¿Qué saben los niños de hoy sobre Papá Noel o Santa Claus? (Mt. 18, 2), (Mc. 13, 36), (Lc 18, 17)
Quizás no saben que San Nicolás (250-345) nació en Licia (hoy Turquía), que repartió entre los pobres su herencia cuando quedó huérfano en su juventud, que fue obispo en Mira, Licia, y que sus restos reposan en Bari, Italia, desde 1087. Quizás no les ilusiona que haya estado en el concilio de Nicea o que fue un gran defensor de la justicia, salvando muchas vidas inocentes de ser ejecutados y que sufrió encarcelamiento por su fe durante la persecución de Diocleciano.
O quizás tampoco se den cuenta de que el significado griego de su nombre “vencedor de los pueblos” se cumple en que es Patrono de Rusia y de lugares en Holanda, Italia, Alemania, Austria y Bélgica, por ejemplo, al igual que patrono de los marineros y navegantes por haber salvado un barco con sus oraciones.
Quizás sólo le conozcan por la caricatura publicitaria creada en 1863 por el norteamericano Thomas Nast y difundida por la compañía de Coca-Cola (que adaptaron sus trajes episcopales y su mitra para fines comerciales). Quizás le conozcan por el nombre que recibe en los países nórdicos de “Papá Noel” (“Padre Navidad”, prestado de Francia) o “Santa Claus” (de allí los renos que supuestamente tiene), o “Saint Nick” (como decían los holandeses protestantes en colonias americanas).
Pero algo sí saben los niños y podemos aprender de ellos y de su patrono S. Nicolás porque, después de todo, dijo el Señor que “si no cambiáis y os hacéis como niños no entraréis en el Reino de los Cielos” (Mt. 18, 2).
En el Evangelio del 1er domingo de Adviento nos recuerda el Señor que velemos “no sea que venga inesperadamente” (Mc. 13, 36). La espera no debería de ser temerosa sino gozosa, con un gran deseo de estar preparados para acoger al Señor y complacerle con las buenas obras que hicimos por Él. “El amor excluye el temor.” (1 Jn 4,18) La emoción y expectación con que velan los niños por la noche esperando sus regalos de Navidad o de los Reyes, apenas pudiendo dormir, debería de inspirarnos en nuestra vida espiritual porque dijo el Señor: “Quien no reciba el Reino de Dios como un niño no entrará en él.” (Lc 18, 17).
Así hizo S. Nicolás, que apenas parece dormir si tenemos en cuenta cómo regalaba monedas de oro por la noche dejándolas caer por las chimeneas o ventanas, como lo hizo para salvar a unas jóvenes de ser prostituidas por falta de dote. Pero, la mayor razón por la que dormía poco era que madrugaba muy temprano para celebrar la Misa todos los días. Al ser el primer sacerdote en entrar el templo un día, le eligieron obispo.
Veló como recomendó S. Pablo: “Velad y estad firmes en la fe, obrando varonilmente y mostrándoos fuertes.” (1 Co 16,13), firme aún en la persecución. Lo hizo como recomienda S. Agustín: “Vela con el corazón, vela con la fe, con la caridad, con las buenas obras [. . . ]; prepara las lámparas, cuida de que no se apaguen, alímentándolas con el aceite interior de una recta conciencia; permanece unido al Esposo por el Amor, para que Él te introduzca en la sala del banquete, donde tu lámpara nunca se extinguirá” (Sermón 93). Hasta hoy en día, sus reliquias manan aceite.
Los niños tienen fe de que recibirán algo maravilloso el día de la Navidad. Los más pequeños se contentan con todo y les asombran todos los preparativos. Pero, ¿les ayudamos a emocionarse como S. Nicolás por la verdadera Buena Nueva de que Cristo se nos regala y quiere estar con nosotros por los Sacramentos de la Iglesia? Porque “Los hombres estamos expuestos a dejarnos llevar del sueño del egoísmo, de la superficialidad, desperdigando el corazón en mil experiencias pasajeras, evitando profundizar en el verdadero sentido de las realidades terrenas. ¡Mala cosa ese sueño, que sofoca la dignidad del hombre y le hace esclavo de la tristeza! (S. Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa,147). Los que están enamorados de verdad con Nuestro Señor no pueden dormirse espiritualmente porque esperan con alegría y firme amor la certeza de Su Venida.
