(624) Espiritualidad, 6. -Santa María: «Me llamarán Bienaventurada» (y II)
–Muy seria la Virgen en estos tres cuadros de Velázquez.
–Es que está rezando por los pecadores, pidiendo a Dios que se cumpla en ellos su voluntad: «que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad» (1Tim 2,4).
–La devoción a la Virgen María está muy presente en la Iglesia desde su principio. Fue formulada por los evangelistas Mateo y Lucas en sus capítulos sobre la Infancia de Jesús (Mt 1-2 y Lc 1-2), así como en los Hechos de los Apóstoles (Hch 1,9-14). La Llena de gracia, la Panagios, fue amada y venerada desde el principio, con un amor siempre creciente. La declaración dogmática del concilio de Éfeso, honrándola como Madre de Dios (431), acelera en el pueblo cristiano su devoción y culto. Así como los dogmas de la Inmaculada Concepción (1854) y de la Asunción al cielo en cuerpo y alma (1950),