¿Ve a Dios Padre en Jesucristo?
A petición del Papa Pablo VI, Lew Grade decidió producir la película “Jesús de Nazaret”. El director, Franco Zeffirelli, eligió a Robert Powell para interpretar a Judas Iscariote, pero tanto le impresionó al director la penetrante mirada del actor, que le ofreció a él el papel principal y no a Al Pacino o a Dustin Hoffman como pensaba hacer.
A pesar de la fama internacional que ganó, Robert Powell reconoce que al final no le gustó ese papel por las condiciones bajo las cuales tuvo que desempeñarlo. No sólo tuvo que aprenderse mucho material cada día y combatir el aburrimiento de estar 9 meses en el desierto (de los cuales pasó muchas semanas esperando tiempo favorable), sino que también sufrió hipotermia en la escena de la crucifixión.
Pero, sobre todas esas incomodidades, a este actor (no católico) no le agrada mucho ese papel porque se da cuenta de que el papel de Jesús, al contrario de otros, está destinado a no poder ser desempeñado a la perfección. Según él, ningún hombre puede interpretar a un dios. Los católicos comprendemos eso muy bien, porque creemos que Jesucristo es verdadero Dios y verdadero Hombre, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad.
En el Evangelio del IV Domingo de Pascua, Jesucristo mismo proclama: “Yo y el Padre somos uno.”(Jn. 10, 30). Y hay una escena en “Jesús de Nazaret” que refleja ese Gran Misterio y Revelación del Señor de una forma tan sencilla como profunda
Se muestra cómo el Señor se invita a casa del futuro Apóstol Mateo, el cobrador de impuestos que precisamente por ese oficio tenía una mala reputación entre los judíos. S. Pedro cuestiona en la película esa decisión del Señor y rehúsa entrar en la casa de Mateo. Pero, finalmente se acerca por su cuenta a la casa al oír la fiesta y escucha al Señor desde el umbral cuando comienza esta escena:
Jesucristo reveló que el que le viera a Él veía también a Dios Padre. Él es el mismo que el Padre de la parábola que espera a Su Hijo, el mismo que como Buen Pastor recoge a todas sus ovejas en sus brazos. Pidámosle a este Buen Pastor la gracia de seguirle y de amar al resto del rebaño como Él hizo, disponiéndonos así mejor para recibirle en la Eucaristía.
“Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él y en él haremos morada.” (Jn. 14, 23)
[Foto del dibujo de Robert Powell por Juan Pablo Costa: Robertorobot en Wikimedia Commons]
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Hay algún pasaje en el Evangelio en el que vislumbra con particular claridad la unidad de Jesucristo con Dios Padre? ¿Cómo describiría su relación con Dios Padre?
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9 comentarios
Leo con asiduidad su página que despierta en mi mucho interés.
Veo a Dios Padre en Jesucristo, de hecho su doble condición humana pero también divina permiten fácilmente detectarlo.
A su pregunta sobre la unidad de Jesucristo con Dios Padre y su relación, lo que más me llama la atención son las siete últimas palabras de Nuestro Señor, ampliamente comentadas y conocidas.
Y para mí la clave está en la frase "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen", ya que reconoce el Juicio Final al que estamos sometidos y la misericordia de Nuestro Padre, pero además vislumbra fácilmente cuál tiene que ser nuestro camino, el del arrepentimiento.
Por ello, nuestra vida está llena de sentido, pues Nuestro Padre nos creó libres, pero para volver a Él hace falta saber qué es lo queremos, que debería ser unirnos a Él para siempre.
Muchas gracias, Mª Lourdes por sus páginas que nos colman de sabiduría.
Dios la bendiga.
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Ignacio Puras Abad, en la Última Cena Felipe le dijo al Señor: "Muéstranos al Padre y eso nos basta", y el Señor le respondió que el que Le ve también ve al Padre. Muchas veces me veo en Felipe diciéndole eso al Señor, sin comprender esa unidad por la cual se ve a Dios Padre en Cristo. La iconografía suele representar a cada Persona de la Trinidad muy diferente, pero también hay imágenes de la Trinidad como una triple imagen de Jesucristo con diferentes atributos, o una persona con tres caras.
Me parece admirable que Dios nos haya dado por medio de la Humanidad de Dios Hijo una forma de verle a Quien no podremos ver cara a cara hasta que lleguemos al Cielo. Y así podemos "ver" Su Misericordia, Su Justicia, Su Amor, Su Paz de tal forma que ha sido contemplada la persona de Cristo a lo largo de los siglos sin agotar (ni poderse agotar) todo lo que se puede aprender de Dios en este mundo hasta que Le veamos en persona.
Por eso le agradezco sus amables palabras, pero sé que estos posts no llenan de sabiduría, sino que espero animen a desear esa Sabiduría que sólo Dios puede concedernos. Un saludo y espero que siga compartiendo sus reflexiones. Muchas gracias por sus oraciones.
Y el verbo estaba en Dios,
y el Verbo era Dios (...)
