(648) Ángeles, 5. –Monjes, Fátima y santa Gema
–Este artículo expone ejemplos muy diferentes entre sí.
–Ahí está su gracia: en que muestra la ayuda de los ángeles en tres ejemplos distintos.
(I)
–Los tres enemigos del Reino de Dios en los hombres
Con frecuencia los Evangelios señalan «al demonio, al mundo y a la carne»como las resistencias que dificultan al hombre la recepción del Reino de Dios. En la parábola del sembrador Jesús explica que «demonio, mundo y carne» pueden impedir que la siembra arraigue y crezca en el hombre (Mt 13,1-23). Y ya los primeros monjes, en el siglo IV, eran muy conscientes de que de los tres enemigos del Reino el más potente es el demonio, «príncipe» y «dios» de este mundo (Jn 12,31; 2Cor 4,4; + Catecismo 2851), el primero que logra en Adán y Eva el pecado, la desobediencia a Dios. Por eso los monjes tenían a los ángeles buenos en su lucha como auxilios principales.
Los maestros espirituales, como San Juan de la Cruz, enseñan que «el mundo es el enemigo menos dificultoso», sobre todo, claro, en aquellos que lo han dejado. «La carne es más tenaz», porque está en todo hombre hasta su muerte (Cautelas a un religioso 1-3); «el espíritu está pronto, la carne es flaca» (Mt 26,41). Pero sin duda el enemigo más peligroso es el demonio, que combate contra el hombre ocultándose en sus directos cómplices: mundo y carne, mientras éstos le sirven; pero cuando los dos han sido vencidos, ataca él directamente. Son por eso los santos los que más sufren ataques directos del demonio. Y en general ya San Pablo advierte que «nuestra lucha no es [principalmente] contra la sangre y la carne, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus malignos» (Ef 6,12).
*Lucha de los monjes contra el demonio
Todo esto lo sabían perfectamente los primeros monjes, que dejaban el mundo, debilitando así al mismo tiempo las fascinaciones de la carne, y se iban al desierto ante todo para entablar combate con el diablo, combate organizado, lucha a vida o muerte, mirando por su propia salvación y la de todo el mundo.
El monje García M. Colombás en su gran obra El monacato primitivo (Madrid 1975, BAC, I-II) nos dice que para los monjes «el Enemigo por antonomasia era Satanás, rodeado de su falanges de demonios. Los monjes lo sabían muy bien» (II,234). Y también lo sabían los demonios que «le gritaban furiosos a San Antonio abad: “¡Fuera de nuestros dominios! ¿Qué se te ha perdido en el desierto”» (II,235; Vita Antonii 8).
«El Evangelio cuenta muy explícitamente que “Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo” [Mt 4,1]. Por consiguiente, eran los espíritus del mal contra quienes los monjes hacían la guerra, y el desierto, como para Jesús, era el campo de batalla preferido» (II,234). Los monjes primeros, al igual que San Pablo, estaban convencidos de que su lucha ascética era fundamentalmente contra los ángeles malos.
*Alianza con los ángeles buenos
Ese conocimiento cierto en la fe les confirmaba en la convicción de que en su lucha ascética necesitaban absolutamente una especial alianza con los ángeles buenos, más potentes en Cristo que los ángeles malos, porque obran con el poder de Dios, que los envía. En la primera vida monástica tuvo, pues, mucha importancia la guía y custodia del mundo angélico. Por eso señala García Colombás que la presencia y acción de los ángeles, tan importante en los Evangelios, es frecuentemente captada y testimoniada por los primeros monjes del desierto.
Para los monjes «son los santos ángeles sus compañeros de armas, puesto que abrazar la vida monástica equivale a enrolarse en las mismas legiones angélicas a fin de tomar parte en la guerra contra el imperio de Satanás» (II,248). Como dice Evagrio Póntico (345-399), el monje docto del desierto, «la parte que lucha son los hombres, los auxiliares son los ángeles de Dios; los adversarios, lo demonios perversos» (Antirrheticós, prefacio: II,247).
*Jesús encabeza el combate
«Pero el monje tiene todavía un auxiliar más poderoso y excelso que los mismos ángeles: Jesucristo… San Jerónimo decía a los monjes de Belén: “Jesús mismo, nuestro jefe, tiene una espada, y siempre avanza delante de nosotros, y lucha por nosotros, y vence a los adversarios”» (II,249).
