(196) Descristianización -2. Naturalismo liberal
(196) De Cristo o del mundo -XXXVIII. Descristianización -2. Naturalismo liberal
–Yo diría que usted tiene una fobia antiliberal.
–Le aseguro que la fobia del liberalismo contra la Iglesia es mucho mayor. Los cristianos hemos recibido de Cristo el mandato de «amar a nuestros enemigos». Y los liberales no.
La palabra liberal, liberalismo, como todas las palabras importantes, tiene muchas acepciones. Aquí la considero ante todo –como normalmente lo ha hecho el Magisterio de la Iglesia–, en su acepción filosófica, pero también en sus derivaciones culturales, políticas y sociales.
La Ilustración lleva al Liberalismo, que consiste en la afirmación de la libertad del hombre por sí misma, independiente de la voluntad de Dios y del orden natural por Él creado. Implantado en las antiguas naciones cristianas desde finales del siglo XVIII, hasta nuestros días, en un crecimiento cada vez más acelerado, fue entendido desde el principio por el Magisterio apostólico como el rechazo de la soberanía de Dios sobre el hombre y el mundo. Es, pues, un modo histórico del naturalismo militante, un ateísmo práctico, una rebelión contra Dios (1888, León XIII, enc. Libertas 1,11,24). Y es muy importante entender bien que del liberalismo nacen el socialismo y el comunismo: son hijos suyos naturales (1937, Pío XI, enc. Divini Redemptoris). Liberalismo, socialismo y comunismo son entre sí familiares de la misma sangre.
Cuando el liberalismo alza lo humano, como valor absoluto, frente a Dios, puede hacerlo, como de hecho lo ha realizado en la historia, en modalidades muy diversas –la mayoría soberana, el pluripartidismo, el partido único, la raza, el jefe carismático, etc.–. Pero todas esas modalidades, lo mismo el liberalismo que el comunismo, el socialismo o el nazismo o las dictaduras personales, coinciden siempre en el rechazo de la soberanía de Dios sobre el mundo. En todos ellos es el hombre el que, haciéndose como dios, establece la diferencia entre lo bueno y lo malo, sin referencia alguna a Dios y al orden natural por él creado. Todos ellos caen en la primitiva tentación diabólica: «seréis como Dios, conocedores del bien y el mal» (Gén 3,5). Unos y otros son modos diversos del milenarismo naturalista –«el cielo bajará a la tierra»–. Y al estar todos inspirados por un mismo espíritu diabólico, son siempre homicidas y destruyen las culturas y los pueblos.
El mundo moderno liberal se construye como una contra-Iglesia, pues quiere vivir sinDios y sinCristo. En las antiguas naciones cristianas de Occidente se implanta progresivamente desde hace dos siglos en el pensamiento y las instituciones, las leyes y las costumbres. Y por supuesto es apóstata, pues todo él procede del cristianismo. Rechazando la guía de Cristo, en realidad se va configurando contraCristo. Este mundo liberal cree que «la razón humana, sin tener para nada en cuenta a Dios, es el único árbitro de lo verdadero y de lo falso, del bien y del mal; es ley de sí misma; y bastan sus fuerzas naturales para procurar el bien de los hombres y de los pueblos» (1864, S. Pío X, Syllabus 3).
La unidad radical que existe entre liberalismo y comunismo, socialismo o nazismo, explica que todos ellos sean profundamente hostiles hacia la Iglesia, y que todos ellos, aunque peleen muchas veces entre sí, llegado el caso, pueden llegar a compromisos cómplices, pues coinciden al menos en lo fundamental. Todos están en la misma opción radical: «no queremos que Él reine sobre nosotros» (Lc 19,14). Todos coinciden en el principio más decisivo: «los hombres, solamente si se gobiernan sin sujeción alguna a Dios, podrán llegar a ser como dioses, conocedores del bien y del mal» (cf. H. Graf Huyn, Seréis como dioses; Ediciones Internacionales Universitarias, Barcelona 1991).
Así pues, no es la Iglesia la culpable de sus dificultades con el mundo moderno liberal. Ésta es la calumnia tópica, antigua y actual, no sólo de los ateos, sino especialmente de los modernistas y católicos liberales, que así pretenden justificar sus complicidades, concesiones y adulaciones hacia el mundo. Por supuesto que dentro de la Iglesia hay pecados y torpezas, y los habrá siempre; pero es el mundo liberal el que, consumando la ruptura con el cristianismo iniciada en el Renacimiento, se va constituyendo más y más como una contra-Iglesia. Y llega al despotismo del partido único o del pluripartidismo; proclama por ley el derecho al aborto, financiado por todos los ciudadanos; etc. Se sigue cumpliendo así la palabra de Cristo: «el que no está conmigo, está contra mí, y el que conmigo no recoge, desparrama» (Mt 12,30).
