¿Se debería de reducir el tiempo de la catequesis para la Primera Comunión?
El lector Nan comentó hace poco en un post del año pasado sobre la Primera Comunión:
“Los tiempos cambian y así debería irse transformando también los deberes que tenemos que hacer nosotros los católicos. Me refiero en especial a la Primera Comunión. Es demasiado tiempo el que se utiliza para la preparación y los niños realmente no acuden a ésta con la devoción que debería ser.
“Por lo tanto dicha preparación debería ser mucho más corta. Creo que los niños de ahora tienen un intelecto muy grande y se aprenden todo mucho más rapido, captando así lo que se requiere para dicha preparación. Acortarla sería lo mejor. Los niños se cansan de ir tanto tiempo a prepararse y se aburren, lo cual debe ser todo lo contrario.”
En los EE.UU. se están volviendo muy popular en diferentes parroquias la catequesis intensiva durante el verano en vez de durante el año.
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La parroquia de Sta. María Magdalena en Abbeville, Louisiana (EE.UU.) ofrece, según un manual del programa de educación religiosa parroquial, un programa de educación religiosa en la cual la catequesis dura dos semanas, con sesiones de 3 horas por la mañana para los alumnos de grados 1, 3, 4, 5, 6 y de 2 horas por la tarde para los alumnos en grados 7, 8, 9 y 10. Si se suspende la catequesis de grados 1 y 10 no se permite al alumno continuar a la preparación sacramental en grados 2 y 11 para la Primera Comunión y la Confirmación, respectivamente.
Si el alumno falta a clase dos días sin excusa médica, tiene que repetir el curso en otra de las tres parroquias en la zona que también ofrecen el curso durante el verano. En ese caso, se requiere una carta del párroco para autorizar la inscripción de ese alumno a esos otros cursos. Si se falta a clase, es responsabilidad de los padres repasar la información con los alumnos para que puedan pasar los correspondientes exámenes. Pero, hay alternativas para los padres que educan a sus hijos en casa e incluyen educación religiosa en los estudios de sus hijos.
Se resalta a todos la necesidad de asistir a Misa a lo largo del año y de la obligación de las familias de involucrarse en la vida de fe de los alumnos. Todas las familias católicas deberían de comprender que la dureza de corazón que impide al Espíritu Santo actuar en uno se ve sobre todo en los que: ’’nunca ablandan sus corazones con ejercicios de piedad y familiaridad con cosas espirituales… Pero los que son verdaderamente eruditos han sido los más píos, como Sto. Tomás, S. Buenaventura, S. Bernardo y, de la Sociedad, Laynez, Suárez, Belarmino y Lessius.’ (P. Lallemant, citado en “Teología de la perfección cristiana” del P. Antonio Royo Marín, Parte IV, cap. 6)
Por eso es admirable que en el programa de la Parroquia de Sta. María Magdalena se incluya Adoración al Santísimo en las sesiones y también que durante la catequesis un sacerdote se hace disponible para oír confesiones. Además, se clausura el curso con una Misa (con rezo de Rosario antes).
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La necesidad tanto de catequesis como de oración a lo largo de nuestras vidas
“Sería absurdo dedicar todos nuestros esfuerzos a las ciencias humanas y descuidar esa ciencia suprema que tiene que ver con nuestro destino eterno. Tal es el triste espectáculo de muchas personas que son eminentes en cultura literaria, en arte o en ciencia, pero carecen del conocimiento más fundamental de la religión. Otros se dedican flojamente a la adquisición de la ciencia sagrada pero con una actitud opuesta al estudio. Están sólo interesados en el conocimiento especulativo de la verdad, pero no se preocupan de dejar que ese conocimiento afecte sus vidas. Tales almas se mueren de anemia espiritual sin siquiera darse cuenta de que tienen ante sus ojos una mesa espléndida en la cual se pueden alimentar con santa doctrina.
