Fobias para explicar que haya menos confesiones hoy en día
Nos dice el evangelio del 2o. domingo de Cuaresma que los apóstoles Pedro, Juan y Santiago, ante la gloria de Jesús revelada en su transfiguración: “Estaban asustados” (Mc. 9, 6). Pero, también les dijo: “Levantaos, no temáis” (Mt. 17, 7). El Papa Juan Pablo II explica:
“Ésta es la verdadera sabiduría: “la plenitud de la sabiduría es temer al Señor” (Si 1,15). Querídisimos, tened, pues, la valentía del arrepentimiento; y tened también la valentía de alcanzar la gracia de Dios por la Confesión sacramental. ¡Esto os hará libres! Os dará la fuerza que necesitáis para las empresas que os esperan, en la sociedad y en la Iglesia, al servicio de los hombres.” (11.04.1979).
San Eulogio de Córdoba (850-859) nació en una familia católica en tiempos de apostasía por miedo al gobierno musulmán. Siendo amable con todos aunque no temía discutir para defender la Ley de Dios, podría decir como S. Juan Bosco siglos después: “Respeto a todos pero no temo a nadie”.
Durante la persecución, escribió en la cárcel “Memorial de los mártires” y “Documento martirial” para animar a otros a no apostatar. Fue liberado, pero finalmente le cortaron la cabeza por ayudar a Sta. Lucrecia, una musulmana conversa y por no retractarse de su fe.
Este valiente mártir sí temía algo: “Tengo miedo a mis malas obras. Mis pecados me atormentan. Veo su monstruosidad. Medito frecuentemente en el juicio que me espera, y me siento merecedor de fuertes castigos. Apenas me atrevo a mirar el cielo, abrumado por el peso de mi conciencia". El gran temor de los santos es que sus pecados les separen del Amor de Dios. Porque le aman, temen ofenderle.
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Estas fobias podrían impedir a algunos confesarse bien,
según los requisitos para hacer una buena confesión sacramental:
A) Hacer un exámen de conciencia.
1) Frenofobia – miedo a pensar
2) Epistemofobia – miedo al conocimiento
3) Hamartofobia – miedo al pecado
4) Atelofobia – miedo a la imperfección
5) Polifobia – miedo a muchas cosas
B) Sentir dolor por los pecados.
6) Hipegiafobia, hipengiofobia - Miedo a la responsabilidad
7) Algofobia – miedo al dolor
C) Propósito de enmienda.
8) Decidofobia – miedo a tomar decisions
9) Teleofobia – miedo a definir planes
10) Neofobia – miedo a la novedad, a nuevas experiencias
11) Metatesiofobia – miedo a los cambios
D) Decir los pecados al confesor
12) Eclesiofobia – miedo a la Iglesia
13) Hierofobia – miedo a los sacerdotes
14) Macrofobia – miedo a las esperas largas
15) Claustrofobia - Miedo a los espacios cerrados
16) Glosofobia – miedo a hablar
17) Verbofobia – miedo a las palabras
18) Enosiofobia – miedo a confiar un pecado imperdonable o a la crítica
19) Katagelofobia –miedo al ridículo
20) Hipopotomonstrosesquipedaliofobia: (O Sesquipedaliofobia) Miedo a la pronunciación de palabras largas, complicadas o inusuales por miedo a equivocarse
(Oir la absolución)
21) Eufobia – miedo a las buenas noticias
E) Cumplir la penitencia impuesta por el confesor.
22) Poinefobia – miedo al castigo
23) Panfobia – el miedo a todo
24) Eleuterofobia – miedo a la libertad
25) Plutofobia – miedo a la abundancia, a la riqueza
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Las fobias son un gran tormento para quienes las padecen, que se dan cuenta de la irracionalidad de sus temores pero no pueden controlar el pánico que sienten y su comportamiento exagerado intentando evitar sus temores. Pero, la gran mayoría de las personas no padecen fobias clínicas y no las pueden usar como excusa para no acercarse al confesionario. Allí, por medio del Sacramento de la Reconciliación pueden recibir los grandes dones de la gracia y el perdón de Dios.
