Calculando la cifra de la Bestia
Hay muchos casos de hexakosioihexekontahexafobia, o fobia al “666”, como el cambio de nombre en 2003 de una ruta Norte a Sur en los EE.UU. de Ruta 666 (la sexta que parte de la Ruta 66) a Ruta 491.
Antes del cambio, las supersticiones asociadas a la Ruta 666 afectaban el turismo vital (para los Navajos que no consideran el 666 mala suerte), resultaba en el robo de señales de tráfico y causaba temor porque por casualidad había mayor número de accidentes de tráfico en una sección de esa ruta, que se apodó “la Carretera del Diablo”. Cuando se añadieron más vías (al mismo tiempo que el cambio de nombre) disminuyó el número de accidentes.
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Por medio de la gematría, los hebreos y los griegos designaban un valor numérico a cada carácter para establecer analogías entre palabras con la misma suma de carácteres. [Ejemplo de una tabla de valores numéricos en esta página]. Así se ha interpretado la cifra o el número de la bestia mencionada en el Apocalipsis (13, 18), 666, como el nombre del Anticristo.
Aunque hay pergaminos antiguos de ese pasaje en que el número es “616” [ver ilustración], S. Ireneo (c. 125-c.202), Padre de la Iglesia, cuyo maestro fue S. Policarpo (discípulo del Apóstol S. Juan), insistía en que el número correcto era “666”. Pensaba que otros lo cambiaron incorrectamente “si este número se halla en todos los manuscritos antiguos y autorizados, si dan testimonio de él todos aquellos que vieron a Juan cara a cara, y si la razón nos enseña que la cifra del nombre de la bestia según la computación de los griegos debe tener las letras que se hallan en 666”.
“En mi opinión, Dios perdonará a todos los que por simplicidad y sin malicia hicieron esto; en cambio, a quienes, buscando una gloria vana, se decidieron por un nombre que lleva el número falso, y por su propia autoridad definieron el nombre de aquel que ha de venir, a éstos les irá mal, porque se sedujeron a sí mismos y a los fieles”.
“Más seguro y sin peligro es esperar que se cumpla la profecía, que ponerse a adivinar o a hipotizar cualquier nombre; pues se pueden encontrar muchos nombres que llevan dicha cifra, y siempre se pondrá la misma cuestión. Porque si muchos nombres contienen tal cifra, siempre puede preguntarse cuál es el que llevará el que ha de venir. No decimos esto por falta de nombres que tengan esa cifra, sino por temor a Dios y celo por la verdad.”
S. Ireneo da ejemplos de nombres que tienen esa cifra: “Euanthas”, “Lateinos”, “Teitan”. Hoy en día se han calculado los nombres de emperadores romanos que persiguieron a los cristianos, como Nerón, como posibles enemigos de la Iglesia mencionados de forma velada por esa cifra. Hasta hay protestantes que intentan asociarlo con el Papado, aunque no de modo muy convincente. Se pueden ver ejemplos en esta página de cómo se ha calculado la suma “666” para ciertos nombres.
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Como le dijo Jesús a Jairo en el Evangelio del XIII Domingo de Tiempo Ordinario cuando éste oyó que su hija estaba muerta: “No temas; basta que tengas fe.” (Mc. 5, 26) Si en algo hay que temer la cifra de la bestia, según S. Ireneo es que “el número seis conservado en cada cifra parece recapitular toda la apostasía desde el principio”. A esta pérdida de fe sí hay que temer.
S. Ireneo, que luchó contra el gnosticismo en Lyon (aunque nació en la actual Turquía), defiende la resurrección de los muertos, y advierte que los católicos no deben seguir la fe errada de los herejes, ya que a éstos “les parece haber encontrado fuera de la verdad ideas superiores […]Es, pues, necesario huir de sus enseñanzas y estar cuidadosamente atentos para que no nos dañen, refugiarnos en la Iglesia para educarnos en su seno y alimentarnos con las Escrituras del Señor.”
“Se parece [Satanás] a los que delinquen contra la ley y por eso reciben un castigo: se quejan de los jueces y no de su propia culpa. […] Por ese motivo inventan otro Padre que ni se preocupa de nosotros ni es providente en cuanto necesitamos, el cual incluso aprobaría todos los pecados.”
