El caballo de San Pablo no aparece en la Biblia
Se ve un caballo en la gran mayoría de representaciones gráficas de la Conversión de San Pablo (c.34), (que el Papa permitió celebrarse en este domingo del año paulino), aunque la narración bíblica de ese gran acontecimiento (Hechos de los Apóstoles, 9) no menciona ningún caballo. Tampoco menciona S. Pablo (c.3-65) en sus cartas que hubiera uno. Las Sagradas Escrituras dicen que iba de camino a Damasco (a unos 190km de Jerusalén), sin mencionar cómo iba. Tardaría al menos cuatro días en recorrer el camino, que cruza el río Jordán (de gran significado religioso) y pasa por el Monte Hermón, pero lo más probable es que lo hizo a pie. Entonces, ¿por qué suele representarse una caída de caballo? ¿Qué simboliza el caballo?
Unas de las primeras representaciones de caballos en el arte occidental se encuentran en Grecia, asociados principalmente con Poseidón, el dios griego mitológico del mar y de los caballos que Homero llamó “Agitador de la Tierra” por su temperamento violento y su poder de arrojar rocas contra las costas. ¿No encajaría bien esa imagen con Saulo en su apresurado viaje para arrestar a cuantos cristianos encontrara?En tiempos romanos, los caballos se representaban en escenas de guerra y caza y estaban asociados con el emperador romano, como por ejemplo una célebre estatua de bronce del gran perseguidor de cristianos Marco Aurelio (180) que es la única estatua ecuestre que se conserva de esa época. Además, era “un símbolo de referencia para reflejar la elevada situación social del personaje representado” (Dr. D. Francisco Portela Sandoval, “El caballo en el arte”). Por lo tanto, el caballo podría representar la familia acomodada de Saulo, su ciudadanía romana y su privilegio de llevar cartas de los jefes del sanedrín.
Aparecen además en el período gótico luchas de leones y caballos en las que según el Dr. Sandoval “late también una oculta intención simbólica: la fuerza vence a la nobleza”(“El caballo en el arte”). Se podría decir que de camino a Damasco aparece el “León de Judá”, Jesucristo, en combate con Saulo que le persigue y podría ser representado por el caballo: la fuerza divina derrotando el poder de este mundo con la verdadera nobleza.
En el renacimiento, el caballo vuelve a representar la autoridad y la fuerza militar y aparece en más representaciones de S. Pablo en el camino de Damasco, que continuó a ser un tema popular en el período barroco.
“[En]la corriente naturalista defendida por Caravaggio, que buscaba mostrar las cosas tal como realmente eran, no deja de sorprender el punto de vista bajo y la iluminación tenebrista que emplea en la escena de “La conversión de San Pablo” (1600, iglesia de Santa María del Popolo, en Roma), aunque tal vez lo más chocante resulte el modo de presentar el caballo visto desde la parte trasera, ofreciendo las ancas en primer plano.”(Dr. Sandoval, “El caballo en el arte")
Caravaggio pintó esta versión de la conversión de S. Pablo (hubo dos anteriores) para acompañar “El martirio de S. Pedro". Los dos fueron encargados en plena Contrarreforma por la misma iglesia para acoger a los peregrinos con los mensajes de convertirse y no renegar de su fe. La iglesia era un lugar óptimo para esos cuadros, ya que “En la oración tiene lugar la conversión del alma hacia Dios, y la purificación del corazón” (S. Agustín). Un caballero preguntó a Caravaggio: “¿Por qué está el caballo en medio? ¿Es que es Dios?”, y le respondió el pintor: “No, pero está en medio de la luz de Dios”. Dios baña de luz nuestra vida pecadora, derribándonos de nuestra soberbia para que podamos ver bien nuestra miseria (las ancas del caballo en el cuadro de Caravaggio) y desde la bajeza de la humildad podamos oir su voz en la oración.
El Señor hizo con Saulo lo mismo que hizo al ver a Juan y a Santiago, como nos dice el Evangelio del 3er. domingo de Tiempo Ordinario: “Los llamó” (Mc. 1, 19). También nos llama a nosotros:
“Lo que a ti te maravilla a mí me parece razonable. —¿Que te ha ido a buscar Dios en el ejercicio de tu profesión? Así buscó a los primeros: a Pedro, a Andrés, a Juan y a Santiago, junto a las redes: a Mateo, sentado en el banco de los recaudadores… Y, ¡asómbrate!, a Pablo, en su afán de acabar con la semilla de los cristianos.” (S. Josemaría Escrivá, Camino, 799).
Quizás nos esté diciendo en este momento el Señor: “¡Ahora! Vuelve a tu vida noble ahora. No te dejes engañar: ‘ahora’ no es demasiado pronto… ni demasiado tarde.” (S. Josemaría Escrivá, Camino, 254) porque “cuanto más tiempo permanecemos en pecado, en mayor peligro nos ponemos de no convertirnos nunca” (S. Juan Vianney, sermón sobre la conversión).
Pregunta del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Qué otros santos se representan con caballos y por qué?
