La psicología de la felicidad (Jn 1, 23)
¿Cómo conseguir la felicidad que nos deseamos al decir: “Feliz Navidad”? El 20% de los graduados de Harvard toman un curso electivo sobre la felicidad ofrecido por Tal Ben-Shahar, “Psicología Positiva”, que desde febrero del 2008 también se ofrece en línea ($700). El curso recomienda el agradecimiento, aprender de los fracasos, dedicar tiempo a lo que uno quiere, hacer ejercicio, etc. Un artículo en inglés “Ciencia de la felicidad” de Harvard Magazine, indica que el campo moderno de la psicología positiva que acepta y estudia las prácticas espirituales (que eran mal vistas por Freud) se popularizó en 1998 con un discurso del presidente de la Asociación Psicológica Americana, Martin Seligman.
El P. Benedict Joseph Groeschel, CFR, (profesor de psicología y celebridad de EWTN) dió una charla en Roma (abril, 2008) para el Congreso mundial apostólico de misericordia, “La nueva psicología de la virtud”, en la cual explicó que Seligman cambió de actitud cuando le gritó a su hija pequeña por derramar un vaso de zumo: “¿Por qué no tienes más cuidado?” y ella contestó: “¿Por qué no eres amable?” El P. Groeschel citó al Papa Juan Pablo II diciendo: “Como Sta. Faustina, deseamos proclamar que, aparte de la misericordia de Dios, no hay otra fuente de esperanza para el mundo.” Dijo el P. Groeschel en otra ocasión: “La fe es una roca. Teorías como las de Freud y Jung y muchas otras son tan solo eso -teorías.” ¿Cómo podemos mejorar nuestras vidas con la esperanza?
S. Juan Bautista nos recordó en el Evangelio del domingo “Gaudete”: “Allanad el camino del Señor” (Jn 1, 23), lo cual es facilitado por la esperanza de llegar al Señor. El Papa Benedicto XVI, explica en su encíclica “Spe salvi”: “Quien tiene esperanza vive de otra manera; se le ha dado una vida nueva.[…] quien no conoce a Dios, aunque tenga múltiples esperanzas, en el fondo está sin esperanza, sin la gran esperanza que sostiene toda la vida (cf.Ef 2, 12). La verdadera, la gran esperanza del hombre que resiste a pesar de todas las desilusiones, sólo puede ser Dios, el Dios que nos ha amado y que nos sigue amando “hasta el extremo", “hasta el total cumplimiento “(cf. Jn 13,1; 19, 30). Quien ha sido tocado por el amor empieza a intuir lo que sería propiamente “vida”.
Éstos son “los ‘Lugares’ de aprendizaje y del ejercicio de la esperanza” que propone el Papa Benedicto XVI en “Spe Salvi”:
I. La oración como escuela de la esperanza. Un lugar primero y esencial de aprendizaje de la esperanza es la oración. Cuando ya nadie me escucha, Dios todavía me escucha.[…}Rezar no significa salir de la historia y retirarse en el rincón privado de la propia felicidad. El modo apropiado de orar es un proceso de purificación interior que nos hace capaces para Dios y, precisamente por eso, capaces también para los demás. En la oración, el hombre ha de aprender qué es lo que verdaderamente puede pedirle a Dios, lo que es digno de Dios. Ha de aprender que no puede rezar contra el otro. Ha de aprender que no puede pedir cosas superficiales y banales que desea en ese momento, la pequeña esperanza equivocada que lo aleja de Dios. Ha de purificar sus deseos y sus esperanzas. Debe liberarse de las mentiras ocultas con que se engaña a sí mismo: Dios las escruta, y la confrontación con Dios obliga al hombre a reconocerlas también.
II. El actuar y el sufrir. Sólo la gran esperanza-certeza de que a pesar de todas las frustraciones, mi vida personal y la historia en su conjunto están custodiadas por el poder indestructible del Amor y que, gracias al cual, tienen para él sentido e importancia, sólo una esperanza así puede en ese caso dar todavía ánimo para actuar y continuar. …Lo que cura al hombre no es esquivar el sufrimiento y huir ante el dolor, sino la capacidad de aceptar la tribulación, madurar en ella y encontrar en ella un sentido mediante la unión con Cristo, que ha sufrido con amor infinito.
III. El Juicio. La encarnación de Dios en Cristo ha unido uno con otra –juicio y gracia– de tal modo que la justicia se establece con firmeza: todos nosotros esperamos nuestra salvación “con temor y temblor” (Fil 2,12). No obstante, la gracia nos permite a todos esperar y encaminarnos llenos de confianza al encuentro con el Juez, que conocemos como nuestro “abogado", parakletos (cf. 1 Jn 2,1).[…] En el entramado del ser, mi gratitud para con [el otro], mi oración por él, puede significar una pequeña etapa de su purificación. […] Nunca es demasiado tarde para tocar el corazón del otro y nunca es inútil.
Concluye la encíclica: “Santa María, Madre de Dios, Madre nuestra, enséñanos a creer, esperar y amar contigo. Indícanos el camino hacia su reino. Estrella del mar, brilla sobre nosotros y guíanos en nuestro camino.”