El naturalismo liberal se ha ido extendiendo unas veces –por conveniencia oportunista, sobre todo en la alta burguesía, por intereses personales, económicos, de promoción social, etc.; y también otras veces –por convicción intelectual, especialmente entre los hombres de la universidad o de las profesiones liberales.Unos y otros han esperado del liberalismo –atención: o de cualquiera de las derivaciones del liberalismo, ya señaladas– la felicidad de los pueblos, y aún más la suya propia. En efecto, así como Demas, «enamorado de este mundo presente», dejó a San Pablo (2Tim 4,9), también no pocos católicos de las clases altas, en la sociedad civil y en la eclesial, «enamorados de este mundo», dejaron el seguimiento verdadero de Cristo y de su Iglesia, aunque muchos de ellos –ahora ya no tantos– se siguieran considerando cristianos. Siempre han tenido una determinada determinación de pasar por todo, o casi por todo, antes que verse marginados de la ortodoxia mundana vigente. Cualquier cosa antes que «perder el tren de la historia».
Pues bien, no tiene nada de extraño que el mundo moderno liberal haya perseguido duramente a la Iglesia en los dos siglos últimos, ya que ello viene exigido por sus mismos principios doctrinales. Unas veces lo ha hecho con las armas; otras, las más, con acciones inteligentes y progresivas en la política y la cultura, en la educación escolar y la universidad, en la banca y los medios de comunicación, etc. Estas acciones son mucho más eficaces, y reducen siempre lo más posible el influjo cristiano en la vida de los pueblos.
El mundo liberal entiende la causa de la modernidad como una lucha contra los hombres e instituciones que se obstinan en afirmar la absoluta soberanía de Dios sobre este mundo. Los hombres modernos liberales estiman como vocación propia «luchar contra los obstáculos tradicionales», contra el fanatismo del clero y del pueblo, contra sus innumerables tradiciones cristianas –educación y costumbres, arte y fiestas, folclore y cultura–.
El naturalismo liberal, propugnando, por ejemplo, la legalidad del divorcio o del aborto, mucho más que el divorcio o el aborto lo que le importa en realidad es luchar contra las personas o instituciones que continúan afirmando un orden natural inviolable, fundamentado en el mismo Creador. Ahí es donde se centra su batalla. Y es muy importante entenderlo. Al exigir, por ejemplo, «la igualdad de derechos entre el matrimonio y las parejas homosexuales» –algo manifiestamente irracional–, no está luchando propiamente en favor de gays y lesbianas, está luchando principalmente por eliminar todos los restos del influjo de Cristo sobre la sociedad; está luchando por afirmar de una vez por todas una sociedad en la que, sin Dios ni orden natural, no haya más autoridad que la de el hombre solo. Eso es lo que de verdad le importa.
Un ejemplo. Las autoridades sanitarias de Inglaterra y Gales legalizan y favorecen la contracepción en adolescentes de 13 a16 años (prensa, octubre 2012). En ambulatorios de la Seguridad Social, siguiendo un programa establecido, 7.400 niñas y adolescentes de esas edades han recibido tratamientos e implantes anticonceptivos sin el consentimiento previo de sus familias –se da por supuesto que, ya a esa edad, la persona tiene pleno uso de razón y de libre voluntad–. Con ello, obviamente, el Gobierno está promoviendo el ejercicio de la sexualidad desde edades cada vez más tempranas. Pero no es ésa su finalidad principal: su propósito mayor es lograr que en la vida social el ejercicio de la libertad de los individuos, en ciertas materias –en ciertas materias–, no se vea frenada por ninguna ley civil; su meta decisiva es crear una humanidad plenamente autónoma, del todo independiente de las leyes divinas o naturales, afirmando así hasta el límite el principio fundamental del liberalismo: el hombre es el único señor de sí mismo: él es el único dios de este mundo. Esto es lo decisivo. Y en ese mismo empeño diabólico colaboran igualmente conservadores y laboristas, liberales y socialistas. Están todos en lo mismo. Son todos de la misma sangre.
El «celo apostólico» naturalista tiene una sorprendente intensidad proselitista. Concretamente, el Estado sinDios –sea marxista, socialista o democrático liberal– es, de una u otra forma, como ya vimos (107-108), un Leviatán monstruoso, que tiende siempre a dar forma mental y práctica a la sociedad, aplastando con una ingeniería social implacable tradiciones, instituciones y expresiones comunitarias naturales, reduciendo las personas a individuos anónimos masificados y manipulables, eliminando la variedad de costumbres y derechos, imponiendo una interpretación de la historia y un modelo único de educación y de sociedad, sujetando el cuerpo social con miles y miles y miles de leyes, dominando más y más la situación económica de los ciudadanos con impuestos y regulaciones siempre crecientes, y fomentando decididamente en el pueblo la imbecilidad más inerme: «panes et circenses». Es la Bestia apocalíptica que, con feroz violencia y, más frecuentemente, con insidiosa y envolvente suavidad, conduce al pueblo a la Apostasía.