“Y hasta esto no es tan malo como aquellos que descuidan completamente la práctica de la oración para dedicar su tiempo a obras externas del apostolado. Tales personas deberían recordar la enseñanza de S. Juan de la Cruz, que dice que mucho más provecho sería para la Iglesia, y sería mucho más agradable a Dios, si tales almas tomaran la mitad de ese tiempo pasado en actividad y lo dedicaran a la oración. [Cf. “Cántico espiritual", Cap. 29, a.3] El alma debería por lo tanto dedicarse a estudiar la verdad, poner al lado el espíritu de curiosidad, y buscar en este conocimiento sólo la mayor gloria de Dios, la disipación de su propia ignorancia, y los medios para avanzar por el camino a la santidad.” (P. Antonio Royo Marín, O.P., “Teología de la perfección cristiana” Parte III, cap. 5 [traducción mía])
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En el Evangelio del Domingo de la Divina Misericordia, Sto. Tomás exclama ante Cristo Resucitado: “¡Señor mío y Dios mío!” (Jn. 20, 28). Esa confesión de fe fue preparada durante años por el Señor y tuvo lugar ocho días tras la primera aparición que Sto. Tomás no presenció por no estar entonces con los demás apóstoles. Que un niño hoy en día reconozca al Señor en la Eucaristía requiere no sólo la catequesis para impartir conocimiento, sino también el apoyo de su familia a lo largo de los años para alentar esa imprescindible devoción que abre el corazón a la acción del Espíritu Santo en los Sacramentos.
[Foto de Wikimedia Commons: S. Carlos Borromeo da Primera Comunión a S. Luis Gonzaga (Giovanni Dall’Orto)]
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Cree que se debería de reducir el tiempo de catequesis para la Primera Comunión y la Confirmación? ¿Cómo respondería a Nan? ¿Qué opina sobre el programa de educación religiosa en la Parroquia de Sta. María Magdalena?
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18 comentarios
Comento mi vivencia personal en una parroquia del sur de España. Mis tres hijos hicieron la primera comunión después de dos años de catequesis. En estos momentos, la mayoría de las diócesis españolas se están planteando ampliar la catequesis a tres años porque los niños no son capaces de llegar bien formados.
Al mismo tiempo que lo niños, lo padres hacemos también una catequesis paralela. En principio la catequesis de padres tiene el objetivo de darnos pautas de ayuda para responder a las preguntas de nuestros hijos y para que intentemos guardar un mínimo de coherencia con los niños van aprendiendo en su catequesis.
Mi visión personal es que la catequesis de primera comunión son la única oportunidad de enseñar a muchos niños qué es una comunidad cristiana y su vivencia... ya que antes no han aparecido nunca por la iglesia y después, desaparecerán sin remedio. Hablo de más de un 90% de los niños que se preparan para la comunión.
Los temas tratados en la catequesis de lo niños se centran más en la vivencia cristiana que en la primera comunión propiamente dicha... por lo que es necesario que al menos dure un par de años. Hay que reconocer que la preparación verdaderamente catequética es mínima y deficiente en muchos aspectos, por lo que si se amplía a tres años, a lo mejor esto se aborda mejor. Pero creo que el problema no es de tiempo, sinó de formación de los catequistas.
Sobre la catequesis paralela de padres, vuelve a ser una oportunidad para que algunos padres se reenganchen a la comunidad y a la práctica regular de ser católico.
Si dejamos la catequesis en tres meses, como sugiere Nan... estas oportunidad se pierden totalmente. En todo caso, hace esto sería lógico para el grupo mínimo de padres que realmente formamos parte de la comunidad y además nos tomamos en serio el asunto. Para la mayoría de los padres y niños... sería desperdiciar la única oportunidad que tienen para revivir su Fe.
Otra cosa. En España se está planteando volver a la secuencia sacramental tradicional (ya una diócesis la sigue) en la que la confirmación es previa a la comunión. Esto hará que los niños se confirmen en torno a los 7-8 años y hagan la primera comunión entre 12 y 14 años. Ya veremos el fruto de este cambio, pero me temo que lo que pasará con la primera comunión será lo mismo que pasa ahora con la confirmación: se confirman muy pocos jóvenes. La proporción en mi parroquia es de tener más de 120 niños en las primeras comuniones y en las confirmaciones menos de 10 jóvenes.
