¿Cómo ha afectado a la Iglesia Católica en los EE.UU. la atención mediática a casos de abusos sexuales?
CARA de Georgetown University está preparando la publicación de un estudio del impacto de los casos de abuso sexual en la percepción pública de la Iglesia Católica en los EE.UU. El escándalo en los EE.UU. llegó a la atención de los medios de comunicación a principios del 2001. ¿Cómo ha afectado ese escándalo a la Iglesia Católica en los EE.UU.?
El estudio de CARA analiza las tres posibles reacciones a eventos negativos en un grupo: la salida o reducción en el involucramiento, la expresión de descontento y la lealtad de los que se quedan. En el caso de la Iglesia, desde que apareció el escándalo en los medios de comunicación (enero, 2001): ¿Cuántos se han apartado de la Iglesia o han dejado de ir a Misa? ¿Cuántos reducen sus donaciones o su voluntariado? ¿Cuántos expresan crítica de los líderes de la Iglesia? ¿Cuántos no han cambiado nada?
Los resultados podrían ayudar a comprender el nuevo ataque mediático que actualmente se desarrolla en ciertos medios de comunicación en los EE.UU.
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Traducción mía de fragmentos del estudio [Documento original (.pdf en inglés)]
Resumen sobre el conocimiento y valoración de la respuesta de líderes de la Iglesia
-Ha habido un aumento general en el número de católicos que están de acuerdo en que los líderes de la Iglesia han dado a los católicos corrientes bastante información sobre el problema de abuso sexual. En mayo del 2002, 31% de los católicos estaban de acuerdo. Según la encuesta por el momento del 2005, 46% están de acuerdo (aunque esto es una leve reducción del nivel más alto de 52% en el 2004).
- Desde principios del 2004, el porcentaje de católicos que dice haber oído sobre la política de la Iglesia para el manejo de las acusaciones ha estado disminuyendo. En la encuesta más reciente tocó fondo (40%). Menos católicos, poco más de un tercio, dicen haber oído sobre las medidas tomadas por su propia diócesis para prevenir el abuso, aunque esto ha permanecido constante desde el 2004.
- Los niveles de concientización de la auditoría de cumplimiento (13%), los resultados del “National Review Board” (18%) y del estudio John Jay (18%) permanecen relativamente bajos.
- Basado en los resultados de la encuesta de septiembre del 2004, los católicos que han oído sobre la política de la Iglesia para manejar las acusasiones, las medidas tomadas por su diócesis o la auditoría de cumplimiento son mucho más positivos sobre el manejo de los líderes de la Iglesia respecto a las acusasiones de abuso sexual que lo que no han oído sobre ello. Estos resultados permanecen constantes cuando uno tiene en cuenta los controles del nivel de asistencia a Misa.
- En septiembre del 2004 no más de aprox. un tercio de los católicos identificaron correctamente el porcentaje aproximado de sacerdotes acusados, el número de víctimas, el gasto total, o el período de mayor prevalencia de abuso [antes de 1985].
- Entre marzo y septiembre del 2004, los católicos fueron menos capaces de identificar correctamente el porcentaje de sacerdotes, el número de víctimas y el gasto total para la Iglesia del escándalo de abuso.
Conclusiones
Las encuestas CARA muestran poca prueba de que los católicos han salido de la Iglesia en números significativos como resultado del escándalo de abuso sexual. La proporción de la población estadounidense identificándose como católicos ha permanecido constante. [En la encuesta católica CARA del 2003, se preguntó a los que no se consideraban católicos pero solían serlo que cuándo dejó de considerarse católico. El análisis de las respuestas no indicó ningún aumento en salida de la Iglesia después de la atención mediática al escándalo de abusos sexuales.] Además, las encuestas CARA muestran poco cambio en la asistencia a la Misa.
Hay alguna prueba de “voz” (i.e., expresión de descontento) entre los católicos. En las encuestas CARA, un número considerable de católicos son críticos de los líderes eclesiales y su manejo de la cuestión del abuso sexual en la Iglesia Católica. Una manifestación de esto son los grupos organizados de reforma y de protesta que se han formado (por ejemplo, “Voice of the Faithful” [“Voz de los fieles”]. Pero, la proporción de católicos involucrados es relativamente pequeña. Algunos católicos podrían estar enviando mensajes de una forma indirecta parando o reduciendo sus donaciones a solicitudes diocesanas. Sin embargo, parte de esta reducción podría estar relacionada también a preocupaciones económicas [la mayor razón dada por cambios en contribuciones].