La Iglesia lucha permanentemente contra el naturalismo liberal moderno, considerándolo inconciliable con el cristianismo, y causa de atroces males para la vida presente y la futura. La Iglesia ve en la concepción naturalista del mundo y del orden político una máquina para ateizar al pueblo y para aplastarlo con indecibles calamidades, que el Magisterio apostólico anuncia y denuncia una y otra vez.
Recordaré algunos documentos principales. La Iglesia describe y combate con energía los errores modernos (Gregorio XVI, Mirari vos 1832; Pío IX, Syllabus 1864). Rechaza las derivaciones naturalistas, socialistas o comunistasdel liberalismo (Pío IX, Quanta cura 1864). Impugna todas las formas de concebir la vida mundana sin Dios o contra Dios (León XIII, Quod Apostolici muneris 1878, socialismo; Diuturnum 1881, poder civil; Humanum genus 1884, masonería; Immortale Dei 1885, constitución del Estado; Libertas 1888, libertad verdadera; Rerum novarum 1891, cuestión social; Testem benevolentiæ 1899, americanismo; Annum sacrum 1899, potestad regia de Cristo; S. Pío X, Pascendi 1907, modernismo; Pío XI, Mit brennender Sorge 1937, nazismo). Llama Pío XII a superar con el cristianismo los errores y horrores del mundo moderno (Summi Pontificatus 1939; Oggi 1944), enseña las condiciones irrenunciables de una democracia digna y benéfica (Benignitas et humanitas 1944), y el necesario influjo salvífico de la Iglesia sobre los pueblos (Vous avez voulu 1955). El Magisterio de la Iglesia enseña así los principios de justicia y de solidaridad real que el mundo moderno está ignorando (Juan XXIII, Mater et Magistra 1961, Pacem in terris 1963; Juan Pablo II, Redemptor hominis 1979).
Es un combate incesante entre la Iglesia de Cristo y el mundo liberal moderno, que quiere construirse sin Dios, al margen de Dios, y a veces contra Dios; en todo caso, cerrado en un humanismo naturalista absolutamente autónomo.De un lado, los cristianos católicos afirman: «es preciso que reine Cristo» sobre nuestros pueblos (1Cor 15,25); sin Él, no hay salvación ni temporal ni eterna (Hch 4,12). Al otro lado, los modernos, liberales y derivados, quieren lo contrario: «no queremos que éste reine sobre nosotros» (Lc 19,14).
José María Iraburu, sacerdote
Índice de Reforma o apostasía
41 comentarios
LF:
Bueno, no parece que la Iglesia esté ahora muy por la labor de dar esa batalla. Por decirlo suavamente, han habido tiempos mejores.
http://www.ideal.es/granada/20121029/local/granada/granada-laica-critica-oficiara-201210291521.html
¡Como se oye! 'Granada Laica' ha criticado que se haya oficiado un funeral católico a los 14 inmigrantes muertos en una patera, los cuales recibieron cristiana sepultura ayer en Motril. Para estos ateos liberales (un pleonasmo), un entierro católico es un 'abuso' y no es 'sensato' ni 'respetuoso'. Vivir para ver. Creo que la noticia se comenta por sí sola. Un saludo en Cristo Jesús
En efecto, es ciertamente la época que nos ha tocado vivir, una difícil para aquellos hijos de Dios que somos capaces (con ayuda, por ejemplo, como la suya) de darnos cuenta de la apostasía en la que han caído y siguen cayendo muchos católicos que, creyéndose fieles a Dios, tergiversan la Ley del Padre y hacen, de su paso por el mundo, una caída, lenta pero imparable, hacia el abismo. Y gozo sabiendo que creo lo mismo que usted cree y que estamos en el mismo barco que muchos pretenden hundir con sus imperceptibles pero terribles golpes de espíritu falso.
Roguemos a Dios para que nos dé fuerza para no desfallecer en la difusión de su doctrina y de su Ley. y para que seamos capaces de quitar el velo de corrupción suavizada que cubre al mundo y a sus habitantes muchos de los cuales se creen estar en el mejor de los mundos con su fe relativista, efímera y, ¡Ay!, tibia.
Un saludo y un abrazo, estimado P. Iraburu, por ser luz para la tiniebla en la que nos quieren hacer vivir.