Recordemos que “…cuanto más retrasamos salir del pecado y volver a Dios, mayor es el peligro en que nos ponemos de perecer en la culpa, por la sencilla razon de que son más dificiles de vencer las malas costumbres adquiridas.” (S. Juan Vianney) “Acudid al médico mientras podéis, no sea que después queráis y no podáis.” (S. Juan de Nápoles).
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: A su juicio, ¿cuál es la fobia que hace que menos gente se confiese sacramentalmente hoy en día?
Mañana: Limpiándonos del pecado – “un blanco deslumbrador” (Mc. 9, 3)
25 comentarios
¡Vaya,no conocía el catálogo de fobias!.Voy a pasarlo a algunos curas amigos,creo que les vendrá de perlas. No creo que la bajada en la práctica de la confesión provenga de "fobias",sino de la fobia (carencia consentida) de los predicadores que han pasado de predicar, casi en exclusiva las penas del infierno a "relativizar" el pecado y la propia responsabilidad personal de nuestros actos. Invito a todos a confesar, aunque nos parezca que lo hemos preparado bien, aunque parezca mejor dejarlo para otro momento, aunque nos surja cierta tarea, aunque no esté el sacerdote en ese momento, aunque...Todavía disfruto de la confesión que hice este último domingo, porque la confesión es ,ante todo, disfrutar del abrazo infinito de Dios Padre,Hijo y Espíritu Santo.Excuses for having got longer.Disculpas por haberme alargado
El problema, efectivamente, no son tanto las fobias como que ya no se predica ni sobre infierno, ni sobre confesión. Pero la verdad es que creo que nunca se puede predicar en exceso sobre eso. Obviamente, se tiene que hacer dentro de un orden, pero los silencios de los religiosos han hecho mucho mal...
Muchos de ellos incluso están mano sobre mano en la sacristía cuando en los horarios que tienen en la puerta pone que es el horario de confesiones, yo digo que si no tienen voluntad de hacerlo que pongan claramente: "En esta parroquia no se confiesa" y por lo menos no hacen perder el limitado tiempo de los sufridos fieles. Algunos tenemos que hacer virguerías para compatilibilizar nuestro horario laboral con el rígido y poco flexible horario parroquial.
En mi barrio habrá unas 4 parroquias y todas abren exactamente a la misma hora, cierran a la misma y el horario de misas es exactamente el mismo, y digo yo, ¿no podrían cubrir un horario más amplio?, en vez de poner todos misa a las 19:00, que unos la pongan a las 19:00, otros a las 20:00 y ayudarían mucho... y por supuesto si en puerta pone: "horario de confesiones media hora antes de la misa", que lo cumplan.
Mi indignación es tal, que ya he pensado en enviar alguna carta al obispado con la lista de parroquias y esperar que alguien mueva un dedo.
Creo que se te ha olvidado mencionar explícitamente la mayor fobia del ser humano actual, incluso de muchos que se dicen creyentes: la fobia al mismo Cristo.
Da miedo Cristo porque la sociedad actual no quiere responsabilidades ni comprometerse. No quiere ni el perdón ni la misericordia divinas porque hemos puesto al hombre en el centro de todo, y, claro está, el sentimiento de culpa por nuestras acciones ha desparecido en la mayoría de los casos.
Eso es lo que ha hecho que el sacramento del perdón sea visto como un obstaculo para la autorealización personal. No necesitamos que nadie nos diga qué está bien o qué está mal porque todo es relativo.
El gran desafio para los cristianos actuales es volver a ver al sacramento de la confesión como algo totalmente necesario en nuestras vidas, y no como algo que pueda coartar la libertad. Es el propio sacramento el que libera del pecado y nos hace mucho mejores a los ojos de Dios. No dudemos en acudir con humildad y ganas de arrepentimiento, en definitiva de conversión, al perdón de Dios.
