¿Es la autoestima compatible con el cristianismo?

La lectora Susi me sugirió el siguiente tema hace poco:

He leído un artículo sobre la autoestima, en el que se dice que es contrario a la enseñanza católica. […] En la enseñanza, se habla mucho de que los alumnos tienen o no autoestima y, yo, la verdad, nunca pensé que pudiese tener o no, relación con la humildad, o el cristianismo en general. Pero, tal vez, sin darnos cuenta, estemos fomentando el orgullo en los chicos.”

Si uno tiene en cuenta las palabras del Señor en el Evangelio del VI Domingo de Tiempo Ordinario: “Dichosos vosotros, cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten y proscriban vuestro nombre como infame… ” (Lc. 6, 22), parece ser que no deberíamos de hacer nada por los niños con baja autoestima porque el Señor les muestra preferencia por ser necesitados. Pero, también llama dichosos a los hambrientos y a los que lloran y sería una falta de caridad dejarles en ese estado para que pudieran merecer más sobrenaturalmente.

Además, si tenemos en cuenta lo que sigue esa cita: “por causa del Hijo del hombre” (Lc. 6, 22), entenderemos mejor que no es la humillación en sí lo que alaba el Señor, sino la humildad. Uno puede ser humillado por otros y no ganar mérito por ser orgulloso y resentir esa humillación por dentro. Por otro lado, uno puede ser alabado por otros pero ser humilde porque reconoce uno ante el Señor que nada es sin Él.

La humildad no es lo mismo que una baja autoestima, sino que es la verdad. Los que sufren de una baja autoestima verdaderamente sufren y no por la verdad ni en nombre del Señor, sino por falsas percepciones de sí mismos y del mundo.

Algunos síntomas son la ansiedad y depresión clínicas, una susceptibilidad que exagera lo negativo, una firme convicción de que otros [incluyendo a Dios en muchos casos] no les quieren ni les pueden querer, un miedo extremo de fracasar que les paraliza y les incapacita para usar los talentos que el Señor les dio.

Algunos comportamientos típicos pueden ser dejarse llevar fácilmente por los demás sin poder tomar decisiones propias de hacer el bien y evitar el mal, rebeldía e ira contra los que le hacen sentir mal (en realidad o según su susceptibilidad), culpar a otros por los fracasos de uno mismo, no respetar la autoridad de otros, falta de productividad por estar tan ansioso. Ninguno de esos comportamientos refleja una forma cristiana de vivir la vida.

La humildad no inquieta ni desasosiega ni alborota el alma, por grande que sea, sino viene con paz y regalo y sosiego. Aunque uno de veras ruin entienda que merece estar en el infierno y se aflige y, a su parecer con justicia, todos le habían de aborrecer y que no osa casi pedir misericordia, si esta pena es buena humildad y viene en sí con una suavidad y contento que no querríamos vernos sin ella; no alborota ni aprieta el alma, antes la dilata y hace hábil para servir más a Dios.” (Sta. Teresa de Jesús, “Camino de perfección", 39,2).

Lo recomendado es no alabarles demasido o adularles porque no se lo van a creer y confirmaría su opinión de que no hay nada bueno que se puede encontrar en ellos si otros tienen que mentir para intentar hacerles sentir mejor. Lo que sí se recomienda es que se les ayude a superar las dificultades de forma realista y siguiendo un criterio propio moral.

La autoestima no es lo mismo que el narcisismo o el orgullo, sino un autoconcepto realista necesario para poder ser humildes. Hay tanta probabilidad de que los que sufren de baja autoestima se vuelvan narcicistas de la noche a la mañana como de que un niño que no sepa andar corra al día siguiente.

El Señor dice que los que quieran ser sus discípulos deben negarse a sí mismos, tomar su cruz cada día y seguirle. También dice que los que quieran ser primeros deberán ser los últimos y servir a los demás. Nos reta a una santa ambición de unirnos a Dios mismo y de querer estar con Él que abruma a los que están encadenados a una baja autoestima. Sta. Teresa de Jesús se llamaba miserable por verse así ante la perfección de Dios Todopoderoso, pero se sentía amada y no escondía lo mucho que había recibido del Señor, mientras que la baja autoestima ciega a la gente de sus talentos y del mismo amor de Dios.

El Señor quiere que nos amemos los unos a los otros como Él nos ha amado, pero los que sufren de baja autoestima no creen que nadie (ni siquiera el Señor) les ame de verdad, ni que ellos mismos son capaces de amar a otros. No serían capaces de hacer lo que la mujer cananea hizo persistiendo en su súplica al Señor (aunque Él la comparó con perros, acabó alabando su fe), ni lo que hizo la Ssma. Virgen María en Caná. Viendo lo que habían recibido del Señor, ellas no dudaban en humillarse ante Él, esperando todo de Su Bondad. Alguien con baja autoestima no sería capaz de esperar tanto del Señor.

¿Hay quienes se aprovechan de la baja autoestima de otros para hacer negocio? Indudablemente. Pero, en general, en el contexto escolar, no creo que tener un autoestima sano vaya en contra del cristianismo.


Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]
: ¿Cree que la autoestima es compatible con el cristianismo? ¿Cómo?

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42 comentarios

  
luis
El artículo que se cita es de una mujer,Lucrecia Rego, que ante el escandalo del Fundador de la Legión de Cristo, Marcial Maciel (entre otros, tener hijos y familia siendo religioso), dijo que era "la otra hija de Maciel" -espiritual, por supuesto.
Esta misma señora, consultada sobre qué hubiera hecho si Maciel hubiera abusado de sus hijos o la hubiera engañado, dice que lo hubiera perdonado igual, porque "es lo lindo de las familias".