Aunque la mayoría de los católicos han expresado descontento con algunos aspectos del manejo de parte de la Iglesia de la cuestión de abuso sexual, la mayoría también es leal a su fe en que no han cambiado sus patrones de asistencia a la Misa o de contribuciones parroquiales. Entre los católicos más positivos están aquellos que asisten a Misa con frecuencia y aquellos que han oído información sobre las medidas que los líderes de la Iglesia han tomado para prevenir el abuso y para la auditoría de cumplimiento con estas nuevas reglas.
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En el Evangelio del Domingo de Pascua de Resurrección nos muestra cómo los apóstoles al ver el sepulcro vacío del Señor y las vendas en el suelo y el sudario enrollado vieron y creyeron: “porque hasta entonces no habían entendido la Escritura: que Él había de resucitar de entre los muertos” (Jn. 20, 9). En medio del nuevo ataque mediático contra el Papa, no debemos temer, sino recordar que el Señor profetizó:
“seréis aborrecidos de todos los pueblos a causa de mi nombre. Entonces se escandalizarán muchos y unos a otros se harán traición y se aborrecerán; y se levantarán muchos falsos profetas que engañarán a muchos, y por el exceso de la maldad se enfriará la caridad de muchos; mas el que perseverare hasta el fin, ése será salvo.” (Mt. 24, 9-13)
Los evangelios conservan muchos ejemplos del Señor diciéndoles a sus apóstoles que no temieran. Lo mismo dice a todos sus discípulos a lo largo de los siglos que sufrirán persecución. El ataque mediático contra la Iglesia Católica en los EE.UU. desde principios del 2001 muestra que a largo plazo no han podido cambiar significantemente el porcentaje de fieles asistiendo a Misa, contribuyendo a la Iglesia y apoyando a sus Obispos.
La Iglesia Católica no puede dejar de hacer que su voz sea oída, que los católicos se enteren de los datos reales y de las medidas que toma en casos escandalosos. Como estas últimas estrategias favorecen tanto la verdad como la causa de la Iglesia Católica, no es de extrañar que se ataquen precisamente esos dos puntos en los medios de comunicación no favorables a la Iglesia. Pero, las ovejas que quieren permanecer en el rebaño oyen sobre todo la voz del Buen Pastor.
La victoria final es del Señor como nos muestra Su Resurrección después de Su Pasión y debemos confiar en su promesa de que las puertas del Infierno no prevalecerían contra la Iglesia, aunque pase dificultades en el mundo. El Señor pide que sus ovejas Le sigan, alimentados por Su Iglesia Católica: “y cuando las ha sacado todas, va delante de ellas, y las ovejas le siguen, porque conocen su voz; pero no seguirán al extraño; antes huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.” (Jn. 10, 4-5).
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Novena de la Divina Misericordia dictada por el Señor a Sta. Faustina
Cuarto día: Por los que no creen y todavía no conocen la Divina Misericordia
Piadosísimo Jesús, Tú que eres Luz del género humano, recibe en la morada de Tu corazón lleno de compasión, las almas de aquellos que todavía no creen en Ti, o que no te conocen. Que los rayos de Tu gracia los iluminen para que también, unidos a nosotros, ensalcen tu maravillosa misericordia, y no los dejes salir de la morada de Tu corazón desbordante de piedad.
Padre Eterno, vuelve Tu piadosa mirada a las almas de aquellos que no creen en Tu Hijo, y a las de aquellos que todavía no te conocen, pero anidan en el Compasivo Corazón de Jesús. Aproxímalos a la luz del Evangelio. Estas almas desconocen la gran felicidad que es amarte. Concédeles que también ellos ensalcen la generosidad de Tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.
Jaculatoria: Oh, sangre y agua que brotasteis del Sagrado Corazón de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros, yo confío en Vos.
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Qué medidas buenas ha visto implementadas por Obispos en las diócesis como respuesta al ataque mediático? ¿En su opinión, consiguen su objetivo los medios de comunicación al presentar este tema?