Son innumerables los ejemplos que nos han sido referidos acerca de la relación familiar y asidua de los monjes primeros con los ángeles de Dios. No los cito por brevedad, pero remito a los Apotegmas, a las Sentencias de los padres del desierto, la Filocalia, etc. y otras obras semejantes, de las que hay ediciones actuales.
* * *
(II)
—El Ángel de Fátima
Sabemos que las intervenciones más solemnes de Dios entre los hombres vienen a veces precedidas por los ángeles que Él envía. Así lo vemos en la Sagrada Escritura: por ejemplo, a Isaías en su vocación (Is 6); a Zacarías en el anuncio de Juan (Lc 1,11), a María en la anuncio de Jesús (Lc 1,26), en el sueño de San José (Mt 1,20), a los pastores en la noche anunciándoles a Jesús recién nacido (Lc 2,9), antes de la huída a Egipto (Mt 2,13), etc. Así quiso Dios también que las apariciones de la Virgen en Fátima fueran precedidas de tres apariciones de un Ángel de la Paz.
La Madre Lucía en la Memoria IV (1941) que escribió sobre las apariciones de la Virgen en Fátima, refiere también las apariciones que antes de ellas tuvieron de un Ángel (cf. Memórias da Irmâ Lúcia – Memorias de la Hermana Lucía, Secretariado dos Pastorinhos, Fátima 2000, 8ª ed. y 2003, 7ª ed. respectivamente).
*Primera aparición
«Me parece que fue en 1915 cuando se nos dio esa primera aparición que juzgo que fue la del Ángel (…) en la ladera del Cabezo que mira al sur, al tiempo de rezar el Rosario en compañía de tres amigas [da sus nombres] vi sobre el arbolado del valle que se extendía a nuestros flotaba como una nube, más blanca que la nieve, algo transparente, con forma humana (…) En días diferentes, se repitió dos veces más".
No queda claro si estaban también Francisco y Jacinta. Dos párrafos después, narra la primera aparición recibida por los tres niños pastores al año siguiente.
«Me parece que, no obstante, debía ser en la primavera de 1916 cuando el Ángel se nos apareció por primera vez en nuestra roca del Cabezo (…) Después de merendar y rezar allí, empezamos a ver a cierta distancia, sobre los árboles que se extendian en dirección al naciente, una luz más blanca que la nieve, con la forma de un joven, transparente, más brillante que un cristal atravesado por los rayos del sol. A medida que se aproximaba ibamos distinguiendo sus facciones. Estábamos sorprendidos y medio absortos. No decíamos ni palabra. Al llegar junto a nosotros, dijo: –“¡No temáis! Yo soy el Ángel de la Paz. Orad conmigo”.
«Y arrodillándose en tierra, inclinó la frente hasta el suelo. Transportados por un movimiento sobrenatural, le imitamos y repetimos las palabras que le oíamos pronunciar. “Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman”.
«Después de repetir esto por tres veces, se levantó y dijo: –“Orad así. Los Corazones de Jesús y de María están atentos a la voz de vuestras súplicas”… Y desapareció».
*Segunda aparición
Refiere Sor Lucía en la misma Memoria IV que en una segunda aparición, en la soledad del campo, «vimos al mismo Ángel junto a nosotros»:
«–¿Qué hacéis? Orad, rezar mucho. Los Corazones de Jesús y de María tienen sobre vosotros designios de misericordia. Ofreced constantemente al Altísimo oraciones y sacrificios.
«–¿Y cómo nos hemos de mortificar?, pregunté. –De todo lo que podáis, ofreced un sacrificio en acto de reparación por los pecados con que Él es ofendido, y de súplica por la conversión de los pecadores. Atraed así sobre vuestra patria la paz. Yo soy el Ángel de su Guarda, el Ángel de Portugal. Sobre todo aceptad y soportar con sumisión el sufrimiento que el Señor os envíe».
Nótese que el Ángel de Portugal confirma la creencia tradicional en la Iglesia de que las grandes entidades comunitarias, como la ciudad, la nación, tienen su Ángel de la Guarda propio.
*Tercera aparición
En una tercera aparición, también en el campo, el Ángel «se nos apareció portando en la mano un Cáliz y sobre él una Hostia… Se postró en tierra y repitió tres veces la oración:
«Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, os adoro profundamente y os ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, presente en todos los sagrarios de la tierra, en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que Él mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Santísimo Corazón y del Corazón Inmaculado de María, os pido la conversión de los pobres pecadores».
