La planta doce apóstoles y la práctica necesaria para la perfección espiritual
La única planta que tengo la recibí de mi padre hace muchos años y proviene de una que cuidaba mi abuelo paterno en China. Se trata de la planta “doce apóstoles”, conocida tanto en el continente americano (sobre todo en Brasil) como en el africano. Sus hojas verdes, largas y afiladas no delatan que son perennes ni tampoco la belleza de sus flores violetas, que sólo duran unos pocos días al año en condiciones ideales.
Ninguna planta me ha durado más tiempo, y además en condiciones pésimas porque no se me da bien cuidar de plantas. Crece tanto bajo sol como bajo sombra. Casi la tiré cuando se me olvidó meterla en casa antes de una helada, pero esa primavera crecieron nuevas hojas. Este invierno ha sobrevivido el haber estado en temperaturas muy bajas.
A simple vista, es una planta corriente, igual que a simple vista el pescador Pedro a quien el Señor mandó echar las redes parecía también un pescador bastante corriente, uno que reconoce en el Evangelio del V Domingo de Tiempo Ordinario: “nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada” (Lc. 5, 5). Pero, el Señor, que conoce a todos muy bien desde antes que nacimos, sabía que hablaba con un futuro apóstol que perseveraría en su servicio.
Algo tendrá que ver con cómo S. Pedro estaba dispuesto a seguir pescando para obedecer al Señor, a pesar de haber pasado toda una noche haciéndolo sin resultado visible. Eso no debería de sorprender a los que estudian ciencia cognitiva. Según Daniel T. Willingham en un artículo en “American Educator” (enlace en inglés), no toda clase de práctica lleva a la perfección a largo plazo.
“…el factor más importante para predecir [el] éxito no es el talento innato ni la inteligencia, sino la buena voluntad de trabajar duro por períodos prolongados de tiempo. […] Los niños prodigio son muy avanzados para su edad, pero sus contribuciones a sus respectivos campos de estudio como niños son generalmente considerados corrientes. No es hasta que son mayores (y han practicado más) que logran las obras por las cuales son conocidos.”
Según ese autor, hace falta practicar más allá del punto de maestría para poder retener información y habilidades a largo plazo. Cita al inventor Edison: ‘el genio es 1% inspiración y 99% perspiración’. Pero, los avances en la vida espiritual dependen de nuestro acercamiento al Señor, además de nuestra perseverancia en la fidelidad a Su Gracia.
“Es mejor andar por el camino, aunque sea cojeando, que correr fuera de él. Porque el que va cojeando por el camino, aunque adelante poco, se va acercando al término; pero el que anda fuera del camino, cuanto más corre tanto más se va alejando del camino.” (Sto. Tomás, Coment. Evang. S. Juan,14,2).
Se puede aprender del estudio de Willingham que:
“…si la información se estudia un semestre o un año, se retendrá adecuadamente quizás un año después de la última práctica (Semb, Ellis, y Araujo, 1993), pero la mayor parte se olvidará al cabo de tres o cuatro años en la ausencia de más práctica. Pero, si la información se estudia tres ó cuatro años, lo aprendido se puede retener hasta 50 años después de la última práctica (Bahrick, 1984; Bahrick y Hall, 1991). Hay algo de olvido a lo largo de los primeros 5 años, pero después de eso, el olvido se para y el resto no se olvidará aunque no se practique de nuevo.”
El desarrollo espiritual de nuestra fe sí necesita práctica a largo plazo para que no perdamos ese don, pero no sólo unos pocos años, sino hasta el momento de nuestra muerte. Recordemos los sufrimientos del Ven. Juan Pablo II en sus últimos años de peregrinaje terrenal:
“Toda fidelidad debe pasar por la prueba más exigente: la duración […]. Es fácil ser coherente por un día o algunos días. Dificil e importante es ser coherente toda la vida. Es fácil ser coherente en la hora de la exaltación, dificil serlo en la hora de la tribulación. Y sólo puede llamarse fidelidad una coherencia que dura a lo largo de toda la vida.” (Ven. Juan Pablo II, Hom. México, 27-1-79).
¿Tiene esto importancia? Tanto, que el mismo Señor nos dice: “El que persevere hasta el fin, ése será salvo.” (Mt 10,22)
—————————————————
A) ¿Qué se necesita para practicar la perseverancia?
