Hasta los santos necesitan las oraciones de otros
La celebración de la Semana Santa en Hellín (Albacete, Castilla-la-Mancha, España) es una Fiesta Declarada de Interés Turístico Internacional desde el 21 de marzo, 2007, tanto por sus bellas procesiones como sus impresionantes tamboradas a lo largo de la semana. Esta pequeña “Ciudad del Tambor” atrae “La tamborada más grande del mundo” y el Domingo de Pascua de Resurrección rompen el silencio para celebrar con gran estruendo el encuentro entre Cristo Resucitado y la Virgen Dolorosa, como se puede ver en este vídeo:
En el encuentro también se le quita a la Virgen Dolorosa un puñal clavado en su Inmaculado Corazón, símbolo de sus dolores.
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Pero, la primera aparición de Cristo Resucitado que mencionan los evangelios fue a Sta. María Magdalena, de quien también se dice que el Señor expulsó siete demonios (Lc. 8, 2). “El primer beneficio de los que creen consiste en recibir del Espíritu Santo el perdón de los pecados.” (S. Agustín, Sobre el Sermón de la Montaña, 11). Por eso, como Sta. María Magdalena, tenemos que luchar para que los malos espíritus alejados de nosotros no vuelvan con otros más y nos dejen en peor estado (Lc. 11, 24).
Seremos fieles al Señor como esa gran santa si guardamos el talento de fe que nos confió el Señor en nuestro Bautizo, como explica S. Vicente de Lerins:
“Pero, ¿qué es un depósito? El depósito es lo que te ha sido confiado, no encontrado por ti; tú lo has recibido, no lo has excogitado con tus propias fuerzas. No es el fruto de tu ingenio personal, sino de la doctrina; no está reservado para un uso privado, sino que pertenece a una tradición pública. No salió de ti, sino que a ti vino: a su respecto tú no puedes comportarte como si fueras su autor, sino como su simple custodio. No eres tú quien lo ha iniciado, sino que eres su discípulo; no te corresponderá dirigirlo, sino que tu deber es seguirlo. Guarda el depósito, dice; es decir, conserva inviolado y sin mancha el talento de la fe católica. Lo que te ha sido confiado es lo que debes custodiar junto a ti y transmitir. Has recibido oro; devuelve, pues, oro. No puedo admitir que sustituyas una cosa por otra. No, tú no puedes desvergonzadamente sustituir el oro por plomo, o tratar de engañar dando bronce en lugar de metal precioso. Quiero oro puro, y no algo que sólo tenga su apariencia (“Conmonitorio”, n. 22).
¿Cómo hacerlo? Como Sta. María Magdalena, debemos mantenernos muy cerca del Señor, recurriendo a los Sacramentos aunque no siempre sea muy fuerte nuestra fe. Evangelio del Domingo de Pascua de Resurrección: “María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando todavía estaba oscuro” (Jn. 20, 1), cuando no se esperaba siquiera encontrar a Cristo Resucitado sino sólo a Su Cuerpo, al que iba a ungir.
Uno se puede imaginar que encontraría la fuerza para hacerlo habiendo estado junto a la Ssma. Virgen María al pie de la Cruz. ¿No intercedería por ella la Inmaculada Virgen María para que el Señor recompensara su compañía en el Calvario? Si a Sta. Catalina de Suecia le reveló el Señor que las gracias especiales que recibía por sus visiones de Él se debían a la fe de sus parientes, no es difícil suponer que a Sta. María Magdalena se le apareciera el Señor ayudada por los méritos de Ntra. Ssma. Madre. Sí, Sta. María Magdalena mereció ser escogida como “Apóstol a los Apóstoles” por su amor a Jesucristo cuando todo parecía ya perdido, pero algo habrá influído el ejemplo y la intercesión de la Ssma. Virgen María para que su encuentro con el Señor demostrara que:
“…Ningún filósofo antes de la venida de Cristo, aun con todo su esfuerzo, pudo saber acerca de Dios y de las cosas necesarias para la vida eterna lo que después de su venida sabe cualquier viejecilla por medio de la fe.” (Sto. Tomás de Aquino, “Sobre el Credo”, 1. c. , p. 31).
