había hallado, que jamás pensó en ellos; y David no sólo aborreció el pecado, sino también todos sus caminos y senderos: en esto consiste la renovación del alma, que el mismo profeta compara con la renovación del águila.”
¿Odiamos y combatimos tanto nuestros pecados y sus efectos como Sta. Catalina Drexel odió y combatió el racismo y sus efectos?
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Conoce más casos de santos que lucharon contra el racismo? ¿Ha sufrido alguna vez el racismo?
Mañana: San Casimiro – “Está cerca el reino de Dios” (Mc. 1, 15)
10 comentarios
La verdad es que la vida de esta Santa es muy gratificante y un buen espejo en el que deberíamos mirarnos todos.
En una sociedad tan deshumanizada y descristianizada, el mandato de amarás al prójimo como a tí mismo no tiene efecto real. Los hombres nos hemos acostumbrado a vivir con el pecado y para el pecado (en este caso el racismo o la intolerancia) y el primer perjudicad por el pecado es uno mismo. Claro está, si uno no se quiere a si mismo como para borrar el pecado de su vida, ¿cómo va a respetar a los demás?
Ya hemos dicho varias veces que estamos en cuaresma, y este, nos enseña la Iglesia, es un momento propicio para acercarse al sacramento de la confesión. Los cristianos debemos ser conscientes que los corazones afligidos por el pecado apenan a Dios. Es por ello, que, al menos en el periodo de la "conversión" acudamos a la penitencia para que, realmente, seamos conscientes de que, aunque nos digan lo contrario, somos imperfectos y necesitamos que el Padre nos consule y nos guie por el buen camino.
Pocos nos damos cuenta, en este época de grandes movimientos migratorios, que el prójimo es tanto mi compañero de trabajo que nació en España (por ejemplo), como el portero de mi casa que es de Ecuador (por ejemplo). Sólo de esta forma seremos capaces de comprender que la tolerancia y el respeto es el único camino para la convivencia.
Mi consejo: hagamos un mayor y mejor uso del sacramento de la penitencia. Sólo cuando estemos limpios por dentro, lo estaremos también por fuera y eso se notará también en nuestras relaciones con los demás.
+ CREDO IN UNUM DEUM
Resalta usted muy bien la importancia de la confesión sacramental en el proceso de la conversión, una buena recomendación tanto para la Cuaresma como para el resto del año porque la conversión debería de ser constante hasta que lleguemos al Cielo.
Respecto a la situación en España, cuando vivía allí no veía a muchos inmigrantes en la escuela. En cambio, cuando vine a los EE.UU. vi tal variedad de personas donde vivía que al principio me asustaba eso un poco. Por eso me parece que el racismo a veces nace de un temor a los que son diferentes de nosotros, aumentado por la ignorancia. Pero, no todos los que reaccionan así (algo normal, pienso yo) acaban siendo racistas, sino que cada uno tiene la responsabilidad de elegir su respuesta a tales emociones. Allí entra la decisión de pecar con prejuicios y odio o de amar como hizo Sta. Catalina Drexel. Cuando estuve en España hace dos años ví que la situación había cambiado mucho allí.
Una película española (la vi en los EE.UU. hace bastantes años) sobre la inmigración en España y los prejuicios de la gente es "Cartas a Malú". Se trata de las dificultades de un inmigrante de África que llega a España e intenta sobrevivir sin conocer muy bien el idioma.
Gracias por otra buena reflexión. Un saludo.
Lei la vida de la Santa shelton en el magnificat y me encantó. Me llamó la atención que subió a los altares con el apellido de su marido, las españolas no perdemos el nuestro.
Aparte de Fray Junípero, San Pedro Claver es otro que luchó contra el racismo.Me parece muy oportuna la recomendación a acudir al sacramento d´la penitencia.
Como se usa un apellido en los EE.UU. es muy común tener dos nombres (aunque se suele usar sólo el primero) o escribirlos de formas creativas para intentar distinguirlos de otros. Muchas veces el apellido de soltera de la madre se pregunta como medida de seguridad (cuando se llama al banco sobre una cuenta, por ejemplo). Uso el de mi marido, aunque la mujer puede conservar el suyo (suele ser por motivos profesionales) o añadirlo con un guión.
Por cierto, no sé si será la misma Ana que dejó un comentario en el blog de Alex Navajas, pero si lo es, me parecieron muy buenas las recomendaciones que dejó para la Cuaresma. Un saludo.
Yo hablo de lo que conozco aqui, en Japon. Quiza la formalidad de los japoneses lleve a que el racismo quede bastante "amortiguado", aunque naturalmente existe. Nosotros los occidentales, aun, somos afortunados. Pero, la infravaloracion de lo de fuera, quiza venga de una sobrevaloracion de lo propio con origen fundado en cosas como el "milagro economico japones" al sobreponerse a los efectos de la II Guerra Mundial y llegar a ser un pais pujante, u otras cosas como el peso de una cultura milenaria y refinada.
Sin embargo, quiza el peor racismo es el que viene de las leyes. Como dice Ana, en muchos paises hispanos la mujer, despues de casarse conserva su propio apellido. Maria Lourdes trae tambien formulas que se emplean en Estados Unidos. En Japon, como en los paises anglosajones, las mujeres suelen adoptar el apellido del marido al casarse. En mi caso, mi mujer es japonesa y nos casamos en Madrid (donde vivimos dos anios antes de venir a Japon), por eso ella no perdio su apellido. Pero al nacer mi hijo e inscribir su nacimiento en el registro civil, me encontre que oficialmente mi hijo no puede llevar mi apellido y tiene que llevar el japones de mi esposa. Si fuera yo estadounidense, no habria habido problema pues al venir a Japon mi mujer traeria ya mi apellido, y no variaria. Pero, en el fondo, la ley japonesa no "ve" a los extranjeros; no los quiere ver.