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7 comentarios
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Juanjo, de nada. Me parece que a largo plazo se ve que en los EE.UU. (donde no sólo hubo fuertes escándalos sino que también hay bastantes medios de comunicación poco favorables a los católicos) los que son fieles a la Iglesia lo seguirán siendo y los que ya no estaban con la Iglesia en práctica lo podrían usar como excusa, pero en el fondo ya no acudían de todas formas. Poco cambio se ve en los que van a Misa cada semana y lo curioso es que un 35% de las personas que aumentaron sus contribuciones a la Iglesia dijeron que los escándalos eran una razón por la cual lo hacían. Un saludo.
Feliz Pascua, lo primero. El asunto que comentas es, efectivamente espinosos. Durante estos días de silencio auto impuesto, he leído muy importantes artículos de George Weigel o Bill O'Reilly y, la verdad, mientras la Iglesia pueda seguir teniendo campeones mediáticos para defenderla, creo que la cosa irá bien.
Vuestro episcopado es numeroso, pero algunos de vuestros purpurados no tienen la conciencia tranquila con este tema. A Dios le pido que sean valientes y, como sus homólogos irlandeses, sepan retirarse dignamente. La Iglesia no puede permitirse vacilar con estos temas, me temo...
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Miguel, ¡Feliz Pascua también! Admiro mucho la mortificación de ese silencio.
Que lea a George Weigel o a Bill O'Reilly indica el nivel que tiene. La mayoría de los católicos que conozco no conocen siquiera a esas personas (anecdóticamente, no creo que todos los católicos en los EE.UU. puedan nombrar siquiera a su Obispo - o en el campo político a sus senadores), lo cual no le resta importancia a que haya personas defendiendo a la Iglesia de tal forma porque los que están metidos en los medios de comunicación son los que prestan atención y allí se lucha una batalla aunque no siempre capte la atención de la mayoría de los católicos (al contrario de la impresión que se intenta dar).
Los que saben lo que se está haciendo en las diócesis suelen ser más positivos, pero donde se suele anunciar estas cosas es en la iglesia, o sea que los que van a Misa cada semana están más al tanto de lo que pasa. En mi opinión, hace falta que se expresen estas medidas en otros medios también.
Respecto a la conciencia de los purpurados, como tengo bastante con la mía, dejo a cada uno con la suya. Pero, lo que sí puedo comentar es que los escándalos afectan la percepción de la credibilidad de los que denuncian temas sociales o políticos (el aborto, por ejemplo). Eso lo indica el estudio (3 de 4 personas lo piensan), y sólo 6 de cada 10 personas piensan que los obispos en general están tratando este asunto. Creo que ese dato no es ajeno a los que están atacando ahora no necesariamente los escándalos en sí, sino cómo se maneja el asunto en la Iglesia (y lo hacen sin tener en cuenta cómo ha mejorado la Iglesia en este campo). Pero, en general, en 2006 se expresaba mayor satisfacción con sus obispos que en anteriores años. Un saludo.
"Poco a poco, sin especiales méritos ni planes, manteniendo la simple inercia pastoral-demográfica actual, entre 2010 y 2020 la Iglesia crecerá -no importa mucho lo mal que lo haga en estos 10 años, la mala prensa que sufra ni las persecuciones que experimente- hasta alcanzar los 1.500 millones de católicos en 2020."
http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/noticia.php?id_noticia=16330
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José Ángel Antonio, los que van a Misa y contribuyen económicamente, en general lo seguirán haciendo porque lo hacen no tanto por razones humanas, sino por el deseo de un encuentro con Dios mismo. Curiosamente, en otro estudio de CARA sobre los Sacramentos (que comenté en otro post) hasta los que dicen no creer en la Presencia Real del Señor en la Eucaristía van deseando sentir la presencia de Dios. Eso no creo que lo entiendan los medios de comunicación no favorables a la Iglesia Católica.
Hace tiempo una amiga protestante me comentaba que pensaba cambiar de iglesias porque no le gustaba su nuevo pastor y se sorprendía de que no me importaba ir a Misa en diferentes parroquias para cumplir el precepto dominical. Su lealtad era no tanto a su iglesia, sino a su pastor.
