¿Por qué ir a Misa?
Hay quienes me echan en cara que hayan visto en Misa a personas que escandalizan por sus pecados públicos. Pero, cuando voy a Misa los domingos y fiestas de guardar no enfrento el ajetreo de asegurarme que no falte ninguno de mis pequeñines en el coche (y que estén presentables con los debidos calcetines/medias/zapatos) antes de salir a la máxima velocidad permisible por ley, solo para ver a pecadores. Para ver a una pecadora mis hijos no tienen más que verme, y eso sin necesidad de salir de casa…
Entonces, ¿por qué arriesgar una tranquila mañana o tarde llevando a mis hijos a donde se espera que estén razonablemente calladitos más tiempo de lo que parece que pueden aguantar? ¿Por qué ir a Misa? El Evangelio del IV domingo de Pascua [21.4.13] me ofrece la respuesta: