¿Qué harán mis hijos este "Halloween" en los EE.UU.?
Cada octubre, desde que nació mi hijo, le pido al Señor como el ciego Bartimeo en el Evangelio del XXX Domingo de Tiempo Ordinario: “Maestro, que pueda ver” (Mc. 10, 51). No se debe a que haya mayor falta de visibilidad o ceguera en los EE.UU. de repente en este mes en particular, sino a la necesidad de discernimiento sobre qué hacer al final del mes en el día que aquí se llama popoularmente “Halloween”.
La “Víspera de todos los santos”, o me temo que algo bastante diferente de lo que indica ese nombre, se celebra de una forma muy particular que culturalmente me es ajena, aunque no a mi esposo, que nació en los EE.UU. Para más información sobre “Halloween”, recomiendo “Cuando Halloween era católico (1)”, por el blogger Juanjo Romero.
No parece una cuestión religosa en este país, ya que se celebra indiferentemente en las escuelas públicas y en las católicas, pero he observado prácticas poco recomendables junto a otras muy comendables que recuerdo al decidir cada año lo que harán mis hijos respecto a esta fiesta, tan popular en este país.
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Prácticas que he visto, que no recomiendo
1) “Mischief night”, o “Noche de gamberradas” (la noche antes de “Halloween"), en la que jóvenes (desde la edad de la escuela secundaria) van por la ciudad perpetrando vandalismos como tirar huevos sobre coches y casas o pintando sobre paredes… lo que se les ocurra.
2) Decorar las casas con monstruos, vampiros, fantasmas, lápidas, telarañas, calabazas con caras siniestras, brujas, momias, etc. bastante sofisticados tecnológicamente en algunos casos con música de películas de terror, escenas iluminadas, figuras infladas, etc.
3) Disfrazarse de demonios, monstruos, brujas, cosas relacionadas al mundo de las películas de terror, para ir de casa a casa diciendo “Trick or treat”, que significa que si alguien en esa casa no le da un “treat” (un caramelo u otra cosa buena), harán un “trick” (alguna gamberrada). Hay quienes tienen esa intención, aunque son poquísimos. En la práctica, muchos alumnos pequeños van a la escuela en sus pijamas con algún peluche porque es lo más fácil y cómodo para ellos (y para sus padres).
4) Incluír en calendarios, tarjetas, y en casi todo ilustraciones de las cosas mencionadas que tienen que ver con cosas de terror, tanto en escuelas públicas como en escuelas católicas.
5) Enseñar canciones (tanto en escuelas públicas como católicas) sobre monstruos, fantasmas y otras cosas por el estilo que a los niños les encanta, pero que no veo cómo ayuda a honrar los santos en “la Víspera de todos los santos”. Además, crear casas encantadas para recaudar fondos (tanto en escuelas públicas como católicas).
Ideas buenas que se han puesto en práctica en algunos lugares
1) Una celebración la tarde del 31 de octubre con actividades divertidas y juegos como en otras fiestas de niños, pero relacionadas de alguna forma a los santos de la Iglesia Católica. Hace años lo ví organizado en la parroquia en la que se fundaron los Caballeros de Colón (la iglesia de Sta. María, New Haven, Connecticut), pero no sé si todavía tienen esa celebración. Los padres llevaban a sus hijos a eso en vez de casa a casa y los niños se lo pasaban muy bien y se llevaban caramelos (para que no echaran de menos la otra costumbre de ir de casa a casa).
2) Decorar los pasillos y las aulas de las escuelas con trabajos sobre los santos y dibujos de los santos favoritos de los alumnos.
3) Un concurso de disfraces de santos en que los niños cuentan algo sobre el santo que eligieron.
4) Preparar una función sobre diferentes santos que presentan a la parroquia los niños.
5) Enseñar canciones a los niños inspirados por santos o relacionados a ellos.
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Este jueves mi hijo de tres años puede ir a su escuela católica disfrazado de lo que quiera. Mi esposo y yo insistimos en que se disfrace de un santo si quiere ir a la escuela ese día. Como le encantan los bomberos, se disfrazará del patrono de los bomberos, S. Florián (que el blogger Bruno mencionó en un comentario hace tiempo), aunque más como un bombero que un romano.
También puede repartir algo a sus compañeros, o sea que llevará a la escuela un “goodie bag” [una bolsita de regalo, como se dan a los niños tras las fiestas de cunpleaños] con una estampa de S. Florián, una medalla de la Virgen Milagrosa, además de pegatinas de coches de bomberos y una bolsita de galletas.
Cuando me pregunta sobre fantasmas, le hablo sobre cómo tenemos cuerpo y alma. Si menciona monstruos que le asustan, le comento que los que ve en dibujos no existen, que alguien los dibujó. Cuando hacemos cosas malas, nuestras almas se quedan feas como monsruos, pero el Señor nos ayuda a limpiarlas si queremos. Le recuerdo que el demonio se quedó muy feo cuando hizo algo malo, cuando desobedeció a Dios, y ya no puede estar con Él. Pero, los santos son amigos especiales del Señor Dios que están con Él en el Cielo, donde nosotros también podremos estar si somos buenos.
El día en cuestión, mi esposo y yo asistiremos a Misa con los niños y visitaremos a mi padre, lo cual les encanta. El día siguiente, el 1 de noviembre, Fiesta de todos los santos, iremos juntos con él al cementerio. El 2 de noviembre. Fiesta de todos los difuntos, iremos a otro cementerio con la abuela de mi esposo. Cuando sean mayores los niños, seguiremos pidiéndole al Señor que nos ilumine para que vayamos tomando decisiones conforme a Su Voluntad, aunque por ahora hemos decidido que si quieren disfrazarse de algo, será de santos.
[Foto de caramelos: willc2]
Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Qué opina sobre la celebración de la Vigilia de Todos los Santos en los EE.UU.? ¿Qué harían en esa fecha si vivieran con sus hijos en los EE.UU.? ¿Cómo lo celebran en su país?
Mañana: S. Simón Cananeo y S. Judas Tadeo – “Pero él gritaba más” (Mc. 10, 51)
42 comentarios
Me parece un programa de buenas actividades completísimo,marca de la casa,creo que si tradujeras al ingles el post de JJ,y,lo difundieras sería una cosa buena,sobre todo entre los docentes y responsables educativos,a los sacerdotes,y,a los padres.Por cierto ha añadido unas respuestas que yo,también incluiría.
Seguro que José irá hecho un buen mozo a los disfraces.
A la directora le sugerí que en el calendario del colegio cambiaran un dibujo de una niña vestida de una bruja por alguna ilustración que mejor representara la identidad católica del colegio. Su respuesta fue que el año pasado se quejaron algunos de que las ilustraciones eran demasiado religiosas (¡en un colegio católico!), pero que en el futuro lo tomaría en cuenta. También hablé con la profesora de mi hijo y basta decir que no compartimos el mismo punto de vista sobre "Halloween".
Parece una decisión muy simple celebrar la fiesta en relación a los santos, pero le diré que existe una gran presión social en este país para hacer lo contrario respecto a esta fiesta.
Pues que mbas docentes se consideren suspensas en autenticidad cristiana y meritissum cum laudeen correct policy;así no vamos a ninguna parte.
Yo de todas formas intentaría lo de la traducción.
Un saludo.
Pero, creo que la información que presenta Juanjo Romero es muy equilibrada y de lo mejor que he leído sobre el tema, que ya se puede imaginar me interesa mucho. Cuando encuentre algo de tiempo intentaré traducirla y se lo mandaré a Juanjo Romero para que lo publique si quiere. Gracias por la sugerencia.
Mi hijo sólo estará un par de meses más en ese colegio porque nos mudamos. No sé qué opciones tendremos en el nuevo lugar, pero me temo que las prácticas recomendables que he visto han sido excepciones que confirman la regla y que probablemente hablaré sobre el tema con otros docentes en el futuro, ya que no se queda tranquila mi conciencia si no digo nada. Mi esposo y yo hemos hablado muchísimo sobre este tema, como se podrán imaginar. Un saludo.
Todo intento,por cansado que sea,es poco para intentar que el Día de Todos los Santos-nuestro día recordando el post dos lugares anterior-quede tapado por una fiesta pagana y frívola,con el consentimiemto de unos creyentes.
Bueno,gracias por tu compartir,me voy a Caritas que me esperan unas cuantas horas muy intensas.
