¿Qué regalarle a la Ssma. Virgen María?
En cuanto mis hijos oyeron esta mañana que era el cumpleaños de la Ssma. Virgen María, enseguida pensaron en celebrarlo con tarta (¡claro que sí!), y con regalos que van a dejar ante un cuadro de la Virgen del Rosario que tenemos en casa. No tardaron ni un minuto en decidir lo que le iban a regalar a la que ya lo tiene todo, siendo Madre de Dios y Reina del Cielo:
tarjetas de cumpleaños. Mi hijo Joseph pensó en cortar un corazón para decorar y mi hija Esperanza quiso dibujar a Jesús.
Cuando les pregunté que por qué diseñaron esas tarjetas para el cumpleaños de la Ssma. Virgen María, me dijeron que es porque le van a gustar mucho. Joseph dijo que porque le gustan los corazones limpios a la Virgen María, iba a hacerle uno, con mucho cuidado para no ensuciarlo. Mientras, Esperanza dijo que como la Virgen María quería mucho a Jesús, que seguro que le gustaría ver un dibujo de Jesús.
Los dos decidieron que también sería buena idea dibujar rosarios muy bonitos para ofrecérselos a la Virgen María porque rezar el Rosario es un regalo para la Virgen María. Así, en un momento, ya se ilusionaban por lo contenta que estaría la Virgen María al ver sus regalos. Y no dudo que le encantarán.
S. Juan Eudes le regalaba estas palabras a la Ssma. Virgen María también con gran ilusión:
Permitidme, finalmente, soberana Señora mía y Madre divina, que os dirija las palabras de uno de los hijos amadísimos de Vuestro Corazón, el bienaventurado San Juan Damasceno, repitiéndoos y ofrendándoos el discurso que compuso sobre vuestra Natividad: ‘¡Oh María, hija de Joaquín y Ana, soy un pecador que se atreve a hablar de Vos y de vuestro Santísimo Corazón, la cosa más santa y admirable que en vos existe: pero un pecador que os ama, a pesar de todo, ardientemente; que os honra como a soberana, y os reconoce y venera como única causa -después de Dios- de su alegría y de su dicha toda, como la Reina de su corazón, como la dueña y guía de su vida, y como firme esperanza de su eterna salvación.’ (“Cántico Sagrado del Santísimo Corazón de la Bienaventurada Virgen”)
No era mucho atrevimiento de su parte considerar en tan gran alta estima a esta Ssma. Madre. En el Evangelio del XXIII Domingo de Tiempo Ordinario [04.09.2011], el Señor promete que lo dos se pongan en acuerdo en pedir en oración: “se lo dará mi Padre del cielo” (Mt. 18, 19). Explica S. Bernardo sobre la Virgen María: “No le faltaba a Dios, ciertamente, poder para infundirnos la gracia sin valerse de este acueducto, si Él hubiera querido, pero quiso proveerse de ella por este conducto.” (“Homilía en la Natividad de la Bienaventurada Virgen María”, 18). Ella misma es un gran regalo de Dios Padre a toda la humanidad.
Añade S. Buenaventura: “Como el océano recibe todas las aguas, así María recibe todas las gracias. Como todos los ríos se precipitan en el mar, así las gracias que tuvieron los ángeles, los patriarcas, los profetas, los apóstoles, los mártires, los confesores y las vírgenes se reunieron en María” (“Speculi”, 2). Por eso, en la Natividad de la Bienaventurada Virgen María, insiste S. Bernardo: “Con todo lo íntimo, pues, de nuestra alma, con todos los afectos de nuestro corazón y con todos los sentimientos y deseos de nuestra voluntad, veneremos a María, porque ésta es la voluntad de aquel Señor que quiso que todo lo recibiéramos por María.” (7) Y nos alienta a ofrecernos a tan maravillosa Madre, que en su gran humildad se alegra de poder, a su vez, ofrecernos al Señor: “Aquello poco que desees ofrecer, procura depositarlo en manos de María, graciosísimas y dignisimas de todo aprecio, a fin de que sea ofrecido al Señor, sin sufrir de Él repulsa.” (18).
En este vídeo, Cinthia Corraro interpreta una consagración a la Virgen María:
No es demasiado tarde para ofrecerle algo de todo corazón a la Ssma. Virgen María: todo nuestro ser.
Oración de Consagración a la Ssma. Virgen María
O Señora y Madre mía, yo me ofrezco enteramente a ti y como prueba de mi filial afecto te consagro hoy mis ojos, mis oidos, mi lengua y mi corazón, todo mi ser. Ya que soy toda tuya, o Madre de Bondad, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén.