Estas tres apariciones del Ángel son el solemne prólogo que tuvieron las seis apariciones de la Virgen María en Fátima. Los testimonios de Lucía (1907-2005), minuciosos, precisos, son siempre concordantes con los de sus dos compañeros ya canonizados (2017), los santos Francisco (1908-1919) y Jacinta (1910-1920). Son, pues, testigos absolutamente fide-dignos.
* * *
(III)
–Santa Gema Galgani (1878-1903)
Conocemos muy bien su vida espiritual más íntima porque fue escrita por su director espiritual, el pasionista P. Germán de San Estanislao (Santa Gema Galgani, Ed. Palabra, Madrid 1997, 416 pgs.). La familiaridad de esta Santa con su ángel de la guarda es realmente sorprendente y admirable.
*«La presencia visible del Angel Custodio con que la favoreció Dios frecuentemente
era una de las cosas más naturales para esta virgen. Le hablaba como se habla a un amigo; a menudo le daba encargos para los pobladores del Cielo y también para los de la tierra, con humilde reverencia, es cierto, pero con afectuosa familiaridad; tanto que, si mientras departía con él era llamada o tenía precisión de cumplir alguno de su deberes, se levantaba inmediatamente y, sin hacer el menor cumplido, corría presurosa a llenar su obligación, dejando al Ángel esperando. Por la noche le decía, al acostarse, que la signase en la frente y velase a su cabecera, y una vez obtenida la conformidad daba la vuelta y se dormía, sin proferir una palabra más» (Santa Gema pgs.106-107).
«Gema veía habitualmente a su lado al Ángel de su Guarda
También veía con frecuencia al Ángel de la Guarda del Padre Germán», y con ellos tenía un trato frecuente y familiar (359). Ella misma le escribe a su Padre espiritual: «Jesús no me deja estar sola un instante, sino que hace que esté siempre en mi compañía el Ángel de la Guarda» (360). Incluso «en su candor infantil estaba Gema íntimamente persuadida de que todos veían a su respectivo Ángel Custodio en la misma forma que ella» (360).
Es posible que el lector moderno reciba con escepticismo estos testimonios que la Santa o su director ofrecen, como si se tratara de piadosas e inofensivas ilusiones de una jovencita muy ingenua. Pero ya sabemos que son los Santos los que realmente tienen de la vida sobrenatural de la gracia una e:xperiencia real y verdadera. Santa Gema tiene una experiencia del mundo angélico perfectamente coherente con las revelaciones de la fe. Con frecuencia y plena naturalidad Gema conversaba con su Ángel, /le consultaba ciertas dudas, comentaba con él sucesos y desahogaba con él su corazón.
*El ángel le acompañaba especialmente en la oración
«En tales circunstancias lo veía siempre con las manos juntas y en actitud de acompañarla en sus plegarias. Y bien puede afirmarse que la acompañaba, porque si eran oraciones vocales, tales como padrenuestros y salmos, las recitaban alternando; si jaculatorias, las rezaban juntos; y si en lugar de recitar oraciones vocales se entregaban a la meditación, el ángel le señalaba los puntos y sugería los pensamientos» (362).
*El ángel del Señor bendice a Gema
«El buen Padre [Germán] daba a Gema su bendición para ir a acostarse. Y cuando él faltaba, desempeñaba estos mismos servicios el Ángel Custodio de Gema, despertándola por la mañana y dándole la bendición por la noche» (366). Ella misma lo atestigua en carta a su director: «Después de su partida, he quedado con mis queridos ángeles; pero solo dos, el suyo y el mío, se dejan ver. El suyo ha aprendido a hacer lo que hacía usted: por la mañana viene a despertarme y por la noche me da su bendición» (cartas 12 y 13: 366).
*Otras veces su ángel le enseñaba y le corregía:
«El Ángel –escribe en su Autobiografía–- me reprendía siempre que hacía alguna cosa mal, me enseñaba a hablar poco y solamente cuado era preguntada. Una vez que los de casa hablaban menos bien de una persona, yo también quise meter baza, pero el Angel me dio una buena regañina. El me enseñaba a andar con los ojos bajos, y hasta en la iglesia me reñía de lo lindo, diciendo: “¿Es así como se está en la presencia de Dios?”. Otras veces me reñía de esta manera: “Si no eres buena, no me dejaré ver de ti”» (Autobiografía pg. 32: +Santa Gema 363).