1) Frecuentar los Sacramentos, sabiendo que necesitamos la Gracia Divina. “Ninguno es bastante fuerte por sus solas fuerzas, sino que está seguro por la misericordia de Dios.” (S. Cipriano, en “Catena Aurea”, vol. 1P 360).
2) Oración. “El que no deja de andar e ir adelante, aunque tarde, llega. No me parece es otra cosa perder el camino sino dejar la oración.” (Sta. Teresa, “Vida”,19, 5).
3) Amor de Dios. “¿Que cuál es el secreto de la perseverancia? El Amor. -Enamórate, y no ‘le’ dejarás.” (S. Josemaría Escrivá, “Camino”, n. 999).
B) ¿Qué se debe evitar para poder perseverar?
1) “Que nadie mire hacia atrás, como la esposa de Lot, máxime cuando el Señor ha dicho: Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios (Lc 9,62). Mirar hacia atrás no es sino tener pesares y volver a tomarle gusto a las cosas del mundo.” (S. Atanasio, “Vida de San Antonio.”).
2) “El temor es mal custodio de la perseverancia.” (S. Ambrosio, en “Catena Aurea”, vol. VI, p. 267).
3) “La infidelidad nace de la soberbia, por la cual el hombre no somete su entendimiento a las reglas de la fe y a las enseñanzas de los Padres.” (Sto. Tomás, “Suma Teológica”, 2-2,q. 10, a. 1).
4) “El desaliento es enemigo de tu perseverancia. Si no luchas contra el desaliento, llegarás al pesimismo, primero, y a la tibieza, después. Sé optimista.” (S. Josemaría Escrivá, “Camino”, n. 988).
5) “La experiencia de nuestra debilidad y de nuestros fallos, la desedificación que puede producir el espectáculo doloroso de la pequeñez e incluso de la mezquindad de algunos que se llaman cristianos, el aparente fracaso o la desorientación de algunas empresas apostólicas, todo eso -el comprobar la realidad del pecado y de las limitaciones humanas-puede sin embargo constituir una prueba para nuestra fe, y hacer que se insinúen la tentación y la duda: ¿dónde están la fuerza y el poder de Dios? Es el momento de reaccionar, de practicar de manera más pura y más recia nuestra esperanza y, por tanto, de procurar que sea más firme nuestra fidelidad.” (S. Josemaría Escrivá, “Es Cristo que pasa”, 128).
Que el Señor nos ayude a perseverar en Su servicio, como hizo con S. Pedro.
[Fuente de citas: “Antología” de Francisco Fernández Carvajal]
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Conoce alguna planta que es fácil de cuidar? ¿Qué le ayuda a perseverar en su camino espiritual? ¿Qué prueba más su perseverancia?
Siguiente post – Obediencia – “por tu palabra, echaré las redes” (Lc. 5, 5)
19 comentarios
Oí hace poco a un sacerdote comentar que lo que hacía falta en la Cuaresma que se acerca no es tanto rezar más (aunque no es mala idea) como rezar mejor... a practicar más de lo que uno cree que hace falta o puede... ¿no es eso lo que el Señor le pidió a S. Pedro cuando le dijo que echara sus redes?
Muchas gracias por su comentario, que tendré que meditar. Un saludo.
Te deseo muchas felicidades en el día de tú santo.
Un saludo muy fuertón.
Guillermo tiene toda la razón. Que poco somos. Que necesidad de la gracia de Dios tenemos. Si la presencia de Cristo, los pescadores hubieran vuelto a tierra con las manos vacías. Pero Sus palabras son de vida eterna y debemos seguirlas con confianza y Fe.
Feliz santo. Que lo disfrute en unión de sus seres queridos y que Dios les bendiga.
Un abrazo fraterno.
Pues además de lo que señalas, me atrevo a recomendar la Lectio Divina, lectura asidua de la Palabra de Dios, diaria si es posible - hay muchas posibilidades de recibir las lecturas de la misa, incluso comentadas, por Correo E - pero en silencio dejando hablar al Señor, y si no se "oye" nada, estar a la escucha prestando atención a los acontecimientos y las palabras de los demás, pues Dios habla de muchas formas, parafraseando a Samuel: "habla Señor que tu siervo escucha".