Está claro que esta mujer no puede dar lecciones de autoestima a nadie.

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Comentario de Maria Lourdes [21.02.10 22:15]:

Luis, acabo de publicar su comentario ya que me asegura que lo que quiere destacar es la falta de criterio de la autora del artículo en cuestión, pero le agradecería que argumentara en contra de lo que se expone en el artículo sobre la autoestima, que es el tema principal del post. Un saludo.
21/02/10 12:27 AM
  
María Lourdes
21/02/10 12:57 AM
  
Esteban
Nuevamente su espacio es una luz, no es sorprendente, viendo quien es la autora del artículo a quien se refiere. Esa es una desviación de principio, que obliga al llamado "fatalismo", que por ejemplo pretende que los pobres crean que son pobres porque es voluntad de DIos, por poner un ejemplo, mas claro. Que bueno que usted esclarece la doctrina cristiana, con respecto a una interpretación "comodina" o "desviada" del Evangelio. EL sectarismo hace daño a las cabezas de muchas personas, y mas cuando se infiltra a la Iglesia, el artículo al que refiere es muestra clara de eso. Afortunadamente todavía hay personas que no ven "demonios" en donde no los hay.
21/02/10 7:23 AM
  
FZalacaín
No sé si católico el comentario, pero decía Chesterton que ser humilde es virtuoso cuando no hay motivos para serlo.
21/02/10 11:08 AM
  
Luis López
Yo creo que es imprescindible una cierta y moderada "autoestima" en el cristiano. Pero no como hombres sino como "hijos de Dios". Somos hechos "a imagen y semejanza de Dios" (Gen. 1,26) y tenemos el privilegio de ser "templos vivos del Espíritu Santo" (1 Cor. 6,19).

Y sabemos que "tanto amó Dios al mundo, que nos dio a su Hijo único para que todo el que se adhiera a él no perezca y viva" (Jn. 3, 16). No tener cierta autoestima, conociendo ese amor inmerecido, es a mi juicio una muestra de falta de fe. ¿Es mala una cierta autoestoma si sabemos que "vosotros sois mis amigos" (Jn. 15,14)

El problema es poner nuestra autoestima en nuestras propias fuerzas, sin contar con que "sin Jesús, nada podemos hacer" . Eso ya no es autoestima, sino orgullo, el pecado por excelencia de Satanás.
21/02/10 12:44 PM
  
anarico
María, hoy más que nunca, nos has planteado un tema que necesita ser tratado de manera seria y cuidadosa, pues es mucha la gente la que padece horrores a causa de la falta de saber ubicar la estima, los de nuestra religión de forma más acentuada si cabe; pues en la Santa Doctrina podemos leer una cosa y nuestros eclesiásticos en sus colegios enseñan otra muy distinta, para desgracia de todos.
Hoy me duele especialmente tener "problemas con el teclado" que me impiden tratar la cuestión de manera que pueda hacerme comprender por todos, pues "la cosa", la tengo trabajada y, requiere sus matizaciones después de tanta confusión y de tanto manoseo sin haberse lavado las manos y menos aun ni haberse bañado ni por asomo. Pero algo diré si me animo.

El otro día me gusto mucho el ejemplo del monje y la caja de galletas,
21/02/10 1:09 PM
  
Raúl
El primer y principal mandamiento de la Ley de Dios es "amárás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a tí mismo".

Amarse a uno mismo, tener una autoestima razonable no creo que sea malo, siempre que seamos conscientes al mismo tiempo de nuestra propia miseria y nuestras limitaciones, y de nuestra condición pecadora.

Debemos ser siempre humildes.
21/02/10 2:43 PM
  
María Lourdes
Esteban, en este caso no viene a cuento quién es la autora del artículo en cuestión, ya que presenta muy bien sus argumentos, aunque no estoy de acuerdo en que toda autoestima no es cristiana.

Creo que hay situaciones en que la crítica de ese artículo es pertinente, sobre todo en casos en que iniciativas con fin de lucro se pasan de raya promoviendo un orgullo no cristiano y una dependencia de lo vendido. Siempre hay quienes se aprovechan de otros y también quienes fomentan la verdadera soberbia.

Pero, no me parece que se aplique tan bien la crítica a los que están intentando ayudar a niños con verdaderos y graves problemas sociales. Sí hay casos en que la diagnosis podría ser incorrecta y en que se hace con demasiada facilidad, pero he tenido alumnos muy inteligentes que sufrían muchísimo sin poder usar esa inteligencia bien a causa de su baja autoestima. Eso es lo que muchos educadores quisieran evitar. Un saludo y me alegro de volver a leerle.
21/02/10 3:04 PM
  
María Lourdes
FZalacaín, es muy pertinente esa cita al tema. Aquí hay una relacionada:
"Un tipo de humildad es la humildad suficiente, otro la abundante Y otro la superabundante. La suficiente consiste en someterse al que es superior a uno y no imponerse al que es igual a uno; la abundante consiste en someterse al que es igual a uno y no imponerse al que es menor; la superabundante consiste en someterse al que es menor a uno mismo" (S. Bernardo, Sentencias, n. 37).
Muchas gracias por la cita.
21/02/10 3:18 PM
  