El hombre Exterior, por el contrario se desvela, se afana y se agita por mil objetos frívolos indignos de sus afanes , y pierde su paz y tranquilidad...y juzga de todo, y obra en todo, conforme a los sentidos.
Otros los tibios.......parece que por su forma de vivir ,parecen estar siempre con Dios....y sin embargo están lejos de ser lo que parecen; ¿por qué?...porque su Corazón está dividido en una infinidad de afectos inútiles y su espíritu distraído en una multitud de pensamientos FRÍVOLOS.
El modelo de Vida interior,consiste...." en velar sobre sí mismo" ,......para que todos los afectos del corazón vayan encaminados a DIOS.
Esta Vigilancia es como un " OJO" siempre abierto para distinguir lo que viene del mundo y RECHAZARLO,....y lo que viene de la Gracia....para recibirlo y corresponder.
Sin esta vigilancia se cometen frecuentes faltas y se experimentan grandes pérdidas.
Porque el mundo pasa arrastrándolo TODO consigo
http://mx.groups.yahoo.com/group/doctrinasocial/message/220
P. Iraburu, escribe usted: "El mundo liberal entiende la causa de la modernidad como una lucha contra los hombres e instituciones que se obstinan en afirmar la absoluta soberanía de Dios sobre este mundo. Los hombres modernos liberales estiman como vocación propia «luchar contra los obstáculos tradicionales», contra el fanatismo del clero y del pueblo, contra sus innumerables tradiciones cristianas –educación y costumbres, arte y fiestas, folclore y cultura–". ¡No puede ni imaginar cuánta razón tiene! Como muestra un botón: la asociación 'Granada Laica' está formada por un grupo de masones liberales y profundamente laicistas y anticristianos, que está constantemente vigilando (sic) para que no se dé la más mínima presencia de la Iglesia en ningún acontecimiento cultural, institucional, docente, etc. ¡Si hasta han denunciado que se les dé cristiana sepultura a 14 inmigrantes! Antes hubiesen preferido que se tirasen los cadáveres al mar, que hacerles un funeral y enterrarlos en camposanto. No exagero, es así, como se oye. El grado de fanatismo del liberalismo es tal que no debe extrañarnos, tal y como usted ha señalado perfectamente, que diera origen al comunismo y al nazismo. El liberalismo es la matriz de todos los totalitarismos modernos, esto es un hecho histórico irrefutable. Un saludo en Cristo Jesús, y siga escribiendo así, P. Iraburu, denunciando el mal claramente como usted lo hace.
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JMI.-No estoy bien informado de si se celebraron "funerales y entierro en camposanto" de los los africanos inmigrantes, trágicamente fallecidos, a los que ud. alude. Tampoco sé si éstos era cristianos o no. En todo caso los cánones del Derecho Canónico "De aquellos a quienes se han de conceder o denegar las exequias eclesiásticas" (1183-1185) para autorizarlas para los difuntos cristianos, que no habían dado signos de haber roto su comunión con la Iglesia.
Otra cosa es celebrar una Misa en favor de estos africanos difuntos. Como puede ofrecerse perfectamente, p. ej., por muy numerosos fallecidos en el desastre de aquella central atómica del Japón; y por sus familiares. En esto no se ve ningún problema.
Pero bueno, éste es un tema diferente del tratado en el artículo.
No es cosa de que lo sigamos tratando.
Acertadísimo artículo que nos deja poco espacio de mejora o complemento.
Tan solo incidir en el hecho de que al apoyar nuestra sociedad oligárquica aberraciones antinaturales se adhiere a marcar una distancia respecto a Dios pese a que resulte diáfana la existencia de un orden natural por el hecho manifiesto de la convivencia humana ordinaria, los poderes necesitan abrir un boquete antinatural para no someterse a Dios.
En cuanto a la descomunal eficacia antievangelizadora permítame que cite lo que con ironía llamo AMAV(Aborregamiento Masivo a Alta Velocidad), fenómeno no tomado en serio y que ni poniendo un nombre en latín va a analizar en su crudeza ninguna universidad oficialista por razones obvias.
Em cuanto a las armas pienso que la guerra moderna gracias a Jesucristo, Señor de la Historia, tiene que buscar nuevos frentes en la pantomima de la economía mundialista, o en la perversión mediática que sin espadas visibles está guiando a la muerte espiritual y a la enfermedad física a tantos de nosotros. Piense por ejemplo en un joven que actúe en materia afectivo-sexual conforme a alguna moda liberal: caerá enfermo, intoxicado y lo que es peor muerto espiritualmente. Son guerras modernas con esbirros que hieren y matan sonriendo y con buen rollo.
Dios lo bendiga.