Yo doy la mayor parte de las clases de inglés en mi colegio (público), tenemos el vestíbulo lleno de fantasmas y telarañas pero no voy a hacer referencia al tema que viene en el libro; una posible excusa, es una costumbre americana, no británica.
La Navidad, sin embargo, está desapareciendo de los libros de inglés.
En mi casa tuvimos mucho tiempo una chica marroquí y observé con envidia en esto, cómo los árabes se impermeabilizan ante las costumbres yanquis.
en cuanto ala fiesta de esa yo no m egusta nada , esto va llegando a todos sitios
aqui en mi zona se sierra tb ha llegado mi hija se viste yo le dijo queso no es cristiano
lo de las gamberradas me parece fatal el otro año tiraron en mi casa hasta huevos fatal fatal muy bien por su comenttario que dlb
Por cierto, esos días nosotros en casa tenemos celebraciones tristes y alegres, celebramos aniversario de boda (y salimos a comer los cuatro) y también visitamo cementerios: mi padre en una ciudad y los abuelos de mi mujer en el cementerio de un pueblecito. Misa de difuntos y saludar a la familia que pueda ver.
Un poco de tristeza y un poco de alegría. Todo mezclado. Sin olvidar que para un católico la muerte de un ser querido no es del todo algo triste y desesperante, estamos unidos en la comunión de los santos, ellos piden por mi, yo pido por ellos. Me siento querido por ellos aunque no estén.
La mayor parte de los libros de texto en los EE.UU. son producidos por grandes compañías que incluyen todo lo que pueden para vender más libros que se pueden adaptar a diferentes programas. Finalmente, la responsabilidad recae en los que dan catequesis y tienen cierta libertad dentro de lo que se aprueba por la diócesis de resaltar ciertos temas más que otros.
La primera vez que oí sobre "Halloween" fue en España, en el Instituto Británico al que iba. Enseñaban canciones de Halloween y decían que era una tradición en Gran Bretaña y en Irlanda, pero siempre nos sonaba raro a los alumnos. Nos parecía muy divertida la escena de E.T. en el que se veía a los niños disfrazados por las calles. Me alegro mucho de que usted esté eligiendo responsablemente lo mejor para sus alumnos.
Hay muchas cosas de la cultura china que no he asimilado ni pienso transmitir a mis hijos, pero otras que sí les enseño. Quizás será porque habiendo tantas tradiciones en mi familia (mi esposo no es chino) podemos elegir entre más tradiciones y nos damos mayor cuenta de que es nuestra responsabilidad elegir bien para nuestros hijos, que no tenemos por qué aceptar todo lo que se nos diga así por así. Hablo en este caso de costumbres humanas y no de la ley divina, que aceptamos según nos lo interprete el Magisterio de la Iglesia Católica. Un saludo, y me alegro de leerle de nuevo.
A mí no me gustan nada las prácticas que menciono en el post que no recomiendo. Para mí como madre, el final de octubre son días muy intensos porque estoy particularmente vigilante para explicar lo que vean, oigan y preguntan mis hijos y para limitar en lo posible a que estén expuestos a malas influencias.
Me parece una lástima que se esté extendiendo tanto y que haya sufrido gamberradas. En algunos lugares de los EE.UU. hay tanto vandalismo la noche de gamberradas que mantienen bastantes ocupados a la policía local. ¿Cómo puede ser eso algo a imitar? Pero, comprendo que es más fácil aprender las malas costumbres que desaprenderlas. Me alegra verle pasar por aquí de nuevo. Un saludo.
No tengo muy claro tampoco los orígenes, pero no es la fiesta en sí lo que me preocupa, sino la mala influencia de las prácticas que veo en la sociedad americana, la mezcla entre lo pagano y lo cristiano tal y como se hace hoy en día. Es mi deber separar lo bueno de lo malo para mis hijos, pero es muy difícil hacerlo en estas fechas. Este es el primer año que mi hijo se disfraza porque acaba de empezar a ir a la escuela (aunque sea sólo unas pocas horas tres días a la semana). Pero, lo bueno es que mi esposo y yo estamos de acuerdo en lo que pensamos hacer.
Un saludo a su esposa también. Que el Señor siga bendiciendo su matrimonio, especialmente el día de su aniversario.
