Lo que sobra en la Iglesia Católica
San Cirilo de Jerusalén (315-386) fue obispo de Jerusalén 35 años, en los cuales fue desterrado cinco veces (un total de 16 años), tres veces por un bando y dos por el opuesto. Cada vez que volvía, encontraba a la Iglesia en Jerusalén peor que antes por los crímenes y las herejías que florecían en su ausencia.
Este Doctor de la Iglesia es especialmente conocido por sus discursos de catequesis, con los que preparaba la iniciación pascual de los cristianos en los templos de Jerusalén. Entre sus discursos se encuentra una advertencia que aclara lo que dijo Jesús en El evangelio del 3er. domingo de Cuaresma al expulsar a los vendedores del templo: “Quitad esto de aquí” (Jn. 2, 16), como también Sus palabras sobre el hombre viejo y nuevo:
“Despojaos, por la confesión de vuestros pecados, del hombre viejo, viciado por las concupiscencias engañosas, y vestíos del hombre nuevo que se va renovando según el conocimiento de su creador.” (Catequesis de S. Cirilo de Jerusalén)
El mismo santo vivió esas palabras porque progresó de simpatizar con los herejes arrianos, a apoyar a los semi-arrianos y finalmente a ser considerado por los obispos en el Concilio general de Constantinopla (381) como uno de los defensores de la verdad ortodoxa en contra de los arrianos (entre ellos Acacio, metropolitano de Cesárea). Hubo mucha discusión en su tiempo entre el término semi-arriano “homoi-ousios” (la naturaleza “semejante” de Cristo a Dios Padre) y “homo-ousios” (de la misma naturaleza entre Cristo y Dios Padre). Quitando una sola letra, el santo pudo entrar en el verdadero conocimiento de Dios.
Lo que nos separa de la verdadera libertad de los hijos de Dios puede ser algo tan fino como el hilo que impide a un pájaro volar, como dice S. Juan de la Cruz, o el grueso muro que separaba al gigante egoista de la alegría de los niños en el cuento de Oscar Wilde.
Pregunta del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Qué cree que estorba en la Iglesia Católica de hoy y en la vida espiritual de los católicos?
Mañana: San José – “dieron fe a la Escritura” (Jn. 2, 22)
17 comentarios
Si los pastores no parecen estar de acuerdo ante el mundo, el mundo se aprovecha y siembra cizaña, y los que son fieles a la Iglesia y quieren evangelizar parecen nadar contra corriente o, peor aún, en un torbellino.
Pero, como se ve por el ejemplo de S. Cirilo, no es cosa nueva y sí se puede superar. El Cuerpo de Cristo es superior a sus miembros.
En el ejemplo de San Cirilo y su arrianismo, el hecho de quitar una letra a la definición de sus posiciones, hace que se cambie totalmente su concepción divina de Jesucristo. Esto nos indica que, muchas veces, por pequeño que sea el cambio o aquello que eliminemos de nuestra vida de fe, para Dios será una gran obra de fidelidad y amor.
Con respecto a la pregunta que planteas, me vienen a la cabeza todos aquellos que ante la pregunta de si son creyentes responden que son católicos pero no practicantes. Esta gente sobra en la Iglesia, pues no entienden que la Iglesia es el Pueblo de Dios que peregrina unido. Librandose de ese pequeño "prejuicio", serían mucho mejores hijos a los ojos de Dios.
Que Dios te bendiga y feliz día de San José (lo digo por mañana).
+ CREDO IN UNUM DEUM
Me anima mucho su comentario de que hasta lo que nos parece casi insignificante puede tener un enorme valor para Dios, especialmente en esta époco de Cuaresma, cuando a veces parece que no conseguimos hacer todo lo que nos gustaría hacer espiritualmente.
Creo que no son los creyentes no practicantes los que sobran en la Iglesia (que no soy perfecta tampoco), sino su ignorancia. Si supieran lo que se pierden siendo católicos "a medias" o sólo en nombre, acudirían más a los Sacramentos. De nuevo, me parece que mayor responsabilidad tenemos los que hemos recibido más de Dios en mostrar un mensaje coherente al mundo sobre lo que significa ser hijos de Dios.
Gracias por sus oraciones. (S. José es el santo de mi hijo)
No querría que de mi comentario entendieses que tus posts son demasiado largos. Para nada. Son muy esclarecedores e ilustradores del tema que tratas. Sigue por la misma línea que hasta, que es la que me hace compartir cada día contigo mis experiencias, conocimientos e impresiones.
Bendiciones
Sta. Teresa de Jesús definía la humildad como verdad. Gracias por recordarnos que esa verdad debe regir nuestras vidas. Si la aceptamos, veremos nuestra necesidad de acudir a los Sacramentos para no caer en la presunción de que no tenemos que hacer nada de nuestra parte para llegar al Cielo porque basta que Dios nos ame.
Muchas universidades en los EE.UU. piden a los que están interesados en estudiar en ellas que escriban unas redacciones cortas, con un límite específico en el número de palabras. Ya se puede imaginar lo que me costó hacerlo. ¡Menos mal que no hay tal límite para publicar en este blog! Tendría que publicar una vez a la semana porque escribiría un día y me pasaría el resto de la semana intentando reducir el número de palabras.
Bromas aparte, le agradezco de todo corazón que se tome la molestia de dejar sus comentarios, porque aprendo mucho de ellos. Un saludo.
Si "Sta. Teresa de Jesús definía la humildad como verdad"; también se puede decir con S. Bernardo que es la Justicia. Y muchos autores ilustrados, ejercitados e experimentados señalan ésta gracia como el principio del "Camino de Perfección". La Santa Cuaresma, como no podía der de otra manera empieza por la verdad de la ceniza.
Hay otro "Camino" pero cuando comparo, no lo veo como camino de perfección, sino vulgar sicología para que los animales producan, hasta que el cuerpo aguante, anestesiados y autoengañados. No son los que andan por éste sugundo camino "verdaderos israelitas" que diría Jesús, y, lo demás ya se sabe.
Por ejemplo, hay personas que prefieren el rito extraordinario de la Santa Misa o el "Novus Ordo" por diversos motivos. Los dos tienen su lugar y están aprobados por la Santa Sede, pero cuando uno u otro no se acepta, aparecen divisiones que en mi opinión debilitan la Iglesia ante el mundo.
Pero, ciertas "supersticiones" deben de ser claramente denunciadas como herejías ajenas a la Iglesia Católica. Un ejemplo es la santería, tan popular en Latinoamérica, que muchos creen erróneamente ser la simple devoción a los santos católicos.
Lo importante, es que somos muy afortunados por haber nacido en el mundo cristiano, aprender de los amigos de Nuestros Señor e ir hacia adelante, con caídas y sin caídas, y no volver la vista atrás: es lo que pienso. María
Los comentarios están cerrados para esta publicación.