*Gema declara, escribe su Diario íntimo por mandato de su ángel y con su ayuda
«Me mandó el Ángel que me pusiese a escribir sin pérdida de tiempo; y no debes escribir -me decía- solamente los pecados, sino que debes hacer una especie de compendio de toda la vida, consignando todo lo malo y todo lo bueno”. A estas palabras yo me puse a llorar, pero el Ángel prometió ayudarme. Efectivamente, voy ya adelantando. El me inspira cuanto debo escribir y a veces hasta me indica las palabras. Así no experimento fatiga alguna» (cf. Diario íntimo, cartas 46 y 54 al director: Santa Gema364).
*Los servicios que Gema recibía de su ángel o del ángel de su padre espiritual eran muy diversos y frecuentes. Concretamente, el «servicio angélico de correo postal» es uno de los más notables:
«Afortunadamente poseemos toda la correspondencia cruzada entre Gema y su Director, pudiendo clasificar la en la siguiente forma: expedida y recibida del modo corriente [por el servicio postal]; transmitida por ministerio angélico y recibida por correo; recibida y transmitida por el Angel de la Guarda. La sierva de Dios consigna en la mayoría de sus cartas la forma en que las remite» (370). Por ejemplo, ésta que escribe a su director: «La presente se la entrego a su Ángel Custodio, que me ha prometido llevársela; haga usted otro tanto, y se ahorra unos céntimos» (371).
El prodigio era tan frecuente y asombroso que fue objeto de cuidadosascomprobaciones. Y éstas siempre confirmaron la realidad del suceso. Las cartas de Santa Gema, cuando era confiadas a su ángel, llegaban ciertamente a su destino.
* * *
Te doy gracias, Señor, de todo corazón; delante de los ángeles tañeré para ti (Sal 137,1).
Criaturas todas del Señor, bendecid al Señor, ensalzadlo con himnos por los siglos. Ángeles del Señor, bendecid al Señor; cielos, bendecid al Señor… Hombres todos, bendecid al Señor, bendiga Israel al Señor (Dan 3,57-59.62-63).
José María Iraburu, sacerdote
12 comentarios
No sabía yo que también las naciones tienen un Ángel. Y pienso en España. ...... Ahora entiendo el interés que tienen algunas comunidades en ser una nación independiente; para tener su Ángel particular.
Y yo me pregunto : ¿ Si todos son ángeles de Dios ; deben llevarse bien entre ellos ? Yo creo qué sí. Pidamos al Angel de España que nos proteja de los demonios y de sus ángeles malignos. !!!
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JMI.- Así sea.
Bendición +
Me sospecho que esa voluntad nacional de independencia a la que alude no tiene relación con el deseo de tener un Ángel particular.
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JMI.-Querido Gonzalo, me alegra que te haya interesado mi escrito. Como ves, conviene hacerse amigo de San Miguel por muchas razones, príncipe del ejército de los ángeles. A quien se dirige la oración de León XIII. Los navarros no tenemos problema, porque le tenemos preferencia = él nos la tiene. El santuario más antiguo y devocional de Navarra es San Miguel de Aralar, en lo más alto del Aralar. Su imagen, un ángel crucífero, baja todas las primaveras y visita unos 280 parroquias y otros centros cristianos. Y a la visita de San Miguel acude mucha gente del lugar. Él con sus ángeles guarde a España de todo mal y la acreciente en todo bien.
Abrazo.
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JMI.-Gracias por su gratitud. La "Regina angelorum" por sus ángeles nos guarde a sus hijos en la unidad y la paz, y que nos conceda dejarnos guardar y guiar por ellos, especialmente por nuestro Angel de la Guarda.
Bendición +
1. Ora al Santo Ángel. Ángel de la Guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día. Si me desamparas ¿qué será de mi? Ángel de la Guarda reza a Dios por mi; Ángel del Señor que por orden de la piadosa providencia divina, eres mi guardián guárdame en este día, ilumina mi entendimiento, dirige mis afectos, gobierna mis sentimientos para que yo jamás ofenda al Dios y Señor; Santo Ángel del Señor, mi celoso guardador, pues que a ti me confío la Piedad divina, me ilumine, custodie, rija y gobierne. Amén.