María Lourdes
Luis López, su comentario me recuerda esta cita de Sta. Teresa de Jesús, "Camino de Perfección":
"Déjense de algunos encogimientos que tienen algunas personas y piensan que es humildad. Sí, que no está la humildad en que si el rey os hace alguna merced que no la toméis, sino en tomarla y entender cuán sobrada os viene y holgaros con ella. Donosa humildad que me tenga yo al emperador del cielo y de la tierra en mi casa, que se viene a ella por hacerme merced y por holgarse conmigo, y que por humildad no le quiera responder ni estarme con El ni tomar lo que me da, sino que le deje solo; y que estándome diciendo y rogando que le pida, por humildad me quede pobre y aun le deje ir, de que ve que no acabo de determinarme. No os cuidois, hijas, destas humildades." (28,3).
Ésta del mismo libro añadiré al post:
"La humildad no inquieta ni desasosiega ni alborota el alma, por grande que sea, sino viene con paz y regalo y sosiego. Aunque uno de veras ruin entienda que merece estar en el infierno y se aflige y, a su parecer con justicia, todos le habían de aborrecer y que no osa casi pedir misericordia, si esta pena es buena humildad y viene en sí con una suavidad y contento que no querríamos vernos sin ella; no alborota ni aprieta el alma, antes la dilata y hace hábil para servir más a Dios." (39,2).
Un saludo.
21/02/10 3:30 PM
  
María Lourdes
Anarico, el tema me lo sugirió Susi. Por ahora, todas las sugerencias para temas de posts que he recibido como tales o como preguntas han sido muy buenas, lo cual muestra el nivel de los lectores y el interés que hay en temas relacionados a la fe católica.

Espero que el teclado no le dé demasiada guerra hoy. Un saludo.
21/02/10 3:44 PM
  
María Lourdes
Raúl, del artículo en Catholic.net:
"Jesús sustituye el 'como a ti mismo' por algo mucho más ambicioso y perfecto: 'como Yo los he amado'. [...]
Los que defienden sólo el “amar a los otros como a nosotros mismos”, sin tomar en cuenta el nuevo mandamiento, se quedaron antes de Jesucristo (están un poco pasados de moda), se quedaron en la Ley Antigua, en la ley del talión “Ojo por ojo y diente por diente” o en la ley mínima de “No hagas a otros lo que no quieras que te hagan a ti”
También señala la misma autora apoyándose en lo que Sto. Tomás de Aquino dice contra el amor propio:
"Si amarme a mí mismo significa desear para mí la salvación, entonces "amar a mi prójimo como a mí mismo" significa desear para ellos la salvación. Y esto no es "elevar la autoestima" mía o de los otros, sino entregarme yo a los demás y ayudarlos a que ellos también se olviden de sí mismos y se entreguen."
Creo que respondo a eso en el post. En mi opinión, la sana autoestima no es narcisismo y la verdadera baja autoestima como la he visto en el contexto escolar es una obsesión negativa de uno mismo que no permite esto que dice Sto. Tomás de Aquino: "La humildad dispone para acercarse libremente a los bienes espirituales y divinos" ("Suma Teológica",2-2, q. 161, a. 5).
21/02/10 4:04 PM
  
susi
M. Lourdes: muchas gracias por su opinión sobre el tema que le expuse.
21/02/10 4:31 PM
  
María Lourdes
Susi, de nada. Gracias por proponerlo. Un saludo.
21/02/10 4:38 PM
  
Esperanza
Me ha gustado leer este post y los comentarios porque es una cuestión sobre la que siempre he escuchado (y leído) cosas contradictorias. Siempre fui de la opinión que se refleja en tu escrito Mª Lourdes, porque pienso que una baja autoestima es una carencia que refleja falta de seguridad en uno mismo etc… y porque no creo que el Señor bendiga las carencias en cuanto tales.
¿cómo compatibilizar la autoestima con la condición de cristiano? Yo trato de recordar lo que dice San Pablo “si te glorías, gloríate en el Señor”.
21/02/10 5:07 PM
  
Norberto
"La caridad, bien entendida empieza por uno mismo", expresa un viejo dicho; otro dice "Si no te respetas a ti mismo,¿cómo vas respetar a los demás?"; es decir la sana consideración de uno mismo, que pasa por conocerse, y para eso resulta imprescindible confrontarse uno mismo con una escala de valores morales: personales y sociales.

¿De dónde, pues, las crisis de "autoestima"?, pues de la falta de aspiración a conseguir que uno sea lo más cercano a esos valores estándar, que han sido inculcados y aceptados: es decir es imprescindible que haya existido educación.

Desgraciadamente, desde que hace unos 20 años la sociedad española dimitió de esa tarea educativa ("educar es de fachas"), nos encontramos con que el evanescente y melifluo perfil de los jóvenes, y menos jóvenes, hace que los hijos del "pensamiento débil" no se encuentren a sí mismos, cuando llegan los momentos de prueba, y desde una falsa lectura psicologizante se encuentren "depres" (desanimados), "acomplejados" (o sea limitados), con la "autoestima baja", (o sea desentrenados en el esfuerzo), la constancia, la perseverancia, la tenacidad, a la espera de que otro me lo resuelva,o, que cambien las condiciones (exigencias más bajas).

