El río Jordán: ¿Frontera idónea? (Mc. 1, 9)

Oímos en el Evangelio del domingo del Bautismo del Señor que Jesús fue bautizado: “en el Jordán”(Mc. 1, 9), pero según un informe en inglés de Jordania al nominar en 2001 a parte del río como Patrimonio Mundial, no se sabe de seguro el lugar exacto en el río del Bautismo de Jesús ya que no se menciona en las Escrituras en qué lado tuvo lugar y el río ha cambiado de curso a lo largo de los siglos.

El Valle del Jordán “era como el paraíso del Señor” (Gen.13, 10), pero hoy en día, según “La rehabilitación de los ríos de Israel”, 2001: “La corriente [del río Jordán], que una vez fuera abundante, se ha reducido debido a las represas en el mar de Galilea y en el Yarmuk. El popular dicho de que por el lecho del Jordán fluye más historia que agua es cierto.”

Desde tiempos bíblicos ha sido una frontera natural (Josué 18, 20, Ezequiel 47, 18). La zona se llama “Beth-Abara” o “Bethabara” (Beit el-‘Obour en árabe), “casa del cruce”, y desde luego que han habido cruces famosos de ese río en la Biblia:

¿Conoce bien la Biblia? – Cruces del río Jordán

¿A quién se refiere cada cita?
A) Jacob antes de su encuentro con Esaú (Gen. 32, 10)
B)Josué (Josué 3, 11)
C) Gedeón (Jueces 8, 4)
D) rey David en guerra con su hijo Absalón (2 Samuel 17, 22)
E) Elías antes de ser arrebatado al cielo ante Eliseo (2 Reyes 2, 8)

1) “El arca de la alianza del dueño de toda la tierra va a entrar delante de vosotros en el Jordán.”
2) “Tomó entonces _____ su manto, lo dobló y golpeó con él las aguas, que se partieron de un lado y del otro, pasando los dos a pie enjuto.”
3) “Levantóse entonces _____ con todo el pueblo que con él estaba, y pasaron el Jordán, y al alba no quedaba uno que no hubiera pasado el Jordán.”
4) “Llegó _____ al Jordán, lo pasó con los trescientos hombres que llevaba, cansados de la persecución”
5) “Muy poco soy para todas las gracias que a tu siervo has hecho y toda la fidelidad que con él has tenido, pues pasé este río Jordán llevando sólo mi cayado, y vuelvo ahora con dos escuadras.” [Solución]

El río Jordán no es una frontera natural imponente en sí, pero el Señor lo cargó de simbolismo para representar con Su Bautismo una nueva frontera espiritual entre este mundo y la vida eterna, la antigua y la nueva alianza. Cerca del río Jordán se conserva un “Monte de Elías”, un templo dedicado a S. Juan Bautista, el último profeta del Antiguo Testamento, cerca de donde vivía y cuevas donde vivían monjes ermitaños.

El santo de hoy, considerado en la Iglesia Católica como el primer ermitaño, vivió en el desierto cerca del río Nilo y fue descrito por S. Antonio Abad como “uno que era tan santo como san Juan Bautista”. S. Pablo Ermitaño (228-342), huérfano a los 14 años, al comienzo de una persecución en 250 huyó a una cueva, cerca de una fuente de agua y una palmera. Un cuervo le traía medio pan cuando la palmera no tenía dátiles. Vivió 90 años retirado del mundo para dedicarse a una vida de silencio, oración y meditación en medio del desierto. S. Juan Bautista encontró al Señor en las aguas del Jordán y S. Pablo Ermitaño encontró al Señor en su alma por el bautismo.

Recordemos que en el mismo río en que Eliseo ordenó a Namán bañarse 7 veces para curarse de la lepra, “Cristo es bautizado no para ser él santificado por las aguas, sino para que las aguas sean santificadas por él, y para purificarlas con el contacto de su cuerpo” (S. Máximo de Turin, Sermón sobre la Epifanía). El río Jordán es la mayor fuente de agua fresca en Israel, pero las aguas bautismales son fuente de la mayor renovación en nuestras almas. El río Jordán ("descenso") desciende desde el monte Hermón hasta el Mar Muerto, pero por el bautismo morimos en Cristo y recibimos una nueva vida. “Cuando llegues a la fuente del bautismo [. . . ], entonces también tú, por ministerio de los sacerdotes, atravesarás el Jordán y entrarás en la tierra prometida, en la que te recibirá Jesús, el verdadero sucesor de Moisés, y será tu guia en el nuevo camino.” (Orígenes, Hom. sobre el libro de Josué). Como un nuevo pueblo escogido, se nos pide que cuando atravesemos el Jordán destruyamos todos nuestros ídolos para poseer la tierra prometida. Eso hizo S. Pablo Ermitaño apartándose de todo en el desierto.

Que el Señor nos ayude a cruzar todos los obstáculos hasta llegar a Él, la fuente de nuestra santificación.

Pregunta del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Qué obstáculos ha sobrepasado desde su Bautismo?

Mañana: Hijos de Dios - “mi Hijo amado, mi predilecto” (Mc. 1, 11)