Sta. María Magdalena obtuvo la gran fe de poder creer (sin necesidad de tocar al Señor) que en efecto era Cristo Resucitado el que le enviaba a los apóstoles y no su imaginación o un fantasma, que era Cristo el que le llamaba a participar en la gran tamborada de fe que se ha extendido por todo el mundo no por interés turístico sino por el interés espiritual que tenemos en la salvación de nuestras almas y las de nuestro prójimo. Ella es como la ciega en esta anécdota que pudo guiar a otros, gracias a Dios:
“Aquí, en Roma, hubo un gran poeta, Trilussa, que trató también él de hablar de la fe. En cierta poesía suya dejó dicho: “aquella viejecita ciega, que encontré / la tarde que me perdí en medio del bosque / me dijo: Si el camino no lo sabes / te acompaño yo, que lo conozco. / Si tienes el valor de acompañarme, / de vez en cuando te daré una voz: hasta allá en el fondo, donde hay un ciprés; / hasta allá en la cima, donde hay una cruz. Yo respondí: Bueno. . . pero encuentro extraño / pueda guiarme quien no ve… / La ciega, entonces, me cogió la mano / y suspiró: “Camina”. Era la fe“. Como poesía, graciosa; como teología, defectuosa. Defectuosa, porque cuando se trata de la fe, el gran conductor es Dios.” (Papa Juan Pablo I, Aloc. l 3 -IX- 1978).
Así lo indicó S. Juan de la Cruz cuando reveló a su hija espiritual, la Madre Ana María de Jesús, que el Señor le concedió en su primera Misa la gracia de poder hacer penitencia en esta vida para reparar todos los pecados que hubiera cometido si el Señor no le sostuviera.
Que el Señor nos sostenga también a lo largo de esta Pascua y siempre, ayudados por la intercesión de Ntra. Ssma. Madre y de los santos, para que por Él podamos resucitar a la Vida Eterna. Cristo ha resucitado. ¡Aleluya!
[Citas de santos: “Antología” por Francisco Fernández-Carvajal]
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Novena de la Divina Misericordia dictada por el Señor a Sta. Faustina
Tercer día: Por todas las almas devotas y fieles
Misericordiosísimo Jesús, del tesoro de Tu misericordia distribuye Tus gracias a raudales entre todos y cada uno de nosotros. Acógenos en el seno de Tu Compasivísimo Corazón y no permitas que salgamos nunca. Te imploramos esta gracia en virtud del más excelso de los amores; aquel con el que Tu corazón arde tan fervorosamente por el Padre Celestial.
Padre Eterno, vuelve Tu piadosa mirada hacia las almas fieles, pues que guardan el legado de Tu Hijo. Por los méritos y dolores de Su Pasión, concédeles Tu bendición y tenlos siempre bajo Tu tutela. Que nunca claudiquen su amor o pierdan el tesoro de nuestra santa fe, sino que, con todos los Ángeles y Santos, glorifiquen tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.
Jaculatoria: Oh, sangre y agua que brotasteis del Sagrado Corazón de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros, yo confío en Vos.
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Tiene algún ejemplo concreto de cómo le guía el Señor en su vida? ¿A través de quién ha recibido su fe?
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8 comentarios
Todos necesitamos las oraciones de todos, porque eso complace al Señor, es como una familia unida en la que cada uno se desvive por el otro dejándose a sí mismo en segundo plano,¡quién no se conmueve ante eso, pues Dios también!.
anoche en la Vigilia, en la despedida unas monjas clarisas, del convento que está en mi parroquia, de origen keniata (dos profesas y dos novicias), cantaron en swahili ¡Cristo ha resucitado, aleluya!, acompañándose con panderetas y timbales; nos dieron un testimonio de alegría inolvidable.
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Norberto, mi familia es muy amiga de unas monjas clarisas en Alcalá de Henares. Me conocen desde mi niñez y la última vez que estuve allí (hace tres años) me comentaban que les venían vocaciones del extranjero. Una monja que conozco en Francia también me comentaba lo mismo sobre su comunidad.
Así de católica es nuestra Iglesia, que nos hacen mucho bien las oraciones por todo el mundo y tenemos monjas contemplativas intercediendo por nosotros más de lo que nos podemos imaginar. ¡Cómo sería el mundo sin ellas! ¡Qué bendición y qué ejemplo son para todos!