Si se estimulara el amor propio, la vanidad, el orgullo, pues todavía tendría un pase, aun no siendo muy cristiano que digamos, pero la dichosa "autoestima" es un sentimiento emotivo-eufórico, basado en la risa constante y la nula reflexión, o sea nada con gaseosa.
21/02/10 5:31 PM
  
Marta
Muy interesante el artículo. En efecto, si Dios nos da talentos para multiplicar y, por miedo, los ocultamos bajo tierra ¿estamos haciendo su voluntad? No. Lo primero es reconocer lo que Dios nos ha dado, con agradecimiento. Además de eso, por supuesto, con humildad reconocerns imperfectos y pecadores, sabedores de la necesidad de la ayuda de Dios en nuestra vida para poder llevar a cabo las tareas que nos tiene encomendadas.
21/02/10 6:51 PM
  
solodoctrina
Muy estimada María Lourdes:

Como nos tienes acostumbrados, son interesantes en grado sumo tus aportes y, asimismo, los temas que planteas en tu espacio. Tanto es así que a Manuel, mi hijo mayor, cuando este año inició el noviciado en los salesianos de Don Bosco, le recomendé que lea Infocatólica y, en particular, tus fermentales artículos.

Sin embargo, en esta ocasión disiento contigo. No se puede apreciar que hayas formulado una definición clara y distinta del concepto autoestima. Das por buena esta palabra, la utilizas y con ella su origen e implicancias. Aunque sospechas de sus supuestas bondades al matizarla con el adjetivo de "sana".

Por mi lado concuerdo totalmente con el enfoque que a la cuestión "autoestima" da la señora Rego de Planas, en el enlace citado. Ofrece argumentación muy sólida con la cual sustenta que el concepto autoestima -tal como se maneja en la literatura de autoyuda al uso y en ambientes freudianos- no es cristiano. Es más, yo agregaría que es anticristiano. La autoestima, tal como la presentan los mundanos parece ser un enmascaramiento del pecado capital soberbia, bajo el pabellón de una nueva palabra de sentido positivo: autoestima. Es decir, un viejo perro -el amor desordenado a sí mismo- con nuevo y anestesiante collar.

En efecto, los mandamientos cumbres dados directamente por el Señor son: el primero "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo". No es casual que estos dos mandamientos nos hayan sido dados juntos. Existe una estrecha correlación entre el amor a Dios, el amor al prójimo y el amor a sí mismo. No se puede amar a si mismo ordenada y equilibradamente, no hay verdadero a amor, sin amar a Dios principalmente y sin amar al prójimo. Si no amo a Dios y a mi prójimo no puedo, al mismo tiempo, amarme a mi mismo de verdad, como fantasean los promotores de la "autoestima". Eso aclara, eso afirma, eso implica la ley-mandamiento del Señor. Y esto ea lo que omite TODA la literatura autoyuda. Se dedican a levantar el ego, a hacer creer a las personas que son como dioses, a fomentar el amor a si mismo, sin hablar, sin contar con el prójimo ni con Dios. Una contradicción, una falsedad insalvable. Es la ficción iluminista: el individuo sólo, sin Dios, sin prójimo, sin esperanza, resolviendo todo en este mundo, sin mas allá, sin vida sobrenatural, todo materialismo puro.

En resumen, la palabra "autoestima" pertenece al vocabulario anticristiano, viene de ámbitos contrarios a la luz del Señor. Que omiten, deliberada y engañosamente que " el hombre es imagen de Dios, porque es capaz de conocerle y amarle, y éste es el fin para que Dios le hizo" al decir de Fleury en su maravilloso catecismo, que utilizo en casa y con mis hijos. Seremos juzgados de amor, sobre todo de cuánto al Señor. El fin para que fuimos creados.


Deseando santa Cuaresma para todos los creyentes, desde Uruguay, saludos para María Lourdes y esposo e hijos.
21/02/10 7:01 PM
  
María Lourdes
Esperanza, si fuera sólo falta de seguridad en sí mismo pero con confianza en el Señor, no creo que habría problema. Eso mostraron todos los santos. Creo que la dificultad está en que la falta de seguridad sea algo que no le permita a alguien esa confianza en el Señor. Me gusta la cita que comparte. Un saludo.
21/02/10 7:30 PM
  
Ana
La autoestima es también humildad, es aceptarse con nuestras cosass buenas y las limitaciones.Dar lo mejor de nosotros mismos, hacer todo lo que podamos sin compararnos con nadie.
Hay que amar al prójimo como a ti mismo no más que ati mismo. Las personas que cumplen la frase del Evangelio se las ve felices, a las que se pasan se las ve angustiadas y con sensación de víctimas de la familia, amigos, compañeros
21/02/10 7:38 PM
  
María Lourdes
Norberto, la primera cita la he oído dicha para ser egoísta, para no compartir, para quedarse uno con todo. Creo que lo mismo pasa con eso de la autoestima. Si se tergiversa para el individualismo y todos los jóvenes en la sociedad parecen que tienen baja autoestima, verdaderamente es una crisis. Pero, soy bastante optimista y no creo que la verdadera baja autoestima clínica se pueda aplicar a todos. Tendrán que buscar en otros sitios la culpa de los problemas. Un saludo.
21/02/10 7:40 PM
  
María Lourdes
Marta, a mí me impresiona mucho cómo en sus escritos Sta. Teresa de Jesús, Doctora de la Iglesia y de contemplación elevadísima, mantiene un toque realista de humildad. Por ejemplo, dice: "muchas veces repugna la poca virtud que veo en mí, porque para algunas cosas que me mandan entiendo que no llega." No dice para todas las cosas que me mandan, sino "algunas" y lo que sí tiene de virtud reconoce que lo recibió del Señor sin merecimiento alguno de su parte siendo criatura.

