El mejor momento para la última pincelada
En el mundo del arte se le llama “pentimento” (arrepentimiento) a los cambios de idea de los artistas, que quedan al descubierto por radiografías modernas de los cuadros, como las que se han hecho a “Las Meninas” de Velázquez[La radiografía a la izquierda muestra diferencias de la obra final]. Velázquez también retocaba las patas de sus caballos y Picasso cambió la posición de un Arlequín, mientras que a Goya le pedían las mujeres de la familia de Carlos IV que les retocara sus figuras en sus retratos. Según Leonardo da Vinci, que llevó consigo su “Mona Lisa” durante años: “El arte nunca se termina, sólo se abandona”. ————————————————————————————————————————————————————–
¿Cuándo se da por terminado un cuadro? Un artículo de Alfonso Armada, “La última pincelada. Nueve pintores ante el momento de terminar un cuadro”, recoge algunas respuestas interesantes. Cada artista expresa en diferentes palabras que se da la última pincelada cuando el cuadro cumple su propósito, aunque uno no sepa concretarlo. El pintor Arroyo comenta pragmáticamente que “un cuadro está terminado cuando está firmado y con un título detrás de la tela. ‘A partir de ese momento lo vuelvo contra la pared y no me pertenece.’” Pues, ¿cuándo se firma? La firma puede ser la última pincelada del artista sobre el lienzo, algo que muchos no quieren ceder al Señor en las diferentes etapas de su vida.
Dejemos que Dios haga obras maestras de nosotros en Su tiempo, no el nuestro. Simón de Cirene volvía del campo cuando los soldados le obligaron a ayudar a Jesús a llevar Su Cruz. ¿No había hecho ya bastante por Dios trabajando todo el día en el campo? Pero todavía le quedaba algo más importante que hacer, aunque él no lo sabía en ese momento, y sus hijos Rufo y Alejandro verían los frutos de su labor.
S. Francisco de Paula (1416-1507) se entregó al Señor a los 14 años y cuando otros siguieron su vida de ermita, fundó la Órden de Frailes Mínimos, que observa “Cuaresma perpetua” en el ayuno y la mortificación. Denunciaba que los poderosos tuvieran gastos innecesarios que podrían haber sido donaciones a los pobres. El santo amaba la vida retirada, pero el Papa le pidió en 1482 que fuera a Francia como su legado.
Todavía no había llegado su tiempo de descansar. Animó a Sta. Juana de Valois y convirtió a Luis XI, que le nombró director espiritual de su hijo (el futuro Carlos VIII de Francia). Obró muchos milagros en vida, pero no murió hasta los 91 años en Viernes Santo, mientras le leían por petición suya la narración de la Pasión según S. Juan.
El Siervo de Dios Juan Pablo II (1920-2005) se vió cada vez más debilitado por la enfermedad Parkinson, mientras el mundo se preguntaba cuándo llegaría su fin. Pero, el Papa sabía que sus sufrimientos eran voluntad de Dios y no permitió que nadie arrebatara el pincel de su Creador para que la única firma al final de su vida fuera la del Señor.
Cuando eso pasó, el Cardenal Ratzinger ya había pensado en dedicar el resto de sus días a la oración, al estudio y a escribir, pero fue elegido Papa a los 78 años. El 19 de marzo, 2009, como Papa Benedicto XVI, les habló a los enfermos del Centro para Discapacitados “Cardenal Paul Emilie Léger” (Yaoundé, Camerún) sobre Simón de Cirene[Fuente: Zenit]:
” ‘…participó con su propio sufrimiento, en la pena infinita de Aquel que redimió a todos los hombres, incluyendo a sus perseguidores[…] Así es para cada uno de nosotros, hermanos y hermanas: en el corazón de la desesperación, de la rebelión, Cristo nos propone su presencia amable aunque nos cueste entender que él está cerca. Sólo la victoria final del Señor nos desvelará el sentido definitivo de nuestras pruebas […]Fijemos nuestra mirada en el Crucifijado[…]que ninguno de vosotros se sienta jamás solo. Toca a cada hombre, creado a imagen de Cristo, hacerse prójimo de quien está cerca de él".
Con toda la razón nos dice Jesús en el evangelio del V domingo de Cuaresma que el grano de trigo: “si muere, da mucho fruto” (Jn. 12, 24). Cuando mueren nuestros propios intereses, el pincel queda por completo en las manos del Señor, que puede entonces poner la última pincelada cuando termine su obra maestra, cubriendo nuestros errores y pecados (los pentimentos de nuestra vida) con la firma de Su Sangre.
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Estación VIII del Vía Crucis - El Cirineo ayuda a Jesús a llevar la Cruz
[Vía Crucis en el Coliseo (2004) por el P. André Louf, presidido por el Papa Juan Pablo II]
V /. Adoramus te, Christe, et benedicimus tibi.
