(93) La ley de Cristo –XIV. la disciplina penitencial antigua
–Hay cristianos que no confiesan, ni van a Misa, y aunque pecan lo suyo, comulgan cuando les parece.
–El relajamiento en esto es hoy enorme. Reforma o apostasía.
–Cristo perdona los pecados. Él sabe que «el Hijo del hombre tiene sobre la tierra poder de perdonar los pecados» (Mt 9,6). Él es «el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo» (Jn 1,29). Así lo presenta San Juan Bautista al pueblo. Él entregará su cuerpo y su sangre en el sacrificio eucarístico de la Cruz para el perdón de los pecados (Mt 20,28; 26,28). «Cristo padeció por nosotros y cargó con nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, y en sus heridas hemos sido sanados» (1Pe 2,21-24). «Jesús, el Mesías, el Justo, Él es propiciación por nuestros pecados, y no solo por los nuestros, sino por los de todo el mundo» (1Jn 2,1-2). «Él nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, como oblación y víctima para Dios en olor de suavidad» (Ef 5,2).