Pero ¡cuánto amor y agradecimiento se lee en sus escritos! Algunos podrían decir que exageraba cuando se llamaba miserable, pero ella había recibio visiones tanto del lugar que le tenían preparados los demonios, como del mismo Señor. Me parece que esas son las medidas que usaba para describirse y no el nivel humano. Un saludo.
21/02/10 7:49 PM
  
anarico
En las Cartas Católicas se puede leer: "adúlteros, que queréis a Dios y al mundo a la misma vez"

De ésta torpeza le viene a los que quieren avanzar en el "camino de Perfección" y vivir la vida bienaventurada muchas contrariedades. De los demás no merece la pena ni molestarse en hablar.

Los que quieren vivir la vida bienaventurada y recibir los regalos del Rey que dice Nuestra Santa, lo primero que tienen que hacer es aprender a elevar los ojos al Cielo tal y como lo enseña S. Juan de la Cruz en el Capitulo IV de la "Subida al Monte Carmelo". Dice así con palabras de Jeremías: ""Miré la tierra y estaba vacía, y ella era nada;; y a los cielos, y ví que no tenían luz (4.23). En decir que vio la tierra vacía, da a entender que todas las criaturas de ella eran nada, y que la tierra era nada también, y en decir que miró a los cielos y no vio luz en ellos, es decir que todas las lumbreras del cielo, comparadas con Dios son puras tinieblas. De manera que todas las criaturas en esta manera nada son, y las AFICIONES de ellas menos que nada podemos decir que son, pues son impedimento y privación de la transformación en Dios, así como la tinieblas son nada pues son privación de la Luz."

Como es fácil colegir; el estimar es amar; lo que amamos es nuestra referencia, y ello ponemos nuestro corazón. Y poner el corazón el lugar equivocado tiene su coste en justa (Y misericordiosa) frustración y dolor, ya que sin dolor no aprendemos.

Si cambiamos el "objeto" de nuestra estima(Primer Mandamiento), las circunstancias que se desencadenan son totalmente muy diferentes, y etc, etc, etc.

La verdadera humildad, la que cuenta, la operativa, la que está en la base de la virtudes teologales, no es otra cosa que sincero desprecio de si mismo; es la condición que se ha de cumplir para que amemos a Dios con todas nuestras fuerzas, con toda nuestra mente, con todo nuestro corazón. Sí, la verdadera humildad es sincero desprecio de sí mismo.

¿Cómo se le han de enseñar a nuestros niños y adolescentes de nuestro mundo éstas cosas, a fin de sacarlos de la esclavitud a la que les somete nuestro mundo? Pues la verdad, es que hay que tener algo de tacto y tino. Saludos
21/02/10 8:53 PM
  
María Lourdes
Solodoctrina, le agradezco su apoyo del blog, aunque me parece que para su hijo Manuel le serían de mayor provecho los artículos del P. Iraburu, por ejemplo. Allí sí que aprenderá mucho.

La autoestima como lo entiendo en el contexto escolar, en el que me preguntó Susi sobre el artículo en cuestión, es algo diferente en los EE.UU. de los "self-help books" (auto-ayuda) a los que creo se puede aplicar lo que dice Dña. Lucrecia Rego de Planas, como bien indica. Es una industria con fin de lucro y poco fiable porque desvían la atención del Señor para los que no sufren de una verdadera baja autoestima. La auto-ayuda, como dice me parece algo anticristiano, pero "auto-ayuda" no es "autoestima".

Dice el artículo en Catholic.net: "Es verdad que el niño debe saberse amado para desarrollarse adecuadamente, pero no es necesario estárselo diciendo todo el día, como recomiendan los talleres de autoestima, para que él lo sepa." En los EE.UU. no se recomienda alabar todo el día a los niños con baja autoestima por las razones mencionadas en el post, sino a superar problemas. Los talleres a los que se refiere se llaman "self-help workshops" en los EE.UU. que se traduce como auto-ayuda, no autoestima.

Si el término no es el mejor, ¿cuál cree que sería más apto para los que verdaderamente tienen el problema que describo en el post? Me parece que algo pasa como con la depresión, que se ha vuelto un término popular y sinceramente creo que se diagnostica con mayor frecuencia de lo necesario. Eso no significa que no haya personas que sí requieren ayuda médica para controlar una falta de equilibrio mental agudo y clínico del que no pueden salir por su cuenta.

El artículo en Catholic.net incluye diferentes significados de autoestima, pero todos en opinión de la autora se reducen a "estima del YO", interpretando el "YO" como lo interpreta Freud, como si no pudiera haber otras interpretaciones de la persona humana. "La autoestima, como tal, no puede ser algo cristiano". "Como tal" implica que no toda autoestima es anticristiana, sino simplemente la interpretada en ese artículo.

He oído que el trabajo de Freud no es generalmente aceptable hoy en día en la psicología, ni creo lo apoya el que los profesores intenten ayudar a los niños que tienen problemas serios y no me refiero a lo que comenta Norberto sobre los jóvenes que no encuentran su sentido en la vida por otras razones.