Pregunta del día: ¿Qué se les debería de decir a los niños cuando empiezan a preguntar si existe Papá Noel o qué les dice a sus hijos sobre Papá Noel?
Mañana: “Una voz grita en el desierto” (Mc. 1, 3)
15 comentarios
Un artículo excelente. Yo diría que es el mejor que has escrito hasta ahora.
Creo que tú misma has respondido muy bien a tu Pregunta del día. Con esto que nos has contado tenemos material abundante para contar a los niños quién es verdaderamente Santa Claus.
Muchas gracias.
Entonces lo mejor es decirles a los niños que Papá Noel no existe, que es sólo un diosecillo, feo, gordo y con un traje ridículo creado por empresas y grandes almacenes para hacer negocio. Que ha sido importado recientemente en España (como Jálogüin) con el fin de borrar toda referencia cristiana del día de Navidad y que no se le debe pedir nada porque pedirle cosas a los ídolos es idolatría y además si los ídolos son feos, gordos y con traje ridículo, es señal de mal gusto.
Si el niño es español ya tiene a los Reyes Magos de siempre, que sí parecen reyes Magos, sí vienen de Oriente, sí trajeron regalos al niño Dios, sí aparecen en los Evangelios y en la tradición cristiana antigua y hasta sus figuritas se ponen en el belén o nacimiento y por tanto es mucho más fácil enseñarles su significado.
Llevé a mis hijos a la Misa en la que se recordó a San Nicolás. Después, en el salón parroquial, tenían organizado un "Desayuno con Santa Claus", algo muy popular donde vivo (EE.UU.), donde la fiesta de los Reyes es sólo popular entre los hispanos. El sacerdote le preguntó a mi hijo lo que le iba a pedir a "Santa" y mi hijo no le comprendió porque sabe algo sobre San Nicolás y que "Santa" representa a San Nicolás pero no tiene costumbre de pedirle nada (aunque a San Nicolás sí se le puede pedir que ruegue por nosotros ante el Señor).
Les digo a mis hijos que la Navidad es para celebrar el cumpleaños de Jesús y que nos damos regalos bajo el árbol de Navidad porque Jesús dijo que considera hecho por Él lo que se hace al prójimo. También celebramos el día de los Reyes. Saludos desde los EE.UU.
Pensé, ¡¡¡esto tengo que contarlo en el blog de María Lourdes!!!.
Encontré más información en este enlace. Resulta que encontró la iglesia más antigua de Madrid que aún se conserva. Su torre es del s. XII y fue declarada monumento nacional en 1931 porque parece ser un campanario mudéjar. Es ahora la iglesia de San Nicolás de los Servitas y tiene una estatua del obispo S. Nicolás en su fachada.
También me sorprende que ofrezcan una Misa diaria en italiano. Muchas gracias de nuevo y ¡feliz Navidad!
Gracias, Maria Lourdes, por compartir tantas cosas buenas en tus escritos.
En Japon, donde vivo y trabajo, algunos "celebran" Santa Claus, incluso sin ninguna base cristiana, pues esta fuera de la tradicion cultural del pais (el dia de Navidad es laborable a todos los efectos). Pero todo se reduce a regalito y a una tarta (La imagen de la Navidad, muchas veces, es una tarta).
En la guarderia donde iba mi hijo, dias antes del 25, hicieron una ceremonia de entrega de regalitos a los ninios por un senior disfrazado de Papa Noel, en la que, curiosamente, algunas mujeres llevaban velas encendidas y pequenios tocados que cubrian el pelo. Senti algo cercano y lejano, al mismo tiempo, como he sentido otras veces aqui.
Yo, como tu, tambien procuro transmitir a mi hijo la Fe en Cristo de la mejor manera posible; y tus comentarios son muy utiles. Gracias.
Los comentarios están cerrados para esta publicación.