El sentido del gozo pascual
La Pascua no nos borra de la memoria las tristezas de la vida, ni nos resuelve de inmediato nuestros problemas, ni hace desaparecer las dificultades que pudiéramos enfrentar. Entonces, ¿qué sentido tiene el gozo pascual de los cristianos?
Tiene el mismo sentido que tuvo para Sta. María Magdalena el oír la voz de Cristo Resucitado llamándole por su nombre esa primera mañana de Pascua, mientras los apóstoles permanecían escondidos por temor de sus vidas, y toda Jerusalén recordaba las tinieblas de Viernes Santo.
Según el Evangelio del Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor [24.04.2011]: “María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro”. (Jn. 20, 1). ¿Acaso lloró entonces al Señor así?:
“Señor, estoy triste, bien lo sabes, y nada me alegra; el mundo me parece un desierto. Me hallo en oscuridad, turbado y lleno de temor e inquietudes…; te busco y no te encuentro, te llamo y no respondes, te adoro, clamo a Ti y se acrecienta mi dolor. ¿Dónde estás, Señor, dónde, pues no gusto las dulzuras de tu presencia, de tu amor?
“Pero no me cansaré, ni el desaliento cambiará el afecto que me impulsa hacia Ti. ¡Oh buen Jesús!” (Bto. Papa Juan Pablo II, “Oración para una visita a Jesús Sacramentado”)
Asegura S. Agustín que “La esperanza es imposible si no hay algún amor” (“Sobre la fe, la esperanza y la caridad”, 117), y sin duda alguna Sta. María Magdalena amaba tanto al Señor, que le había librado de siete demonios, que no tenía en nada arriesgar su vida con tal de poder expresar una vez más su amor. Y con una sola palabra: “María”, recibe del Señor todo lo que esperaba y más aún. Al llamarle por su nombre, Cristo Crucificado y Resucitado expresa Su amor particular no sólo por ella, sino también por cada alma, un amor que supera hasta a la muerte:
“[…] sólo de Él, cada uno de nosotros puede decir con plena verdad, junto con S. Pablo: ‘Me amó y se entregó por mí’ (Ga 2, 20). De ahí debe partir vuestra alegría más profunda, de ahí ha de venir también vuestra fuerza y vuestro sostén. Si vosotros, por desgracia, debéis encontrar amarguras, padecer sufrimientos, experimentar incomprensiones y hasta caer en pecado, que rápidamente vuestro pensamiento de fe se dirija hacia Aquel que os ama siempre y que con su amor ilimitado, como de Dios, hace superar toda prueba, llena todos nuestros vacíos, perdona todo nuestro pecado y empuja con entusiasmo hacia un camino nuevamente seguro y alegre” (Bto. Juan Pablo II, Disc. 1.III.1980).
Para Sta. María Magdalena en esa primera Pascua de la Resurrección del Señor y para todos los que celebramos la Pascua:
“Desapareció la amarga raíz de la cruz, floreció la flor de la vida con sus frutos. El que yacía en la muerte, resucitó en la Gloria. Resucitó de mañana el que había sido sepultado por la tarde, para que se cumpliera la palabra del salmo: ‘Por la tarde durará el llanto, pero por la mañana brillará la alegría’ (Sal. 29, 6)” (Del Sermón de Pascua de S. Antonio de Padua)
Es una alegría que no niega la existencia de dificultades ni la necesidad de la conversión de vida y de cruces diarias para poder llegar a compartir la Resurrección del Señor. Sta. María Magdalena no era ajena al sufrimiento y se podía esperar que al anunciar la Resurrección del Señor no todos le harían caso. Pero, pudo abrazar todas esas contrariedades sin amargura porque le llenaba la confianza de saberse amada por Dios mismo.
“[…la esperanza cristiana] se aferra a tres verdades: Dios es omnipotente, Dios me ama inmensamente, Dios es fiel a las promesas. Y es Él, el Dios de las misericordias, quien enciende en mí la confianza; por lo cual yo no me siento ni solo, ni inútil, ni abandonado, sino implicado en un destino de salvación que desembocará un día en el Paraíso.” (Bto. Juan Pablo I, Aloc. 20-IX-1978).