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JMI.-"La Iglesia postconciliar no condena el liberalismo". La Iglesia "postconciliar" es la Iglesia Católica, no ha cambiado, ni se ha desdicho de lo que ha enseñado durante dos siglos. Y ella ha condenado el liberalismo en un gran número de documentos importantes.
Le recomiendo la obra "Liberalismo y apostasía", del profesor argentino Alberto Caturelli. En la Fund. GRATIS DATE la publicamos hace no mucho, y puede encontrar su texto íntegro en www.gratisdate.org.
Si el Amor a Dios no nos lleva al cielo, al menos que sea el miedo a ir al infierno, ya que el miedo muchas veces guerda la viña. Y no es una medida de poca importancia, ya que hasta Jesucristo usaba de esta táctica ya que en el Evangelio sale muchas veces la frase amenazante del "llanto y crujir de dientes", y al infierno lo nombra veintitantas veces, amén de la muerte que llega como ladrón.
Hemos de hablar del Amor a Dios, claro está, y del Cielo que nos aguarda, pero también, por si nos cae la multa, de la muerte, del infierno, del juicio, del particular (que poco se habla) y del universal, y que todo ello nos puede llegar en milésimas de segundo, sin darnos cuenta, estando dormidos, a pesar de que la gente dice que ha muerto de una forma dulce ya que no se ha enterado (soy médico y esta frase, y se me erizaban los pelos, la he escuchado muchas veces por parte de los familiares del difunto, pensando si el fallecido estaba preparado en este momento).
A este mundo liberal, que se cree dios, hay que ponerle delante la pequeñez y lo endeble que es el ser humano, que sólo va seguro si va cogido de la mano de Dios y de la Virgen.
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JMI.-Es cierto que a todos los nombres de las diversas ideologías se les puede cambiar el significado, y si son malas, hacerlas buenas. Así el materialismo, en el sentido en que ud. habla; o el comunismo, hablando de un comunismo cristiano, verdaderamente cristiano; o de un liberalismo cristiano, etc.
Pero no le veo ninguna utilidad. Creo que esa estrategia sólo traerá consigo confusión. Y quizá el error de pensar que al dar al nombre de un movimiento teórico y práctico ciertamente malo -materialismo, comunismo, liberalismo, etc.- una significación buena, cristiana, ya con eso lo hemos evangelizado y lo hemos neutralizado, para que ya no haga ningún daño más. Es una solución ilusoria. No me vale.
Si tú crees que proclamar esa verdad da lugar a suspicacias, vale, suspicacias siempre las ha habido y siempre las habrá. Pero los católicos debemos hablar como nos lo enseña el Evangelio: sí, si; no,no. No debemos autocensurarnos por temor a los suspicaces o a los capciosos.
¿O acaso tampoco podemos afirmar que el comunismo es contrario a nuestra doctrina por temor a que se diga que la Iglesia rechaza la vida en comunidad?
Esto es tan ridículo como la suspicacia a la que tú le temes.
Oponerse a todo eso da miedo, ciertamente. Pero debemos hacerlo porque el liberalismo se mete en nuestras conciencias y nos aleja de Dios. Y tanto es así que la Gran Apostasía de la que tanto se habla, es fruto del auge del Liberalismo. Quienes se han dejado seducir por las sirenas del liberalismo han terminado en un indiferentismo práctico, cuando no en el agnosticismo o hasta en el ateísmo más radical.
Sobre lo de los inmigrantes fallecidos en Motril y el funeral católico que se les ofreció:
Tengo que decir que en este caso estoy de acuerdo con esa "Granada Laica". No debemos imponer nuestras creencias, sino respetarlas todas. ¡¡Cuando yo muera, no quiero que me hagan ningún ritual de una fe que en absoluto comparto!! Lo mismo quiero aplicar a los demás. No nos favorece nada el nacionalcatolicismo, yo personalmente lo detesto.
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JMI.-Avíseme cuando se muera, y si se descuida, ofrezco al Señor una Misa para que Ud. se salve con la gracia del Salvador único del mundo.
Pero es clarísimo que son eficaces para las almas del Purgatorio, las misas, oraciones, indulgencias, las almas benditas del Purgatorio suelen agradecerlos
Que tomen debida nota quienes se apresuran a ofrecer misas y funerales por quienes según todas las evidencias, han muerto en pecado mortal.
Esa estatua-ídolo es la insignia del iluminismo, cuya ideología se llama "liberalismo" pero que se hubiese podido llamar "humanismo", "democratismo", "populismo" o como fuese. Ellos necesitaban una bandera y eligieron ésa. No nos "robaron" nada a los católicos, la libertad cristiana pasa a años luz de ese islote sobre el río Hudson.