Estamos rezando ahora la Novena a la Divina Misericordia en Radio María, después del Rosario y Vísperas y antes de la Santa Misa. Gracias por recordarme.
Descubrí un blog que tal vez ya conozcas, con una actividad para los niños relacionada
http://familiacatolica-org.blogspot.com/2010/04/lapbook-para-la-novena-la-divina.html
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Camino, muchísimas gracias por su felicitación y por ese enlace tan bueno. Este año me acordé de la Novena de la Divina Misericordia a tiempo para intentar rezarla completa antes de la Fiesta de la Divina Misericordia, pero no todos los años me acuerdo.
El Señor nos conoce bien y sólo nos pide fe del tamaño de una semilla de mostaza. Pero igual que la Inmaculada Concepción fue concedida a la que mejor dispuesta estaría para recibir ese don, creo que a cada uno nos da a nuestra medida para lo que nos pide.
Y da igual lo poco que tengamos al comenzar, Él está dispuesto a mostrarnos Sus llagas si hace falta como a Sto. Tomás, a llamarnos por nuestro nombre como hizo con Sta. María Magdalena, a tirarnos al suelo como a S. Pablo, etc. Pero no hay duda de que no deja de animarnos a creer de primera mano en nuestras vidas. ¡Felices Pascuas!
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Odet, muchas gracias. Encontré el enlace al artículo que menciona, que veo allí es originalmente del blog "Catolicidad". ¡Qué blogs más interesantes!
En cuanto a la segunda pregunta, me han transmitido la fe mis padres, como a casi todos... poco a poco sigo todavía aprendiendo a vivir de forma personal la fe de la Iglesia. Los buenos libros ayudan, puede ser un tópico pero es cierto.
Uno de los pocos libros "de religión" que había en mi casa, además de la Biblia, era un misal con la Misa de antes del Concilio. Desde el mismo día en que lo encontré me fue de gran ayuda.
Un abrazo.
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Esperanza, a mí de pequeña también me ayudó mucho un misal que había en mi casa. Se me había olvidado y su comentario me lo recordó.
Hace poco Miriam de Argentina recomendó el testimonio de Dra. Gloria Polo. Me conmovió cómo dijo que oyó al Señor explicarle por qué le iba a dar otra oportunidad cuando se merecía ser condenada. Voy a dejar el fragmento en otro comentario para que éste no se me haga muy largo. Saludos.
Claro que todos tenemos que rezar unos por otros, en virtud de la Comunión de los Santos, en la que decimos creer cuando rezamos el Credo.
Gracias por seguir poniendo la Novena de la Misericordia día a día.Yo también la hago.
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Susi, también tuve la gracia de que mis padres me transmitieran la fe y a ellos misioneros en Asia. Mi padre tuvo una fuerte experiencia de conversión en medio de un terrible hurracán que todavía recuedan en esa zona de China porque derribó casas por toda la costa y destrozó muchísimos barcos. La noche que ocurrió eso, él estaba durmiendo en el campo en una choza que había construído con unos amigos. Estaba con un amigo que había sido bautizado por unos misioneros de S. Juan de Dios en la zona. Pero, mi padre se resistía a convertirse. Me imagino a otros de su pueblo rezando por él.
Esa noche se cansaron de sujetar el tejado con una cuerdecita que tenían para que no se volara. Mi padre dijo que se iban a dormir y que si tanto confiaba su amigo en el Señor, que Él cuidara de ellos. Si el tejado todabía estaba allí por la mañana, creería y pediría el bautismo. Al despertarse y ver el tejado, se sorprendió pero pensó que quizás dejó de llover cuando se durmieron y estaba pensando en no bautizarse hasta que abrió la puerta. Todas las casas estaban destrozadas y lo único que veía en pie fue su pequeña choza. Enseguida se dirigió a la Iglesia y pidió el Bautismo. Los misioneros le llamaron "Pablo".
Sólo me enteré de mayor, cuando vi a mi padre muy conmovido leyendo en el periódico chino cómo recordaban el aniversario de ese acontecimiento con una foto de la destrucción en la costa. Un saludo.
