El Espíritu Santo y la Virgen en la Sinfonía No. 8 de Mahler
Este año coinciden la Fiesta de Pentecostés y la Fiesta de la Visitación de María. El Espíritu Santo y la Virgen María también aparecen en la Sinfonía No. 8 de Gustav Mahler, que se había convertido al catolicismo en 1897 a los 37 años cuando le ofrecieron dirigir la Opera de Viena, cargo que no podían ocupar los judíos.
En el Evangelio del Domingo de Pentecostés, Jesucristo les dice a los Apóstoles: “Recibid el Espíritu Santo” (Jn. 20, 22), lo cual no significa que deja de crecer nuestra fe una vez recibido el Espíritu Santo. Al contrario, tenemos la responsabilidad de seguir aprendiendo sobre nuestra fe, como mínimo por la oración y los Sacramentos. Si no, podríamos aceptar ideas contrarias a la fe, como algunas que surgen en las sinfonías de Mahler.
El compositor había cantado en el coro infantil de una iglesia católica y el director le había enseñado a tocar el piano y por lo tanto sabía algo de la fe católica mucho antes de su conversión, pero mezclaba creencias católicas con otras en sus sinfonías. También era muy supersticioso y temía morir tras su novena sinfonía como Beethoven, Schubert o Bruckner. Por eso no numeró su novena, pero, curiosamente, murió antes de terminar la décima.
Un año antes de su muerte estrena su Octava Sinfonía (1910), la primera sinfonía del mundo que era coral de principio a fin. En ella combina la oración católica “Veni Creator Spiritus” con la conclusión de la obra “Fausto” del masón Goethe.
El texto de Veni Creator Spiritus” (s. IX) podría ser de Rabanus Maurus (o según algunos de S. Ambrosio o S. Gregorio) y se concede al que lo reza indulgencia parcial [plenaria el Día de Pentecostés si rezada en público]:
Mahler resalta con majestuosidad el verso “Veni, Creator Spiritus” (“Ven, Espíritu Creador”) y con quietud evoca una intimidad personal con los versos en latín que significan: “Llena de la divina gracia” [los corazones] y “Tú eres nuestro Consuelo”, pero sobre todo “Fortalece nuestra infirma carne con tu perpetuo auxilio” (que aparece antes y recurre en la sinfonía).
El segundo movimiento evoca la oscuridad de los bosques y las cavernas como “lugar sagrado, el santo santuario de Amor” y elementos asociados con el Espíritu Santo en la Biblia como el agua y el fuego aparecen, respectivamente, como corrientes de agua “que descienden al abismo” y “el relámpago”. Hace falta notar que en las sinfonías de Mahler se refleja la filosofía panteística ("todo es Dios” en la naturaleza) tan popular en su tiempo, especialmente por su búsqueda de lo divino en la naturaleza. En su propia vida, Mahler pasaba mucho tiempo en la naturaleza.
Concluye esta sinfonía (la única dedicada a su mujer Alma): “El eterno femenino nos conduce hacia arriba”. Mientras ensayaba la sinfonía, le escribió a su mujer: “La esencia [de la sinfonía] es verdaderamente la idea de Goethe de que todo amor es generativo, creativo, y que hay una generación física y espiritual que es la emanación de este “Eros”. Pero, la palabra que significa “amor” que más aparece en el Nuevo Testamento es “agape".
El alma de Fausto se salva por su turbulenta búsqueda de Dios, por “las rosas de las manos de santos penitentes amorosos” (¿el Rosario?) y la intercesión de santos ante la Ssma. Virgen María. Ésta es llamada apropiadamente “Madre, digna de reverencia, nuestra elegida Reina”, pero también incorrectamente: “igual a Dios” y “Diosa”.
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La Virgen María, Madre e Intercesora nuestra, no ocupa en la Iglesia Católica el mismo lugar que Dios. Así lo entiende S. Bernardo cuando nos recomienda:
“¡Mira a la Estrella, invoca a María!”
“¡Oh tú que te sientes lejos de la tierra firme, arrastrado por las olas de este mundo, en medio de las borrascas y de las tempestades, si no quieres zozobrar, no quites los ojos de la luz de esta Estrella, invoca a María!.
“Si se levantan los vientos de las tentaciones, si tropiezas en los escollos de las tribulaciones, mira a la Estrella, llama a María. Si eres agitado por las ondas de la soberbia, si de la detracción, si de la ambición, si de la emulación, mira a la Estrella, llama a María. Si la ira, o la avaricia, o la impureza impelen violentamente la navecilla de tu alma, mira a María.