¿Qué es lo que pasa? Pues simplemente que la inmensa mayoría de los católicos son creyentes sociológicos y costumbristas. Las verdaderas comunidades, como siempre ha ocurrido, son pequeñas por el compromiso que requiere formar parte real de ellas.
No por vivir en el siglo XXI y en un país aparentemente católico, se necesita menos evangelización. Quizás incluso habría que evangelizar con más fuerza para vencer las inercias y muros que las sociedades han creado para "defenderse" del compromiso cristiano.
Dios le bendiga :)
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Miserere mei Domine, en los EE.UU. también suele ser 2 años de catequesis la preparación para la Primera Comunión y la Confirmación. Mi impresión habiendo sido catequista en diferentes parroquias, es que como dice, lo más importante que aprenden es ese testimonio de fe de los catequistas y de los compañeros de clase. Por eso me parece importante que se rece junto en clase ante Jesús Sacramentado en el sagrario, si es posible (una década del Rosario en cada sesión, por ejemplo) y que vean a los catequistas asistiendo a Misa, pero más importante que lo hagan también con su familia.
Se suele depender de catequistas de diferentes niveles de experiencia y formación que hacen lo posible en el poco tiempo de la catequesis, que se reduce aún más si no se hace buen uso desde el primer minuto hasta el último.
En los EE.UU., según encuestas, el número de personas recibiendo la Primera Comunión es muy alta (alrededor del 95%, si mal no recuerdo), pero los que reciben la Confirmación también (alrededor del 85-90%, creo). Otra cosa es dejar al Espíritu Santo actuar en nuestras vidas, manteniéndonos en gracia con Dios, lo cual es muy difícil si no se asiste a Misa cada semana y se confiesa uno sacramentalmente (el porcentaje baja mucho en estos dos campos). Muchas gracias por la información sobre la situación en España.
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Vicente, la Iglesia Católica considera esa edad de la razón alrededor de los 7 años. La formación catequética de los alumnos debe comenzar en el hogar y continuar a lo largo de la vida de cada católico. En los EE.UU. bastantes consideran la recepción de la Confirmación el fin de todo esfuerzo para conocer más sobre la fe, y eso no es suficiente.
Sí el Espíritu Santo es necesario para avanzar en conocimiento, sabiduría y piedad (dones suyos), pero uno debe disponerse lo mejor posible procurando permanecer en gracia con Dios y saber apreciar y pedir esos dones a lo largo de la vida para no perderlos.
Cuando uno sabe leer y escribir y contar ya a los 7 años, eso no es bastante como para que uno piense que pueda prescindir de clases de lenguaje y de matemáticas desde ese momento. El ejercicio físico es bueno para la salud y no hace falta una clase de educación física para que uno ande 30 minutos todos los días, por ejemplo, pero si no se dedicara ese tiempo en el colegio, no todos los alumnos lo harían.
La vida espiritual es más importante porque es eterna, pero no todos dedican tiempo a desarrollarla por medio de los Sacramentos y de la oración, mucho menos por la lectura espiritual. Como dice Miserere mei Domine, si no se alienta la vida espiritual por medio de la catequesis y pocos asisten a Misa semanalmente, ¿cuándo se hará? Un saludo.
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Odet, ¿clases de sevillanas? Aquí en los EE.UU. no hay problema de que sean un conflicto muy grande con el horario de la catequesis. :)
Una hora y media a la vez me parece bien porque los primeros y últimos 15 minutos los alumnos no suelen prestar tanta atención a lo que digan los maestros. Por eso cuando daba catequesis solía aprovechar ese tiempo (el comienzo o el final de la clase según las circunstancias) para dedicar al rezo de una década del Rosario ante el Santísimo (que también es didáctico meditar esos misterios, procurando rezar los gozosos en adviento y Navidad, los dolorosos en cuaresma, por ejemplo) si era posible para las intenciones de los alumnos.
He tenido alumnos que asistían fielmente a la catequesis (y no eran cursos directamente para la preparación de la Primera Comunión y la Confirmación) pero que mencionaban en la clase que sus padres no les llevaban a Misa. Como menciona Miserere mei Domine, a veces son los niños los que "llevan" a Misa a los padres. Un saludo.