Quizás en los medios de comunicación que atacan al Papa y a los Obispos se piensan que “herirán al pastor y dispersarán a las ovejas”, pero se les olvida que si los apóstoles se dispersaron durante la Pasión, tras la Resurrección y la venida del Espíritu Santo la Iglesia unida se extendió por todo el mundo. Gracias por el enlace que dejó. ¡Feliz Pascua!
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Miriam, a mí me anima mucho saber que la Iglesia haya sufrido persecución a lo largo de los siglos y sigue en pie. Lo que puede ser algo diferente es que haya tantos grupos que se denominan "católicos" sin seguir las doctrinas católicas. El criticismo de cosas que deberían mejorar como la forma en que la Iglesia responde a los casos de abusos es válido y necesario, pero la forma en que se hace ese criticismo no es siempre justo ni honesto (como por ejemplo los últimos ataques contra el Papa).
No se puede contentar a todos siempre, por lo que es muy importante contentar sobre todo al Señor. A Él no se le puede engañar y como comenta, sabe sacar bien del mal. ¡Feliz Pascua también!
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Ana, estoy de acuerdo con lo que dice y me parece terrible lo que sufren las víctimas y las familias. Pero, también me indigna que haya reportajes que agravan la situación difundiendo mentiras a costa de a Iglesia Católica. Esa no es una práctica ni justa ni responsable ni profesional, en mi opinión. Tampoco ayuda a que no vuelva a pasar más lo reprochable. El Papa Benedicto XVI se merece nuestro apoyo y ha tomado las medidas necesarias. Un saludo.
De todo esto espero para el futuro, por una parte que se indemnice a las víctimas en la medida de lo humanamente posible y por otra, que a todos los obispos del mundo les quede muy claro que lo que deben hacer cuando reciban una denuncia de abusos no esconder la basura debajo de la alfombra sino permitir que se pongan en marcha los mecanismos de la justicia.
Y mientras tanto recemos por nuestro querido Papa Benedicto.
un abrazo.
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Esperanza, la carta pastoral del Papa Benedicto XVI a los católicos de Irlanda es admirable en su compasión por las víctimas, su firmeza contra los que cometieron los abusos y su preocupación por el tema... todo eso reflejado en las medidas que enumera para superar la situación. La oración por Irlanda al final de la carta es muy buena también. No dejemos de rezar por el Papa. Sauldos.
"¿En su opinión, consiguen su objetivo los medios de comunicación al presentar este tema?"...
Si su objetivo es inspirar desconfianza y desprestigiar la figura del sacerdote, creo, desgraciadamente, que si lo consiguen.
"¿Qué medidas buenas ha visto implementadas por Obispos en las diócesis como respuesta al ataque mediático?"
En España no se ha abierto un debate sobre este tema y creo que pocos sabrán las medida adoptadas por sus obispos. A mi personalmente, la actitud de Benedicto XVI me parece clara y adecuada. Su instrucción, tan criticada por el mundo gay, "Sobre las personas con tendencias homosexuales antes de su admisión al seminario y a las Órdenes Sagradas" me pareció "justa y necesaria".
Una faceta difícil de este problema es el conflicto entre misericordia y justicia. ¿Qué hacer con un hombre con tentaciones pederastas, pero que no las ha llevado a la práctica?¿Y si las ha practicado hace 20 años y desde entonces no?¿Qué hacer si todo esto lo sabes bajo confesión?. Creo que para la Iglesia Católica el conflicto provoca un tremendo sufrimiento. Nuestra honradez, nuestra claridad es nuestra mejor defensa.
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Manuel, es lamentable que tantos sacerdotes inocentes sufran a causa de la atención mediática a los escándalos. Espero que en este año sacerdotal encuentren el apoyo de fieles que aprecian todo el bien que hacen.
En los EE.UU. una consecuencia del escándalo es la implementación de un programa de entrenamiento para los catequistas y demás voluntarios en las parroquias, Virtus, cuyo lema es: “Protecting God’s Children” (Protegiendo a los hijos de Dios”). No sé lo eficaz que es el material didáctico, pero por ejemplo toman las huellas dactilares de todos los que participan.
En muchas parroquias en diferentes estados he visto folletos sobre el tema o anuncios en hojas parroquiales de apoyo para víctimas, por ejemplo, o de sesiones de información en las que los fieles podrían preguntar sobre situaciones como las que se pregunta. ¡Feliz Pascua también!
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