2. La festividad del Ángel de la Guarda en el rito romano surgió en España en el siglo V. En esa época se empezó a celebrar el Día del Ángel de la Guarda juntamente con la fiesta del Arcángel Miguel (29 de septiembre).
3. En el siglo XII, Honorio de Autun escribió que Dios, al unir cada alma con el cuerpo, la confía a un Ángel Custodio, cuya misión será inducirla al bien y dar cuenta de sus actos frente a Dios. San Alberto Magno, Santo Tomás de Aquino y San Pedro Damián escribieron en el siglo XIII que cuando una persona peca, el ángel guardián no la abandona sino que trata de llevarla al arrepentimiento y la reconciliación con Dios. El papa León X aprobó un nuevo oficio que establecía la doctrina de la existencia de un Ángel personal. El papa Paulo V universalizó esa devoción. En 1670, el papa Clemente X instauró la celebración de la fiesta del Santo Ángel de la Guarda, dedicada el día 2 de octubre al Ángel particular de cada persona que sigue vigente hoy día
4. Necesitamos renovar nuestro trato afectuoso y sencillo, como el de los niños que poseen el Reino de los cielos, con el propio Ángel de la Guarda. Darle las gracias por su ayuda constante, en su misión de protegernos, guardarnos y guiarnos en vida temporal para facilitarnos el ascenso al Cielo, y para sentirnos, a través de él, más cerca de Dios. Para recordar que cada uno de nosotros tiene un alma preciosa, magnífica, infinitamente amada, invitada a llegar un día al Cielo, al lugar donde la Luz y el Amor lo son todo para todos. Para pedirle ayuda en un momento de prueba o ante los mil avatares de la vida.
5. Satanás y sus demonios también son ángeles, pero caídos. El poder del ángel maligno es la tentación.
6. Si olvidamos a nuestro Ángel de la Guarda es por las tentaciones del maligno que nos nubla el que Dios es nuestro centro de amor y ese Primer Amor lo tenemos al lado en el espíritu angélico siempre. No veamos a nuestro Ángel de la Guarda como una devoción privada ni como un residuo de la niñez, sino como un regalo real del mismo Dios, que ha querido hacernos partícipes, ya en la tierra, de la compañía de una creatura celeste que contempla ese rostro del Padre que tanto anhelamos cuando estamos en el Amor.
7. Recordemos que la tentación por la cual había sido mal seducida la virgen Eva por la palabra del ángel caído para que huyese de Dios, Cristo por la Obediencia hasta el árbol de la Cruz disuelve la desobediencia en el árbol para que por la verdad en la cual fue bien evangelizada por el Ángel la Virgen María quien recibió por su palabra la buena nueva de la Nueva Creación. Así, la desobediencia de una virgen fue compensada por la obediencia se otra Virgen y nuestro Ángel de la Guarda si prevaricamos con nuestra palabra y desobedecemos nos ayuda para que seamos bien evangelizados por la Palabra de la buena nueva y nos acerca al abogado Inmaculado Corazón de María que nos lleva al Sagrado Corazón de Jesús.
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JMI.-Gracias por su hermoso comentario ilustrativo.
León XIII fomentó mucho la devoción a San Miguel arcángel, y le compuso una oración que se rezaba todos los días al final de la Misa.
"San Miguel arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra las perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tu príncipe de la milicia celestial arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén.
Amén amén, amén. Falta nos hace en tiempo de apostasía... Con el Nuevo Orden Mundial & Cia estamos rodeados, pero con el poder de Dios nos guarda San Miguel con sus ángeles: "¿Quién como Dios?... ¡Nadie como Dios!"
San Miguel, ruega por nosotros.
Bendición +
¿Cómo se ha de entender lo que el ángel Rafael le dijo a Tobit en 5, 13: que era Azarías, etc.? Porque no puede ser una mentira. Gracias.
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JMI.- Ni idea.
Eso tendrá que verlo en algún Comentario bíblico. Quizá en internet. Y es posible que el exegeta no sepa explicarlo.
“EGO SUM AZARIAS”. Non mentitur Angelus: “Azarias” enim “divinum auxilium” significat: quamquam recte potuit se Azariam appellare, si Azariæ personam & formam præ se ferebat: quandoquidem & sancti Petri imago dicitur sanctus Petrus.