+ CREDO IN UNUM DEUM
La secularización de la Iglesia es innegable, pero no me parece los más determinante. En buena parte de Templos, donde sus sacerdotes son cuando menos, poco ortodoxos, se ha eliminado la posibilidad de confesión con la supresión de los confesionarios y/o la sustitución por mesas de despacho con sillas ergonómicas; con más frecuencia de lo que me imaginaba he comprobado la extensión de las confesiones comunitarias con absolución general sin confesión individual. Todo esto lleva a una confusión notable de los fieles, especialmente de los más sencillos que no han tenido acceso a una educación católica más sólida y en comunión con la Iglesia. Es un tema en el que los Obispos deberían intervenir muy especilamente para evitar parroquias o Templos en los que se predique algo más parecido a las enseñanzas de Lutero que a la doctrina católica.
Coincido con Anabel que nos cuesta reconocernos pecadores pero es una cura de humildad que nos acerca los unos a los otros, todos tenemos que pasar por ahí y también coincido en que los jóvenes van donde hay sacerdotes que imparten sacramentos y hablan del evangelio
En fin, e mi ciudad también hay que hacer a veces muchas peregrinaciones ara encontrara algún sacrdote diponible en un confesionario, incluso en la Catedral.
Me parece un poco triste. Si los propios sacerdotes olvidan el significado y la importancia del sacramento de la penitencia, entonces sí que estamos perdidos.
Las excusas que menciona me recuerda lo que se suele decir del demonio, que nos quita la verguenza para que pequemos y nos la da para que no confesemos los pecados.
Para los que nos confesamos regularmente, ayuda a romper la “rutina” pensar bien en algún plan concreto para evitar uno o dos de los pecados que confesamos con más frecuencia.
Su mención de silencios me recuerda los pecados por los que pedimos perdón en la Misa: pensamiento, palabra, obra y omisión. Muchas veces pasa desapercibida la última en los exámenes de conciencia.
Claro que anuncian que a otras horas se puede hacer cita con el sacerdote en la rectoría, por ejemplo, pero me parece un obstáculo para muchos tener que buscar y pedir personalmente al sacerdote la confesión, aunque lo he tenido que hacer bastantes veces. ¿No tienen obligación los sacerdotes de confesar si alguien lo pide razonablemente?
Respecto a los horarios, he visto que en mi zona hay algunas parroquias que han empezado a hacer algo como lo que propone. Así pueden ofrecer los sacramentos a más personas. Pero, aún con horarios generosos, hay personas que encuentran mil excusas para no poder acudir a los sacramentos. Es una lástima.
Mi sugerencia respecto a la carta al obispo es primero ponerse en contacto con los párrocos en cuestión. Así aplica mejor la corrección fraterna y si tiene aún que escribir una carta después, podrá documentar mejor así que ya intentó hacer algo, sin obtener resultados favorables.
El problema que veo en los EE.UU. es más la representación de Cristo como un amigo misericordioso y bondadoso que comprende muy bien por qué pecamos y nos perdona sin que tengamos que decir nada a ningún sacerdote. Se piensa que no hay que confesarse porque Cristo nos va a dar el Cielo a todos de todas formas.
¿Y la justicia divina? ¿Cómo puede ser Dios perfecto si no es justo? ¿Cómo ver a Cristo sobre la Cruz y pensar que nuestros pecados no tienen consecuencias?
Reproduzco del Código de Derecho Canónico lo siguiente:
212 § 1. Los fieles, conscientes de su propia responsabilidad, están obligados a seguir, por obediencia cristiana, todo aquello que los Pastores sagrados, en cuanto representantes de Cristo, declaran como maestros de la fe o establecen como rectores de la Iglesia.
§ 2. Los fieles tienen derecho a manifestar a los Pastores de la Iglesia sus necesidades, principalmente las espirituales, y sus deseos.
