Un desafío para los políticamente correctos: las Jornadas de oración establecidas por el Congreso
La Primera Enmienda de la Constitución de los EE.UU. garantiza que cada persona tenga libertad de expresión religiosa. Por lo tanto, el gobierno no puede reconocer una creencia religiosa sobre otra, el secularismo sobre el teísmo, o el teísmo sobre el secularismo.
El Día de la libertad religiosa en los EE.UU. se celebra el 16 de enero por ser ese el aniversario del Estatuto de Virginia por la Libertad Religiosa (1786), que fue redactada por Thomas Jefferson e inspiró futuras leyes de separación entre religión y estado. Pero, hay bastantes ejemplos en la historia de los EE.UU. en los que esa separación entre religión y estado no es tan clara, como cuando el Presidente Lincoln declaró en 1863 una jornada de “humillación, ayuno y oración” para pedir la bendición y el perdón del Señor para el país durante la Guerra Civil.
En 2008, el grupo “Freedom from Religion Foundation” hizo una demanda legal contra una ley que firmó el Presidente Truman en 1952 estableciendo una Jornada Nacional de la Oración, (enmendada en 1988 para que se celebrara siempre el primer jueves de mayo). Ese grupo piensa que un resultado de sus esfuerzos fue que el año pasado el Presidente Obama no celebró en la Casa Blanca ningún evento para celebrar la ocasión, sino que se limitó a la proclamación escrita requerida por la ley.
“National Day of Prayer Task Force” es la organización privada que se encarga de la difusión de eventos judeo-cristianos en esa jornada, aunque tiene sobre todo un enfoque evangélico. No están afiliados con el Congreso de los EE.UU., de donde origina la celebración oficial. El mismo Congreso patrocina el Desayuno Nacional de Oración (al que fue invitado el Presidente Zapatero), el cual se celebra el primer jueves de cada febrero desde 1953. En ese desayuno al que se invita personalidades de todo el mundo, es una tradición que el Presidente de los EE.UU. pronuncie un discurso.
Hay un gran contraste entre el discurso del Presidente Obama en 2009 [enlace a sitio no católico] y el discurso de la Bta. Madre Teresa de Calcuta en 1994. El título del discurso del Presidente Obama en el blog de la Casa Blanca es “This is my hope. This is my prayer.” (Ésta es mi esperanza. Ésta es mi oración”). ¿A qué esperanza se refiere? A ésta: “En un mundo que se hace más pequeño cada día, tal vez podamos ir dejando afuera a las destructivas fuerzas del fanatismo, haciendo lugar para el sano poder del mutuo entendimiento.”
Es curioso que los “Americanos no teísticos (pensadores libres, humanistas, ateos, agnósticos, y deístas), al igual que muchos aliados tradicionalmente religiosos” se unieron para declarar una “Jornada de la razón” celebrada el mismo día que la Jornada nacional de oración para socavarla. Proponen en su sitio (al que prefiero no dejar enlace) que esa “Jornada de la razón” se llame “Jornada de acción, Jornada de servicio, o Jornada racional de preocupación por otros”.
Lo siguiente parecería algo que proviene de ellos, aunque es una cita del discurso del Presidente Obama:
“con demasiada frecuencia hemos visto que se utiliza la fe como herramienta para dividir a unos de otros; como una excusa para el prejuicio y la intolerancia. Se han emprendido guerras. Se han ejecutado inocentes. A lo largo de los siglos, religiones enteras han sido perseguidas, siempre en el nombre de lo que se cree correcto.”
Como muy buen político que es, el presidente se preocupa de mantenerse políticamente correcto: “Sabemos también que a pesar de nuestras diferencias, hay una ley que vincula a las grandes religiones. Jesús nos dijo ‘ama a tu prójimo como a ti mismo’. […] Y lo mismo vale para los budistas, los hindúes, los seguidores de Confucio y para los humanistas. Es, por supuesto, la Regla de Oro…”
Lo que omitió el Presidente Obama al citar al Señor es el contexto de ese “ama a tu prójimo como a ti mismo” no es tan políticamente correcto. Cuando le preguntaron a Jesucristo cuál era el mayor de los mandamientos, respondió:
‘Escucha Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. No existe otro mandamiento mayor que éstos’ (Mc 12, 29-31).
El Presidente Obama exhorta a otros a rezar, pero sobre todo a entenderse los unos a los otros, a la acción social. En ese desayuno dedicado a la oración no se encuentra ninguna oración dirigida al Señor en su discurso, mientras que en el de la Bta. Madre Teresa comienza con una oración, menciona al Señor por nombre a lo largo de ella y acaba con otra, sin miramientos humanos, leyendo su discurso con calma y sin hacer gestos. Peggy Noonan describe en “Still, Small Voice” (enlace en inglés) las reacciones inmediatas y la estupefacción del público.
El Presidente Obama resalta una cita que dice ser de S. Agustín: “Orad como si todo dependiese de Dios y trabajad como si todo dependiese de vosotros”, pero que el Catecismo de la Iglesia Católica (2834), atribuye a S. Ignacio de Loyola. Mientras que las palabras del presidente muestran muy bien la segunda parte de la cita, no da ejemplo de la primera parte porque no puede uno orar sin hablar con Dios, pero las de la Bta. Madre Teresa hacen eco de ambas partes.
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Aquí vale la pena recordar las lecturas de la Misa del último jueves, 14 de enero (I semana de Tiempo Ordinario), que oí a un sacerdote explicar como muestras de lo importante que es la humildad para que la oración sea verdadera y escuchada por el Señor.