1) Tal como se dan actualmente en EEUU, no me convencen nada. Son altamente supersticiosas y muy alejadas del catolicismo, aunque reconozco que pueden ser divertidas y por eso tienen cierto «gancho». Claro que lo mismo pasa con la Navidad del gordo de Papá Noel.
2) No tengo hijos (soy soltero) pero sí sobrinos a los que quiero mucho y consiento de vez en cuando —soy el tío gruñón—, y, además, dos de ellos nacidos en EEUU. A esos dos les tira un poco la fiesta a la estadounidense por cuestión de nacimiento (la tierra de nacimiento siempre marca un poco, aunque sea como distinción exótica, como mi bisabuela, nacida en cuba pocos años antes de la independencia por estar destinado unos años mi tatarabuelo allá, que, aunque catalana, siempre presumió de cubana). Como la fiesta de Todos los Santos está muy relacionada con la del día siguiente, la de difuntos, creo que se debería también hablar a los niños, si sobre todo alguno tiene la vena morbosa de preguntar sobre muertos y fantasmas (que siempre lo hay), de las Benditas Almas del Purgatorio y de la Iglesia purgante (aquí se puede dar una nota de color sobre las apariciones de almas en pena y hacerles ver que son manifestaciones permitidas para que intercedamos por ellos en su necesidad). Son los grandes olvidados actualmente —mucho me temo que engrosaré sus filas cuando me toque rendir cuentas a Dios— y desde aquí reivindico la devoción por ellos, que son los grandes necesitados de nuestras oraciones, y qué mejor para ellos que la oración de un niño. Actualmente se acuerdan de ellos las viejecitas rezonas de las parroquias que ganan indulgencias para ellos.
3) Se suele ir a los cementerios a dejar flores, arreglar las tumbas o nichos y ofrecer la misa por ellos.
Bueno, mi marido es profesor de inglés y británico, y tiene que soportar los materiales pésimos de Inglés que producen las editoriales -para el mercado español-, además de en colegio católico ver cómo se contratan profesores solamente por ser angloparlantes que no comparten ni aprecian, ni saben respetar, nuestros valores, cultura y fé. Nos dejamos alegremente meter elementos extraños de nuestra cultura que contradicen lo más valioso que tenemos. La culpa es nuestra. De los padres, de los profesores y la comunidad educativa, porque nos falta confianza en defender lo bueno que tenemos.
Muy interesante el artículo, pero en un colegio católico está de mas el Halloween. Además no hay que olvidar el aumento de prácticas de espiritismo y ocultismo que esto conlleva, y eso ya son palabras mayores.
Buena la idea de disfraz de santo, bombero, maestrode escuela, medico, astronauta... ageguemos variedad ensalzando verdad, belleza y amor a esta divertida fiesta.
REcordemos siempre que Jesus nos dio muchas de sus enseñanzas mas hermosas en plenas fiestas.
Muchas Gracias
Muchas gracias
Mi hijo es de los que preguntan sobre los muertos y los fantasmas por curiosidad, supongo que todos los niños en algún momento se preguntan sobre eso, aunque leí en algún sitio que hasta que no tienen seis o siete años no entienden del todo la muerte y les sorprende cuando los personajes se mueren en los dibujos animados, por ejemplo, que no aparezcan de nuevo.
Los niños de la edad de mi hijo preguntan sobre todo y a mi hijo le encanta preguntarme sobre lo que significan las palabras en las oraciones como "siempre", "muerte", "gracia", etc. Un saludo.
También estoy de acuerdo en que se debería de tener más cuidado en la selección de profesores y me parece una lástima que los motivos económicos y prácticos de mantener la escuela abierta influyan tanto. Un saludo, y gracias por dejar su comentario cuando sé lo ocupada que debe estar educando a sus propios hijos.
En la escuela católica de mi hijo les enseñan las oraciones y bendicen la mesa antes de comer su merienda (sólo está allí unas pocas horas por la mañana) y les cuentan sobre al menos dos santos cada mes. Desde que tienen 6 años, más o menos, en primer grado, van a misa todos los viernes.
Eso dicho, me desilusionó mucho que como comenta, no se resaltaran más las fiestas tan importantes del Día de todos los santos y de todos los difuntos. No me gustó la pequeña celebración que tuvieron ayer en la clase de mi hijo, pero noté que la maestra se esforzaba en explicar a los padres lo que podría tener que ver con Dios (que nos dió la imaginación, por ejemplo). Después de la pequeña presentación, se me acercó la profesora para decirme que en noviembre se trataría el tema del agradecimiento a Dios y me dió una copia de las oraciones que les han estado enseñando.