En otro orden, creo que insinúas que el liberalismo no tiene nada que ver con el comunismo. Craso error. Ambos tiene la misma meta: llegar a cumplir en la política los postulados de la Revolución Francesa. El liberalismo fue históricamente un primer intento, que ha luchado siempre con el "lastre" de la religión pero manteniendo relaciones de cierto diálogo. El comunismo quiere en cambio ir más rápido y quiere cortar drásticamente con Dios. O sea que los comunistas no son más que liberales impacientes. En la dupla política española PP/PSOE tienes un ejemplo elocuente de las diferentes estrategias de los liberales y de los marxistas.
Y en la abrumadora prevalencia de esos dos partidos esencialmente liberales tienes la explicación de la apostasía de España.
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JMI.-Le debería dar vergüenza no saberlo. Eso entre cristianos es de cultura general. La frase la dijo Cristo (Jn 8,32).
Tengo la impresión que confundes tendencias culturales con Estados. Y además percibo que haces un largo rodeo para referirte simplemente a los Estados Unidos. Pero tu argumento está bastante lejos de ser cierto.
Los Estados Unidos no son una nación liberal, sino que su pueblo es un pueblo libre. Libre gracias a sus padres fundadores, gracias al propio pueblo y gracias a Dios que permitió su formación, independencia y libertad.
¿Crees que en siglo XVII una familia inglesa "liberal", o una burguesa del continente europeo harían un viaje transatlántico, sin GPS, sin baño higienizado ni TV digital, como hoy viajan los europeos de clase media haciendo turismo?.
Amigo, el pueblo de los Estados Unidos vino de los sectores marginales de campos y ciudades europeas, y sin tiempo para pensar en ser liberal, recorriendo el mar, con niños y ancianos, por semanas y literalmente sin la certeza de arribar a salvo.
Y la estatua de la Libertad, no la levantó el pueblo de América sino, como debes saber, fue un obsequio de Francia por los 100 años de la declaración de la independencia de los EEUU, cuyo preámbulo dice así:
Sostenemos como evidentes por sí mismas dichas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se vuelva destructora de estos principios, el pueblo tiene derecho a reformarla o abolirla, e instituir un nuevo gobierno que base sus cimientos en dichos principios, y que organice sus poderes en forma tal que a ellos les parezca más probable que genere su seguridad y felicidad...
Ahora, ¿te parece esta sabia declaración "liberal"?, ¿te parece "liberal" un pueblo que considera que sus derechos fundamentales como la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad no provienen de otros hombres ni de sabios ni de gobernantes sino del Creador?...en fin...
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JMI.-Gracias por aclarar mi despiste.
En cuanto a la afinidad familiar o parentesco de sangre entre liberalismo, nazismo y comunismo, ¿Cómo se explica el duro enfrentamiento bélico (segunda guerra mundial) entre el bloque de paises liberales de un lado y con el bloque de paises afines y/o simpatizantes de la Alemania de otro? ¿Y el enfrentamiento, por cierto nada incruento, denominado "guerra fría" que se mantuvo cuatro largas décadas entre los paises del "Occidente liberal" y el bloque de paises comunistas fgortificados tras el "telón de acero", con multitud de puntos calientes (enfrentamiento real) en diversas partes del mundo?.
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JMI.-A nadie se le ocurre pensar que en el panorama de los dos últimos siglos haya nada salvable. Pero yo estoy hablando del proceso de descristianización que ha llevado a los países ricos de Occidente (sobre todo) a una apostasía generalizada. Estoy hablando de eso y explicando las causas principales.
Que naciones o bloques de naciones, infectadas todas de ellas de un espíritu natualista liberal (libertad autónoma del hombre, sin dependencia alguna de Dios y del orden natural), anden entre ellas en guerras calientes o frías es perfectamente explicable y previsible. Lo raro sería que, partiendo todas ellas de principios tan falsos y funestos, vivieran en paz y concordia. Nunca han sido tan numerosas y tan mortíferas, sin comparación, las guerras como a partir de la descristianización de Occidente. También es cierto "el progreso" mortífero de las armas. Pero aún así.
Los que creen que la felicidad se logrará con el liberalismo, o con el socialismo, y su hijo el comunismo,y acusan a la Iglesia de totalitaria, están imponiendo, de hecho, el TOTALITARISMO.-
32 et cognoscetis veritatem, et veritas liberabit vos.
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JMI.-El liberalismo, realizado en la forma liberal-conservadora, socialista, comunista marxista, nazi, dictaduras de partido único, etc., apoya toda la edificación del mundo social en la pura libertad humana, reconociéndole una autonomía absoluta respecto del orden natural o de un Dios en el que no cree o cree en forma deísta, un Dios ajeno totalmente a la marcha del mundo, sin Providencia ninguna metahistórica.
