(60) Grandes rebajas del cristianismo –y IV. pelagianismo actual. y 2
–Siga dándoles duro. No se canse.
–No me cansaré, porque «son todos enemigos de la cruz de Cristo» (Flp 3,18).
El hombre a solas con el hombre. Una vez que la apostasía hizo que gran parte de las antiguas naciones cristianas abandonaran su fe en Cristo, la cultura de Occidente permanece cerrada en el inmanentismo del hombre solo, sin la gracia, sin el auxilio sobre-natural de Dios. Y solo le queda entonces, en la onda de la Ilustración, profesar el mito del progreso necesario, Fichte, Herder, Comte, Hegel, o después de los horrores del siglo XX, hundirse en la náusea de Sartre y compañeros. Pero miremos dentro de la misma Iglesia.
Si buscamos actualizaciones del pelagianismo, vamos a dar en algunos autores de los que ya he tratado: Teilhard de Chardin, S. J. (27), Anthony De Mello, S. J. (47), con su Autoliberación interior, una obra que encabeza cientos de otros títulos semejantes, o topamos con Schillebeeckx y las devaluaciones del pecado original en el Catecismo holandés (57)… Señalo aquí al respecto dos autores más.
Karl Rahner, S. J. (1904-1984) sugiere una rehabilitación del monje británico Pelagio. Ya desde los años 1930 afirma Rahner la vinculación necesaria de lo sobrenatural a la naturaleza humana. Rahner presenta abiertamente la teología de lo sobrenatural no gratuito. Algunas doctrinas semejantes se hallan en la obra Surnaturel (1946) del P. Henry de Lubac, S. J. Pero no es éste el lugar apropiado para examinar a fondo estas tesis. Recuerdo aquí sólamente al Cardenal José Siri (1906-1989), que en su obra Getsemaní; reflexiones sobre el movimiento teológico contemporáneo (CETE, Toledo 1981), refuta la teología de Rahner en su teología de la gracia:
«Rahner concluye que la gracia es el cumplimiento de nuestra esencia. Partiendo de una visión de las cosas que, quiérase o no, rechaza de facto la verdadera gratuidad del orden sobrenatural, llega él a colocar a Cristo y a Dios en las cosas: “Dios y la gracia de Cristo están en el todo, como la esencia secreta de toda realidad”» (87). Según estas tesis, entiende Rahner que «el dogma [de la Inmaculada Concepción] en ningún modo significa que el nacimiento de un ser humano esté acompañado por algo contaminante, por una mancha, y que para evitarla, un privilegio fuese necesario a María» (89-90). Esta doctrina, comenta el Card. Siri, «conduce hasta la doctrina del cristiano anónimo, hasta la doctrina de la muerte de Dios, de la secularización, de la desmitización, de la liberación y tantas otras» (92). La doctrina rahneriana sobre la gracia se aproxima al pensamiento de Pelagio, para el cual el mismo libre arbitrio dado por Dios al hombre es la gracia. José Antonio Sayés, coincidiendo con el análisis de Siri, en La esencia del cristianismo; diálogo con K. Rahner y H. U. Von Balthasar (Cristiandad, Madrid 2005, 132-140) examina con gran claridad las tesis neo-pelagianas de Rahner.
Hans Küng (1928-), ya alejado por la Iglesia de la docencia católica (Congregación de la Fe, Declaración 15-XII-1979), publica un best-seller, escasamente refutado por los teólogos católicos (Projekt Weltethos, Piper, Munich 1990: Proyecto de una ética mundial, Trotta, Madrid 1991; 6ª ed, 2003). Lógicamente, la obra es inmediatamente adoptada por la UNESCO como texto básico para un Congreso mundial sobre la moral. Su enseñanza se asemeja a la Declaración de una Ética Mundial (Parlamento de las Religiones del Mundo, Chicago, IX-1993). Küng es presidente de la Fundación por una Ética mundial (Weltethos), en la que caben todos, menos los católicos-católicos.
«¿Rehabilitar a Pelagio? De nuevo en auge el hereje del siglo V. Se quiere suprimir el dogma del pecado original. Cómo se vuelven pelagianos los católicos». Este es el título que aparece en una portada de la revista 30 Días (1-1991). En ella se cita a Augusto del Noce: «el intento filosófico más importante del mundo moderno [ha sido] elaborar una religión de la que se excluyera lo sobrenatural». Es un intento que viene ya de atrás. En 1793 el señor Kant escribe La Religión dentro de los límites de la sola razón.