Esta temporada de Pascua, pues, hagamos caso del dicho popular que dice: “No le digas a Dios cuán grandes son tus problemas… Mejor dile a tus problemas cuán grande es tu Dios”. Pongamos en práctica lo que nos aconseja el amado Papa Juan Pablo II: “¡No apaguéis esta alegría que nace de la fe en Cristo crucificado y resucitado! ¡Testimoniad vuestra alegría! ¡Habituaos a gozar de esta alegría!” (Aloc. 1979).
¡Que esta temporada de Pascua sea una llena de bendiciones para todos!
[Citas de santos (excepto el de S. Antonio de Padua) de “Antología” por Francisco Fernández-Carvajal]
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Cómo experimenta el gozo pascual esta temporada de Pascua?
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9 comentarios
Me he frotado los ojos, cuando al acudir al portal, veo, con gozo, que has vuelto...¡aleluya!.
La alegría pascual, desde la fe se nutre de reafirmar la certeza de la resurrección, como inicio de mi propia resurrección y la de todos y todo: lo ancho, lo alto y lo profundo que diría S. Pablo.
¡Feliz Pascua!.
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Norberto, ¡Feliz Pascua también!
A la última cita del post (del que será declarado hoy Beato Juan Pablo II) le precede esto, que no figura en el post:
"La alegría cristiana es una realidad que no se describe fácilmente, porque es espiritual y también forma parte del misterio. Quien verdaderamente cree que Jesús es el Verbo Encarnado, el Redentor del Hombre, no puede menos de experimentar en lo intimo un sentido de alegría inmensa, que es consuelo, paz, abandono, resignación, gozo…"Me parece que la Pascua es una fiesta que requiere de uno gran "madurez" para apreciarlo, y a la misma vez una gran "sencillez" para vivir el gozo que anima. El tema de la propia resurrección que comenta me parece un gran misterio que tiene mucho sentido a la luz de la fe.
con Esperanza,que era lo que tenía la Magdalena,
Jesus la llamó y su alegría fue inmensa al reconocer su voz.
San Agustín dice: "esos días santos que se celebran después de la resurrección del Señor significan la vida que vendrá después de nuestra resurrección".
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Odet, a mis hijos les encanta que la Pascua dure tanto tiempo, hasta Pentecostés, y saludan a la gente que ven por las tiendas diciendo: "Feliz Pascua" (aunque les parezca un poco raro a los que consideran la Pascua sólo un día concreto del año. Para mis hijos es una temporada de actividades especiales y me preguntan todos los días si todavía es Pascua.
Es fácil celebrar la Pascua un día o unos días, pero no tanto conservar ese gozo pascual día a día a pesar de las dificultades que nos sobrevengan. Que podamos recordar siempre que el Señor conoce bien a sus ovejas y nos llama por nuestros nombres. Un saludo.
Es riquísimo este post suyo, con esas citas preciosas y profundas: “No le digas a Dios cuán grandes son tus problemas… Mejor dile a tus problemas cuán grande es tu Dios”. ¡ Gracias !
Respecto a la pregunta que nos plantea, yo experimento la alegría pascual doblemente: fui consagrada un Domingo Octava de Pascua, con todo cuanto ello significa, y mañana se cumplen mis 22 años de consagración. En segundo lugar, es la certeza de que Jesús ha vencido a la muerte y en su Amor infinito nos regala, si la aceptamos, una vida eterna a su lado, después de esta breve vida terrenal.
Sí, nos espera con Amor infinito. Con ese Amor con que se apareció a sus discípulos sin echarles en cara que le habían abandonado en Getsemaní. Todo lo contrario: les muestra sus heridas y les dice que no tengan miedo.
¡ Ese es Jesús !
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Flavia, muchas citas en este blog vienen del maravilloso recurso "Antología", preparada por Francisco Fernández-Carvajal, pero esa que menciona, me parece que es un dicho popular que he visto circulado en presentaciones PowerPoint, por ejemplo. La verdad es que no me acuerdo bien de dónde lo leí.
Me alegro mucho por el Aniversario de su Consagración en tan señalada fecha y que compartió su reflexión sobre el Amor de Cristo Resucitado, sobre todo por su especial relación con el Señor, estando consagrada a Él.