"Vas a volver, vas a tener tu segunda oportunidad (...), pero me dice, pero no por la oración de tu familia. Porque es normal que ellos oren y clamen por ti, sino por toda la intercesión de todas las personas ajenas a tu carne y a tu sangre que han llorado, han orado y han elevado su corazón con muchísimo amor por ti”.
Y empiezo a ver cómo se prenden un montón de lucecitas que son como llamitas blancas llenas de amor. Y veo a las personas que están orando por mí. Pero había una llama grande, grande que era la que más luz daba. La que más amor daba. Yo miraba quién era esa persona que me amaba tanto. Y me dice el Señor:-"Esa persona que tú ves allí , es una persona que te ama tanto, tanto que ni siquiera te conoce".
Y me mostraba, había visto el recorte en la prensa del día anterior porque bajo al pueblo, bien pobre, era un campesino que vivía al pie de la Sierra Nevada de Santa Marta. Bajó el hombre bien pobrecito. Compró una panela y se la envolvieron en una hoja del "Espectador" del día anterior. Estaba ahí mi fotografía, quemada. Cuando ese hombre ve esa noticia que ni la leyó de corrido se fue para el piso y empieza a llorar con un amor tan grande, y dice:- "Padre. Señor ten compasión de mi hermanita. Señor sálvala, señor mira Señor. Si tú salvas a mi hermanita, yo te prometo que me voy al "Santuario de Buga" y te cumplo una promesa, pero sálvala".
Imagínense un hombre pobrecito, no estaba renegando ni maldiciendo porque estaba aguantando hambre, con una capacidad de amor ofrecerse a atravesar todo un país, por alguien, que no conocía. Y me dice el Señor: "Eso es Amor al Prójimo."
Estoy con la novena de la Misericordia. Si Dios queire el domingo iré a la Almudena y trataré de confesar ese dia para conseguir la indulgencia
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Ana, me alegro que esté rezando la novena de la Divina Misericordia. Para la indulgencia de la Fiesta de la Divina Misericordia (Segundo Domingo de Pascua - este domingo), si no consigue confesarse el mismo día, todavía puede obtenerla si se confiesa en cuanto pueda (creo haber leído que se recomienda hacerlo durante la semana antes de la fiesta porque se esperan muchas más personas el mismo día de la fiesta).
Se concede la indulgencia plenaria, con las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice) al fiel que, en el domingo segundo de Pascua, llamado de la Misericordia divina, en cualquier iglesia u oratorio, con espíritu totalmente alejado del afecto a todo pecado, incluso venial, participe en actos de piedad realizados en honor de la Misericordia divina, o al menos rece, en presencia del santísimo sacramento de la Eucaristía, públicamente expuesto o conservado en el Sagrario, el Padrenuestro y el Credo, añadiendo una invocación piadosa al Señor Jesús misericordioso (por ejemplo, “Jesús misericordioso, confío en ti”).;Cuando vivía en Madrid quería entrar en la Catedral de la Almudena, pero nunca lo hice y cuando quise hacerlo hace unos años tampoco pude por ciertos compromisos. Acuérdese en sus oraciones, por favor, de los que pasamos por aquí.
Se concede la indulgencia parcial al fiel que, al menos con corazón contrito, eleve al Señor Jesús misericordioso una de las invocaciones piadosas legítimamente aprobadas.
¡qué curioso! tú también tuviste cerca un Misal antiguo. Lo conservo todavía y lo uso bastante. (aunque por ejemplo no incluye algunas devociones como la novena a la Divina Misericordia). Y cuando viajo me lo llevo conmigo, junto con el librito del Nuevo Testamento.
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Esperanza, en mi opinión, todos los que hemos sido bautizados recibimos la fe de la forma que nos puede ser de mayor beneficio a nosotros y a los que llegan a conocernos. Lo difícil es conservarla hasta el final.
Ya no sé dónde está esa copia del Misal que leí de pequeña, que no era mía. Me acuerdo de que una vez me porté muy mal cuando mi familia estaba a punto de ir a Misa y como castigo merecido me tuve que quedar en casa. Me consoló leer ese Misal.
También me gusta llevar conmigo la Biblia y alguna lectura espiritual cuando viajo. Un saludo.
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