También le deseo una Santa Cuaresma y le agradezco que se acordó de mi familia.
21/02/10 9:02 PM
  
fan
Muy interesante artículo y comentarios.
Una persona puede tener baja autoestima independientemente de si es cristiana pero desde hace algunos siglos eso es un lugar común de los opuestos al cristianismo.
A raíz de la placa que se iba a poner en el Congreso español a la Madre Maravillas se sacó el tema de su masoquismo, y por lo tanto de todos los cristianos, que se veía en sus escritos porque hablaba de la humildad y de abandonarse a la voluntad de Dios. Los cristianos no tienen voluntad sino que esperan que Dios les diga lo que tienen que hacer en todo momento, según ellos.
Yo que he tenido baja autoestima hasta hace pocos años, ahora no puede comprender por qué, desde pequeña observaba personas creyentes con gran autoestima desde mi colegio católico y al mismo tiempo mientras salía de la baja autoestima y ya trabajando he visto los que se consideraban liberados,
( por supuesto anticristianos )ridiculizando a aquellos que seguían unas normas del pasado; fui descubriendo que sólo tenían necesidad de afirmarse maltratando a otros.

Un saludo
21/02/10 9:09 PM
  
María Lourdes
Ana, es maravillosa la libertad de los hijos de Dios. El siguiente post tiene que ver con la sonrisa con la cual los cristianos mostramos que creemos en el amor de Dios y podemos compartirlo, como las personas que menciona. Un saludo.
21/02/10 9:14 PM
  
María Lourdes
Anarico, me parece que se puede estimar lo creado como tal sin poner el corazón en ello, ni siquiera en nosotros mismos. Otra cosa es practicarlo.
"Pero fijaos en que Dios no nos declara: en lugar del corazón, os daré una voluntad de puro espíritu. No: nos da un corazón, y un corazón de carne, como el de Cristo. Yo no cuento con un corazón para amar a Dios, y con otro para amar a las personas de la tierra. Con el mismo corazón con el que he querido a mis padres y quiero a mis amigos, con ese mismo corazón amo yo a Cristo, y al Padre, y al Espíritu Santo y a Santa María. No me cansaré de repetirlo: tenemos que ser muy humanos; porque, de otro modo, tampoco podremos ser divinos.

El amor humano, el amor de aquí abajo en la tierra cuando es verdadero, nos ayuda a saborear el amor divino. Así entrevemos el amor con que gozaremos de Dios y el que mediará entre nosotros, allá en el cielo, cuando el Señor sea todo en todas las cosas. Ese comenzar a entender lo que es el amor divino nos empujará a manifestarnos habitualmente más compasivos, más generosos, más entregados." ("Es Cristo que pasa", 166)
Un saludo y mi agradecimiento por su comentario sabiendo lo que le cuesta usar el teclado.
21/02/10 9:22 PM
  
Kairos
Creo que debemos distinguir dos planos: el meramente humano y el espiritual. Por mi parte considero que nada que sea bueno humanamente es extraño ni ajeno al cristianismo. Al contrario, éste lo engrandece y eleva desde un plano espiritual y sobrenatural. En ese sentido la pregunta para mí está respondida. Definiendo la autoestima como confianza en sí mismo, visión de sí mismo y amor a sí mismo en el sentido en que hacen los psicólogos (C. André y F. Lelord, p. ej.), ésta es buena y necesaria en el plano humano. Sólo hay que pensar en la baja autoestima como carencia, como tara, como defecto para darse cuenta de que una personalidad equilibrada psicológicamente es un presupuesto necesario para edificar sobre ella la vida espiritual. Ésta además puede ayudar a dar perspectiva, a dar valor a la persona.

Amarse a sí mismo no es soberbia. Es quererse a uno mismo a pesar de los defectos y los límites. Sobre esta cualidad humana se asienta para el creyente el plano sobrenatural. El creyente se sabe importante, querido, por ser Hijo de Dios consciente también de su condición pecadora. Quien se desprecie a sí mismo sin considerar que Dios le ha amado no ejercitaría la verdadera virtud de la humildad, y tampoco la esperanza. Sobre el desprecio meramente humano a uno mismo no se puede asentar una virtud cristiana.

Tampoco es soberbia la visión de sí mismo, en la que lo importante no es la evaluación de las cualidades y defectos sino la convicción de que somos portadores de ellos. La persona con baja autoestima que no ve sus cualidades y exagera sus defectos tampoco es humilde. Como ha señalado Mª Lourdes humildad es verdad, ponderación, objetividad por tanto.

La confianza en uno mismo hace referencia a los actos. Es pensar que se es capaz de actuar en las situaciones importantes. El justo medio estaría entre el miedo y la presunción. Sobre una ponderada confianza en uno mismo se puede situar para el cristiano la confianza en Dios.

El equilibrio de los tres factores humanos me parece que es presupuesto para una buena vida espiritual, equilibrio que ésta además puede contribuir a lograr.

Creo que es la primera vez que participo en los comentarios. Es un blog estupendo que sigo con creciente interés.
21/02/10 9:33 PM
  
María Lourdes
Fan, gracias por compartir su experiencia personal. Es interesante lo que dice sobre cómo los que no están llenos de la alegría de ser cristianos pueden ver el comportamiento cristiano como algo negativo.

Recuerdo cómo en las escuelas en que he trabajado los que más optimistas y alegres se mostraban aun en dificultades eran personas de fe católica que asistían regularmente a Misa, encontrando allí la fuerza para enfrentarse con las dificultades.