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Odet, lo de las clases de sevillanas lo decía medio en broma porque no es tan popular en los EE.UU. aprender a bailar las sevillanas, pero los niños van de aquí para allá con toda clase de actividades (deportes, música, arte, etc.). En muchas familias apenas cenan juntos (la cena es más importante que el almuerzo). Pero luego con la excusa de pasar más tiempo en familia o llevar a los niños a entrenamientos de fútbol, dejan al lado la Misa. Me parece que lo de tener dos semanas de curso intensivo de catequesis es para que haya más tiempo para las demás actividades durante el curso escolar. Pero, cuando no se va a Misa cada semana, podría ser una forma "conveniente" de pasar menos aún por la parroquia.
En algunos sitios organizan la catequesis intensiva de verano de tal forma que la asistencia a Misa durante el año es un requisito para apuntarse o para que se acepte la catequesis como alternativa al otro curso. La parroquia que menciono en el post, que no conozco personalmente, me llama la atención por las prácticas piadosas que incorporan como parte del programa, como Adoración al Santísimo. Hay una gran diversidad en programas de educación religiosa en los EE.UU. No todos son como la que menciono en el post y la formación de los catequistas hacn una gran diferencia en la calidad de los programas. Un saludo.
Les cuento mi lamentable experiencia: la catequesis para mi Primera Comunión duró 2 años, tiempo en el cual no aprendí absolutamente NADA y recibí la Comunión por primera vez sin saber qué era lo que estaba recibiendo. En esos dos años, nadie se dignó decirme que en la Hostia consagrada está realmente presente Jesús en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. De este hecho fundamental para nuestra fe solo me enteré a los 16 años!!!
Por eso, asegúrense de que los niños que se preparan para su Primera Comunión sepan en verdad que la hostia no es una cosa sino una Persona.
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Victoria, le agradezco mucho que haya compartido su experiencia. Siento mucho que no fue hasta los 16 años que se enteró sobre la Real Presencia del Señor en la Eucaristía. Sinceramente, me conmueve mucho lo que dice. Un requisito imprescindible para recibir la Comunión es saber a Quién se recibe. Espero que otros preparándose para la Primera Comunión no pasen por la misma experiencia que describe. Un saludo.
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José María, añadiría también la preparación para el Sacramento del Bautismo de parte de los padres y de los padrinos. Son oportunidades muy buenas para la catequesis de los adultos, de los que particularmente deben dar buen ejemplo a su familia. Un saludo.
Otro problema es la educación religosa en la familia, que en muchos casos no existe; los padres ni siquiera enseñan a rezar a sus hijos las oraciones primeras (Padre Nuestro, Ave María, Gloria) ni los Mandamientos; me decía una sacristana que las madres acuestan y levantan a los niños como los animales, porque no rezan con ellos en esos momentos.
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El pescador, en mi opinión, no es tanto la edad lo que alienta esa conciencia. Lo digo teniendo en cuenta los muchos santos que alcanzaron un alto grado de santidad en su infancia. Pero, hoy en día hay muchas cosas como el materialismo que apagan esa conciencia en vez de alentarla y retrasar la edad no va a cambiar eso. Al contrario, los niños necesitan al Señor en la Eucaristía para poder perseverar en la virtud (y nosotros también).
Aquí tiene un post del blog que explica por qué se permite la comunión a los niños: "La edad de la Primera Comunión: ¿por qué tanta prisa?"
El segundo problema va mano a mano con la preparación inadecuada para la Primera Comunión. Esos niños serán la siguiente generación de católicos, la siguiente generación de catequistas. Un saludo.
Por tanto, la Comunión debería ser después de la Confirmación, no sé a qué edades pero en ese orden que es el teológico, como decimos al nombrar los Sacramentos: Bautismo, Penitencia, Eucaristía, Confirmación...
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El pescador, no sé si teológicamente sea un error ese órden de los Sacramentos, pero en mi opinión, hoy en día no se debería de terminar de recibir los Sacramentos de Iniciación demasiado pronto, porque se ha perdido mucho el sentido de "Iniciación".
Por ejemplo, que yo sepa, no se suele recomendar el bautizo de un bebé, por ejemplo, (excepto en casos de urgencia) si no se puede esperar que sus padres le eduquen en la fe católica.
