(691) Evangelización gloriosa de Canadá
–¿Y por qué dice usted gloriosa? Toda evangelización lo es.
–Fué una evangelización que tuvo muchos mártires y que hizo muchos santos.
Con ocasión del viaje del papa Francisco a Canadá, reproduzco en extracto parte de un capítulo de mi libro Hechos de los apóstoles de América (Fund. GRATIS DATE, Pamplona 2003, 3º ed., pgs. 448-462).
–Inicios de la evangelización del Norte de América
El descubrimiento inicial del Nordeste de América fue realizado por Sebastián Cabot en 1497 y Juan de Verrazano en 1522, poco después del descubrimiento hispano. Pero la gran obra de su evangelización y civilización, al inicio francesa, tardó aún unos años en comenzar. Francisco I, rey de Francia,envió a América del Norte con fines comerciales una expedición dirigida por Jacques Cartier, que en 1534-1543 levanta cartas del golfo del San Lorenzo y establece algunos contactos con los indios. En su tercer viaje, Cartier llevó seis misioneros y 266 colonos. De todos modos, a finales del XVI apenas hay en el Nordeste de América unos pocos asentamientos de colonos, dedicados principalmente al comercio de pieles.
En la región de los grandes Lagos y del San Lorenzo, viven los hurones y los iroqueses, duramente enemistados entre sí. Se trata de indios más o menos sedentarios, conocedores de una agricultura elemental, y tanto unos como otros federan cinco tribus. Los algonquinos, indios nómadas, pueblan el norte del San Lorenzo y del valle del Ottawa. Todos estos pueblos, en el siglo XVI, apenas reciben evangelización alguna.