Mi familia se muda a otro estado a comienzos de enero a algún lugar alquilado y nos mudaremos de nuevo cuando compremos casa el verano u otoño del 2010. Dios mediante, estaremos allí mucho tiempo y no nos tendremos que mudar de nuevo. Un saludo.
Los evangelios no nos dicen que el Señor celebrara fiestas paganas de los romanos, por ejemplo. Las fiestas judías señalaban hacia el misterio de la Redención por Jesucristo. Las prácticas paganas y las menciones de vampiros, monstruos, momias, etc. quitan de la belleza de las fiestas litúrgicas. No son indiferentes.
Si mi hijo se disfraza de personas de diversas profesiones, lo hará consciente del santo a quien representa y podrá decir algo sobre ese santo a quien se lo pregunte. Aprovecho para enseñarle sobre la fe hasta en estas fiestas, pero como madre tengo la responsabilidad de educarle distinguiendo el bien del mal y de encaminarle hacia lo más santo. Le agradezco que compartió su opinión. Un saludo.
Por primera vez, además, un grupo de niñas de la misma edad han pasado por las casas pidiendo truco o trato (no lo había visto nunca), vestidas de brujas y las hemos dado caramelos.
Si no comentara esto pensaría que estoy dando una imagen falsa de mi.
Soy consciente de que este tipo de actuaciones pueden frivolizar aspectos negativos que habéis señalado, satanismo, paganismo, etc... Pero también es cierto que puede verse simplemente como una fiesta de disfraces sin más, simplemente un divertimento.
Esto no impedirá celebrar el día de todos los santos, el de los fieles difuntos, la visita al cementerio, rezar por ellos, acordarnos en familia, etc...
En fin, así son las cosas.
No me parece bien que se esté usando el limitado tiempo escolar para dedicar a una fiesta de disfraces con brujas, etc. porque sabiendo cuántos días y horas escolares hay al año, no creo que interese estar animando tales cosas con un gran porcentaje de tiempo en un colegio católico, lo cual quita de tiempo en el que se podría explicar y animar las buenas prácticas que menciona. Siendo tan pequeños los niños, ¿cuántos se llevarán un mensaje inadecuado de todo eso? ¿Cuánto tiempo tendrán que dedicar en la escuela a que los niños desaprendan lo que es mejor que no hubieran aprendido en primer lugar?
Como madre veo las cosas diferente que como niña o adolescente, cuando no comprendía o no me había pensado bien muchas cosas. Muchas hubiera sido mejor que no las hubiera hecho y que hubiera dedicado mi tiempo a cosas mejores, también divertidas, pero mejores.
Es una lástima que estén tirando huevos en su vecindario. En los EE.UU. en muchas ciudades es ilegal para los niños menores de 18 años estar en las calles estas noches después de las 20h, excepto si un padre lleva al niño a alguna parte, por ejemplo, para limitar las gamberradas. La policía se hace más presente para que se cumpla esa ley. Un saludo.
En mi casa la fiesta de Halloween no se celebra. Y no se celebra porque mi marido y yo así lo decidimos, fíjate qué simple. Es tan fácil como decir un NO sin condiciones, sin más, sin comernos el coco, sin pensarlo demasiado.
A veces observo como a la gente le cuesta tanto ir en contra de las costumbres sociales, como si te miraran mal, como si fueras una especie de bicho raro. En España nunca se celebró esta fiesta hasta hace unos años, en que se importó de EEUU aunque es cierto que en las academias de inglés también la celebran con mucho entusiasmo. Pero lo que para muchos es una fiesta extranjera donde uno se disfraza para pasar un buen rato, en realidad es un culto a la muerte y eso ningún católico debía permitirlo. Cada uno es responsable de lo que hace y de lo que se celebra en su casa, y en la mía tenemos muy claro que esta es una solemne tontería a la que no damos mayor importancia.
Además nuestros hijos mayores van a un colegio católico donde no se celebra en absoluto, la indiferencia es total, y eso facilita que en casa nuestro criterio se imponga sin problemas.