«Podemos reconocer –escribe el profesor Francisco Canals– que en nuestros días, tras siglos de pensamiento y cultura ya emancipados de la inspiración cristiana, y mientras sería muy difícil advertir en los católicos el peligro de un pesimismo jansenista o de un predestinacionismo fatalista, es bastante general la ignorancia sobre los puntos más centrales de la salvación del hombre por la gracia de Jesucristo» (En torno al diálogo católico protestante, Herder, Barcelona 1966, 68).
El pelagianismo, hoy sobreabundante en la Iglesia, se da en múltiples versiones. Señalaré algunas principales.
–Pelagianismo roussoniano, sonriente, buenista, que mantiene un optimismo a ultranza –pase lo que pase en el mundo y en la Iglesia–, positivo, creativo, eufórico, energético, activista, «too er mundo e’bueno». Ramalazos de él, al menos, afectan también a buenas personas y obras católicas. Silencio discreto sobre «el pecado del mundo», pero sobre todo acerca de la condición caída de la naturaleza humana. Silencio sobre la necesidad urgente y absoluta de la gracia de Cristo. Revistas católicas que apenas hablan de Dios y de la salvación: querer es poder, «diez normas para mantener unido el matrimonio» –todas puramente naturales–, noticias positivas. Postales, carteles, calendarios, a veces de obras religiosas, con imágenes de gente feliz, hermosa y de buena salud, que van acompañados de frases sublimes, casi nunca tomadas de la Escritura o de los santos: «sonriendo transformamos el mundo» (Anthony Morgan-Klaus). Todo ese positivismo, ya me perdonarán, nada tiene que ver con la alegría cristiana, hecha de amor a Dios y al prójimo, y de esperanza de la vida eterna. Todo eso, hoy tan frecuente, es simple pelagianismo puro y duro.
Ovidio (+17), poeta pagano contemporáneo de Cristo, estaría en condiciones de desengañar a los actuales cristianos pelagiano-roussonianos, porque él sabía lo que hoy parecen ignorar no pocos teólogos y laicos ilustrados: «video meliora proboque, deteriora sequor» (veo lo que es mejor y lo apruebo, pero sigo lo peor: Metamorfosis VII, 20; = Rm 7,15). El hombre, afectado por el pecado original, está siempre entre el bien y el mal, y sin el auxilio sobrenatural de la gracia de Cristo está perdido.
–Pelagianismo de terapias naturales. Espera lograr la perfección del hombre mediante la aplicación de métodos psico-somáticos. Reuniones y libros de Autoayuda, de Autoliberación interior. (Bueno está el hombre para auto-liberarse…) No suelen faltar en estos libros y grupos frecuentes dosis orientalistas. El budismo, al no creer en un Dios personal, no puede sino pretender una salvación autónoma, en la que sea el hombre quien salva al hombre. En los últimos decenios es cada vez más frecuente que en Comunidades religiosas, Casas de Ejercicios, Centros de Espiritualidad, junto a reuniones bíblicas o ejercicios espirituales, se oferte también una serie muy variada de terapias naturales: eneagrama, meditación transcendental, reiki, técnicas individuales o comunitarias de autorrealización, yoga, zen, energía positiva, rebirthing, dinámicas de grupo, sofrología, yosoki, etc. etc. etc. New Age. Palitos de incienso, en salas con moqueta y luz indirecta, donde a veces quedó colgado un crucifijo, una imagen de la Virgen María… «Traer ropa y calzado cómodos». Transcribo de la propaganda de algunos de estos Centros:
«Una técnica liberadora de las tensiones psíquicas y de la dispersión mental como camino que facilita el sereno acceso a la identidad personal. Una paciente y sosegada escucha del lenguaje del cuerpo, como recuperación del silencio y de la unidad. Escuchar la experiencia, ver la realidad como es (vispassana)». «Los retiros [les llaman retiros] de yoga, reiki y sofrología caycediana son encuentros de trabajo y profundización personal, así como de iniciación en estos procesos de crecimiento, que generan una profunda paz y bienestar, así como una gran revitalización, equilibrando la energía, despertando la consciencia, serenando la mente, armonizando los chacras [esto es importante], despertando la vida del ser, elevando el alma, ayudando a crecer y dar los pasos necesarios en el momento de la vida en que cada uno se encuentra… Desomatiza lo negativo, somatiza lo positivo. Equilibra todo el sistema energético, generando un agradable estado de cálido bienestar y confianza interior. Actualiza las potencialidades dormidas o paralizadas. En un ambiente tranquilo y apacible, como es el monasterio de N. N… Comida vegetariana»… Página web, números de teléfono, e-mail de contacto. Organización perfecta. Y a veces los dichos cursillos son caros. Pero merece la pena: lo que vale, cuesta.