En cambio, explica S. Ireneo: “[Dios] requiere de los hombres que lo sirvan, para beneficiar a los que perseveran en su servicio, ya que Dios es bueno y misericordioso. Pues en la misma medida en que Dios no carece de nada, el hombre se halla indigente de la comunión con Dios.”
“La separación de Dios es pérdida de todos los bienes divinos. Por eso, quienes por la apostasía han perdido esas cosas, malogrados todos los bienes, viven en el castigo. No que Dios por sí mismo haya planeado castigarlos, sino que a ellos se les echa encima el sufrimiento de haberse separado por sí mismos de todos los bienes.”
Pero, ésta es la esperanza cristiana: “Los hombres, pues, verán a Dios y vivirán, ya que esta visión los hará inmortales, al hacer que lleguen hasta la posesión de Dios. […]la gloria de Dios consiste en que el hombre viva, y la vida del hombre consiste en la visión de Dios. En efecto, si la revelación de Dios a través de la creación es causa de vida para todos los seres que viven en la tierra, mucho más lo será la manifestación del Padre por medio del Verbo para los que ven a Dios.”
[Citas de S. Ireneo de su tratado “Contra los herejes”]
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Qué supersticiones conoce? ¿Por qué cree que afectan tanto la vida de las personas? ¿Por qué es pecado la superstición?
Mañana – San Pedro y San Pablo - “No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro, Santiago y Juan…” (Mc. 5, 39)
26 comentarios
"la superstición es un vicio opuesto a la religión por exceso, no porque ofrezca a Dios más, en lo que a culto divino se refiere, que lo que la verdadera religión le ofrece, sino por el hecho de rendir culto divino a quien no debe o del modo que no debe"
(STO.TOMAS DE AQUINO-Suma Teologica Parte II- cuestion 92)
Esta cita de G.K. Chesterton me parece relacionada a su primera cita: "Las prácticas supersticiosas son de todos los tiempos. Y, singularmente, de aquellos que pasan por ser muy racionalistas." Creo que a éstos les podría faltar esa "fe adulta" que menciona el Papa Juan Pablo II. Muchas gracias de nuevo por las citas. Un saludo.
El número 13 que menciona aparece también en otras culturas. Otra versión que he oído es que los antiguos egiptos creían que era un buen número porque representaba la vida después de la muerte. Por un malentendido, otros pensaron que porque representaba la muerte era un número de mala suerte. Por la Última Cena, la superstición se basa en la combinación del número con viernes, pero no sé por qué se le asocia con martes en España.
S. Ireneo señala que todo tiene sentido en el Plan divino y que tantas conjecturas no valen tanto como la fe verdadera en el Señor y en Su triunfo sobre la muerte por la Resurrección. En Él ponemos nuestra confianza.
En la cultura china hay muchísimas supersticiones también, como el de que dos personas no compartan una pera porque la palabra "pera" en chino suena como "partir". En los cumpleaños se come tallarines largos para que la vida de uno sea larga. No se barre, ni se corta nada mientras se celebra el Año Nuevo para no "barrer afuera" ni "cortar" la buena fortuna. Se cocinan dos peces en la nochevieja: uno se come esa noche y la otra una semana después en el año nuevo para simbolizar prosperidad...
Es curioso cómo las supersticiones pueden regular tantas cosas, ¿verdad? Menos mal que como hijos de Dios podemos confiar en Su Divina Providencia.
Por cierto, la mayoría de los lectores (que creo se conectan desde España) supongo que estarán dormidos en estos momentos. Me parece maravilloso poder comunicarme con alguien sin tanta diferencia de hora. :)
Para amar no se necesita saber mucho, ni decir muchas palabras "acomodadas" al gusto vulgar ni nada de nada. Todo lo que sabemos a nuestra manera: estorba. Así lo enseñan los que han tenido experiencia en religión.
El dilema entre lo malo y lo bueno es muy secillo, pues sabemos que "sólo uno es bueno" es resto es maldad en mayor o menor medida.