El resultado ya lo vemos: el "derecho" al aborto, unos 40 millones de abortos anuales (contabilizados, serán muchísimos más), gran parte de la humanidad muriéndose de hambre, innumerables guerras (más que en ningún siglo conocido de la historia), familias con natalidad mínima, rotas con gran frecuencia, aumento espectacular de las enfermedades psiquiátricas y de los suicidios, naciones interiormente partidas en partidos fuertemente hostiles y contrapuestos entre sí, etc. etc. etc. Todo eso no son especulaciones ideológicas: lo dan las estadísticas y los análisis contemporáneos de los estudiosos. Y son horrores todos ellos exactamente anunciados y descritos desde hace dos siglos en las encíclicas anti-liberales de la Iglesia.
El liberalismo es falso: un error que causa enormes horrores. Y el mayor de ellos es la apostasía de la fe cristiana en Dios y en su enviado Jesucristo.
El orden social cristiano, por el contrario, es verdadero. Trata de fundamentarse, con mayor o menor acierto a través de la historia, en el Creador y en el Salvador providente, respetando el orden natural por Él creado y mantenido. De la verdad solamente pueden venir bienes. Todos los males proceden del pecado y de la mentira, del padre de la mentira, el diablo, desde el principio mentiroso y homicida (Jn 8,44). "La doctrina social de la Iglesia asume una actitud crítica [muy crítica] tanto ante el capitalismo liberal como ante el colectivismo marxista" (Juan Pablo II, 1987, Sollicitudo rei socialis 21); e igualmente se opone al nazismo o a cualquier otro orden cultural, social, político o económico, si está infectado de raíz en el error liberal.
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JMI.-Así es. Y no es como para que Ud. se extrañe mucho, si en tantos países, sobre todo del Occidente rico y apóstata, un 40% o un 80% de los bautizados no cree ni en la divinidad de Cristo, ni en cielo/infierno, ni en la necesidad de la Misa dominical, ni etc.
Pero las grandes verdades de la fe sobre la divinidad de Cto, cielo/infierno, Eucaristía, etc. seguirán siendo verdaderas hasta el fin del mundo, cuando vuelva Cristo de los cielos y todo lo sujete a su reinado de verdad, justicia y amor. Por eso la Iglesia lleva veinte siglos predicándolas, y yo con Ella, si el Señor me sostiene con su gracia.
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JMI.-Sin analizar los casos que cita, pues no tengo datos, sí puedo afirmarle un principio. Que Obispos, curas, religiosos y laicos coincidimos fraternalmente más o menos en las mismas virtudes y pecados.
Padre, nuevamente le agradezco su comprensión, y continuaré, Dios mediante, leyendo sus magníficos artículos en Infocatólica, que muy buen provecho nos hace a muchos.
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JMI.-Dios le ayude siempre en todo.
http://www.jornada.unam.mx/2012/02/15/politica/016n2pol
Se excluye para sus fieles la posibilidad de votar al PRD por haber apoyado los matrimonios del mismo sexo y adopción de niños por los homosexuales, uno de los partidos en el que militaba López Obrador, por lo tanto queda de manifiesto que su apoyo iba para el PRI o el PAN veladamente aunque sólo se intente decir que es por el bien de la familia, porque en México son los únicos 2 partidos que tienen posibilidades de ganar aparte del PRD.
De Juan Sandoval Iñiguez no me consta en persona nada, pero hay indicios escritos de ello:
http://www.sdpnoticias.com/nacional/2011/07/21/juan-sandoval-iniguez-pidio-a-eu-parar-a-amlo-wikileaks
En esta noticia se dice que Sandoval pidió ayuda a USA para frenar a Andrés Manuel López Obrador en las elecciones para presidente del 2006, y refieren que en esa petición de ayuda mencionó el obispo su sueño de hacer un santuario para los mártires cristeros. Al predicar contra López Obrador se entiende que o apoyaba al PRI o al PAN, pero precisamente con el asunto del santuario se entiende que su apoyo probablemente iba para el PAN porque ese partido gobernaba localmente en Jalisco, y después se supo que el santuario lo hizo con una buena parte de dinero que le dio un gobernador panista de ese estado, que incluso, después de que mucha gente le reclamó por ello, los ofendió, y el pueblo a su vez despidió con ofensas al gobernador cuando terminó su mandato:
http://mexico.cnn.com/nacional/2012/06/23/con-megamentada-ciudadanos-despiden-al-gobernador-de-jalisco
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JMI.-Se sale del tema.
Creo entender lo que me quieres decir. Que intenta ser una crítica -muy respetuosa y ponderada por cierto- a mis afirmaciones.