El Espíritu Santo puede obrar como desee, pero no ayuda el llevar una vida que en práctica está muy alejada de la fe católica. Me pregunto si se extenderá mucho esa práctica que describe y el efecto que tendrá el recibir todos los Sacramentos de Iniciación a una temprana edad. Un saludo.
En muchas catequesis, la preparación de los catequistas es mala y no pueden transmitir más, porque no lo saben.
Debe exigirse a los padres que lleven a los niños a la catequesis con el mismo rigor con el que los llevan a fútbol, clases de idiomas o lo que sea: para eso, muchos niños y padres no reparan en sacrificios, no así para lo que les llevará a la salvación de sus almas.
Estoy de acuerdo con que muchas personas buenas en su campo específico son absolutamente analfabetas en su religión y casi muertos en su vida espiritual. Gente que, por otra parte, se sacrifica en hacer dieta, deporte, revisiones médicas, etc; sin embargo, descuidan su alma.
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Susi, yo recibí mi Primera Comunión cuando tenía casi 9 años. En cambio, la Sierva de Dios Antonieta Meo (Nennolina), la recibió a los 6 años y falleció unos 7 meses después, sin haber cumplido 7 años. Su madre le ayudaba a escribir los pequeños mensajes que dictaba al Señor cuando todavía no sabía escribir. ¡Qué espiritualidad más sencilla pero profunda! Se pueden leer sus cartas en este enlace.
Es bueno participar en diferentes actividades, pero siempre que se mantengan las cosas en el debido orden (el Señor ante todo) y no distraigan del desarrollo espiritual. Los hijos son almas puestas por Dios bajo el cuidado de sus padres para que les ayuden a llegar al Cielo: a Dios Mismo. ¿Qué meta en este mundo puede ser mejor que esa? Un saludo.
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Susi, de nada. Me gustaría que mis hijos se dieran cuenta de lo mismo, de que no tienen que esperar a ser mayores para ser muy agradables a Dios, que ya tiene predilección por los niños. Un saludo.
Piensenlo y meditenlo cantidad no es sinonimo de calidad.
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Ivanova Muñoz, en mi opinión, los padres tenemos la responsabilidad de educar a los hijos en la fe desde su infancia. Los niños pueden aprenderse las oraciones fundamentales (Señal de la Cruz, Padrenuestro, Avemaría, Gloria) antes de llegar a la edad de recibir la Primera Comunión (7 años). Si las rezan juntos con sus padres antes de acostarse, por ejemplo, no debería de ser difícil.
Otra cuestión que comenta tiene algo que ver también con la preparación de los catequistas. A veces en las parroquias son voluntarios los que se encargan de la catequesis, y no siempre han tenido experiencia dando clase.
Muchas gracias por haber dejado su comentario.
AYUDA ALGUIEN PODRÍA AYUDARME INFORMANDOME EN QUE IGLESIAS HAY CATECISMOS EXPRESS O CON DURACIÓN MENOR A 4 MESES, YA QUE MI HIJO TIENE UN INTELECTO AVANZADO Y NO LE IMPLICARIA PROBLEMA APRENDER, OJALA Y PUEDA SER POR LAS DELEGACIONES GUSTAVO A.MADERO O CUAUHTEMOC
GRACIAS PLEASE AYUDA!
El curso de formación duró 8 meses y medio, y vimos prácticamente la totalidad del Catecismo de la Iglesia Católica. Las clases duraban 3 horas y media semanalmente.
En mi grupo hubieron 3 niños cuyos casos eran lamentables, uno de ellos sus padres no iban a misa regularmente sino rarísimas veces y no se preocupaban por la vida espiritual de ellos y sus hijos; y los otros dos no se sabían bien las oraciones, y en vista de esta situación mi catequista sostuvo una conversación con los padres de estos 3 niños para que entendieran el error que estaban cometiendo al descuidar la formación religiosa de su hijo. Aunando a la conversación del catequista con los padres de estos niños estaba el enorme entusiasmo de los niños que contagió no sólo a sus padres sino también al resto de su grupo familiar lo que condujo a que sus grupos familiares empezaran a asistir regularmente a la Santa Misa y a rezar en la noche antes de acostarse. Hubo otro caso donde una niña de 14 años no estaba bautizada y por ello no podría hacer la Primera Comunión y sus padres se negaban a bautizarla a pesar de ella se lo pedía, finalmente la presión de nuestra catequista y de sus compañeros de clase logramos que fuese bautizada.