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: Un estudio muy reciente de Harvard afirma que la felicidad es contagiosa. ¿Se siente alegre estos días por alguna bendición en particular? ¿Qué desea en concreto a los demás cuando les desea una “Feliz” Navidad?
Mañana: Dogmas de la fe, “Él confesó sin reservas: ‘Yo no soy el Mesías’” (Jn 1, 20)
10 comentarios
La Doctrina Cristiana, tal y como la explican los Santos Doctores de la Iglesia, es tan RACIONAL, LÓGICA etc, como la vida misma. Pues nada, no hay manera, nuestros clérigos, a embarrarse con las ocurrencias de los mentecatos, que están en el "candelabro", y que si lo están es sólo porque las editoriales son un negocio que no puede parar, y por que otras instituciones con intereses de dudosa justificación, necesitan crear y mantener espantajos para que después: el espantajo confirme públicamente la bondad de éstas y, siga la mentira y el negocio a costa de entontecer al prójimo.
Nuestros clérigos tienen a mano en casa lo mejor. Y queda muy mal que se sumen a filosofías, sicologías, enredos, etc, etc, de baja estopa.
Cuando deseo Feliz Navidad, precisamente deseo eso, que aquel que nació ese día que conmemoramos, esté contigo y guíe tus pasos, porque no tendrás miedo y serás feliz... a lo mejor no ahora, pero en un futuro, lo serás.
Por cierto ¡¡¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!!!
Me gusta mucho eso de que "somos como veletas". Quizás por eso habrá tanta psicología en el mundo.
Por eso no creo que sean de lo más apropiado algunas de sus generalizaciones sobre los sacerdotes, que los hay muy santos y espero que tenga eso en cuenta en sus futuros comentarios (pues espero que continúe a contribuir su conocimiento de los pensamientos de los grandes santos).
Recuerdo la alegría que sentí cuando empecé a prestar atención a las homilías y me di cuenta de la riqueza de nuestra fe. Como Santa Teresa de Jesús, me encantan las homilías, por muy pésimas que parezcan ser humanamente hablando, mientras no sean contrarias a la doctrina de la Iglesia. Ya sabe que esa gran santa en su autobiografía credita parte de su conversión espiritual a su gran interés en las homilías de los sacerdotes, todas las homilías que oía, que oídas en Misa son más especiales que si fueran leídas por estar el Espíritu Santo actuando de forma especial en la Misa. Pero, también comprendo su lamento de que esa oportunidad no se aproveche al tope siempre.
Ohora sí voy a decir algo de las homilías, y es que me parece muy bien que el Papa haya recomendado que no duren más de 5 o 6 minutos y que se ciñan al Evangelio.
Pero aquí en España hay un asunto muy grave con bastantes religiosos como sabrás por LD. Y creo que los españoles no tenemos la obligación de ser mogigatos ni ante curillas ni ante nadie. Que no te extrañe que yo tenga alguna vez palabras duras contra los curas; aunque todo lo que soy, si soy algo, se lo debo a la Iglesia y a los curas. Pero la Verdad es Sagrada.
Dios es La Verdad. FELIZ NAVIDAD!
No me molesta que "tenga alguna vez palabras duras contra los curas" mientras sean críticas concretas y constructivas de alguna acción, hechas con caridad para el bien del prójimo, teniendo en cuenta que los curas son también humanos e individuos muy diferentes los unos de los otros y que por eso es mejor decir que "algunos" hacen o piensan cierta cosa (lo cual hizo en su segundo comentario) que "nuestros clérigos", que implica a todos (como en su anterior comentario). Todos tenemos el deber de corregir al prójimo y eso es una obra de misericordia mientras se haga de una forma adecuada. Por eso, apreciaré tambien las críticas constructivas que me dirija en el futuro.
Quisiera aprovechar para comentar un poco sobre el P. Groeschel que menciono en el artículo, que es un sacerdote religioso ortodoxo en la fe católica, muy sabio y que conoce muy bien los escritos de los santos y los Padres y Doctores de la Iglesia, por lo que le he oído decir y recomendar en su programa de EWTN (que se puede ver y oir en línea en inglés a través de www.ewtn.com). Estudia la psicología, pero siempre del punto de vista de la fe. Creo que a veces es necesario estudiar el enemigo para combatirlo, pero siempre partiendo de lo fundamental de nuestra fe.
¡Feliz Navidad también!
Espero que me comprenda cuando le recuerdo que quisiera que mis hijos pudieran usar este blog como un recurso positivo en sus vidas y que creo que ciertos otros blogs en Religión en Libertad tratan mejor ciertos temas críticos o polémicos. Creo que los demás bloggers tienen mucho mayor conocimiento que yo sobre, por ejemplo, las situaciones en España a las que se refiere, que conozco de segunda o tercera mano leyendo este portal desde los EE.UU.
Pero, como le dije, bienvenidas son sus críticas constructivas de mi blog y sigo apreciando mucho lo que va compartiendo con los demás de la vida de los santos.
¡Feliz Navidad de nuevo! ¡Que el Buen Niño Dios les bendiga a usted y a su familia a lo largo de esta Navidad y siempre con Su Paz y Amor para que alcancen la verdadera felicidad!
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