Por otro lado en las grandes ciudades los niños no van por las casas pidiendo caramelos, más bien cada uno va a fiestas privadas.
En definitiva, en casa recordamos a nuestros seres queridos, sabemos que nos protegen desde el cielo y rezamos por su eterno descanso. Y también rezo particularmente a todos los santos anónimos que gozan de la vida eterna, todos esos valientes en la fe que se ganaron un camino directo hasta el cielo aunque sus nombres no sean conocidos. Y les pido que me ayuden con su fuerza a superar los momentos difíciles, a distinquir el bien del mal, y a vencer el mal que a veces entra en nuestras casas a través de una inocente fiesta de disfraces.
Por cierto, muchas gracias por preguntar por mi hijo Pablo tras mi última intervención. Cumple ya cuatro meses, y está precioso.
En los EE.UU. prácticamente todos los colegios católicos lo celebran. En la Misa de ayer el sacerdote mencionó que cuando era párroco en otro estado intentó cambiar las cosas en la escuela parroquial organizando una fiesta de santos con niños disfrazados de santos y dijo que no lo pudo llevar a cabo porque muchísimos padres protestaron.
Mi esposo me ha comentado que los disfraces que ve hoy en día son muy diferentes de los que había cuando él era pequeño, que muchísimos se visten de personajes de terror que verdaderamente asustan, con disfraces muy sofisticados y tan realísticos y violentos que en muchas escuelas han tenido que establecer reglas para los disfraces (no llevar máscaras, armas, palos, etc.). Un saludo, y me alegro muchísimo por la salud de Pablo, que cumple 4 meses mañana.
“Desde un punto de vista antropológico hay que notar que no raras veces sucede que individuos o grupos, creyendo que "hacen fiesta", en realidad, por los comportamientos que adoptan se alejan de su auténtico significado. La fiesta, ante todo, es la participación del hombre en el dominio de Dios sobre la creación y sobre su activo "reposo", no ocio estéril; es manifestación de una alegría sencilla y comunicativa, no sed desmesurada de placer egoísta; es expresión de verdadera libertad, no búsqueda de formas de diversión ambiguas, que dan lugar a nuevas y sutiles formas de esclavitud. Se puede afirmar con seguridad: la trasgresión de la norma ética no solo contradice la ley del Señor, sino que daña la base antropológica de la fiesta.” (233)Muchas gracias por compartir su experiencia.
Maria Lourdes, como no creo en la existencia de demonios ni aparecidos ni vampiros ni momias, solo veo en esa fiesta un animo de divertimento. En cuanto a la asistencia de Jesus a las fiestas, no me parece que hubiese la solemnidad a la que refieres. Habia vino, comida y alegria, como toda buena fiesta. Y como siempre sucede donde hay alegria, hubo quienes acusaron a Jesus de comilon y borrachin por participar de ellas (Lucas 7, 34).
"232. El "día del Santo" tiene un gran valor antropológico: es día de fiesta. Y la fiesta, como es sabido, responde a una necesidad vital del hombre, hunde sus raíces en la aspiración a la trascendencia. A través de las manifestaciones de alegría y de júbilo, la fiesta es una afirmación del valor de la vida y de la creación. En cuanto interrumpe la monotonía de lo cotidiano, de las formas convencionales, del sometimiento a la necesidad de ganancia, la fiesta es expresión de libertad integral, de tensión hacia la felicidad plena, de exaltación de la pura gratuidad. En cuanto testimonio cultural, destaca el genio peculiar de un pueblo, sus valores característicos, las expresiones más auténticas de su folclore. En cuanto momento de socialización, la fiesta es una ocasión de acrecentar las relaciones familiares y de abrirse a nuevas relaciones comunitarias.Un saludo y gracias por pasar por aquí de nuevo.
"233. Sin embargo, no son pocos los elementos que amenazan la autenticidad de la "fiesta del Santo" tanto desde el punto de vista religioso como antropológico.
"Desde el punto de vista religioso, la "fiesta del Santo" o "fiesta patronal" de una parroquia, donde se ha vaciado del contenido específicamente cristiano que tenía en su origen - el honor dado a Cristo en uno de sus miembros - se convierte en una manifestación meramente social o folclórica y, en el mejor de los casos, en una ocasión propicia de encuentro y diálogo entre los miembros de una misma comunidad."
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