Many congratulations in saint´s day.
Muchas felicidades en el día de tu santo.
Es la primera vez que dejo un comentario en tu blog, aunque lo sigo casi a diario. Gracias por lo mucho que me/nos ayudas.
Tu blog es magnífico.
Un abrazo
La planta “clamatis” (no sé cómo se dice en español pero pueden verla en google) es muy bonita y resistente. Sus tallos se secan (si, como un palo cortado) durante el invierno, pero ahora mismo ya están saliendo los botones de sus ramas “secas”. Paradójicamente, sin embargo, son las plantas que necesitan más atención -y que parece que van a morir- las que me dan más alegría al verlas florecer (Hay más alegría por un pecador que se convierte…)
Para terminar (porque este comentario se está haciendo un poco largo) el jardín me ayuda también a encontrar sentido al dolor y esperanza en la vida que ganamos con la muerte
Por cierto, me enteré hace poco que no se dice "saint's day" en inglés, sino "namesake day". No lo hubiera podido adivinar. Muchas gracias por sus buenos deseos.
No tengo jardín ahora, pero espero tener uno en el futuro, más que nada para mis hijos. A mí la jardinería se me da muy mal, pero espero mejorar con los consejos de mi suegra y de mi padre. Tendré que buscarme un clematis.
Se me olvidó mencionar en el post que el nombre "doce apóstoles" se refiere a que se suele pensar que no florece la planta hasta que tenga 12 hojas. La que tengo es mucha más pequeña que la que se ve en la foto del post. La tengo en una maceta y crece en grupos de hasta 12 hojas, curiosamente. Ahora no tiene buena pinta, la pobrecita, pero todavía es verde. No he visto flores todavía, pero a ver si algún día florecerá. Me recuerda lo importante que es no darse uno por vencido y también a esperar lo mejor de todos. Un saludo y espero que siga compartiendo sus reflexiones en el blog.
Recuerdo cómo me sentía abrumada tras graduarme de la universidad al comenzar mi primer trabajo profesional y cómo cambió mi actitud al fijarme en lo que dijo el Señor sobre cómo las flores y los pájaros están muy bien cuidados por Dios y cómo Dios se preocupa más aún por nosotros. ¡Cuántas veces me leí ese año el pasaje en Mt. 6, 25-34! Esta parte tiene que ver con las plantas:
"Aprended de los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan ni hilan. Pues yo os digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de ellos. Pues si a la hierba del campo que hoy es y mañana es arrojada al fuego, Dios así la viste, ¿no hará mucho más con vosotros, hombres de poce fe?" (Mt. 6, 28-30)A mí me ayuda a perseverar recordad la última parte de ese pasaje: "bástale a cada día su afán" (Mt. 6, 34). Un saludo. [Por cierto, a mi madre le encantaban los geranios, pero no le duraban nunca mucho tiempo, a pesar de que ella sí cuidaba muy bien de las plantas. Los geranios siempre me recuerdan a ella.]
respuesta a las preguntas:
- planta que cueste poco cuidarla: el "photos". Algunos la llaman la "planta de los pobres" porque necesita poca luz y poca comida (=poca agua)
- qué me ayuda más a perseverar: a parte de la oración y los Sacramentos me ayuda especialmente la lectura de la Pasión del Señor.
-qué me obstaculiza más en la perseverancia: ummm diría que una mezcla de cosas que están a la orden del día como malos ejemplos etc... por eso le pido siempre al Señor la gracia de tener los ojos fijos en El.
Lo dicho, feliz santo.
La meditación de la Pasión del Señor ayudó mucho a Sta. Teresa a alcanzar la santidad, según lo que cuenta ella en su autobiografía. Ella meditaba sobre la agonía en el huerto todas las noches antes de acostarse y tuvo un momento de conversión viendo una estatua del Señor en la columna. No creo que se pueda leer la Pasión del Señor con devoción sin recibir alguna gracia.
En mi opinión, no se tiene bastante en cuenta el impacto de los malos ejemplos en el desarrollo espiritual. Lo malo se tarde mucho en desaprender, ¡pero tantas veces me pongo en ocasiones de pecado! Hago mía su oración de mantener los ojos fijos en Él. Muchas gracias por compartir sus pensamientos y por la felicitación.
Los comentarios están cerrados para esta publicación.