El padre siempre estuvo muy pendiente de cómo iba la formación de quienes se estaban preparando. Llegado cierto momento el padre le ordenó a los catequistas que evaluaran a los niños para saber que oraciones se sabían y luego exigirles que se aprendieran las demás ya que de lo contrario no harían la primera comunión.
Posteriormente mi familia y nos mudamos al interior del país, y en nuestra nueva parroquia me preparé para la Confirmación. En ese año el párroco reorganizó el grupo de catequistas ya que los integrantes del mismo ya eran de avanzada edad y habían renunciado para darle paso a personas jóvenes las cuales fueron cuidadosamente seleccionadas por el padre. En las primeras semanas del curso vimos un repaso del Catecismo de Primera Comunión, nuestra catequista empezó a hacer preguntas y sólo yo respondía correctamente y además sabía todas las respuestas. A nuestra catequista le llamó la atención mi sólida formación y me preguntó dónde había aprendido todo, y le respondí contándole que mi primer director espiritual fue el padre que me bautizó por espacio de 8 años y su vicario, así como también había tendio desde temprana edad contacto con varios obispos, un cardenal, numerosos seminaristas, numerosos sacerdotes tanto diocesanos como benedictinos, claretianos, carmelitas, salesianos entre otros, y religiosas de varias congregaciones (Siervas del santísimo sacramento, Siervas de Jesús, Carmelitas Descalzas, entre otras)y que provenía de una parroquia muy fervorosa y muy tradicional además de tener un hermano sacerdote, y ella me respondió que con razón respondía con tanta seguridad y dominio del catecismo. Ella inmediatamente se lo comentó al coordinador del grupo de catequistas quien era amigo mío y de mi mamá desde hacía unos meses.
Visto esto nuestra catequista me pidió que diera la última hora y media de la clase, y a partir de esa clase nuestra y catequista y yo dábamos la clase. Mis compañeros aprovechaban los 10 minutos del receso para aclarar las dudas conmigo y a hacerme preguntas. Nuestra catequistas estaba sorprendida de las fallas que tenía la mayoría de mis compañeros y gracias a mi aporte se corrigieron la mayoría de esas fallas.
Años después cuando mi sobrina se preparaba para la Primera Comunión asistí varias veces y presencié la clase, pude ver en persona el porqué mi sobrina estaba tan pobremente preparada (preparación que yo mismo corregí dándole yo mismo las clases en mi casa cuando ella llegaba de la clase de Catecismo): la catequista por un lado usaba un catecismo que tocaba muy pero muy superficialmente el contenido del Catecismo de la Iglesia Católica, y por otro lado ella no profundizaba en los contenidos haciendo un poco pesada la clase. El resultado unos católicos mediocres.
En vista de mi experiencia he podido evidenciar que muchos catequistas carecen de la debida formación para tan importante labor pastoral y hacen un flaco servicio a la Iglesia Católica. La clave no es tanto el tiempo sino la formación en el hogar y la formación de los catequistas la cual debe consistir en Liturgia, Formación Bíblica y Formación Catequética. Los sacerdotes tienen que velar por la debida formación de los catequistas. A los niños también hay que hacer que participen en Adoración al Santísimo Sacramento, rezo del Santo Rosario, Cenáculos Marianos.
No es que el catequista tiene que dar lo que se le antoje y como le de la gana, ¡NO!. El niño tiene que ver la totalidad del Catecismo de la Iglesia Católica, San Juan Pablo II y Benedicto XVI fueron muy claros al respecto. Lamentablemente hay muchos católicos con un alto grado de ignorancia religiosa que se aventuran en ser catequistas.
SERIA CAPAZ DE IR ATENDERSE DE ALGUIEN CON ESTA PREPARACION
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