Cómo beneficiarnos de las inspiraciones del Espíritu Santo
En el Evangelio del Domingo de Pentecostés, mientras estaban reunidos los apóstoles por temor: “en esto entró Jesús” (Jn. 20, 19) y les dió Su Paz.
“Cuando la paz está bien asentada en el corazón, no le cuesta a la mansedumbre reprimir los movimientos de cólera; el alma sigue en la misma postura, sin perder nunca su tranquilidad. Porque al tomar el Espíritu Santo posesión de todas sus facultades y residir en ellas, aleja la tristeza o no permite que le haga impresión y hasta el mismo demonio teme a esta alma.” (www.corazones.org)
¿No le gustaría saber cómo abrir su corazón para mejor recibir la Paz del Señor y dejar al Espíritu Santo entrar en su vida? Eso suena maravilloso, ¿verdad?, pero quizá se pregunta si es una propuesta demasiada idílica, sin dos pies sobre la tierra.
Los dos frutos del Espíritu Santo de la paciencia (que modera la tristeza) y la mansedumbre (que modera la cólera) tienen mucho que ver con la realidad de enfrentarse a las dificultades de la vida cotidiana, y también figuran entre los 10 puntos prácticos que el P. Jacques Philippe resume en la segunda parte de su libro: “En la escuela del Espíritu Santo”.
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1) Practicar la alabanza y la gratitud
2) Desearlas y pedirlas
3) Estar decididos a no negar a Dios cosa alguna
4) Vivir una obediencia filial y confiada
5) Vivir el abandono
6) Vivir el desprendimiento
7) Vivir el silencio y la paz
8) Perseverar fielmente en la oración
9) Examinar los movimientos de nuestro corazón
10) Abrir el corazón a un director espiritual [“…sin descuidar la confesión frecuente”]
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Estas citas del libro nos ayudan a reflexionar sobre la paciencia y la mansedumbre:
La paciencia. “Lo que nos impide en gran manera hacernos santos es, sin duda, nuestra dificultad para aceptar plenamente todo lo que nos sucede. No en el sentido de un fatalismo que nos haría completamente pasivos, sino en el de un abandono confiado y total en las manos del Padre.”(“3.5 Vivir el abandono”)
La mansedumbre. “Ciertamente, hay que obedecer a Dios más que a los hombres, pero es ilusorio creernos capaces de obedecer a Dios cuando somos incapaces de obedecar a los hombres. En ambos casos, hay que superar los mismos obstáculos: el apego a nosotros mismos, a nuestra voluntad propia. El que sólo obedece a las personas si ello le complace, se hace muy dulces ilusiones en cuanto a su capacidad de obedecer al Espíritu Santo.” (“3.4. Vivir una obediencia filial y confiada”)
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El libro del P. Jacques Philippe merece ser meditado e incluye, además de referencias bíblicas, citas de maestros de la espiritualidad como S. Juan de la Cruz, S. Francisco de Sales, Sto. Tomás de Aquino y Sta. Teresa de Lisieux. La tercera parte ayuda a discernir las inspiraciones del Espíritu Santo y el Anexo incluye textos muy acertados sobre la docilidad al Espíritu Santo por Louis Lallemant(1587-1635) y por S. Francisco de Sales (como “El Espíritu Santo actuaba sin obstáculos en María”).
Además, en su “Anexo 3: Libertad y Sumisión”, responde a la pregunta: “¿Cómo conciliar la libertad del hombre con su sumisión a Dios?” Entre otras cosas, señala que la cooperación con Dios nos lleva a ser lo mejor que podemos ser, a ser así verdaderamente libres. Según el P. Jacques Philippe, la santidad a la que todos estamos llamados es fácil si recurrimos al Espíritu Santo. Les dejo al comienzo del libro y les animo a leer el resto:
“¡Oh, Jesús mío, qué fácil es santificarse! ¡Solamente hace falta un poquito de buena voluntad! Y si Jesús descubre ese mínimo de buena voluntad en el alma, se apresura a darse a ella. Y nada le detiene, ni las faltas, ni las caídas, absolutamente nada. Jesús tiene prisa por ayudar a este alma, y si el alma es fiel a esta gracia de Dios, en poco tiempo logrará llegar a la más alta santidad que una criatura pueda alcanzar aquí abajo. Dios es muy generoso y no niega a nadie su gracia. Includo nos da más de lo que pedimos. La vía más corta es la fidelidad a las inspiraciones del Espíritu Santo.” [Diario, Sta. Faustina Kowalska (1905-1938)]
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Recomienda alguna otro texto sobre el Espíritu Santo? ¿Qué ejemplos de paciencia o mansedumbre le animan a practicar esos frutos del Espíritu Santo? ¿Cuál de los 10 puntos en el artículo le parece particularmente acertado?