R /. Quia per sanctam crucem tuam redemisti mundum.
Lectura del Evangelio según San Lucas. 23, 26
Mientras lo conducían, echaron mano de un cierto Simón de Cirene que volvía del campo y le cargaron la cruz para que la llevase detrás de Jesús.
Meditación
Las primeras estrellas que anuncian el sábado no brillan todavía en el cielo, pero Simón ya vuelve a casa del trabajo en el campo. Soldados paganos, que nada saben del descanso del sábado, lo paran. Ponen sobre sus hombros robustos aquella cruz que otros habían prometido llevar cada día detrás de Jesús. Simón no elige: recibe una orden y aún no sabe que acoge un don.
Es característico de los pobres no poder elegir nada, ni el peso de sus propios sufrimientos. Pero es característico de los pobres ayudar a otros pobres, y allí hay uno más pobre que Simón: está a punto de ser privado hasta de la vida. Ayudar sin hacer preguntas, sin preguntar por qué: demasiado pesado el peso para el otro, en cambio, mis hombros aún lo sostienen. Y esto basta.
Vendrá el día en el cual el pobre más pobre le dirá al compañero: “Ven, bendito de mi Padre, entra en mi alegría: estaba aplastado por bajo el peso de la cruz y tú me has levantado“.
Oración
Jesús, tú has caminado, decididamente, por el camino que lleva a Jerusalén (Lc 9, 51); tus sufrimientos han hecho que seas guía de los hombres en el camino de la salvación (Hb 2, 10). Tú eres nuestro precursor en el camino de tu Pascua (Hb 6, 20). Ven en ayuda de todos los que, conscientes u obligados por acontecimientos oscuros, caminan siguiendo tus huellas, tú que has dicho: “Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados” (Mt 5, 5).
Jesús, aliviado del peso de la cruz por Simón de Cirene, para que él, compañero inconsciente en el camino del dolor, fuese tu amigo y huésped en la morada de la gloria eterna. R /. A ti la alabanza y la gloria por los siglos.
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Quienes son los cirineos en su vida? ¿Por qué es importante defender la vida humana hasta su fin natural?
Mañana – Vía Crucis, Estación VI: Una piadosa mujer enjuga el Rostro de Jesús – “Lo he glorificado y volveré a glorificarlo” (Jn. 12, 28)
4 comentarios
Preciosa la analogía de los cuadros y nuestra propia vida. Ciertamente, Dios es el "artísta" que con su mano maestra perfila a lo largo de nuestra vida los trazos que la han de marcar, y, en función de lo "agradecido" que sea el lienzo, es decir, nosotros mismos, la obra será maestra o, simplemente, una más en la historia.
Los cristianos no podemos olvidar que es el mismo Dios, a través del pincel del Espíritu Santo, quien dibuja nuestras vidas, y es por ello que debemos estar sumamente agradecidos de que el Señor, en su infinita bondad ,nos haya elegido para formar parte de su "obra maestra": la Creación.
Por eso es el mismo Dios quien decide cuándo ha llegado nuestra "última pincelada", y, por tanto, nos convertimos en obras terrenales acabadas para pasar el "museo" del cielo. En este punto es donde la defensa de la vida, desde el primer trazo hasta la última pincelada, debe ser uno de los puntos esenciales en el pensamiento y modo de actuar cristiano.
Le dejo aquí la oración por la vida que el Papa Juan Pablo II nos ofreció el día de la Anunciación del Señor del año 1995:
"Oh, María aurora del mundo nuevo. Madre de los vivientes a Ti confiamos la causa de la vida; mira, Madre, el número inmenso de niños a quienes se les impide nacer, de pobres a quienes se les hace difícil vivir, de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana, de ancianos y enfermos muertos a causa de la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu Hijo sepan anunciar con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo, el Evangelio de la vida. Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo, la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia, para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad, la civili zación de la verdad y del amor, para alabanza y gloria de Dios Creador y amante de la vida".
+ Que Dios te bendiga
En ese sentido, el 'museo' del cielo es donde la Luz del Señor nos mostrará lo inmensamente valioso que cada uno de nosotros somos [y quizá en algunos el último aliento que nos da el Señor será lo que más mérito tenga]. No para que nos perdamos en un museo como objetos, sino para que elevados a una dignidad mayor que los ángeles podamos apreciar y amar mejor la infinita bondad y sabiduría de nuestro Creador, que hizo tan bien Nuestra Madre María con su "Magnificat".
Muchas gracias por esa oración por la vida. Que el Señor colme de gracias en la Semana Santa que se avecina a usted (y a todos los demás que pasan por aquí). Un saludo.
+ Que Dios te bendiga
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