Los escritos de los grandes maestros sólo nos pueden aportar referencias sobre como es el "grado" de nuestro amor; es decir, cómo vamos aprendiendo el "arte" de amar a Dios; más que nada, para que no nos desanimemos. Y que no nos canse nadie con sus neuras y babas a espuertas como es lo habitual. Así de fácil.
- Dividamos el 13 en sus dos cifras, el 1 y el 3
- Recordemos como Dios es 1, solo hay Un Dios verdadero.
- Recordemos como Dios es 3 Personas, la Santísima Trinidad.
- Por tanto: con el número 13 recordamos que creemos a la vez e inseparablemente en Un solo Dios (1) que es Trinidad de Personas (3).
Y así echamos por tierra el terror supersticioso al 13
Siendo este blog católico y fiel al Magisterio de la Iglesia, decidí borrar su comentario para no confundir a los lectores que podrían pensar que semejantes ideas fueran católicas.
La Fe en la Santísima Trinidad, por medio de la Iglesia Católica, es una fe que debe ser practicada por la recepción de los Sacramentos y por medio de obras caritativas (en el sentido de hechas por amor a Dios) para que, pase lo que pase en el mundo, podamos salvarnos por el camino estrecho que nos enseñó Ntro. Señor Jesucristo. Un saludo.
Aquí se puede errar por dos excesos: caer en el delirio apocalipticista tipico de las sectas fundamentalistas o decir, como dice san Pedro, "en los ultimos días los hombres dirán El ya no vuelve más".
Como señala el cardenal Newman en sus Sermones sobre el Anticristo, es deber del cristiano atender a los signos de los tiempos, y estar atentos. Algunas de las cosas que los Evangelios y el Apocalipsis dicen han sido escritas para que estemos atentos. El Catecismo de la Iglesia catolica hace expresa y precisa referencia a la etapa final de la Iglesia, caracterizada por la gran apostasía de la que habla san Pablo, la reintegración de Israel a su tierra y la conversión de los judíos.
Por supuesto que los sacramentos son los principales guías del cristiano. Pero la Palabra no solo se come con la boca, se recibe por el oído y alimenta. Ambos panes, el de la Eucaristía y el de la Palabra, deben nutrir al catolico.
Toto corde
Mientras es verdad que debemos estar atentos y estudiar la Palabra de Dios, me parece que la atención principal que el Señor nos pedía era la rectitud de vida, que la muerte no nos cogiera desprovistos para la Vida Eterna, que evitáramos a falsos profetas.
Gracias por mencionar los cuatro Sermones sobre el Anticristo del Cardenal Newman, que pronunción antes de su conversión pero no cambió tras su conversión. Aquí hay un poco de información y fragmentos para los interesados: http://members.fortunecity.es/mariabo/los_signos_de_los_tiempos.htm
¡Realmente providencial!
En efecto, San Pablo habla del " anomos " ( el " sin Ley " ), que se hará adorar como Dios ( cf. Ts 2, 3-6 ). Y en el versículo anterior, el 2, nos dice que no nos dejemos inquietar tan rápidamente.
Eso sí, no deseo especular, pero quiero tener los ojos bien abiertos y mi lámpara encendida y colmada de aceite en la noche, por si acaso... Y en nuestros tiempos hay algo que sí me inquieta: nos están intentando presentar el mal como bien. A nivel internacional. ¿ No será un indicio que pueda mantenernos alerta por si se acerca el " anomos ", el sin Ley, y que, por tanto, la manipulará a su gusto ? Es verdad que Cristo ha vencido ya, en el tiempo de Dios, pero en nuestro tiempo aún nos falta sumarnos a esa victoria. El mismo Catecismo de la Iglesia Católica dice que la Iglesia ha de seguir a su Señor en su muerte y resurrección.
Gracias, María Lourdes, por suscitar estos temas tan interesante, porque nos va muchísimo en ello.
¡ Felices vacaciones ! Al menos, yo las comienzo mañana.
También me inquieta que el mal se presente como bien, sobre todo pensando en la educación de los hijos que el Señor puso bajo el cuidado de mi esposo y de mí. ¡Felices vacaciones!
Como digo, quizá no le entendí bien, pero por si acaso había borrado su primer comentario para no confundir a la gente. Un saludo.
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