¿Cómo debemos mostrar perdón a nuestros enemigos? - Cuestiones prácticas
Jesucristo nos manda amarnos los unos a los otros como Él nos ha amado y lo demostró muriendo por nosotros, perseguido por sus enemigos. Hasta fue abandonado por sus apóstoles en Getsemaní y negado por S. Pedro tres veces.
Sin embargo, a cada uno ofrece su perdón de forma diferente. Intercede ante Dios Padre por sus enemigos para que sean perdonados y cuando se aparece resucitado a sus apóstoles por primera vez no les recrimina nada sino que les dice enseguida: “Paz a vosotros”. Concede a Sto. Tomás la oportunidad de tocar sus heridas y a S. Pedro (que había llorado amárgamente su error) le pregunta tres veces si Le ama.
También se acuerda de nosotros Cristo Resucitado porque les dice a sus apóstoles en el Evangelio del Domingo de la Divina Misericordia: “Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados, a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.” (Jn. 20, 27). Los que ya estamos bautizados recibimos ordinariamente ese perdón de los pecados por medio de la Confesión sacramental.
Pero, al enseñarnos el Padre nuestro, el Señor insiste que además debemos perdonarnos los unos a los otros, y además “70 veces 7”, o siempre. En ciertas situaciones, tenemos también la obligación de demostrarlo, aunque nos cueste.