Los Evangelios no mencionan burro y buey en el pesebre (Jn 1, 21)
Dos lectores, Ramón y Ranger, han mencionado el papel didáctico del pesebre en sus comentarios. Ranger comentó lo mucho que le enseñó su madre a través de las figuritas. Desde luego que preparar el belén es una forma muy buena de prepararse para la Navidad, de colocarnos en el acontecimiento que vamos a celebrar muy pronto. A S. Juan Bautista le preguntaron en el Evangelio del 3er. domingo de Adviento: “¿Tú quién eres?” (Jn 1, 21) Podríamos preguntarnos lo mismo al colocar las figuras alrededor del pesebre y pensar sobre cómo nos acercamos espiritualmente al Nacimiento del Señor. ¿Con qué figuras del belén nos relacionamos? Nos podría ayudar esta segunda mitad de una reflexión por el Cardenal Joseph Ratzinger (el actual Papa Benedicto XVI), “El buey y el asno junto al pesebre”:
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En la cueva de Greccio se encontraban aquella Nochebuena, conforme a la indicación de S. Francisco, el buey y el asno. Al noble Juan le había dicho:”Quisiera evocar con todo realismo el recuerdo del Niño, tal y como nació en Belén, y todas las penalidades que tuvo que soportar en su niñez. Quisiera ver con mis ojos corporales cómo yació en un pesebre y durmió sobre el heno, entre el buey y el asno“. Desde entonces, el buey y el asno forman parte de toda representación del pesebre. Pero, ¿de dónde proceden en realidad? Como es sabido, los relatos navideños del Nuevo Testamento no cuentan nada de ellos.
[…] El buey y el asno no son precisamente productos de la fantasía piadosa; gracias a la fe de la Iglesia en la unidad del Antiguo y el Nuevo Testamento, se han convertido en acompañantes del acontecimiento navideño. De hecho, en Is 1,3 se dice: “Conoce el buey a su dueño, y el asno el pesebre de su amo. Israel no conoce, mi pueblo no discierne“. […]ambos animales eran considerados [por los Padres de la Iglesia] la cifra profética tras la que se esconde el misterio de la Iglesia -nuestro misterio, el de que, ante el Eterno, somos bueyes y asnos-,bueyes y asnos a los que en la Nochebuena se les abren los ojos, para que en el pesebre reconozcan a su Señor. Pero,¿lo reconocemos realmente? […]¿Quién es hoy el buey y el asno, quién es “mi pueblo", que no discierne?[…]
Quienes conocieron fueron -comparados con [Herodes, Jerusalén, los expertos bíblicos]-"bueyes y asnos": los pastores, los magos, María y José. ¿Podía ser de otro modo? En el portal, donde está el niño Jesús, no se encuentran a gusto las gentes refinadas, sino el buey y el asno.
Ahora bien,¿qué hay de nosotros? ¿Estamos tan alejados del portal porque somos demasiado refinados y demasiado listos? ¿No nos enredamos también en eruditas exégesis bíblicas, en prueba de la inautenticidad u autenticidad del lugar histórico, hasta el punto de que estamos ciegos para el Niño como tal y nos enteramos nada de él? ¿No estamos también demasiado en Jerusalén, en el palacio, encastillados en nosotros mismos, en nuestra arbitrariedad, en nuestro miedo a la persecución, como para poder oír por la noche la voz del ángel, e ir adorar?
De esta manera el rostro del buey y el asno nos miran esta noche y nos hacen una pregunta: Mi pueblo no entiende, ¿comprendes tú la voz del señor? Cuando ponemos las familiares figuras en el nacimiento, debiéramos pedir a Dios que dé a nuestro corazón la sencillez que en el Niño descubre al Señor -como una vez Francisco en Greccio-. Entonces podría sucedernos también lo que Celano [biógrafo de S. Francisco]- de forma muy semejante a san Lucas cuando habla sobre los pastores de la primera Nochebuena (Lc 2,20)- cuenta de quienes participaron en los maitines de Greccio: todos volvieron a casa llenos de alegría.
Pregunta del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Qué figuras secundarias del belén (no la Sagrada Familia) le gustan más y qué representan para usted?
Mañana: Ss. Ananías Azarías y Misael, “…para que por él todos vinieran a la fe” (Jn 1, 7)
18 comentarios
La verdad es que la figura de los Reyes Magos son las que más han dado pie a la tradición católica. Si no recuerdo mal, en los textos no se menciona su número, tan sólo los regalos -de ahí que se piensa que son 3-
En algunos países Hispanos, como Puerto Rico, la tradición coloca a los reyes en un papel fundamental, algo así como un reducto de cultura propia frente a la invasión cultural norteamericana (no busque un papá noel, por ejemplo).
Y es que, a fin de cuentas, la tradición popular siempre ha enriquecido los textos bíblicos. Un complemento ideal que los protestantes se han negado a si mismos por completo.
Por cierto, existe un precioso y muy interesante diálogo entre el buey y el asno escrito en 1928 por Papini.
Saludos fraternales a todos.
Y es verdad, la mansedumbre y sencillez del asno y el buey, denotan que es ahí dónde debemos situarnos, en la humildad.
Me inclino, también, hacia las figuritas de los pastorcillos y las ovejas. También me gusta incluir alguna lavandera, con sus ropas a la vera del río. Y los Reyes Magos, que vamos acercando día a día hasta que llegan al Portal. Es emotivo porque, para mí, representa la esperanza, seguir un camino, una llamada a la ilusión.
Me parece curioso que haya muchos paralelos entre cómo vienen los Reyes y Papá Noel: con animales, por la noche, dejando regalos para niños buenos en zapatos junto a la ventana o medias junto a la chimenea, se les deja paja o galletas con leche... Claro que todos los padres tenemos motivos muy prácticos para pensar en esos detalles. Pero, creo que la tradición popular a la que se refiere, la que nos enriquece a los católicos, es la tradición de la Iglesia interpretada por el Magisterio de la Iglesia.
Un recurso muy bueno para todos, pero en especial para los padres que tenemos la responsabilidad de educara a nuestros hijos en la fe es el "Directorio sobre piedad popular y la liturgia: Principios y orientaciones" por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos: http://www.corazones.org/doc/piedad_popular_liturgia.htm
Se puede encontrar allí mucha información sobre muchas tradiciones y devociones religiosas populares, como el Nacimiento:
"104. Como es bien sabido, además de las representaciones del pesebre de Belén, que existían desde la antigüedad en las iglesias, a partir del siglo XIII se difundió la costumbre de preparar pequeños nacimientos en las habitaciones de la casa, sin duda por influencia del "nacimiento" construido en Greccio por San Francisco de Asís, en el año 1223. La preparación de los mismos (en la cual participan especialmente los niños) se convierte en una ocasión para que los miembros de la familia entren en contacto con el misterio de la Navidad, y para que se recojan en un momento de oración o de lectura de las páginas bíblicas referidas al episodio del nacimiento de Jesús."
La humildad del burro y del buey que resalta me recuerda a cómo muchos santos (como S. Francisco de Asís), llamaban a sus cuerpos "hermano burro". S. Josemaría Escrivá dijo: "...hay que dominarlo para que no se aparte de las sendas de Dios, y animarle para que su trote sea todo lo alegre y brioso que cabe esperar de un jumento." El buey me recuerda cómo los compañeros de Sto. Tomás Aquino le llamaban "buey mudo" por ser corpulento y silencioso. Pero, su profesor les dijo: "Ustedes lo llaman el buey mudo. Pero este buey llenará un día con sus mugidos el mundo entero". Esos santos no carecían nada de humildad.
El Señor, al hacerse hombre y ascender al Cielo nos elevó sobre todas las criaturas, incluyendo los arcángeles, "pero todos se alegraron de nuestro bien, del mismo modo que todos, cuando éramos castigados, se condolían." ¡Cuánto deberíamos de querer a nuestros ángeles custodios, que nos ayudan a acercarnos a Dios!
http://www.periodismocatolico.com/content/view/172/38/
Gracias por recordarnos un cuento tan entrañable y apropiado para el Adviento/la Navidad.
Respecto al relato de Papini, está en un libro recopilatorio de sus artículos, publicado, creo, por Luis de Caralt (fantastica labor editorial) en 1955. Creo recordar, noi lo tengo ahora a mano, que se llama "La escalera de Jacob". En concreto, ese relato data de 1928.
Saludos fraternales a todos.
Y de paso, recordar que también merece la pena de Papini su "Historia de Cristo".
Saludos fraternales a todos.
José de María, siempre podemos recurrir a Nuestra Señora y Madre. Ella, como Virgen de Guadalupe es Patrona de los no nacidos y como Virgen de los Desamparados (Patrona de Valencia), es Patrona de los Santos Inocentes.
www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ita/papini/gp.htm - 18k -
¡Es una delicia! Gracias por la sugerencia. Muy feliz Navidad para todos.
El que yo cité "El Buey y el Asno" es una conversación entre los dos animales durante la Nochebuena con la Sagrada Familia delante de ellos. El Buey asume el papel del esceptico, del resabido, del "racionalista", mientras que el Asno encarna al que se deja sorprender, el que descubre contemplando la Verdad.
Saludos fraternales a todos
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Carla, siento que no le gustó el post. En efecto, este post no es un cuento, sino que se intenta explicar el simbolismo del burro y del buey en los belenes (y también en cuentos navideños sobre el burro y buey de Belén). Un saludo.
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