De todo esto nada supieron los pobres San Benito, San Francisco de Asís, San Ignacio de Loyola, San Juan de la Cruz… Y el diablo ahora lo fomenta con entusiasmo. Lo que hunde al diablo en la miseria es la Misa, el rosario, la oración, el agua bendita, el signo de la cruz, las jaculatorias, la frecuencia de la confesión, la dirección espiritual –y más si es con obediencia–, la lectura de la Biblia y de autores espirituales, la práctica de las virtudes y de las obras de misericordia, visitar enfermos, ayudar a pobres, etc., las novenas, etc. Ésas son las cosas que lo matan. En cambio con estas otras el diablo se fortalece y está feliz. Lo suyo es el pelagianismo.
–Pelagianismo sincretista. Notemos que la verdad es refractaria a todos y a cada uno de los errores. Por el contrario, los errores, aunque a veces sean contradictorios entre sí, muestran una singular capacidad de amalgama y de unidad operativa. La Ética mundial ya aludida engloba innumerables filosofías, terapias y religiones, muchas veces inconciliables entre sí; pero que, sin embargo, se concilian amistosamente y concelebran juntos. Y si consiguen la presencia de algún monje vestido de color naranja, pongamos, su santidad Darwha Mira Ramchandani, tanto mejor; aunque no sea indio, que a lo mejor, por ejemplo, es un señor de Murcia, don Ernesto Paniagua; también les vale. Es lo que digo: pueden juntarse todas estas diversidades en comunes celebraciones llenas de color y falso entusiasmo. Y es que en realidad hay algo que les une profundamente: el rechazo unánime de Cristo y de su gracia. Pongo un ejemplo tomado de un diario:
«Por cuarto año consecutivo, en el Colegio [católico] de los Padres N. N., el día 29 de enero, aniversario de la muerte de Gandhi, se celebrará un Encuentro por la Paz y la Reconciliación». Se invita a todos, cristianos, creyentes no-cristianos, ateos. Hay que sumar, y no restar. En la fotografía del Evento se aprecia en el amplio patio del Colegio la palabra PAZ, configurada por unos ochocientos alumnos, debidamente ordenados por sus profesores, algunos de ellos religiosos… ¿No es conmovedor? Según dicen, «son estos pequeños gestos los que tienen fuerza para crear un mundo nuevo»… En el fondo del patio, a espaldas de todos los alumnos, se alcanza a ver una imagen de la Virgen, puesta allí hace cincuenta años. Ella es la Madre del único Príncipe de la paz, de esa paz que, ciertamente, el mundo no puede dar (Jn 14,27). Ni siquiera Gandhi, que ya está muerto.
–Pelagianismo liberacionista. Ceñudo y tenso, como no podría ser de otro modo. Che Guevara. Mayo de 1968. Teología de la Liberación. El Jesús de Pasolini, de ceja única. Cuando la Congregación de la Fe, presidida por el Cardenal Ratzinger, publica la instrucción Libertatis nuntius, sobre algunos aspectos de la teología de la liberación (6-VIII-1984), advierte que «solamente recurriendo a las capacidades éticas de la persona y a la perpetua necesidad de conversión interior [imposibles sin la gracia] se obtendrán los cambios sociales que estarán verdaderamente al servicio del hombre… La inversión entre moralidad y estructuras conlleva una antropología materialista, incompatible con la verdad del hombre» (XI,8). Sin la gracia de Cristo, sin la oración de petición y los sacramentos, sin el Espíritu Santo –el único que puede «renovar la faz de la tierra»–, el intento liberacionista se hace estéril, torvo, amargo, violento: revolución, atentados, lucha de clases, infiltraciones culturales por la vía Gramsci, etc., sufrimientos y ruina del pueblo.
La Unión Soviética, con todo el poder concentrado en un partido gobernante entre 1917 y 1989, no consigue producir «el hombre nuevo». Y no lo hubiera conseguido en un par de siglos más de adoctrinamiento en escuelas y universidades estatales, reuniones obligadas de grupos, marchas, pancartas enormes, estatuas e imágenes de hombres macizos y mujeres musculosas, animales humanos pletóricos de fuerzas positivas y reivindicativas. Algo semejante es preciso decir de la teología de la liberación. Es cierto que se expresa en formas muy diversas, «algunas son auténticas, otras ambiguas y otras, en fin, representan un grave peligro para la fe y para la vida teologal y moral de los cristianos… La concepción totalmente politizada del cristianismo, a la que conducen estas teologías, deja sin contenido los misterios de la fe y de la moral cristiana» (Libertatis nuntius, síntesis previa, VI).