Mañana – Los frutos del Espíritu Santo: la modestia, la templanza y la castidad– “les enseñó las manos y el costado” (Jn. 20, 20)
23 comentarios
Teresita, docilidad al Espíritu, Faustina... todos enlazan con el estilo carismático de "déjate llevar por el Espíritu de Dios, sé dócil a Él", "la Gracia y confianza es el pequeño caminito de Teresita", etc... en vez del camino de esfuerzo, obras, disciplina...
Para profundizar en teología, cualquier libro del Espíritu Santo de Raniero Cantalamesa. Para algo más divulgativo, gozoso, exhortativo: los libros sobre alabanza y Espíritu del biblista Vicente Borragán.
Me parece que se refiere a inspiraciones más corrientes, digamos, como las que podrína impulsar acciones buenas o las que ayudan a discernir una vocación o a tomar ciertas decisiones. Tampoco me acuerdo de haber leído “trucos de horario”, por ejemplo, sino una actitud por la que se busca la voluntad de Dios sobre la nuestra, por ejemplo. Pero, quizás se estaba refiriendo a otro libro del P. Jacques Philippe.
Encontré un artículo de Zenit (en inglés): "Interior Prayer: Founded on Loving Much", que es una entrevista del P. Jacques Philippe en la que explica la oración interior como una relación interpersonal con Dios, una actitud más que una técnica, que es posible porque Dios la quiere, pero también porque el hombre corresponde al Señor.
Gracias por su recomendación de los libros del Predicador del Papa. Ésta es su página web: http://www.cantalamessa.org/es/index.php
Encontré un texto, "Alabanza" (descargable en .pdf) por el P. Vicente Borragán, O.P., para los interesados, además de: "¿Qué son los carismas?" (descargable en .pdf)¡Qué contraste de estilo! Muchas gracias de nuevo por sus recomendaciones. Un saludo.
El punto 2,el más propio de Theresita,yo aspiro,a pequeñas cosas,de la mano,y no soltarla nunca, de mi Padre,en el Espíritu,por muy pecador que me vea.
El Camino de la Infancia Espiritual es fruto del Espíritu,resumiendo el camino de los santos es una buena ruta;porque Él se ocupa de que se adapte a la persona.
JAA
Te agradezco que menciones a Theresita,es mi hermanita espiritual.
Tengo yo para mí, que el P. Jacques al decir éstas cosas habla muy de oídas, y de oídas a toda prisa y a la ligera. Pues los que saben de verdad, enseñan que debemos de pensar que Dios no quiere nada de nosotros; sino que nos quiere a nosotros mismos. Y es una manera de decir las cosas.
"'Lo que más atrae las gracias de Dios es la gratitud, pues si le agradecemos un bien, se conmueve y se apresura a concedernos diez más, y si se las agradecemos con la misma efusión ¡qué incalculable multiplicación de gracias! Yo tengo la experiencia, inténtalo y lo verás. Mi gratitud por todo lo que me da no tiene límites, y se lo demuestro de mil maneras' 4.4 Conseils et souvenirs, recogidos por sor Genoveva." (3.1)
"'Yo elegí todo', sobreentendiéndose: Yo elijo todo lo que Dios quiere para mí. No me limito a sufrir, sino, por una decisión libre de mi voluntad, he decidido elegir lo que no he elegido. Santa Teresita tiene esta frase: 'Quiero todo lo que me contraría'. Exteriormente esto no cambia en nada la situación, pero interiormente lo cambia todo; esa aceptación, inspirada por el amor y la confianza, me hace libre, ahora activo y no pasivo, y permite a Dios sacar un bien de todo lo que me sucede, de lo bueno como de lo malo." (3.5)
Cita a S. Juan de la Cruz, Doctor de la Iglesia (como ya sabe) en su punto 7:
"'Procure conservar el corazón en paz; no le desasosiegue ningún suceso deste mundo" (Dichos de luz y amor, 153 en Vida y obras de S. Juan de la Cruz, BAC, Madrid 1978). Aunque todo se derrumbe aquí abajo y todos los acontecimientos nos sean adversos, sería inútil que nos turbásemos, pues esa turbación nos aportaría más perjuicio que provecho' (Máxima 175.)" (3.7)Se podrían escribir volúmenes sobre esas citas, y sólo el Señor sabrá si son citadas en ese libro deprisa y muy a oídas (pienso yo), pero creo que provecho sí se puede sacar de ellas.
Tiene mucha razón al recomendarnos que vayamos a la fuente, aunque no olvidemos tampoco lo que el mismo Señor nos enseñó sobre el Espíritu Santo, especialmente en la Última Cena, pera poder interpretar mejor los acontecimientos que se mencionan en los Hechos de los Apóstoles.
La actualidad me parece que se debe a que es el mismo Espíritu Santo que recibieron ellos el que recibimos también nosotros por la Iglesia Católica. Un saludo.
La noche anterior a Pentecostés estuve escuchando en Radio María, ésta doctrina kika de kinkalla, para mayor desgracia de todo el que la escucha. En cambio, esa misma noche tuve la alegría de escuchar al P. Esteban unos minutos antes, hablando de otra manera muy dístinta. Si no elegimos bien el maestro, puede ser que se pierda el tiempo que estamos en la escuela, y más.
Creo que la doctrina cristiana es muy buena, simple y sencilla. Desgraciadamente, parece ser, que últimamente, durante muchos años, el que no servía para nada, se hacía teólogo o cosas así, encima, por si fuera poco, todos estos "teólogos" se dicen a sí mismos y a los demás, que actuan bajo la inspiración de Espíritu Santo. "Para mear y no echar gota": así nos luce el pelo. Hay que recordar que, "el hábito no hace al monje". Sí hay un hábito que hace al monje bueno, y es el hábito o costumbre de Amar a Dios. Pero no es políticamente correcto o suficiente "modelno" en el país de zp. En elegir bien está la mitad de la gracia.
Creo que tiene razón en que tenemos que elegir bien a lo que hacemos caso, pero también me parece que el Espíritu Santo puede soplar de modo diferente a cada uno. Después de todo, a cada uno nos ha dado talentos diferentes.
Estoy de acuerdo en que la humildad es imprescindible para poder aceptar la gracia divina. Un saludo.
Su titulo es: El Espiritu Santo y su tarea
Aut. Leo J.Trese
Ed.PATMOS.-Libros de Espiritualidad.-
También me gustó : EN LA ESCUELA DEL ESPIRITU SANTO pues su autor P.Jacques Philippe me encanta como expone todo lo espiritual de una manera tan sencilla... podria decir tan amena, que nos llega a todos.He leido algunos más,y siempre los vuelvo a leer
sí te digo, más que nada por tu acendrada vocación de esposa que en lo de: "Estoy de acuerdo en que la humildad es imprescindible para poder aceptar la gracia divina." que los esposos no se aceptan, más bien hay que decir que se atraen, me parece a mí. Y desde luego ésta es la expresión que se utiliza más por los escritores inspirados.
El máximo y el mínimo se ATRAEN con fuerza Y PASIÓN.
Este es otro libro de Jacques Philippe: "La paz interior". Aunque probablemente ya lo habrá leído, quizás a otros les interese. Un saludo.
"Al ser el sacramento del don, el matrimonio es, por su naturaleza, un sacramento abierto a la acción del Espíritu Santo que es por excelencia el Don, o mejor, la Donación recíproca del Padre y del Hijo. Es la presencia santificadora del Espíritu aquello que hace del matrimonio un sacramento no sólo celebrado, sino vivido."No es una vida de resignación o simple aceptación, como bien señala en su comentario.
El que cree que tiene alma, tiene que saber que el alma es espiritual, y que el alma no se sastiface con nada de este mundo. Pero no seré yo el que contradiga una vocación de esposa tan grande como la tuya.
Así que, una mujer tan sensata como tú, nacesariamente habrá que tener bastante razón si dice "aceptar". Y no te digo más. Lo que pasa es que hoy, estoy muy "tisquismisquis" con el teclado y me apetecía llevarte la contraria y hacerte rabiar un poco. Pero muy poco, para que no te enfades mucho.
Y eso es sacramento, signo de lo que Dios hace con el ser humano. O sea, que sí es ACEPTAR y sí es ENTREGAR. "Aceptar" es una palabra que implica libertad (si la aceptación no es libre, el matrimonio es nulo).
Tengo mucho que mejorar como esposa, pero no veo contradicción entre mi vocación de esposa y el que el alma no se pueda satisfacer por nada de este mundo. Todo, hasta el Matrimonio, debe estar encaminado hacia Dios para poder satisfacer por completo. Un saludo.
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