“Si, turbado a la memoria de la enormidad de tus crímenes, confuso a la vista de la fealdad de tu conciencia, aterrado a la idea del horror del juicio, comienzas a ser sumido en la sima del suelo de la tristeza, en los abismos de la desesperación, piensa en María.
“En los peligros, en las angustias, en las dudas, piensa en María, invoca a María. No se aparte María de tu boca, no se aparte de tu corazón; y para conseguir los sufragios de su intercesión, no te desvíes de los ejemplos de su virtud.
“No te extraviarás si la sigues, no desesperarás si la ruegas, no te perderás si en Ella piensas. Si Ella te tiende su mano, no caerás; si te protege, nada tendrás que temer; no te fatigarás, si es tu guía; llegarás felizmente al puerto, si Ella te ampara.”
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Según una leyenda, la flor “no-me-olvides” se llama así por habérselo dicho a Adán y Eva mientras salían del Paraíso. En ese momento Dios les consoló prometiéndoles el Redentor y la que pisaría a la serpiente, que sería la Ssma. Virgen María. Tras este mes dedicado a ella, no nos olvidemos ni de su amor maternal por cada uno de nosotros ni de la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas.
[Foto de flor: Wilder Kaiser, Wikimedia Commons]
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Qué ejemplos modernos conoce de sincretismo en que se combinan creencias católicas con otras que no lo son? ¿Qué enseñanzas de la Iglesia Católica cree que se suelen entender peor?
Mañana – S. Justino – “por miedo de loso judíos” (Jn. 20, 19)
9 comentarios
Where´re you going?,time delay 2 days now.:-)
Bueno en serio,Mahler era un tipo raro,de una sensibilidad exquisita aunque con una profundidad rotunda y delicada a la vez;cuando le escucho me eleva y ¿casualidad? me hace pensar en María,eso unas 9 veces de 10.
Lo del sincretismo es para un debate más largo,pero,en principio aporto que "todo ha sido redimido",siempre que esté ordenado a Xto.Jesús Señor nuestro.
En general la Stma. Trinidad,próximo domingo,se explica bastante mal.
Holy Pentecost!
Con respecto a Mahler, he de decir que no es uno de mis compositores de cabecera. Prefiero a autores como Wagner, cuyas obras están llenas de fuerza y de sentimiento. Aunque en estas cosas, para gustos los colores. Aunque si uno ha perdido el norte respecto a la gloria de Dios, en mi caso me sirve mucho escuyar el Aleluya del Mesias de Haëndel. Magnífico.
Coincido con Norberto en que para un no creyente, incluso para muchos que se dicen católicos, el misterio de la Santísima Trinidad supone un desconocimiento prácticamente total, pese a ser el eje central de nuestra fe. Recuerdo una vez que un sacerdote preguntó que suponia la Santísima Trinidad en nuestra vida diaria. La respuesta a esta pregunta obviamente no revela el misterio, pero si ayuda a comprender porque Dios es uno y trino a la vez.
Con respecto al sincretismo, abominación contemporánea donde las haya, decir que revela la "acomodación" de nuestra sociedad, que busca el propio bienestar de forma egoista, escogiendo de cada religión aquello que más le conviene y, al mismo tiempo, cree que así se cubre las espaldas. Los cristianos, y más concretamente los católicos, tenemos el deber de difundir la única Verdad que nos ha sido revelada que es ni más ni menos Cristo Nuestro Señor.
+ Que Dios te bendiga.
Me parece increíble cómo la música traspasa el tiempo y hasta las intenciones de los compositores. La "espiritualidad" de la música de Mahler se debe a una búsqueda de lo divino que, a mi parecer, no era muy clara. En el s. XIX eran muy populares muchas ideas filosóficas que poco tenían de cristiano (supongo que poco ha cambiado) y las sinfonías de Mahler reflejan esa inquietud, aunque no eran muy bien recibidas por su sincretismo (con la excepción de la Octava).
Mahler se encerraba cada verano en una cabaña apartada en su propiedad para componer música (no se consideraba compositor a tiempo completo) y no dejaba que nadie se acercara para no ser molestado. Sí tenía la intención de evocar una "elevación" en su Sinfonía de Mil, como se llama a la Octava porque su estreno incluyó a más de mil personas entre el coro y la orquesta [a Mahler le molestaba mucho ese nombre, que él no le dió a la sinfonía].
Pero, ¿hacia qué eleva? ¿Hacia un universo purificado o hacia Dios como lo entendemos los católicos? Nosotros lo interpretamos de una forma que podría ser muy diferente de lo que quería expresar el compositor.