Un gran porcentaje de matrimonios como el mio vive esa situacion. Como el que no se consuela es porque no quiere, muchos lo aceptan incluso diciendo que es mejor para el ninio porque lo discriminaran menos en el colegio.
Yo, luchando a brazo partido, explicando donde haga falta la cuestion, consigo que le llamen con mi apellido (el del padre; como los demas ninios), pero en comunicaciones y registros oficiales nunca lo conseguire (solo obteniendo un permiso judicial que cuesta tiempo, dinero, y al que no quiero recurrir por no ser un camino natural, podria conseguir ese cambio). Solo decir que un detalle legal pequenio como este no ayuda a los matrimonios internacionales, como nosotros.
Quiza me ha apartado un poco del buen ejemplo de Sta. Catalina Drexler, pero queria dar a conocer esta injusta situacion, a mi parecer, en el anio 2009, en un pais desarrollado como Japon.
Espero que no sea extrapolar demasiado si digo que veo en esto, otro caso en donde la ley de una mayoria se impone contra el sentido comun (ley natural).
Le agradezco mucho la información sobre la situación en Japón. Me sorprende mucho la práctica que menciona. En los EE.UU. conocí a una familia en la que el padre, la madre, y uno de los hijos en la familia tenían apellidos diferentes. La madre conservó su apellido por razones profesionales y le dieron al primer hijo el apellido de su abuela materna porque en esa familia no hubo hijos para conservar el apellido de la familia. Quizás tuvieron que ir a corte para hacerlo, no me acuerdo muy bien. En los EE.UU. no hay que recurrir a la corte para cambiar el nombre cuando uno se casa y cuando uno se hace ciudadano de los EE.UU., por ejemplo.
Simpatizo mucho con usted porque mi esposo y yo procedemos de razas y países diferentes. Lo curioso es que no aprecié la cultura china de mis padres hasta que conocí a mi esposo y hasta que otras personas me mostraron interés por lo chino. Hubo personas que se preocuparon de cómo serían mis hijos cuando nos casamos y que disfrutan muchísimo jugando con ellos ahora. Mi hija tiene pelo castaño claro pero ojos y nariz de rasgos chinos y la han confundido hasta como la hermana de una niña judía, lo cual me muestra la ridiculez del racismo.
Mi experiencia es que todavía hay mucho racismo en el mundo en que vivimos, y de parte de todas las razas, solo que no se nota en todos los casos hasta que uno se encuentra con situaciones como el que describe. Encuentro mucho consuelo en pensar que en el Cielo todos nos veremos como Dios nos ve, como hijos suyos, infinitamente amados. Un saludo.
Tambien yo simpatizo con usted. Sin duda, su hija sera una moneria. A mi, aunque entendia la reaccion en parte, me daba rabia cuando quienes veian a mi hijo, decian a quien se parecia mas, si a su padre o a su madre (de nuevo otra falta de ayuda a los matrimonios interraciales). Porque los hijos son todos perfectos y redondos, tomandolos por ellos mismos.
Algunos llaman a este tipo de ninios "half" (mitad, medio), sin darse cuenta de la injusticia del termino. Nosotros decimos en realidad "double", pues pueden beneficiarse de los dos mundos culturales de sus padres (como puede ser tambien su caso).
Siempre hay alguien que en el colegio le llama usando la palabra "extranjero" ("gaikokujin"). Nosotros tratamos de quitarle importancia diciendole que si ese ninio coge el avion y sale de Japon, sera extranjero tambien. Todo el mundo es extranjero. (Somos todos hijos de Dios).
Naturalmente, quienes no conocen casos asi, o no han viajado para experimentarlo, no pueden saber hasta donde llegan las complicaciones continuadas, como usted dice.
Ese es el otro lado de la moneda de la interculturalidad, que aniade tension y presion extra que los matrimonios "normales" no tienen que sufrir.
Por suerte para nosotros, "catolico" significa "universal". Y yo, como usted en su familia, trato de inculcar a mi hijo la Fe; aunque en la sociedad japonesa, esos valores de que le hablo a el brillen por su ausencia.
(Perdon por la extension y porque no tengo tildes en el teclado para puntuar bien el texto).
Respecto a los que añaden esa tensión que menciona, es mi experiencia que las palabras de Cristo cuando le crucificaron son especialmente pertinentes: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen" (Lc. 23, 34). Las palabras hirientes suelen partir de la ignorancia, por razones personales de quien las dice sin conocer bastante bien a quien ofende, la mayor parte del tiempo sin ninguna malicia... simplemente por ignorancia.
Agradezco al Señor que me haya puesto en contacto con otra familia católica interracial que intenta vivir su fe lo mejor posible para ejemplo de los hijos que Dios ha puesto bajo su cuidado. Un saludo a usted y a su esposa y siempre puede escribirme con toda confianza a "sarmientosdelavid(arroba)gmail(punto)com".
Gracias por la confianza al darme su correo y, en general, por el trabajo que implica sostener un blog como el suyo. Enhorabuena otra vez.
Mis mejores deseos para su familia.
Siempre que me lo permita el trabajo entrare aqui; y si no me es posible, me disculpara, por favor.
Los comentarios están cerrados para esta publicación.