§ 3. Tienen el derecho, y a veces incluso el deber, en razón de su propio conocimiento, competencia y prestigio, de manifestar a los Pastores sagrados su opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia y de manifestar a los demás fieles, salvando siempre la integridad de la fe y de las costumbres, la reverencia hacia los Pastores y habida cuenta de la utilidad común y de la dignidad de las personas.
Sin embargo,"no actúes por rivalidad o indignación sino por amor". A veces hay que pasar el estropajo de aluminio por una superficie para limpiar incrustaciones,hazlo si lo crees necesario pero después de haber orado y preguntado a Señor si es su voluntad, después haz lo que debas, tienes derecho,y/o deber.
Perdona si he sido un entrometido
En mi parroquia la situación es peor, no hay ni una hora a la semana, el párroco simplemente pasa de confesar, no va con el, hay otros sacerdotes que a lo mejor 10 minutos antes de la misa confiesan a una o dos personas, pero te puedes imaginar que están solicitados. Si quiero confesarme, tengo que apartarme de mi camino a casa 20 Km, salir antes de mi trabajo, y llegar a mi casa a las tantas de la noche.
Entiendo que a lo mejor el número de sacerdotes no es alto, pero hay tareas en una parroquia que no tienen porqué hacerlas necesariamente un sacerdote, sin embargo los sacramentos, SOLO pueden administrarlos ellos. Si necesitan ayuda para otras labores de la parroquia, que la pidan, yo estaría dispuesto a colaborar y estoy seguro que muchos otros también.
Si yo no pido que estén horas y horas en un confesionario, simplemente que cumplan el horario que dicen que tienen, porque me ha ocurrido de ir a una parroquia en la que supuestamente deberían estar confesando y sin embargo he perdido mi tiempo esperando a que alguien saliera... si y ya me se eso de "pasen y avisen", pero sinceramente, no me siento cómodo diciéndole a la gente que debe cumplir con su labor, especialmente en "trabajos" vocacionales como es el de sacerdote.
En general los sacerdotes han perdido la pasión de anunciar el evangelio, si los laicos somos la sal del mundo, ellos deben ser la sal de la sal. Yo voy a una iglesia a cargarme las pilas para salir al mundo, los sacerdotes deben ser conscientes de ello. Sin embargo, hoy día los sacerdotes son funcionarios eclesiales. Van a cumplir con un horario y se van a su casa.
A mi me ha ocurrido en mi parroquia, de estar frente al Santísimo Sacramento, me gusta hacerlo cuando voy del trabajo a casa, nada, unos minutos simplemente para saludar al Señor, y el cura que se quiere ir a casa, apagándome las luces para que me marche, no estoy hablando a las 11 de la noche, si no a las 8, que es cuando suelo llegar a mi casa cuando tengo un poco más de trabajo...
Por cierto Noby, agradezco sus consejos, en absoluto se entromete, entienda la frustración de alguien que busca que le administren un sacramento y ve con impotencia como no es posible por la pasibidad de aquellos que deben cumplir con su trabajo, yo le aseguro que si no cumplo con el mio, me voy a la calle, no tengo que esperar a que me indiquen que debo hacerlo...
Alguien me dijo que se alejó de la Iglesia porque un sacerdote se negó a oir su confesión (supongo que por buenos motivos) cuando estaba en una situación muy desesperada. Sospecho que ya se estaba alejando de la Iglesia, pero, ¿qué hubiera pasado si ese sacerdote le hubiera atendido bien?
Le animo a seguir confesándose (¡qué mérito que lo haga a pesar de las dificultades!) y visitando al Santísimo, aunque sea unos momentos, aunque la puerta de la iglesia esté cerrada. ¡Con qué alegría le estará esperando el Señor cada día en el Sagrario! ¡Como si un par de puertas pudiera detenerle a un alma enamorada ponerse a los pies del Señor! Tome consuelo en los muchos santos que hablaron al Señor desde las puertas de iglesias cerradas y no deje de visitarle, que bastante abandonado ya se encuentra...
Un abrazo,
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