"Sincretismo" y "Catolicismo", aceite y agua. Si como creemos la plenitud de los medios de salvación están en la Iglesia Católica, no podemos aceptar cuñas ideológicas de otras religiones o de otras espiritualidades, so peligro de diluir la única vía de plena salvación. Es cierto que los tiempos modernos han abierto el llamado "supermercado de las religiones", donde cada cual coge lo que le gusta de una, y deshecha lo que no le gusta. Eso es verdaderamente una aberración para los que creemos que en Jesús está la salvación definitiva del hombre, y en la Iglesia la plenitud de los medios (sacramentos) que confieren la Gracia. Ahora bien, esa firmeza doctrinal no es incompatible con todo diálogo sobre la convivencia de religiones, o incluso la admiración por cómo otras personas viven en plenitud su religión (cosa en lo que los católicos dejamos mucho que desear).
Respecto al "Mesías" de Handel, me parece curioso que en los EE.UU., donde tanto se aprecia el individualimo y la democracia sin monarquía, la gente continúa la costumbre de levantarse al oírse el "Aleluya" de ese oratorio, costumbre que se piensa originó en Inglaterra cuando el rey George II se levantó en ese momento (por motivos desconocidos) y el público se levantó también por respeto al monarca. ¿Se hace lo mismo en España?
Lo que comenta sobre el sincretismo me recuerda al relativismo que tanto se ha extendido por el mundo. Un saludo.
Supongo que hay cierto lenguaje musical, como lo hay visual, que se usa para conducir hacia ciertos fines. Pero, ¿y si esos mensajes del compositor no los conoce el público? La música "clásica" se suele aceptar sin más como apropiados para ser oídos en templos, por ejemplo, al contrario de, digamos, "heavy metal". Pero, ¿sería apropiado oír a la Virgen María llamada "diosa" en un templo católico, por ejemplo aunque el público no entienda el alemán o no oiga bien las palabras cantadas?
Su comentario sobre la firmeza doctrinal me recuerda la sorpresa que expresó un judío al enterarse mientras hablábamos de que hubiera católicos enseñando cosas contrarias al Magisterio de la Iglesia. En la misma conversación, otro católico (practicante, por cierto) me dijo que no le parecía correcto que sólo en Jesús está la salvación, que si me parecía que a Dios no le gustaba la oración de los budistas, de los musulmanes, etc. Es muy prevalente la idea (al menos en los EE.UU.) de que Dios es amor y que por eso a todos aceptará en el Cielo, pero Jesús no sólo nos habló del Cielo, sino también de los pocos que se salvan (el camino estrecho).
Disculpada...off course,pero también te echábamos de menos,yo pensé si te había ocurrido algún percance.
Verás la vida interior de Mahler,no conocía los detalles de apartarse y demás que mencionas,es la de quien anhela,y no obtiene la fe;de ahí que trate de elevar su sensibilidad desde una dulzura acústica,en su música, verdaderamente ...sublime.Quienes,como yo, aprovechan cualquier detalle de elevación interior,(elevación de la sensibilidad,del espíritu,de los sentidos,de las emociones todas ellas criaturas de Dios)para acudir a Dios agradecemos a Mahler su genio musical,¡Dios lo premiara en el cielo!,y la búsqueda ¿infructuosa?,no lo diría yo.Me explico,si puedo y sé,sin perjuicio de ciertas desviaciones,como bien señalas.El decía :"Soy tres veces extranjero: un bohemio entre austríacos; un austríaco entre alemanes, y un judío ante el mundo".
Perdón si me he alargado.
Algo curioso de Mahler es que no podemos estar seguros de casi ningún detalle de su vida, especialmente sus dichos por el "problema Alma", como llaman los que estudian la historia de la música al hecho de que la mujer del compositor, Alma, sobrevivió a Mahler 50 años, durante los cuales tachó y añadió mucho a las cartas del compositor, muchas veces dando impresiones que se comprobaron erróneas años después.
Me parece que en lo que hay que tener cuidado en la búsqueda que señala Mahler en su sinfonía es que es la búsqueda es la de Fausto, un personaje que recurrió al demonio vendiendo su alma para buscar placer en esta vida. La idea era que el demonio le ayudaría a encontrar un gran placer y en cuanto lo sintiera, se podría llevar su alma. Fausto perdió esa apuesta, pero aún así se le abre la puerta del Cielo por su búsqueda de "lo divino".
Estoy de acuerdo en que Dios en su misericordia puede conceder el don de la conversión hasta en el último momento de la vida, pero tengamos en cuenta también que el Señor dijo que no todo el que dice "Señor, Señor" se salvará. No estoy segura si el mensaje de Mahler es el más adecuado desde el punto de vista cristiano. Podría ser una forma de consolar a los que piensan que pueden hacer lo que quieran en esta vida y que por ser Dios amor nadie se condenará. En mi opinión, en esto hay que tener cuidado. [Más me he alargado yo. :) ]
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