–Algunas ONG de inspiración cristiana, a veces sumamente beneméritas (por eso prefiero no citarlas por su nombre) tienen también sus ramalazos pelagianos roussonianos o/y liberacionistas. Recibiendo a veces el 90 % de sus recursos del pueblo cristiano, concretamente de la colecta de las Misas, apenas nunca citan en sus propagandas a Cristo, frases evangélicas, motivaciones de fe, de caridad, sino que «secularizan» tanto su fisonomía –quizá para recibir también ayudas de los no-cristianos– que apenas parecen ONG cristianas. Y eso es muy lamentable. No está nada bien distribuir una gran abundancia de donativos, ocultando en la práctica al Donante principal, a Cristo, que por su gracia ha movido precisamente en la Misa –«éste es mi cuerpo que se entrega»– el corazón de esos benditos cristianos donantes.
Pablo VI, Credo del Pueblo de Dios (30-VI-1968). Frente al Catecismo holandés y tantas otras voces actuales ambiguas o falsas, confiesa: «Creemos que todos pecaron en Adán; lo que significa que la culpa original cometida por él hizo que la naturaleza, común a todos los hombres, cayera en un estado tal, en el que padeciese las consecuencias de aquella culpa… Esta naturaleza humana, caída de esta manera, destituida del don de la gracia del que antes estaba adornada, herida en su mismas fuerzas naturales y sometida al imperio de la muerte, es dada a todos los hombres. Por tanto, en este sentido, todo hombre nace en pecado. Mantenemos, pues, siguiendo al Concilio de Trento, que el pecado original se transmite, juntamente con la naturaleza humana, por propagación, no por imitación». «Pecador me concibió mi madre» (Sal 50,7).
San Jerónimo (342-420) fue, con San Agustín, quien con más fuerza combate la herejía pelagiana (Diálogos contra los pelagianos, libri III: 415). Cuando aún vivía Pelagio, escribe en el 414 contra su doctrina una carta durísima, en la que vence todas sus tinieblas con la luz de la Palabra divina (Patrologia latina, Migne 21,1147-1161). Y termina rogándole al amigo destinatario de la carta, y a los que se reúnen en su santa casa,
«que no acojan a través de aquellos homúnculos [pelagianos] el excremento o, por decir poco, la infamia de tan graves herejías. Allí donde se alaba la virtud y la santidad, que no tenga morada la vergüenza de la presunción diabólica y de una compañía obscena. Sepan los que prestan ayuda a hombres de esa calaña, que recogen a una multitud de herejes, y que son enemigos de Cristo y alimentan a Sus adversarios».
José María Iraburu, sacerdote
Índice de Reforma o apostasía
31 comentarios
Ayer tarde reflexioné sobre los "cristianos anónimos" de K. Rahner y su posible relación con el pelagianismo, es más, tenía pensado preguntarle, pero claro, aunque escuetamente, ha dado una pincelada.
Gracias P. Iraburu. Saludos.
Del anterior artículo, destaco la "prueba del silencio", realmente esclarecedora de aquellos que no mantienen la fidelidad a la Iglesia.
Ayer tarde reflexioné sobre los "cristianos anónimos" de K. Rahner y su posible relación con el pelagianismo, es más, tenía pensado preguntarle, pero claro, aunque escuetamente, ha dado una pincelada.
Saludos.
Lo digo porque todo ocurre en la misma época, esa especie de gusto no tanto por la novedad, sino por lo antiguo, por lo primitivo confundido como esencial, desechando lo que siglos de uso habían aportado a la Iglesia.
Un saludo en la Paz de Cristo.
-------------------------------------
JMI.- No creo yo que el P. de Lubac incurriera en un "arqueologismo dogmático" como el que parece Ud. indicar. El, sencillamente, era un gran estudioso de los Santos Padres (fundador con el P. Daniélou, S. J., de la gran colección Sources Chrétiennes, París 1955ss). Su obra, a mi parecer, más hermosa fue "Meditaciones sobre la Iglesia". Desafinó su poco cuando incursionó en teología especulativa.
Muy lamentables, fundamentalistas y antievangélicas las posturas de este artículo.
Miguel Ayala
-----------------------------------------
JMI.- Un artículo lamentable, fundamentalista y antievangélico, obviamente, es indefendible. No me canso, pues, en intentar su defensa.
En cuanto a lo que dice Ud. del tema Iglesia-Reino de Dios le recomiendo leer la Declaración "Dominus Iesus" (6-VIII-2000), que expone el tema con un poquito más de exactitud (nn. 18-19).
Que conste que no es que no me lo crea, pero si me cuesta entender el porque. Gracias y siganos iluminando.