En la primera lectura de esa Liturgia, los israelitas están acampando junto a Piedrayuda y se preguntan:
“-‘¿Por qué el Señor nos ha hecho sufrir hoy una derrota a manos de los filisteos? Vamos a Siló, a traer el arca de la alianza del Señor, para que esté entre nosotros y nos salve del poder enemigo. ’ Cuando el arca de la alianza del Señor llegó al campamento, todo Israel lanzó a pleno pulmón el alarido de guerra, y la tierra retembló. [A pesar de eso…] Fue una derrota tremenda [para los israelitas]: cayeron treinta mil de la infantería israelita. El arca de Dios fue capturada, y los dos hijos de Elí, Jofril y Fineés, murieron.” (1 Samuel 4, 3.5.11)
Sin embargo, en el Evangelio que acompaña esa lectura se oye: “…se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: -‘Si quieres, puedes limpiarme.’ Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo: -‘Quiero: queda limpio.’” (Mc. 1, 40-41)
La diferencia está en que a lo largo de la primera lectura no hay indicio de ninguna oración dirigida al Señor. Usan el arca de la alianza del Señor como un amuleto. No se dirigen al Señor, porque quizá pensando que el Señor está obligado a ayudarles o, por el contrario, que sus propias fuerzas bastan y no necesitan tanta ayuda celestial. En ambos casos, uno no vería la necesidad de rogarle al Señor que les ayudara.
El leproso que conmueve al Señor se ve necesitado, reconoce que depende de la Voluntad del Señor y que por sí mismo no puede limpiarse. Éste último es el que se dispone mejor para recibir la gracia del Señor.
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No hay mejor modelo para nosotros de cómo acercarnos al Señor para pedirle ayuda que la que nos ofrece la Ssma. Virgen María en el Evangelio del II Domingo de Tiempo Ordinario , cuando con confianza y humildad le dice al Señor en la fiesta de la boda de Caná: ‘No les queda vino.’ (Jn. 2, 3). ¿Por qué es tan eficaz la oración de la Ssma. Virgen María? Porque ella seguía el consejo que nos da: “Haced lo que Él os diga” (Jn. 2, 5). Que Ntra. Madre interceda ante el Señor por nosotros cuando no seamos lo bastante humildes como para expresar nuestras peticiones al Señor.
[foto del mosaico del Señor: Acaro en Wikimedia Commons]
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Qué opina del Desayuno nacional de la oración y el Día nacional de la oración, dos eventos separados establecidos por el Congreso de los EE.UU.? ¿Cómo distinguir si nuestra oración es sincera o presuntuosa?
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21 comentarios
La oración sincera es la que se desprende de ver el resultado de la petición, si por oración entendemos la de súplica o petición.
La oración es la relación con Dios, así como te relaciones,orarás.
Me parece que dada la nítida separación entre Iglesia-Estado que se da en EEUU, estas jornadas de oración son todo un ejemplo de que no todo está a nuestro alcance, que hay un Dios, a quien pedir.
Imposible en Europa, aunque, aquí como sabes hay muchas fiestas religiosas que son fiestas civiles a su vez.
Pero, se permite lo que parece a extranjeros ser expresiones de fe porque en realidad no lo son. Hubo un caso en los EE.UU. (Aronow v. EE.UU.) en la que se hizo una demanda contra el lema nacional que aparece sobre el dinero:
"In 1970, the United States Court of Appeals for the Ninth Circuit ruled: 'It is quite obvious that the national motto and the slogan on coinage and currency 'In God We Trust' has nothing whatsoever to do with the establishment of religion. Its use is of patriotic or ceremonial character and bears no true resemblance to a governmental sponsorship of a religious exercise.' Aronow, 432 F.2d at 243." (en Wikipedia)Para los que no entienden el inglés, esa cita de la Corte se traduce:
'Es bastante obvio que el lema nacional y el slogan sobre la moneda 'En Dios confiamos' no tiene nada que ver con el establecimiento de la religión. Su uso es de carácter patriótico o ceremonial y no se parece en nada a un patrocinio gubernamental de un ejercicio religioso.'Se podría decir esto último de la actual Jornada nacional de la oración y de la Jornada del desayuno nacional de oración. Me encanta eso de "así como te relaciones, orarás". También se puede decir que cuanto más ora uno, mejor se relaciona también. Un saludo.
En ese documento se lee que "devotamente reconociendo la autoridad suprema y justo gobierno de Dios Todopoderoso en todos los asuntos de los hombres y de las naciones" y que los hombres "no pueden prosperar sin Su favor, y al mismo tiempo deplorando las ofensas nacionales que han provocado Su justo juicio, sin embargo animados, en este día de conflicto, por las aseguraciones de Su palabra de buscarle para obtener socorro según Su indicado camino, por Jesucristo" pidieron esa proclamación del Presidente para buscar la ayuda divina.
Me recuerda mucho cómo los israelitas fueron a buscar el Arca de la alianza, pero también la necesidad que tenemos todos de Dios. Un saludo.
Cuando nuestro espíritu no está inclinado, tumbado, humillado, necesitado... ante Dios, la oración resulta presuntuosa y falsa.
1.- No me gustan esos días, no me parecen auténticos si, al mismo tiempo no se cumple la Ley de Dios. ¿ Cómo es posible, por ejemplo, orar y no dar fin al aborto ? Y es sólo un ejemplo.
2.- En mi opinión, la oración es sincera si no perdemos la confianza en Dios aunque parezca no respondernos. Yo me repito a veces, a mí misma, ese terceto del soneto tan conocido:
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara
lo mismo que te quiero te quisiera.
Ánimo, María Lourdes, sigue así, que tu blog hace mucho bien.
Saludos.
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