Mañana: San Timoteo y San Tito – “lo siguieron” (Mc. 1, 18)
15 comentarios
La iconografía medieval presenta a las personas de relieve a lomos de un caballo,pues era un animal reservado al transporte y a la guerra,y eso lo hacían personas de alcurnia.Por otra parte si Pablo iba a Damasco a perseguir y detener cristianos dudo que lo hiciera a pié,era muy arriesgado,además de que la presa (los cristianos) podría huir.
De todos modos lo relevante es lo simbólico:la caída del caballo era la derrota en los torneos,de tal modo que la representación indica la "derrota" de Pablo a manos del Señor,el descenso de la altura arrogante a la humildad del polvo del camino.También entra en el lenguaje simbólico la ceguera de Pablo,pero eso es para otra ocasión.Cheers
Podía haber ido en caballo, en camello, en burro, a pie,...
Algo curioso de la representación medieval del caballo es que suelen aparecer cubiertos de ropaje como en los torneos que menciona, un truco de los artistas para no tener que meterse en los detalles anatómicos del animal. Además, Cristo suele aparecer con un caballo rojo para mostrar su castigo de los injustos, o en caballos blancos.
Ya que "hablamos donde la Biblia habla"... dejo aquí unas citas bíblicas sobre caballos que indican que el caballo es un buen símbolo de la conversión de San Pablo:
1) "Pero que [el rey de Israel] no tenga gran número de caballos ni pretenda volver al pueblo a Egipto, porque el Señor, tu Dios ha dicho: No volváis nunca jamás por ese camino" (Deut. 17, 16)
2) "Apréstate el caballo para el día del combate, pero la victoria es del Señor" (Prov. 21, 31)
3) "Yo estoy atento y escucho; no hay quien hable rectamente, nadie que ese arrepienta de su maldad, diciendo: '¿Qué es lo que he hecho?' Todos corren desenfrenadamente su carrera, com caballo lanzado impetuosamente a la batalla." (Jeremías 8, 6)
4) "No seas sin entendimiento, como el caballo y el mulo: con la brida y el freno hay que sujetar su ímpetu; de lo contrario, no se acercan a ti." (Salmo 32, 9) - Salmo que agradece al Señor el perdón del pecado y cómo Él enseña el camino a seguir
5) "Vano es para la victoria el caballo, pues con todo su vigor no libra." (Salmo 33, 17) - Salmo sobre el poder y providencia de Dios
Como a usted y a Noby, también me parece muy interesante el tema de la ceguera como parte de la conversión y de la llamada del Señor, que intentaré tratar en otro artículo esta semana.
Muchas gracias de nuevo por su aportación.
Respecto a los diez años, creo que probablemente se refiere al tiempo entre su conversión y su primer viaje apostólico porque me parece que S. Pablo empezó a predicar poco después de recobrar la vista (Hechos de los apóstoles 9, 19-20) y aunque no le oían predicar personalmente, muchos oían que anunciaba la fe (Gal. 1, 22-23) antes de su primer viaje apostólico (que sí fue años después de su conversión).
Aportando un poco al comentario de Jovi, creo que son tres años los que San Pablo se retira a Arabia antes de iniciar su apostolado publicamente.
Dejo este link para enriquecer el tema:
http://www.catolico.org/santos/pablo.htm
La Paz de Nuestro Señor sea con todos
Muchas gracias por su interesante comentario y por el enlace. Espero que siga aportando sus conocimientos y experiencias al blog. Un saludo.
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Julio Cesaer, gracias por haber dejado su comentario, que me recuerda esta cita del Señor: "Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino sólo el Padre." (Mt. 24,36)
Es importante que leamos la Biblia con detenimiento, pero al hacerlo, muchos caen en la tentación de seguir un tema fijándose solo en el texto, sin tener en cuenta el contexto. Idiomáticamente podemos decir que lo del caballo de Saulo no es un tema explícito sino implícito, es decir, está ahí aunque no se nombre, de acuerdo a la lógica de la situación histórica de las costumbres de la época (contexto).
Por otra parte, nadie puede probar (por la Biblia) que Saulo fuese a caballo o de a pie; y esto no tiene relevancia para discutir, pues es solo cuestión de forma y lo importante aquí es el fondo. Centrarnos en discusiones de este tipo es crear más divisiones. "Hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, yo los exhorto a que se pongan de acuerdo: que no haya divisiones entre ustedes y vivan en perfecta armonía, teniendo la misma manera de pensar y de sentir" (1 Co 1,10); "Me refiero a que cada uno afirma: «Yo soy de Pablo, yo de Apolo, yo de Cefas, yo de Cristo. ¿Acaso Cristo está dividido?»" (1 Co 1,12s).
Lo realmente importante de este asunto, lo de fondo, es la "Conversión de Saulo" y que le reconozcamos como el gran apóstol Pablo, lo demás es banal, no importa cómo iba, con quien iba, cómo vestía, a qué horas sucedió, si cayó de espaldas o de costado, qué armas usaba (implícitamente se sabe, etc., etc., etc.
Bendiciones en Cristo
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