-------------------------------------------
JMI.- El Catecismo de la Iglesia trata con relativa amplitud y máxima claridad el tema, aunque el PO, como todos los misterios de la fe, siempre guardan su condición de misterios. Léalo, por favor. El pecado original daña profundamente "la misma naturaleza" de Adán y Eva, y cuando "por la generación" transmiten a sus hijos la naturaleza, les transmiten una natureleza humana dañada, herida, cuyo aspecto de culpabilidad es puesto por los niños on-line en cuanto comienzan a vivir. Ejemplo: ha visto Ud. a un niño que tiene a un lado "su" pelota, pero que no juega con ella. Se la pide prestada un hermanito, y él la toma con furia: "¡No, es MÍA!". Ahí tiene Ud. el pecado original "personalizado" ya antes de que el crío llegue al uso de razón-voluntad. ¡Y luego sigue y sigue! Volviendo al caso: es inútil que la mamá le argumente: "pero déjasela, que no estás jugando con la pelota, y no te la va a desgastar"... "¡No, es MÍA!". Trabajo tiene la gracia de Cristo para ir enderezándonos en el bien y el amor, sanándonos de esas maldades congénitas y haciéndonos crecer cada día en bondad y amor.
Seguramente soy muy antigua, pero a mí también me gusta más machacar al demonio rezando la novena a la Divina Misericordia, el Santo Rosario, recibiendo la Sagrada Comunión diaria, confesándome a menudo, haciendo sacrificios...
Hoy me decía una madre joven que en la catequesis de COmunión no enseñaban ni los Mandamientos ni los Sacramentos.Supongo que, a esos pobres niños, les enseñarán el buenismo de la solidaridad, el día de la Paz, Ghandi, etc, etc.
Resulta que cuando la Virgen se apareció en Fátima les pidió a los niños (que supongo que serían bastante buenos e inocentes) que rezasen y que sacrificasen mucho por los pecadores. Y ellos, obedientes, se privaban de la poca comida que tenían, no bebían en verano y se colocaban una cuerda en la cintura a modo de cilicio. Y rezaban y rezaban. Así son santos, claro. Dios nos ayude y nos dé sentido
-------------------------------------------
JMI.- Ya ve Ud. que mis retratos están dibujados del natural. No están inventados.
La Virgen de Fátima les recomendó a los niños especialmente el santo Rosario. Duro con él. Cada día. Mejor dos que uno. Y mejor tres.
En ella, como en ninguna otra que yo recuerde, se hace patente el trabajo petrino de enfrentarse a la pleamar del modernismo humanista, fundamentalmente pelagiano, que, después de fraguarse durante cien años en la oscuridad, finalmente aflora acompañado de los frutos que todos conocemos.
Es especialmente durante esos años cuando la imagen de Pablo VI parece la de un faro en medio de una tormenta en el Mar del Norte.
Supongo que su enfermedad le quitó la mayor parte de sus fuerzas, especialmente a partir de 1973 hasta su muerte.
Su pontificiado -especialmente en las fechas citadas- está resultado para mí todo un tesoro de enseñanzas que desconocía.
Me ha resultado especialmente orientadora su alusión a los filósofos idealistas alemanes, Kant, Fichte, Herder, Comte (positivista) y Hegel.
ADVENIAT REGNVM TVVM.
------------------------------------
JMI.- Concretamente, todas las Encíclicas de Pablo VI son absolutamente magistrales: profundas, claras, fuertes ante el error y muy bellas en su concisión.
No he dicho que el incurra, sino que a propósito del tema me gustaría saber si se puede decir tal cosa para la teología dogmática tal como la que amonestó Pio XII en la liturgia. Es obvio el rechazo entorno al tiempo de la Nueva Teología y aún antes de ciertos conceptos desarrollados por razones de la explicación del dogma, el del sobrenatural fue uno, tal como otros intentaron olvidar el de transubstanciacion. O aún más claro: el de alma. En muchos casos es pura muestra de falta de conocimientos metafísicos, pero no creo que fuera eso en los que iniciaron tales corrientes. Pero mejor para otro artículo si piensa hablar de ello, que sería muy interesante.
Gracias de todos modos, padre. Lo del Cristo unicejo de Pasolini es todo un punto.
Y ahora sólo un poquito de crítica.
El bosque del "pelagianismo" creo que hace perder un poco el hilo y la posible fuerza del comentario.
Para poner un ejemplo de lo que digo.
Creo que un teólogo católico como Karl Rahner se merecía algo más que figurar en medio de este "meelting pot".
Como muestra de ello me permito copiar sólo un párrafo del texto que Wikipedia ofrece sobre este teólogo.