Es una lástima que en las escuelas públicas no se pueda enseñar a los niños con una seria baja autoestima a poner toda su confianza en Dios. Pero, creo que de enseñarles a confiar en los que se preocupan por ellos se da un primer paso para que puedan confiar en que Dios les ama a pesar de sus fracasos. Me alegro de volver a leerle.
21/02/10 9:35 PM
  
María Lourdes
Kairos, espero que siga contribuyendo al blog porque expresó mucho mejor de lo que podría haber hecho la importancia de no descartar lo que es simplemente parte de la condición humana y lo que nos puede servir para profundizar en lo espiritual.

Como ve, los posts más interesantes suelen ser sugeridos por los que pasan por aquí, o sea que si hay algún tema que le parece de interés, no dude en comunicármelo. [Si otros que pasan por aquí tienen algún tema que les interese, pueden ponerse en contacto conmigo también.]

Por cierto, he leído algunos de sus posts en su blog, y me parecieron muy interesantes los que trataban el tema de la cruz. Me alegro de encontrarme otro "católico que escribe" y le animo a seguir haciéndolo. Un saludo.
21/02/10 10:09 PM
  
anarico
María, cuando quieras decirme alga, no me vengas con citas de Sanjosemaría, ¡porfa! [...]
21/02/10 10:24 PM
  
luis
Estimada Lourdes, es tan raquítico el pensamiento expresado, que ni vale la pena demorarse demasiado. Hay que ir a los clásicos.

El problema lo trata y lo resuelve Santo Tomas en la Summa, II-IIae, cuestión 25. Se pregunta si el hombre ha de amarse a sí mismo por caridad (téngase en cuenta que no habla de una simple autoestima, que es virtud estimable pero natural, sino de una virtud teologal que la sobreeleva). Y responde:

"Contra esto: está el testimonio de la Escritura: Amarás a tu amigo como a ti mismo (Lev 19,18). Y como al amigo le amamos por caridad, por caridad debemos amarnos también a nosotros mismos.
Respondo: Siendo la caridad, como hemos visto (q.23 a.1), amistad, podemos hablar de ella en dos sentidos. Uno, bajo la razón común de la amistad. En este sentido hay que decir que propiamente uno no tiene amistad consigo mismo, sino otra cosa mayor que ella. La amistad, en efecto, entraña cierta unión, ya que, como escribe Dionisio, el amor es un poder unitivo, y cada uno tiene en sí mismo una unidad superior a la unión. Y así como la unidad es principio de unión, el amor con que uno se ama a sí mismo es forma y raíz de la amistad, ya que con los demás tenemos amistad en cuanto nos comportamos con ellos como con nosotros mismos: Lo amistoso para con otro —escribe el Filósofo— proviene de lo amistoso para con uno mismo; como tampoco hay ciencia sobre los principios, sino algo mayor, es decir, el entendimiento.
En otro sentido podemos hablar también de la caridad según su naturaleza propia, es decir, en cuanto es principalmente amistad del hombre con Dios, y, como consecuencia, con todas las cosas de Dios, entre las cuales está también el hombre mismo que tiene caridad. De esta forma, entre las cosas que por caridad ama el hombre como pertenecientes a Dios, está que se ame también a sí mismo por caridad"


Y a la objeción siguiente, que podría hacer doña Lucrecia,

"Es, sin embargo, vituperable amarse a sí mismo, según el testimonio del Apóstol: En los últimos días correrán tiempos peligrosos y serán los hombres amadores de sí mismos (2 Tim 3,1-2). Por tanto, el hombre no se puede amar a sí mismo por caridad"

Refuta y contesta el Santo Doctor:

"Son vituperados quienes se aman a sí mismos por amarse en conformidad con la naturaleza sensible a la que obedecen. Y eso no es amarse verdaderamente a sí mismo según la naturaleza racional, que dicta que amemos para nosotros los bienes que atañen a la perfección de la razón. De este segundo modo principalmente atañe a la caridad amarse a sí mismo"
21/02/10 10:29 PM
  
Kairos
Gracias por pasarse por mi blog. Si se me ocurre algún tema se lo diré. Valoro mucho el esfuerzo por trasladarnos experiencias de lo que ocurre en los EEUU. Hace poco trasladé a la asociación de padres de mi colegio su entrada de las dificultades para encontrar un colegio "católico" cuando nos ofrecían distintas empresas organizar los cursos de verano de inglés en colegios "católicos". Era un aviso de lo que nos podemos encontrar.
22/02/10 12:38 AM
  
María Lourdes
Anarico, sé que no tiene mucha devoción a S. Josemaría Escrivá (santo que se merece respeto por haber sido canonizado por la Iglesia) y la cita me parecía pertinente.

Pero, también sé que le tiene devoción a S. Francisco de Sales, e incluiré una meditación suya para la Cuaresma en un post esta semana, Dios mediante. Un saludo.
22/02/10 12:40 AM
  
María Lourdes
Luis, muchísimas gracias por las citas de Sto. Tomás, porque en ese artículo también se le cita. Le agradezco mucho que se tomó el tiempo para dejar su segundo comentario, que creo ayudará a otros. Un saludo.
22/02/10 12:43 AM
  
María Lourdes
Kairos, de nada, aunque sé que soy la que tiene que darle gracias por compartir su blog. Me alegro también que haya podido aprovecharse de lo ocurrido respecto a los colegios. Un saludo.
22/02/10 1:10 AM
  
anarico
María, te agradezco mucho todo lo que haces por acercar la Santa Doctrina a todas las personas que estamos ten necesitadas. No tengo nada en contra de que en algunos sitios u ocasiones se haga "coaching" al estilo americano; pero es conocido por todos que lo mejor es enemigo de lo bueno y, la Santa Doctrina es bastante más que coaching. Y nosotros no tenemos que conformarnos con cualquier cosa, sino como nos manda S. Pablo, aspirar a lo mejor. S. Francisco de Sales es doctrina segura, asi lo dice la Iglesia Católica, y el que lo ha conocido, aunque sea mínimamente, bien lo sabe.