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Qué piensa que sería un buen regalo para la Virgen María? ¿Cómo celebra el cumpleaños de la Ssma. Virgen María?
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8 comentarios
Como dijo Jesús que "hay más alegría en el Cielo por un pecador que se arrepiente que por 100 justos", le hacemos tremendo fiestón a Nuestra Señora.
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Gaby, ¡qué buena recomendación la de confesarse sacramentalmente! El Salmo 51 nos dice que Dios no despreciará el "corazón contrito y humillado". ¡Tampoco lo hará la Madre de Misericordia!
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Norberto, muchas veces nos decimos que nuestros seres amados ya saben que les amamos, pero ¡qué diferencia oirlo dicho de todo corazón!
"Así son las madres: no buscan el clamor aparatoso; esperan esas pequeñas manifestaciones de que los hijos no las olvidan, de que el pensamiento y el corazón saltan de gozo —una alegría tranquila, serena, profunda— cuando se piensa en la madre." (S. Josemaría Escrivá, "La Virgen del Pilar")Y después del rezo del Rosario, las letanías lauretanas expresan también cariño a Ntra. Ssma. Madre.
•Si la sangre de Cristo nos redimió, esa sangre era la de María también.
•Por los frutos los conoceréis: todo árbol bueno da fruto bueno, y qué fruto el que nos dio María!
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Odet, ¡qué citas más buenas! Me recuerdan que una forma maravillosa de demostrar devoción a la Ssma. Virgen María es asistir a Misa, donde se hace verdaderamente presente el Precioso Cuerpo y Sangre del Señor, Hijo de Dios e Hijo de la Virgen María. Recibámosle con todo amor posible, honrando así también a Su Madre.
Se ha escrito maravillas sobre la Santísima Madre de Dios, los santos, incluso autores de nuestros días, totalmente llenos del amor de Dios, llenos de Dios, hermanos y hermanas nuestros, y es que María también les ayuda, nos ayuda a todos nosotros.
Tengo que decir, que fue María Santísima, quien me ayudó a salir de una terrible crisis, por la que yo estaba a un paso de condenarme, sentí la muerte muy cercana y el infierno merecido por mis pecados, pero al rezar a María Santísima, inmediatamente trajo la paz y el amor a mi corazón. Ella me trajo la paz, pero gracias también a Jesucristo, pues esta maravillosa madre nos dice: «Haced lo que Él os diga» (Jn 2, 5), y solamente si estamos dispuestos a abrir nuestro corazón a Dios, Jesús nos enviará a su Madre para socorrernos en nuestros problemas y dificultades. Verdaderamente Dios y María Santísima nos ama.
Ella es misericordiosa por ser la Madre de la Misericordia, Cristo Jesús, nuestro Dios, es Misericordia, necesitamos su protección para vencer todas las tentaciones.
Hay muchas familias cristianas, que tienen la sana costumbre de llevar a sus hijitos a la Iglesia y que el sacerdote lo consagre como una preciosa ofrenda a María Santísima. Y estos niños ya crecidos serán la alegría de sus padres, los tratarán con mucho cariño y ternura cuando sean ancianitos, serán una familia para el Reino de los cielos, ya que se preparan desde la tierra para dar gloria a Dios.
Y esto es uno de los mejores regalos que madres y padres de familia cristiana, es consagrarlos a la Madre de Dios. No les faltará protección del cielo, sabrán salir adelante sin hacer demasiado caso a las dificultades de este mundo, ya que sólo piensan en vivir junto a Dios.
Mi madre que me consagró a María Santísima, nunca me ha faltado la protección de Jesús y de María Santísima. Me enseño el camino de la verdadera devoción, estar arrodillado ante el Santísimo, el recogimiento, luego lo aprendí de la Iglesia Católica, de los Santos Padres.
En algunas crisis que he tenido, jamás he dudado de la Igglesia Católica, aún cuando el enemigo infernal, pretendía apartarme de ella, cuando había algún sacerdote que no daba buen ejemplo. Nunca culpé a la Iglesia Santa, pues me hizo y me hace un inmenso bien, y no cesa de procurarme el camino de la salvación eterna. Todo esto, gracias a que la Madre de Dios, me ayuda. Y porque yo estoy deseando llegar a la perfección de la verdadera devoción. Y ser santo, aunque sea el último en el Reino de los cielos.
¿Qué regalo puedo ofrecer a María Santísima? Mi consagración a Ella, pues por Ella vamos a Jesús. Y aprender a orar el Santo Rosario, nos trae muchas ventajas, pero si el alma ora apresuradamente, con atropellos, lo que se acarrea en la pérdida de fe. Pues la devoción a María Santísima debe ser auténtica y perseverante. Y debemos renunciar a todas esas cosas que nos impiden orar devotamente.