"La base de la teología de Rahner es que todos los seres humanos tienen una conciencia latente de Dios en cualquier experiencia de limitación del conocimiento o libertad como sujetos finitos. Dado que tal experiencia es necesaria, pues constituye la “condición de posibilidad” de cualquier conocimiento o libertad como tal, Rahner emplea el lenguaje de Kant para describir esta experiencia como “experiencia trascendental”.
Tal es el alcance de la idea de Rahner del “conocimiento natural de Dios”—el que puede ser conocido por la razón antes de la llegada de la revelación. Sólo se puede aproximar a Dios asintóticamente, de la forma que Rahner denomina “misterio absoluto”. Aunque se pueden suministrar pruebas de la existencia de Dios, estas pruebas sólo se refieren a la ineludible orientación del misterio que constituye—por necesidad trascendental— la naturaleza del ser humano."
Me quedo más con este misterio de Rahner que con el pelagianismo difuso y confuso del comentario.
----------------------------------------------
JMI.- Le recomiendo leer el libro de Sayés que cito en el artículo, en el que estudia y hace crítica de "un teólogo católico como Karl Rahner". Muy bueno.
-----------------------------------
JMI.- No están acostumbrados Uds. a que nadie haga críticas de Teilhard, De Mello, Rahner, Schillebeeckx, etc. Quizá por eso se ponen nerviosos cuando alguien lo hace. Pero tendrán que ir acostumbrándose. Al menos si nos honran visitando este portal católico.
Los comentarios del P. Iraburu son perfectamente compatibles con un catolicismo a ultranza pero muy lejos de la fuerza del Evangelio
O sea, que según este señor, ser católico a ultranza es incompatible con la fuerza del evangelio. ¿Quizás hay que ser católico a medias? ¿quizás católico al 25%? ¿puede que valga con un 10%?
O se es católico o no se es. Y si se es, se es con todas las consecuencias. Para andar en medianías y tibiezas, mejor nos quedamos en casa.
Su último artículo, en torno al pelagianismo, en el que, entre otros, cita a los PP. Rahner y de Lubac, tiene la máxima actualidad... Se lo digo porque, hace menos de una semana, hube de asistir, en la Facultad de Teología SAN DÁMASO, a la defensa de una tesis doctoral por parte de un sacerdote amigo. La tesis, en cuestión, llevaba por título: "Lo sobrenatural en la obra de Miguel de Unamuno". No voy a citar quiénes componían el Tribunal que "examinaba" al doctorando...Sólo diré que TODOS, sin excepción, aludieron a la conveniencia de "evitar" el término SOBRENATURAL, sustituyéndolo por otro "más adecuado"...Y es patético comprobar que los "motivos" que aducían para tal sustitución son, sencillamente, las posiciones pelagianas de los autores citados, que con tanta maestría nos ofrece en su artículo.
El pobre doctorando, en fin, se escabulló respondiendo que había empleado el vocablo SOBRENATURAL "por ser el más admitido...". De todos modos,en cuanto pude acercarme a él le sugerí que, a pesar de las presiones recibidas, no cambiara el vocablo del título de su tesis. "Por supuesto, que no", me respondió. ¡Confío que así sea!
He ahí, P.Iraburu, un "botón de muestra" más, entre tantísimos, del panorama actual. Por ello, de nuevo, le agradezco su labor en pro de la VERDAD.
---------------------------------------
JMI.- Estimado Pedro, así está el patio. Las benditas Carmelitas de Duruelo, y tanta buena gente más, interceden por nosotros ante un Dios infinitamente bueno y misericordioso.
----------------------------------
JMI.- Bien por la Susi. Bendición +
Acuérdate lo que ponía el otro día en el tema de la bibliografía sobre comparar las bibliografías de una asignatura en los distintos centros de las diócesis de España. Se entenderían muchas cosas. Eso sí que sería un puntazo informativo sobre la formación teológica en España.
Un saludo en la Paz de Cristo.
¿Por qué será que uno siempre se acaba encontrando a jesuitas en las puntas de lanza tanto de la filosofía, de la espiritualidad o de la teología?
Hasta la próxima.
Le recomendaría un corolario de las concretas consecuencias del pelagianismo en la vida cristiana: tensiones, depresión, pérdida de confianza en la oración, radical intolerancia a las dificultades (propias y ajenas), fatiga crónica, tristeza, abatimiento etc.
"No vence el Rey por su gran ejército" Sal 32
------------------------------------------
JMI.- San Pablo afirma en muchos lugares de sus cartas que desde Adán todos estamos en pecado, muertos, privados de la gloria de Dios, desde el nacimiento (Rm 3,23-24; Ef 2,1-6; etc.), y que todos los que recibimos la gracia de Cristo, el nuevo Adán, recuperamos la vida y la amistad con Dios. En ese sentido hay que entender el Rom 5 que cita.