Y el Verbo se hizo carne
y habitó entre nosotros"
(Jn. 1, 1-14)
"Mi Padre me lo ha entregado todo, y nadie conoce quien es el Hijo sino el Padre, y quien es el Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo quisiere revelárselo"
(Lc. 10,22)
"El que me recibe a mí, no es a mí a quien recibe, sino al que me envió"
(Mc. 9,37)
"Aún hablaba, cuando una nube luminosa los cubrió y una voz desde la nube dijo: "Este es mi Hijo, el amado, en el cual me complazco. Escuchadle"
(Mt. 17,5)
Respondiendo a tu pregunta, alguien dijo que la razón última de la Trinidad -del Dios Uno y Trino- está exigida por la naturaleza de Dios que es Amor. Dios no puede "estar" en la soledad, sino en una perpetua unidad de amor del Padre y el Hijo en el Espíritu Santo. Y nos comunicó su amor, dándonos a su Hijo para que a través de Él podamos unirnos a su vida trinitaria.
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Luis López, será ese Amor a lo que Ignacio Puras Abad se refiere al recordar al Señor intercediendo por nosotros sobre la Cruz... ese Amor al que no podemos añadir ni quitar, pero que recibimos gratuitamente. Meditaré las citas que dejó, que creo ayudan a apreciar mejor al Santísimo Sacramento. En la Eucaristía está presente Dios mismo... ¡qué misterio de Amor! Un saludo.
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Odet, sí, en "Ben-Hur" no se ve la cara del Señor, pero se lo imagina uno viendo el agradecimiento en la cara de Ben-Hur. Más aún podremos reconocer al Señor en Sus santos, sobre todo la Ssma. Virgen María, Su Madre. En esa película, también se nota un cambio en la madre y hermana de Juda Ben-Hur tras ver al Señor. Lo mismo debe de pasar con los que creemos que Dios Mismo está en la Eucaristía.
"He aquí a vuestro Dios. He aquí al Señor de los ejércitos, que viene con fortaleza, y su brazo dominará a favor suyo; he aquí que Él viene con su salario y va delante de Él su paga. Él apacentará su rebaño como pastor Él le reunirá con su brazo, Él llevará en su seno a los corderos y cuidará a las paridas." (Isaías 40, 9-11)Un saludo.
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Odet, creo que hay una película "Fabiola" de más o menos la misma época que Ben-Hur, pero no sé mucho sobre la película, si producida en Hollywood o no. Creo que las persecuciones cristianas muestran cómo se cumple esa cita que ha dejado Luis López de cómo es el Hijo el que revela al Padre a quien quiere hacerlo. Pidámosle al Señor que revele a Dios Padre a todos. Un saludo.
No hay más que ver las cristologías-basura que se publican, las eclesiologías-detritus (primera derivada de la cristología)que se propagan y la liturgia que se celebra (segunda derivada de la cristología).
Quien pretenda ver a Jesús desde supuestos, hipotéticamente racionales, sin hacer sitio para que "haga morada", podemos despedirnos de ver a Jesús, y por tanto de ver al Padre.
"Las entrañas de misericordia de nuestro Dios", son el signo que más me implica en todo esto que planteas, porque conecta, desde el AT con la misericordia de Jesús en el NT, ahí encuentro el vínculo, y la trayectoria, además de la conexión que me hace identificar a Jesús (Enmanuel, Dios con nosotros) y al Padre.
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Norberto, lo que hace falta para poder "ver" al Señor hoy en día no es más que la oración. Amando se conoce, conociendo se ama... Sin oración es muy difícil que se desarrolle el amor o el conocimiento de Dios tal y como es, no como queremos imaginarnos que es. Un saludo.
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Vicente, eso es lo que le dijo el Señor a S. Felipe en la Última Cena. Pero, también prometió que no Le verían un tiempo pero volverían a verle y se alegrarían y nadie les iba a poder arrebatar ese gozo. Que el Señor nos conceda esa dicha.
Jesús le respondió: «Hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces, Felipe? El que me ve a mí ve al Padre. ¿Cómo es que dices: Muéstranos al Padre?
No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Cuando les enseño, esto no viene de mí, sino que el Padre, que permanece en mí, hace sus propias obras. Jn 14, 8-11
El Evangelio de San Juan es una inmensa fuente de agua viva...
Dios le bendiga María Lourdes. :)
Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanme en esto, o si no, créanlo por las obras mismas.
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Miserere mei Domine, muchas gracias por la cita. Hace poco oí a alguien explicar en un documental que tanto los agujeros negros astronómicos como los tornados se detectaban por los efectos que tenían que se podían observar. Desde luego que sin haber visto al Señor en persona, tenemos el rastro de sus obras. Él sigue trabajando, igual que el Padre sigue trabajando, según nos dijo el Señor. Un saludo.
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Susi, en el siguente post sigo tratando el tema de ese Amor de Dios manifiesto en Cristo. Un saludo.
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Guillermo, de lo que dice me llama la atención la vida del Señor como "una vida de ser en Dios". Estamos llamados a seguirle a Jesucristo hacia Dios Padre, pero estamos hechos a imagen y semejanza de Él. La criatura que más y mejor correspondió a esa "vida de ser en Dios" fue la Ssma. Virgen María, siempre Inmaculada. Ha habido santos que describieron haber experimentado momentos en que todo era Dios y todo se hacía con una viva presencia de Él. ¡Qué maravilloso que Dios conceda a los hombres participar algo de Él (como en la Eucaristía) ya en esta vida!
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