¡Muchas gracias por sus oraciones! ¡Feliz Pascua!
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Juan Carlos, muchas gracias por sus oraciones. ¡Feliz domingo de la Divina Misericordia!
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Estimado Ignacio: Ya sabe que me es mucho más fácil juntar unas pocas citas [y ni siquiera eso - ya ve cuánto he tardado en preparar un post ;)] que vivir lo que enseñan. Los santos buscaron al mismo a quien buscamos nosotros: a Dios, la Fuente de todo Bien. ¡Feliz temporada de Pascua!
http://infocatolica.com/blog/sarmientos.php/la_patrona_de_las_enfermeras_y_el_primer
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Odet, muchísimas gracias. Todavía no me he puesto al día respondiendo y publicando los comentarios en antiguos posts. Lo seguiré haciendo a lo largo de la semana, Dios mediante. Un saludo.
Así experimento el gozo Pascual,en este II Domingo de Pascua.
Como Pastor Bueno y Fiel, desgastando su Vida por la Iglesia, la supo conducir con Sabiduría y Valentía....LLamando a una nueva Evangelización..y lo hizo con entereza y Fortaleza...sin temor a críticas e incomprensiones.
El sabía bien que la misión de la Iglesia, su credibilidad y su eficacia Radican en Su FIDELIDAD TOTAL A JESUCRISTO
Pidamos con Fidelidad que siga velando e intercediendo por Nuestra Iglesia y por la humanidad entera.
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María, es una gran alegría la beatificación del Bto. Juan Pablo II. ¡Qué alegría para la Iglesia! Seguro que podemos contar con sus oraciones por todos nosotros. Pongamos de nuestra parte para que logremos parecernos más y más al Señor cada día y seguir Sus pasos hacia el Calvario y de allí a la Resurrección. ¡Feliz Domingo de la Divina Misericordia!
Feliz Pascua a ti también.
En mi caso el gozo pascual siempre viene acompañado de centrarme más en lo que nos eleva a la pascua, el pedir al Señor la Santidad en oraciones y en actos, nos recuerda el premio para los que aman y esperan. A mi al menos me ayuda a mirar más hacía arriba que hacía aquí abajo. A lo mejor es muy simplón, pero es como yo lo vivo.
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Madrileño, siempre es un placer leerle y "ver" a alguien de mi ciudad natal pasar por aquí.
No es tan "simplón" como dice, es la esencia de nuestra esperanza, como explica el Bto. Juan Pablo II:
"El hombre no puede vivir sin esperanza; todos los hombres esperan en alguien y en algo. Pero, por desgracia, no faltan abundantes desilusiones y tal vez se asoma incluso el abismo de la desesperacián. ¡Mas nosotros sabemos que Jesús Redentor, muerto, crucificado y resucitado gloriosamente, es nuestra esperanza! "Resucitó Cristo, mi esperanza". Jesús nos dice que, a pesar de las dificultades de la vida, vale la pena comprometerse con voluntad tenaz y benéfica en la construcción y mejoramiento de la "ciudad terrena", con el ánimo siempre en tensión hacia la eterna (JUAN PABLO II, Aloc. 24-III-1979)."¡Feliz Pascua también!
Esa alegría es fruto del Espíritu que han recibido y que opera en ellos.
Por misericordia del buen Dios, yo también recibí u bautismo sensible de Espíritu Santo y tuve mi primer experiencia de Pentesostés un cuatro de agosto de 1983. Mi país estaba en guerra, esa noche a lo lejos se escuchaba la metralla, pero mi corazón rebosaba de gozo y recuerdo que le dije alSeñor: "Señor, ¿como puedo estar contento si allá afuera está la muerte? y El me dijo: "Es que dentro de ti está la vida, la que nadie puede arrebatarte y por eso estás alegre".
Gloria a Dios.
Alégrense, Jesús está vivo y nos ha dado su Espíritu.
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Miguel Ángel, muchas gracias por haber dejado su precioso testimonio. Que el Señor siga bendiciéndole y acompañándole a lo largo de su paso por esta vida. Un saludo.
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