Es más, en el hilo argumental, además de que "había otros Papas", notaba cierto "resentimiento" como si hubiera ido cerrando la "novedad" del Concilio Vaticano II y no hubiera profundizado en la reforma...
¿Puede ser cierta esta impresión mía de tales conversaciones?
Saludos.
PD: Siento desviarme del principal tema del artículo.
Valdría la pena recordar que los autores neopelagianos modernos que usted cita, suelen tener una tendencia acusada a despojar de lo sobrenatural a la fe, y asimismo se abre paso en muchos de ellos la creencia en un Dios despersonalizado, llegando a poner en duda la Revelación como la ha ensañado la Iglesia desde los apóstoles. Creo que estas últimas características proviene del pensamiento modernista (racionalista y agnóstico a fin de cuentas), y que Pelagio jamás las hubiese suscrito.
Por cierto, los autores que cita son los principalmente manejados en muchas facultades de teología, seminarios y librerías católicas ¿cómo extrañarnos de la difusión espectacular de sus ideas?
Ya se comprende que este discernimiento es muy complejo-delicado. Pero solo puedo hacerlo yo. Qu el Señor me ayude.
-----------------------------------------------------
AÑADO respondiendo a objeción cortés del eliminado.
En comentarios como el suyo parece que lo más propio es escribir un artículo, enviarlo a InfoCatólica, y que el Director vea si es publicable, y si conviene en Cartas al Director, Tribuna Abierta, etc.
No creo, sinceramente, que le aceptasen, porque aunque no sea ése su intento, los muchos lectores lo entienden como ataque a una Institución católica. Y esto no lo admitimos en InfoCatólica ni contra Neocatecumenales, ni Carismáticos, ni Opus Dei, ni Compañía de Jesús, etc.
Una observación, si usted me lo permite. Vengo comprobando que quienes defendemos la distinción (no separación) entre naturaleza y sobrenaturaleza somos acusados de... pelagianos. A mi me ha pasado hasta con algún obispo. Aunque no soy teólogo y, por consiguiente, no tengo en ello seguridad, me da la impresión de que los extremos se tocan, de modo que los pelagianos acaban dándose la mano con quienes, aproximándose al protestantismo, no fían nada a la naturaleza humana. Noto en la moderna teología bastante de este extremo "superpelagiano", si puedo hablar así.
-Problema de la transmisión: Por el semen, como decía Sto Tomás en su ST y a renglón seguido el problema de la poligénesis, que se plantea Pio XII.
-Un pecado sin culpa que se hereda....es díficil de entender al menos en cualquier sano juicio. Lo que es mas plausible es que lo que sufrimos son las consecuencias.
-Consecuencias desproporcionadas (el mal) por una desobediencia de nuestros primeros padres, ininteligible para un cristiano de a pie.
-S. Pablo, cuando habla de la muerte por el pecado de Adan, en esa misma carta de Rom, se refiere al alejamiento de Dios, no tanto a la muerte física, por lo que la muerte seguiría existiendo y por tanto el mal. Los animales no pecan y mueren.
-S. Agustín cree que los niños que mueren sin bautismo, serían castigados también aunque "suavemente", esto hoy es inconcebible para un cristiano. Para Sto Tomás van al Limbo, pero ahora el Limbo es sólo en el mejor de los casos, una hipótesis.
-Hasta el s XII, todos los teólogos incluidos Buenaventura, Alberto Magno, Sto Tomás,se opusieron a que la Virgen estuviera exenta del PO, pero luego Pio IX, en 1854, declara exenta a nuestra Santa Madre del PO. ¿Hasta entonces estaba sometida al PO?
Por eso no hay que engañarse, ante tanta confusión sobre el PO, si se les pregunta a cada cristiano, hagánlo en su comunidad o grupo parroquial, cada uno tiene una teoría propia. Observando, es curioso constatar que basicamente son para "disculpar" al Dios cristiano del origen del mal.
------------------------------------------
JMI.- El Catecismo de la Iglesia hace una preciosa síntesis de la fe católica sobre el pecado original: naturaleza, consecuencias, modo de transmisión, etc. (385-390, 396-412). Con eso un cristiano tiene de sobra para vivir su vida espiritual -y siete vidas que tuviera- y para educar a sus hijos, dar catequesis y hacer apostolado. La confusión se produce en los fieles si aceptan predicaciones inconciliables con la doctrina de la Iglesia sobre el PO, o si se fían de su propia opinión, sin tomarse el trabajo de aprender lo que la Mater et Magistra enseña a sus hijos
Gracias, padre. Llevo hablando de este problema mucho tiempo, pero la gente no se entera.