“ANANIAE MAGNI FILIUS”. “Ananias”, “Dei gratiam” significat. Angeli vero Dei munere existunt, eumque quasi parentem habent.
https://books.googleusercontent.com/books/content?req=AKW5QacKcCrPXASinY1S58QrtpdFWPqUyjZ7rRaJRCfqC2z2-RXMdiaqoKy3rnPJSaHCvDsPEnsVUFEtxNpUzJViVbynLelqi_ibr78ZiSd8WCur5hvPi44q475XyHiLkmVzrf5iTefr_2cReASVspQbFDX52MC1QwLmDDrgk2P1fRqZXV8n_Q6f7elgP2Re6dCLM7TKlA6IB8QGft6D6rJP_86YmojzoCVf6Bh6iE_c1e5rIUqpOguf5erkug68Hjkn_lkXwngJP8FgMVz662CAf92rumA4Ng
Por ejemplo:
https://books.google.com.ar/books?id=xNbLTBZmxHEC&pg=RA1-PA8&lpg=RA1-PA8&dq=Non+mentitur+angelus+Sessio+quarta&source=bl&ots=B5AkzAV41E&sig=ACfU3U0perfUCnqHPaGoFZvt63qiBYDOLQ&hl=es&sa=X&ved=2ahUKEwi-r8akiLbxAhWGppUCHSq7BxsQ6AEwDXoECA0QAw#v=onepage&q=Non%20mentitur%20angelus%20Sessio%20quarta&f=false
Cuánto amor y cuánto cuidado de Dios por nosotros pequeñas criaturas, si a sus ángeles les encomienda así acompañarnos y protegernos. Qué locura no abandonarnos confiados a cumplir su voluntad!
Ruego su bendición sobre mi amada esposa y mis doce hijos.
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JMI.-Una de las definiciones más perfectas de los cristianos es la que de paso da en una de sus cartas el apóstol San Juan: "nosotros somos los que hemos conocido y creído la caridad que Dios nos tiene" (1Jn 4,16). En Cristo se nos ha revelado, y no nos basta la vida presente para cantar su bondad misericordiosa: necesitamos la vida eterna.
Va por mi medio la bendición del Señor + para su amada esposa y sus doce hijos.
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JMI.-Rezarla todos los días. El Señor lo conceda a muchos cristianos.
Bendición +
Yo me refiero a la oración de León XIII al arcángel San Miguel, protector de la Iglesia, príncipe de los ejércitos celestiales.
Estoy convencida que muchos menos Santos han experimentado su presencia y asistencia ....saludo desde aquí al padre Gonzalo Mazarrasa, cuyas canciones a la Vigen me fascinan....Eres más que el mar, la gota de Rocío en el Arenal....o....Ven a cerrarme Madre los ojos....o dime dime porque yo, un día te perdí.....etc etc....
Vaya dos sacerdotes maravillosos!!! Gloria a Dios!!!! Que sus Ángeles les sigan guiando y acompañando le pido hoy al Señor!!!!
Por cierto yo también pienso que Garabandal es cierto,.....tan cierto como el aire que respiro!!!
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JMI.-Gracias por tu gratitud, y gracias por tus oraciones.
Sigue rezando mucho por Gonzalo, por mí... por todos.
Bendición +
Ud. situa al demonio como el más fuerte (?), cuando desde bachillerato el orden era : el mundo, el demonio y la carme como enemigos del alma, No entiendo entonces el orden. Acaso fue aleaorio. Y debio ser : el demonio, el mundo ( servidor del demonio ) y la carne.
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JMI.-"Us. sitúa"...
Yo doy citas de la Biblia y de Maestros espirituales santos y clásicos que justifican el llamar "Dios de este mundo" y citar al demonio como el más peligroso de los tres.
Por cierto muy aprovechable artículo o reflexión muy útil para la evangelización. Enhorabuena.-
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Seria bueno conocer su opinion sobre Medjugorje. No creo en las aparciones...35.000 o acaso 37.000 (??), cuando en Fatima y Lourdes han sido muy pocas.
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JMI.-Gracias por su gratitud.
La opinión mía sobre Medjugorje no tiene ningún valor. Lo que cuenta es lo que sobre su devoción dispone la Iglesia.
Bendición +
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