Permíteme que a mi vez critique tu crítica: haces demasiado caso a las declaraciones grandilocuentes y a lo que los yankis dicen de sí mismos. Ellos te van a repetir hasta el cansancio que su nación nació del Mayflower, pero quienes hemos estudiado el caso un poco más profundamete sabemos que surgió en una tenida masónica. Lo cual ellos -obvio- no te lo van a decir. Por lo menos hasta ahora no lo han reconocido.
Estamos en una época de "autobombo" y de mentira institucionalizada. Sirve de muy poco tomar en serio lo que dicen de sí mismos quienes no temen a Dios. Así como el Padre Iraburu señala en este artículo que los liberales no tienen mandato de amar a sus enemigos como los católicos, igualmente ellos no tienen vedado mentir, mientras que nosotros sí. Entonces no resulta creíble lo que los liberales dicen del liberalismo, así como, por ejemplo, no se puede creer lo que los demócratas dicen de la Democracia. Hay que buscar otras fuentes más fiables y también, constatar los datos reales.
La Estatua de la Libertad fue formalmente un obsequio de Francia a los EEUU, pero efectivamente fue un presente de la masonería francesa a su hermana yanki. Ambas revoluciones, la yanki y la francesa, se ayudaron mutuamente porque las impulsaban ideales comunes : los ideales del liberalismo.
http://www.vanguardia.com.mx/apoyalaarquidiocesisdemexicoreformalaboral-1381227.html
La cual es neoliberal, o simplemente liberal, y realmente terminará generando más pobreza a los trabajadores según este especialista del Tecnológico de Monterrey:
http://www.wradio.com.mx/noticias/economia/reforma-laboral-de-calderon-generara-mas-pobreza-tec-de-monterrey/20120924/nota/1766927.aspx
Sandoval Iñiguez por su parte, en la misma nota que cité sobre que estaba en contra de López Obrador:
http://www.sdpnoticias.com/nacional/2011/07/21/juan-sandoval-iniguez-pidio-a-eu-parar-a-amlo-wikileaks
se pronunció a favor de la economía de mercado, pues dice el comunicado: “ Tanto Sandoval Íñiguez como un cardenal brasileño, dice el cable, sienten que "los pobres en América Latina no entendieron los beneficios potenciales para ellos de los mercados libres y pidieron con urgencia ayuda del gobierno de Estados Unidos, reconociendo que la iglesia, aunque necesariamente con cautela, también puede jugar un papel más grande."
Este dato da pie a comentar que los obispos de México no son los únicos en América que apoyan el liberalismo económico, por el prelado del Brasil al que se hace alusión.
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JMI.-No estoy en condiciones de discutirle a Ud. si esos Sres. Obispos apoyan o no el liberalismo económico. Pero ya no siga por este hilo. En el caso de que lo fueran lo único que demostraría es que hay Obispos que en algunos temas no enseñan fielmente la doctrina de la Iglesia.
Eso no es ninguna novedad. Ni aclara nada el tema que he expuesto. Ya vale.
En realidad, no puede haber nada más dicímil a la Revolución Americana que la Revolución Francesa. Más bien ésta última está más cercana a la Revolución Rusa o la Mexicana inclusive, pero es imposible ver alguna semejanza entre los Estados Unidos independientes de la aristocracia inglesa y su corona, y la Francia y Rusia post revolución, que entre sí guardan varias semejanzas.
Los Estados Unidos nacen de la cooperación entre las fuerzas revolucionarias y los borbones de Francia y España principales enemigos de Inlgaterra, te invito a revisar la historia de la "guerra de los sieta años", previa a la guerra de independencia de los EEUU.
Inglaterra no perdona el hecho que Francia y España le hicieran perder su principal territorio colonial en América... finalmente hará un malévolo trabajo para desatar la Revolución Francesa, y sobre ella, debilitar a España para la inoportuna independencia de los paises de América española.
Te invito a leer sobre ello y reflexionar sobre el significado de las palabras del Goerge Canning Ministro de Asustos Exteriores británico (1824):
"La cosa está hecha; el clavo está puesto, Hispanoamérica es libre y, si no manejamos lamentablemente mal nuestros asuntos, es inglesa"...
El francés Marqués de Lafayette, general de los yankis emancipados y héroe de guerra americano, fue luego un prominente miembro de la Francesada, en cuyo gobierno llegó a detentar altos cargos.
LA dinastía borbónica, muy lejos de estar en condiciones de molestar a la primer potencia del mundo emancipándole sus colonias, apenas atinaba a sobrevivir. Si España y Francia hubiesen sido valedores de los yankis, cuando Inglaterra los pulverizó en Trafalgar se hubiese dirigido presta a recuperar sus colonias, cosa que en ningún momento intentó.
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