Conviene no confundir a nadie sobre el alcance de las tesis del blogger. Una cosa es lo que el P. Iraburu escriba al respecto y otra muy distinta pretender que el alcance de su tesis llega al extremo de considerar la existencia de dos iglesias, una pelagiana o semipelagiana con un contenido propagandístico y otra la de Cristo, seguida por unos pocos iluminados. Pretender la existencia de esas dos iglesias, ambas dos presididas por el mismo pontífice es llevar a unos extremos indecorosos la interesantisima tesis del P. Iraburu.
El pelagianismo es una herejía real, y yo entiendo que el pelagianismo actual o semipelagianismo es una denuncia que el P Iraburu hace a la banalización que muchos pretendidos católicos hacen de la esencia de nuestra fe rebajandola a un mero mensaje de hermandad secular con una vaga conexión con el Cuerpo de Cristo al que se considera, en estos ambientes poco más que una mera entelequia filosófica.
Llevar más allá de esto el significado de la tesis del P Iraburu para anunciar la desacralización de la misma Iglesia Católica es un exceso que convendría matizar.
Como siempre, estimado miles_dei, que Dios le bendiga.
---------------------------------
JMI.- Uno puede controlar lo que uno mismo dice. Pero qué interpretación le dé uno y otro, eso ya no.
-----------------------
Lo que dice el Catecismo vigente del PO, cuando se ha intentado explicar en alguna catequesis ni siquiera los propios sacerdotes saben contestar de una manera coherente y medianamente lógica a las dudas que allí se contienen. Si comentan los esfuerzos de SS, J. Pablo II para que no pareciese en contra de la razón humana, recogidos por lo visto en la última revisión, pero sin suscitar grandes entusiasmos.
Si para gente que ya tienen algún doctorado que otro a las espaldas, la mayoria de los textos de este Resumen que hay en el Catecismo es ininteligible como nos dicen, con más motivo es para estudiantes o meros católicos de a pie.
Este dogma tal y como está redactado aunque ahora algo más suavizado, es incomprensible a la razón humana que ya digo, al menos en los grupos católicos que conozco que prefiere tener una opinión personal y "justificar" a Dios como Amor total y no como un Dios injusto, antes que someterse a una grave contradicción personal respecto del origen del mal. Por desgracia tampoco hay teólogos capaces que sepan responder, convenciendo, a estas dudas.
No comparto su opinión. Creo que a la gran mayoría de católicos de buena voluntad, tenga un alto nivel de formación o uno medio, el tratamiento que el Catecismo da al PO no les resulta tan incomprensible que prefieren refugiarse en su opinión personal, sin más. Los misterios de la fe pueden siempre "explicarse" hasta un cierto punto, pero "mysteria semper erunt mysteria". Puede afirmarse, p.ej., sobre la Eucaristía con toda claridad que ahí está presente Cristo, su cuerpo, su sangre, y que en realidad ya no hay pan y vino después de la consagración. Las "explicaciones" teológicas que puedan darse de ese Misterio inmenso, siempre que sean conformes a la fe, convencerán más o menos uno u otro creyente, pero jamás podrán dar una total explicación racional del Mysterium fidei: ya no sería misterio. Ahora bien, el cristiano no vive de las explicaciones teológicas, más o menos convincentes, sino que "el justo vive de la fe" (Rom 1,17 y montón de lugares más de la Escritura).
Y la fe en la Eucaristía, la fe en el Pecado original, la fe en etc., es expresada por la Iglesia Católica (ateniéndose a Escritura y Tradición) de modos ampliamente suficientes para fundamentar sobre roca la vida de fe de los cristianos. Decir que a éstos no les valen los modos de la Iglesia para presentar tales o cuales Misterios, y que eso les justifica para quedarse acerca de ellos en su propia opinión personal, sea la que sea, sería un gran error.
¿Es perfecto este sacerdote?
Creo que Jesus nos educa para enseñar los evangelios hasta los confines de la tierra. Reprender con AMOR y con la Biblia en la mano. Y no criticar a todo vicho viviente y se mueve.
Recordemos:
"con la vara que midas seras medido"
Que Dios os bendiga, hermanos.
Siempre me disculpo por patinar donde no me llaman, en el terreno de la teología. Puede ignorar, borrar o corregir mi comentario. Estoy en camino, iniciando el camino, y toda buena corrección es de agradecer.
Los capítulos de hoy de las rebajas me están aportando mucha luz. Gracias.
Dejar un comentario