Sé que no te gusta que te den gato por liebre, pues... eso. saludos.
22/02/10 1:30 AM
  
María Lourdes
Anarico, en el desarrollo natural y espiritual hay pasos a seguir.

No se puede enseñar a un recién nacido a correr y esperar que lo haga al día siguiente. Sta. Teresa de Jesús nos muestra unos pasos espirituales en "Castillo interior" (avanzando desde fuera del castillo hasta el interior) y Sta. Catalina de Siena en su "Diálogo" (los que están en el río tienen que salir del agua para poder andar sobre el puente).

El Señor puede obrar milagros, pero suelen ser excepción y no regla. Gracias por pasar por aquí de nuevo.

22/02/10 3:01 AM
  
asrone
Hola María Lourdes,

Me paso por aquí a 'molestar' con unos enlaces que espero les sirvan a alguien (una buena persona católica me los envió hace poco).



Asociación Católica de Psicología

http://www.acapsi.com/articulos.html



Corrientes de psicología contemporánea

http://familia-mujer.blogspot.com/2010/02/corrientes-de-psicologia-contemporanea.html

http://www.uao.es/conoce-la-universitat/sala-de-prensa/noticias/2010/martin-f.-echavarria-publica-corrientes-de-psicologia-contemporanea

28/02/10 11:53 AM
  
María Lourdes
Asrone, es una gran alegría verle pasar por aquí de nuevo... y además con enlaces tan útiles, como siempre. Sí, espero que sean de ayuda a alguien. Muchísimas gracias.
28/02/10 12:58 PM
  
Luis
No hay que tener ni baja ni alta autoestima.Directa
mente no tener autoestima.Jesucristo dijo: " Si alguno quiere seguirme, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame" (mt 16,24) Jesus lo dice claramente
nieguese a si mismo,eso significa,decir "NO" a mi mismo,no a mi imagen personal,no a mis valores,no a lo mio,esto es no tener autoestima,no quererse a uno mismo,sino negarse,rebajarse.Por eso la autoestima es un pecado y da lugar a la soberbia.El que tiene alta autoestima,se cree grande.El que tiene baja autoestima no confia en Dios,en cambio el que no tiene autoestima cree en Dios, se acepta como es pero para cambiar ante los ojor de Dios,sirve a los demas, vive feliz.Yo no me autoamo,sino que amo a los demas y me dejo a mar por Dios y sirvo a los demas,eso es el negarse a si mismo.

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Luis [creo que un "Luis" diferente al anterior comentarista "Luis" en el post], le agradezco que haya dejado su profunda reflexión sobre cómo negarse para amar a Dios sobre todas las cosas. Lo que creo que sí podemos hacer sin pecar es apreciarnos con humildad como criaturas de Dios, de Quien procede todo bien, y así apreciar no tanto a nosotros mismos, sino a Dios Todopoderoso, de Quien hemos recibido todo y por Quien nos es posible hacer cualquier bien. Un saludo.
21/04/12 8:46 PM
  
José Andrés
Mi baja autoestima me afecta tanto que tardé en decidirme cómo y qué escribir para mi comentario (o si era importante y relevante hacerlo a fin de cuentas...).
Anoche comencé a buscar información sobre cómo sanear el autoestima y encontré otro blog antes que este, y aunque lo encontré favorable quise buscar la alternativa católica para sentirme más seguro.
Me consuela el comentario de la editora acerca de los que nos turbamos al leer la cita bíblica donde Jesús nos invita a seguirlo negándonos a nosotros mismos, ya que es exactamente una de las cosas que ha estado sonando en mi pesimista cabeza, debido a que me hace pensar en que debo abandonar mis esfuerzos por seguir mis sueños y metas por ser feliz, cuando también están en mi corazón porque Dios las puso ahí por alguna razón.
Para aquellos que como yo a veces nos podemos confundir con la Palabra de Dios y tendemos a la insana abnegación con respecto a nuestra propia valía, quisiera compartir un texto del Evangelio de San Mateo que podría alentarnos a trabajar por sanar nuestra autoestima:
'...y uno de ellos, experto en la ley, le preguntó para ponerlo a prueba:
-Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley?
Jesús le contestó:
-Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Éste es el primer mandamiento y el más importante. El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo COMO A TI MISMO. En estos dos mandamientos se basa toda la ley y los profetas.' [Mt 22, 35-40].
Resalté con mayúsculas el "como a ti mismo" ya que después de amar a Dios con todo nuestro ser, debemos esforzarnos por amarnos a nosotros mismos que somos imagen de Él para poder ser capaces de amar a los demás que, al igual que nosotros, son amados por Dios tal como son. Considero que Jesús enfatizó la importancia de amarse a sí mismo por la dignidad que Dios nos ha dado y a veces pasamos por alto, Él nos la devuelve y quiere que nos amemos, no de forma egoísta o narcisista, si no con el afán de tomar conciencia de nuestro valor como hijos amados por Dios para poder entregarnos como un tesoro para los demás.
13/03/15 5:23 PM

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