Los padres y madres de familia cristiana, deben ser regalo de Dios a través del Corazón Inmaculado de María Santísima, consagrar la propia familia, todos juntos, agrada mucho a Jesús y a María Santísima.
Consagración
Al Inmaculado Corazón de María
http://www.mariologia.org/devocionesconsagracionesmaria1.htm
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José Luis, gracias por haber compartido su testimonio de amor filial a tan maravillosa Madre. Espero que muchas madres se animen a consagrar a sus hijos a la Ssma. Virgen María y que enseñen a sus hijos a tratar con cariño a esta Madre del Cielo.
== Confiar totalmente en ella, contarle todo, pedirle consejo, poner en sus manos nuestras necesidades, complacernos en ser sus hijitos.
Ante Dios declaro que, siempre que he depositado algo en manos de la Virgen María JAMÁS he sido defraudada. Y no sólo eso: se me ha dado mucho más de cuanto había pedido, y se me ha dado envuelto en sensación de plenitud alegre, muy alegre...Como cuando una madre le dice a un hijo: " Mira, tú me habías pedido esto. Pero además he decidido darte esto otro, y esto, y esto..."
Eso sí: hay que confiar en Ella, que es la Reina plenipotenciaria ante su divino Hijo, sin duda entusiasmado por complacerla. Ponernos en sus benditas manos, pidiendo como pobres que somos, sin marcar exigencias.
Celebro habitualmente el cumpleaños de la Virgen rezando el Oficio divino en su honor, pensando mucho en Ella y leyendo o repasando alguna encíclica sobre sus prerrogativas.
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Flavia, igual que Dios no se deja ganar en generosidad, la Ssma. Virgen María tampoco se deja ganar en generosidad por nosotros. Como buenos hijos, creo que es fundamental que procuremos imitar sus virtudes, para parecernos cada vez más a ella y así también a Su Hijo Jesucristo. Para eso ayuda mucho meditar esas virtudes.
Recomiendo a los lectores "Las glorias de María" por S. Alfonso María de Ligorio, que estoy segura ya conoce. Ofrece meditaciones maravillosas sobre cada parte de la Salve Regina, los dolores y las virtudes de María y hasta explica unos obsequios para la Ssma. Virgen María. ¡Qué Madre más maravillos nos ha concedido el Señor!
Yo, además de rezarle varias cosas algo especiales y estar más feliz de lo habitual, me tomé un estupendo helado de vainilla por la noche, para celebrarlo.
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Susi, cuando mi hijo era muy pequeñito solía cantar "Happy birthday" cada vez que pasaba las velas en la iglesia. :)
Ayer por la mañana mis hijos querían poner sus tarjetas ante el cuadro que tenemos en casa, pero por la tarde, después del colegio, decidieron que querían visitar a la Virgen María en la iglesia. Mi hija se llevó su tarjeta y quería dejarla en la iglesia, pero cuando rezamos ante el Sagrario, la vi abriendo y cerrando su tarjeta y dándole vueltas, como enseñándoselo a la Virgen María. Eso me conmovió mucho. Me gustaría tener algo de esa sencillez y naturalidad en mi devoción a la Ssma. Virgen María.
Me llama la atención lo que dice sobre mostrar mayor alegría en esta fiesta mariana. ¡Que se note nuestro amor por la Virgen María!
En el mes de mayo, una niña de no más de tres años, delante de una imagen de la Virgen le dijo: !pero qué bonita eres, Madre mía! Me quedé impresionada del sentimiento con el que se expresó. Supongo que en su casa la habrán enseñado a rezar a la Virgen.
Gracias por Las glorias de María, un libro que tenía medio olvidado
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Susi, de nada. Sí tengo mucho que aprender de mis hijos. Les enseño lo que todo católico debe enseñar a los hijos que el Señor pone bajo su cuidado, pero de eso a que sean piadosos... hay un refrán en inglés que dice que se puede llevar al caballo al agua, pero no se le puede hacer beber. ¡Alabado sea el Señor, que sí nos puede hacer beber!
Me encanta la anécdota que ha contado. Me recuerda cómo a Sta. Teresita de Lisieux le encantaba tirar pétalos de rosas a estatuas de la Virgen María en procesión, esperando que alguna le rozara. ¡Qué precioso ese amor a la Virgen María!
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Shielka, ¡qué testimonio de amor filial ha dejado! Me alegro que aprecie tanto a su madre y a su Madre Celestial, la Ssma. Virgen María. Siento mucho la tardanza en publicar su comentario.
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